Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo para niños
El Panteón de reyes de la catedral de Oviedo es un lugar especial dentro de la catedral de San Salvador de Oviedo. Se encuentra en la capilla de Nuestra Señora del Rey Casto, que está en el lado norte del crucero (la parte de la iglesia que cruza la nave principal). Aquí fueron enterrados muchos reyes y reinas de los antiguos reinos de Asturias y León durante la Alta Edad Media.
El primer panteón real estaba dentro de una iglesia llamada Nuestra Señora del Rey Casto, que estaba junto a la catedral. Fue construido por orden del rey Alfonso II de Asturias en el siglo IX. Sin embargo, tanto el panteón como la iglesia original fueron demolidos a principios del siglo XVIII porque estaban en muy mal estado. El obispo de Oviedo, Tomás Reluz, decidió reconstruirlos en un estilo diferente, llamado barroco, y fueron inaugurados de nuevo en 1712.
Contenido
El Panteón de Reyes en la Catedral de Oviedo
¿Qué es el Panteón de Reyes de Oviedo?
El Panteón de Reyes es un espacio dedicado a la sepultura de monarcas y miembros de la realeza. Es un lugar de gran importancia histórica, ya que guarda los restos de figuras clave de la historia de España. La catedral de Oviedo ha sido un centro religioso y político importante desde hace muchos siglos.
El Primer Panteón Real: Una Historia Antigua
A principios del siglo IX, el rey Alfonso II de Asturias mandó construir una iglesia dedicada a Nuestra Señora en Oviedo. Su idea era que esta iglesia sirviera como panteón real, un lugar donde él y otros reyes pudieran ser enterrados. Con el tiempo, esta iglesia se conoció como la iglesia de Nuestra Señora del Rey Casto, en honor a su fundador.
El primer panteón real ocupaba la entrada principal (llamada nártex) de la iglesia. Para que este espacio se usara solo para los entierros, la entrada principal a la iglesia se cambió a otro lado.
Este panteón original era una sala pequeña, de unos seis metros de ancho por cuatro de largo y dos o tres de alto. Tenía un techo de madera. Encima del panteón había un coro alto o tribuna, similar a los que se veían en otras iglesias de la época.
A los lados del panteón había dos habitaciones pequeñas. En una estaba la escalera para subir a la tribuna, y la otra probablemente se usaba para guardar objetos religiosos. El panteón se conectaba con la iglesia por una puerta estrecha y una pequeña ventana. Los historiadores de la época cuentan que ambas estaban cerradas con barras de hierro, lo que hacía que el panteón fuera un lugar con poca luz.
Este panteón, que se veía "humilde y sencillo", fue el lugar de descanso de muchos miembros de la realeza astur-leonesa durante varios siglos. Se dice que las tumbas estaban tan juntas que era difícil caminar sin pisarlas. Por eso, algunos miembros de la realeza fueron enterrados en la iglesia, fuera del panteón. No todas las tumbas eran iguales; algunas estaban en el suelo, cubiertas con losas de piedra sin adornos ni inscripciones. Otras estaban protegidas por arcos en las paredes.
Cerca de la escalera que conectaba la iglesia con el coro alto, había una tumba muy respetada en el siglo XVI. Se creía que contenía restos de personas santas. Sin embargo, el historiador Ambrosio de Morales pensó que esos restos ya habían sido movidos. Esta tumba tenía una losa de mármol con una inscripción en latín que decía: "Adepti...Regna Celestia potiti" (que significa "Alcanzaron... los reinos celestiales").
En el panteón, cerca de la entrada, estaba la tumba que se creía que contenía los restos del rey Alfonso II. Estaba un poco elevada del suelo y cubierta por una tapa sencilla, sin adornos ni inscripciones. La tradición y su ubicación destacada hacían pensar a los historiadores que allí descansaba el fundador de la iglesia y del panteón.
Fuera del panteón, en la iglesia original de Nuestra Señora del Rey Casto, también fueron enterrados varios miembros de la realeza:
- Fruela I de Asturias (722-768).
- Munia de Álava (740-780), esposa de Fruela I.
- Elvira Menéndez (m. 921), esposa de Ordoño II de León.
- Urraca Sánchez (m. 956), esposa de Ramiro II de León.
- Teresa Ansúrez (m. 997), esposa de Sancho I de León.
Protegiendo los Restos Reales: La Campaña de Almanzor
En el año 986, durante una campaña militar de Almanzor contra el reino de León, el rey Bermudo II ordenó trasladar los restos de varios reyes, reinas y príncipes que estaban enterrados en León, Astorga y otros lugares. Quería protegerlos de ser dañados por las tropas musulmanas.
Los restos fueron puestos en siete cajas de madera y llevados a Oviedo. Como no había suficiente espacio en el panteón real, se guardaron en la iglesia. En cada caja estaban los restos de los siguientes:
- Alfonso III de Asturias y su esposa, Jimena de Asturias.
- Ordoño II de León y sus esposas Elvira Menéndez y Sancha de Pamplona.
- Ramiro II de León, Sancho I, Teresa Ansúrez, Ordoño III y la reina Elvira.
- Fruela II de León y su primera esposa, Nunilo Jimena.
- Elvira Ramírez, hija de Ramiro II.
- Urraca Sánchez, esposa del rey Ramiro II de León.
- En la séptima caja había restos de varios príncipes y princesas.
Después de la muerte de Almanzor y su hijo, el rey Alfonso V repobló la ciudad de León. Entonces, la mayoría de los restos que Bermudo II había llevado a Oviedo fueron devueltos a León. Sin embargo, en el panteón real de la iglesia de Nuestra Señora del Rey Casto se quedaron los cuerpos de los reyes Alfonso III y Fruela II, y los de las reinas Jimena, Munia, Elvira, Urraca Sánchez y Teresa Ansúrez.
El Nuevo Panteón: Un Cambio de Estilo
Historia de la Reconstrucción

A finales del siglo XVII, el panteón real original y la iglesia de Nuestra Señora del Rey Casto estaban muy deteriorados. El 15 de mayo de 1696, el rey Carlos II dio dinero a la catedral de Oviedo para ayudar a mantener y mejorar la iglesia. Años después, en 1705, el cabildo (el grupo de sacerdotes que administra la catedral) de Oviedo informó al rey sobre el mal estado de la iglesia y el panteón. El obispo Tomás Reluz también envió una carta al rey recomendando que la iglesia original fuera demolida.
La nueva capilla de Nuestra Señora del Rey Casto fue construida principalmente por deseo del obispo Tomás Reluz a principios del siglo XVIII. En esta nueva capilla, el panteón real se ubicó entre los pilares de la nave del Evangelio. Estaba cerrado con una reja y recibía luz a través de una abertura ovalada. Algunos historiadores creen que esta nueva ubicación significó que la función del panteón como lugar de entierro real perdió importancia, en favor de su función como santuario dedicado a la Virgen. La capilla estaba destinada a albergar la imagen de la Virgen de las Batallas o del Rey Casto. Sin embargo, la nueva ubicación del panteón permitió que la nave central de la capilla fuera más amplia.
El contrato para construir la nueva capilla se firmó el 10 de noviembre de 1705 entre el obispo Tomás Reluz y el maestro de obras Bernabé de Hazas. La construcción costaría 24.000 ducados y se esperaba que terminara en tres años. El 2 de agosto de 1709, el cimborrio (la parte superior de la cúpula) de la nueva capilla se derrumbó, causando la muerte de varias personas. Las obras de la nueva capilla terminaron en 1712, pero la imagen de la Virgen del Rey Casto no fue trasladada a ella hasta 1717, ya que estuvo provisionalmente en otra capilla de la catedral.
Descripción del Panteón Actual
El panteón real actual está en el último tramo del lado norte de la capilla de Nuestra Señora del Rey Casto. Es la parte más lujosa del conjunto, con mucha decoración de plantas y escudos. En seis nichos, con sus urnas, descansan hoy los restos de diferentes miembros de la realeza astur-leonesa. Una lápida en la pared de la capilla menciona los nombres de los que fueron enterrados aquí, aunque tiene algunos errores, como señaló el historiador Ricardo del Arco y Garay. Las rejas del panteón y de la iglesia fueron hechas por Andrés García Casielles y se colocaron en 1713. Están adornadas con el escudo del rey Felipe V de Borbón, quien apoyó la capilla y el panteón.
En el centro del Panteón Real hay un sarcófago cubierto por una losa de mármol del siglo V de la época romana, que contuvo el cuerpo de Ithacio. Es el único sepulcro del panteón original que se conserva. Algunos autores dicen que este sarcófago se usó para trasladar los restos de Alfonso III y su esposa, la reina Jimena de Asturias, desde Astorga hasta Oviedo. En este sepulcro está grabado el siguiente epitafio:
INCLVSI TENERVM PRAETIOSO MARMORE CORPVS AETERNAM IN SEDE NOMINIS ITHACII
Este sepulcro fue reutilizado en el panteón real durante la Edad Media, pero no se sabe qué miembro de la realeza fue enterrado en él. La urna es de piedra sencilla y sin adornos, y la tapa es de mármol, con forma de ataúd y más ancha por la cabeza que por los pies, y está cubierta de relieves.
¿Quiénes Descansan Hoy en el Panteón de Oviedo?
Los miembros de la realeza astur-leonesa que están sepultados actualmente en las urnas barrocas del panteón de reyes son los siguientes:
Reyes Sepultados en el Panteón
- Fruela I de Asturias (722-768).
- Bermudo I de Asturias (m. 797).
- Alfonso II de Asturias (c.760-842).
- Ramiro I de Asturias (c.790-850).
- Ordoño I de Asturias (821-866).
- Alfonso III de Asturias (c.852-910).
- García I de León (c.870-914).
- Fruela II de León (c.875-925).
Reinas Sepultadas en el Panteón
- Munia de Álava (m. después de 768), esposa de Fruela I de Asturias.
- Berta, esposa de Alfonso II.
- Nuña, esposa de Ordoño I de Asturias.
- Urraca, esposa de Ramiro I.
- Jimena de Asturias (m. 912), esposa de Alfonso III.
- Elvira Menéndez (m. 921), esposa de Ordoño II de León.
- Nunilo Jimena, esposa de Fruela II de León.
- Urraca Sánchez (m. 956), esposa de Ramiro II de León.
- Teresa Ansúrez (m. 997), esposa de Sancho I de León.
Galería de imágenes
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Fachada principal de la catedral de Oviedo.
Véase también
En inglés: Pantheon of Asturian Kings Facts for Kids