Prado para niños
Un prado es un terreno plano o con una suave inclinación, que suele ser húmedo o de regadío. En él crece la hierba para que el ganado pueda alimentarse (pastar) y para guardar alimento (forraje) cuando sobra.
Los prados suelen crecer en lugares húmedos y no muy fríos, donde casi no hay sequía. Se encuentran en zonas donde predominan los bosques con árboles que pierden sus hojas o con hojas en forma de aguja. Los prados son ecosistemas que se forman por la actividad humana. Esto ocurre cuando las personas se dedican a la ganadería y cuidan la vegetación. Lo hacen cortando la hierba (siega) y dejando que los animales pasten, lo que ayuda a que el prado se mantenga. A veces, también se añaden nutrientes a la tierra.
Los prados atraen a muchos animales y plantas que no podrían vivir en otros lugares. Son muy importantes para la ecología, ya que ofrecen espacios para que los animales se relacionen, hagan sus nidos, busquen comida y para que los insectos ayuden a la polinización. A veces, también sirven de refugio si la vegetación es alta. Hay varios tipos de prados, como los agrícolas, los de transición y los permanentes, y cada uno tiene un papel especial en el ecosistema.
Al igual que otros ecosistemas, los prados pueden verse afectados por el cambio climático, especialmente si cambian las precipitaciones y el tiempo. Sin embargo, los prados y pastizales también son importantes para ayudar a frenar el cambio climático. Sus raíces profundas guardan mucho carbono en la tierra, actuando como "sumideros de carbono".
Contenido
Características de los Prados
Los prados están formados por plantas herbáceas verdes que viven muchos años (son perennes). Son de poca altura y tienen raíces poco profundas. Juntas, forman una capa densa y continua de césped, muy diversa. La flora principal en los prados son las gramíneas, como el holco lanudo o el dactilo. También hay leguminosas como el trébol violeta y el trébol blanco. Además, se encuentran compuestas como el diente de león y otras plantas como la primavera o el llantén. En total, puede haber alrededor de cien tipos de plantas diferentes en un prado.

La capacidad de un prado para producir mucha hierba depende de la cantidad de agua que tenga y, sobre todo, de los nutrientes disponibles, especialmente el nitrógeno. El tiempo en que las plantas crecen y los animales pueden pastar varía según el frío y la duración del verano seco. La biodiversidad (variedad de seres vivos) de un prado depende de cómo se use. Si se usa demasiado o muy poco, la biodiversidad puede disminuir, afectando tanto a las plantas como a los animales que viven allí.
En algunos lugares, la vegetación de estos ecosistemas ha llegado a un estado natural, siendo prados que se formaron sin intervención humana. Este es el caso de los prados de montaña de tipo alpino y de las grandes zonas de hierba en el mundo, como las praderas norteamericanas con gramíneas altas.
Tipos de Aprovechamiento de los Prados
Según cómo se usen, los prados se pueden clasificar en:
- Prados de siega: Son prados planos o ligeramente curvos que se usan de forma intensiva. Generalmente se les añade estiércol o abono y a veces se riegan. De ellos se corta la hierba varias veces al año para el ganado, sin que los animales pasten directamente allí.
- Prados de diente: Son pastizales donde solo se permite el pastoreo de los animales. Suelen estar en lugares de difícil acceso, con pendientes pronunciadas o muchas rocas, lo que impide que se usen como prados de siega.
Prados de Transición
Un prado de transición aparece cuando un campo, pastizal o terreno despejado deja de ser cortado o pastoreado. Entonces, la hierba y las flores silvestres crecen mucho, florecen y se reproducen solas. Sin embargo, este estado es temporal. Con el tiempo, las hierbas desaparecen y empiezan a crecer arbustos y plantas leñosas, que son el inicio de un bosque. Este estado de transición se puede mantener de forma artificial alternando el cultivo de la tierra con el uso como prado cada 10 o 12 años.
En Norteamérica, antes de la llegada de los europeos, los algonquinos, iroqueses y otros pueblos nativos americanos cortaban regularmente zonas de bosque. Así creaban prados de transición donde los ciervos y otros animales de caza podían encontrar alimento y ser cazados. Por ejemplo, algunos de los prados actuales se originaron hace miles de años gracias a las quemas controladas que realizaban los nativos americanos.
Prados Permanentes
Una pradera permanente, también llamada pradera natural, es aquella donde las condiciones del ambiente, como el clima y el tipo de suelo, son ideales para que crezcan hierbas que viven muchos años. Estas condiciones impiden que crezcan plantas leñosas de forma indefinida. Algunos tipos de prados permanentes son:
- Las praderas alpinas: Se encuentran en zonas muy altas, por encima de donde crecen los árboles, y se mantienen gracias a las duras condiciones del clima.
- Praderas costeras: Se mantienen por el efecto de la sal del mar.
- Praderas desérticas: Su crecimiento está limitado por la poca lluvia o la falta de nutrientes en el suelo.
- Praderas que se mantienen por largos periodos de sequía o por incendios forestales.
- Praderas húmedas: Están saturadas de agua durante gran parte del año.
Prados Urbanos


Recientemente se ha empezado a considerar las ciudades como posibles lugares para proteger la biodiversidad. Se cree que cambiar los céspedes urbanos, que son muy comunes en las ciudades, por prados urbanos ayuda a crear mejores refugios para las plantas y los animales. Los céspedes urbanos necesitan mucho cuidado, lo que puede hacer que pierdan su hábitat, sobre todo por la frecuencia con la que se cortan. Se ha demostrado que cortar el césped con menos frecuencia mejora la diversidad de plantas, lo que permite que los céspedes se conviertan en prados urbanos.
Debido al crecimiento de las ciudades, la Estrategia sobre Biodiversidad de la Unión Europea de 2017 propuso proteger todos los ecosistemas por el cambio climático. La mayoría de las personas en las ciudades aprenden sobre plantas visitando parques o zonas verdes públicas. Las autoridades locales deben ofrecer estos espacios, pero a menudo tienen recortes de presupuesto. Esto dificulta que la gente admire la naturaleza en las ciudades y afecta al ecosistema local. Los prados permanentes pueden ser una alternativa más práctica a los céspedes urbanos clásicos, ya que su mantenimiento es más económico. Los encargados de los espacios urbanos consideran importantes los siguientes factores:
- La belleza y la opinión de la gente.
- El lugar específico.
- Los recursos humanos y la economía.
- Las normas locales.
- La comunicación.
- La biodiversidad y el hábitat que ya existe.
- Factores físicos.
La Intervención Humana en los Prados
Los prados creados o mantenidos por el ser humano necesitan de nuestra intervención constante para seguir existiendo y prosperar. En muchos lugares, los grandes animales pastoreadores que vivían en libertad han desaparecido o son muy pocos debido a las actividades humanas. Esto reduce o elimina su influencia natural en el ambiente, haciendo que los prados solo se formen o mantengan gracias a la acción de las personas. Los prados existentes podrían deteriorarse si no se mantienen con prácticas agrícolas. Además, las prácticas agrícolas muy intensas (cortar demasiado, usar muchos fertilizantes o insecticidas) pueden reducir la cantidad y variedad de organismos y la biodiversidad. La humanidad ha influido en la ecología y el paisaje durante miles de años en muchas partes del mundo, por lo que a veces es difícil saber qué es natural y qué es resultado de la cultura. Los prados son un ejemplo de esto. Sin embargo, parece que los prados se han mantenido históricamente gracias a la presencia natural de grandes animales herbívoros, que controlaban el crecimiento de las plantas y mantenían el espacio abierto.
Como la agricultura extensiva, como el pastoreo, está disminuyendo en algunas partes del mundo, el prado está en peligro como hábitat. Varios proyectos de investigación intentan restaurar los hábitats naturales de los prados reintroduciendo grandes animales herbívoros. Estos incluyen ciervos, alces, cabras, caballo salvajes, etc., dependiendo del lugar. Un ejemplo más amplio es el Programa Tauros europeo.
Algunas organizaciones que cuidan el medio ambiente recomiendan convertir los céspedes en prados dejando de cortarlos o reduciendo la frecuencia de corte. Afirman que los prados pueden proteger mejor la biodiversidad, ahorrar agua y reducir el uso de fertilizantes. Por ejemplo, en 2018, organizaciones ecologistas, con el apoyo del Departamento de Medio Ambiente de Inglaterra, preocupadas por la disminución de abejas en el mundo, dieron algunas recomendaciones para protegerlas. Estas incluyen: 1) cultivar flores, arbustos y árboles, 2) dejar que el jardín crezca de forma más natural, 3) cortar la hierba con menos frecuencia, 4) no molestar los lugares donde los insectos anidan e hibernan, y 5) tener mucho cuidado con los pesticidas.
Impacto del Turismo en los Prados
Se ha notado que la actividad humana, como el turismo, aumenta el deterioro del suelo en los prados. Esto ha contribuido a los deslizamientos de tierra en las zonas de Sholas. Por ejemplo, debido a las actividades de esquí y al crecimiento de la ciudad, se observó que los prados de Zakopane (Polonia) tenían una composición de suelo alterada. La materia orgánica del suelo había desaparecido y estaba afectada por los productos químicos del agua de la nieve artificial y la maquinaria de esquí.
Véase también
En inglés: Meadow Facts for Kids
- Praticultura
- Braña