Palacio del Virrey (Barcelona) para niños
Datos para niños Palacio del Virrey |
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Palau del Virrei | ||
![]() El Palacio Real de Barcelona fotografiado en 1860.
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Ubicación | San Pedro, Santa Catalina y La Ribera | |
Dirección | Pla de Palau | |
Coordenadas | 41°22′58″N 2°11′02″E / 41.38265, 2.184011 | |
Información general | ||
Nombres anteriores | Hala dels Draps | |
Usos | Palacio | |
Estilo | Barroco, neoclásico y neogótico | |
Inicio | 1668 | |
Finalización | 1688 | |
Construcción | 1688 | |
Remodelación | 1771 y 1846 | |
Destruido | 1875 | |
Propietario |
Ministerio de Justicia (1868-1875) |
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Diseño y construcción | ||
Arquitecto | Fray Josep de la Concepció y Juan Miguel de Roncali | |
El Palacio del Virrey (también conocido como Palau del Virrei o Palau del Lloctinent en catalán), y más tarde llamado Palacio Real, o incluso Hala dels Draps, fue un importante edificio en el Pla de Palau de Barcelona. Se encontraba en el distrito de Ciutat Vella.
Originalmente, este lugar fue un almacén de lana cerca del puerto en la Edad Media. En 1652, se transformó en un palacio y la residencia oficial de los virreyes de Cataluña. Más tarde, en 1844, se convirtió en el Palacio Real, sirviendo como hogar para la familia real española cuando visitaban la ciudad. Lamentablemente, el palacio fue destruido por un gran incendio en 1875.
Contenido
Historia del Palacio del Virrey en Barcelona
El palacio estaba ubicado en el Pla de Palau, una zona muy importante para el puerto de Barcelona. Allí, compartía espacio con otros edificios históricos como la Lonja de Barcelona (del siglo XIV), la Aduana (construida en 1792) y el Portal de Mar (de 1848, que fue demolido en 1859). También se encontraba la fuente del Genio Catalán (de 1856) en el centro de la plaza. El nombre de la plaza, "Pla de Palau", viene precisamente de este palacio.
Orígenes Medievales del Edificio
La historia del edificio comienza en 1314 con el Porxo del Forment. Este era un espacio con arcos que se usaba para guardar el trigo que llegaba al puerto. En 1389, se construyó al lado un lugar para vender telas, conocido como Hala dels Draps (que significa "ala de los trapos"). También funcionaba como aduana, donde se pagaban impuestos por las mercancías.
En 1514, el Porxo y el Hala se unieron al añadirles un piso superior. Este nuevo piso se llamó Sala d'Armes y se usaba como almacén de armas. Más tarde, en 1618, se construyó un claustro (un patio rodeado de galerías) en la parte de atrás, diseñado por Francesc Socies.
El Palacio como Residencia del Virrey
Después de la Guerra dels Segadors en 1652, el rey Felipe IV tomó el edificio para que fuera la residencia del virrey de Cataluña. Un virrey era como un representante del rey en un territorio. Entre 1668 y 1688, el virrey Vicente Gonzaga Doria ordenó construir un nuevo palacio. El diseño fue de Fray Josep de la Concepció, un monje carmelita conocido como "el Tracista". Él creó un edificio de estilo barroco clasicista.
El palacio tenía forma cuadrada con un patio central. Contaba con tres pisos y balcones, y su fachada tenía algunos detalles de estilo góticos. Dentro, el Salón de los Festines era muy impresionante. Era una sala grande y rectangular, con un techo alto y abovedado.
En 1700, el virrey Georg von Hessen-Darmstadt añadió un puente y un pasillo elevado que conectaba el palacio con la cercana iglesia de Santa María del Mar. Dos años después, en 1702, el palacio recibió a su primer rey, Felipe V, quien se alojó allí.
En 1705, durante la guerra de sucesión española, el archiduque Carlos se instaló en el palacio. En 1708, se casó con Isabel Cristina de Brunswick-Wolfenbüttel en la iglesia de Santa María del Mar, que se usó como capilla del palacio. La pareja vivió en el edificio hasta 1711 y 1713, antes de irse a Viena.
Después del decreto de Nueva Planta, que eliminó el cargo de virrey, el palacio se convirtió en la residencia de los capitanes generales de Cataluña. Estos eran los principales líderes militares y políticos de la región. En 1846, se mudaron a un nuevo edificio.
En 1771, se construyó una nueva fachada para el palacio, diseñada por el conde de Roncali, con un estilo neoclásico.
Importantes Visitas Reales
En 1802, los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma se hospedaron en el palacio. Vinieron para celebrar una doble boda real: la del príncipe Fernando con la princesa María Antonia de Nápoles, y la del príncipe Francisco Genaro de Nápoles con la infanta María Isabel. Para esta ocasión, se construyó un puente temporal de madera que unía el palacio con la Aduana, donde se alojaban los príncipes y parte de su comitiva.
Fernando VII y su tercera esposa, María Josefa Amalia de Sajonia, también visitaron Barcelona. En abril de 1828, vivieron en el palacio y celebraron la Semana Santa en la cercana Santa María del Mar. Tres años después, el conde de España, que era el capitán general de Cataluña, encargó una estatua del rey al escultor francés Pierre-Joseph Demongé Chardigny. Esta escultura se colocó en el Pla de Palau, donde ahora está la fuente del Genio Catalán. Fue derribada durante un levantamiento popular en agosto de 1835. Hoy en día, la estatua se encuentra en el convento de Santa Clara en Sevilla.
El edificio volvió a ser un palacio real en junio de 1840, cuando recibió a Isabel II, a la reina regente María Cristina y a la infanta Luisa Fernanda. Esta visita ocurrió en un momento de grandes cambios políticos en España. Después de algunas revueltas, la familia real se fue a Valencia, y desde allí María Cristina dejó su cargo de regente y se exilió en Francia.
El Palacio como Residencia Real Permanente
En 1844, el palacio dejó de ser la residencia del capitán general y se preparó para recibir a Isabel II, a su madre y a su hermana. Desde ese momento, el edificio fue conocido como Palacio Real. Durante esta visita, la madre de la reina, María Cristina, se casó en una ceremonia privada con el duque de Riánsares. También, el escritor Washington Irving fue recibido por Isabel II, a quien le entregó dos cartas del presidente de Estados Unidos.
En los años siguientes a esta visita, el palacio recibió su característica fachada neogótica. Tenía decoraciones pintadas, un balcón central y dos miradores de hierro en las esquinas de la fachada principal. Las descripciones de la época decían que el interior del palacio era elegante, aunque no tan lujoso como otras residencias reales. Destacaban el Salón del Trono, la Sala de Recibimiento y la Sala del Despacho.
Isabel II se alojó por tercera vez en el palacio en 1860, durante un largo viaje por varias regiones de España. Esta vez la acompañaba su esposo, el rey consorte Francisco de Asís. Para celebrar la ocasión, el Instituto Agrícola Catalán de San Isidro construyó un monumento temporal frente al palacio, hecho con frutas, verduras y semillas. La visita también sirvió para inaugurar las obras del Ensanche, un gran proyecto de expansión de la ciudad.
Durante la Primera República Española, el palacio fue la sede de un juzgado.
El palacio fue destruido por un incendio en 1875 y nunca se reconstruyó. En su lugar, se levantaron casas particulares. Desde entonces, la familia real española no tuvo una residencia fija en la ciudad y tuvo que alojarse en otros lugares, como el Palacio Moja (donde se quedó Alfonso XII), el Ayuntamiento (durante la Exposición Universal de 1888), o en hoteles como el Hotel Ritz (donde se hospedó Alfonso XIII). En mayo de 1924, se inauguró una nueva residencia real en Barcelona, el Palacio Real de Pedralbes, que fue reemplazada, después de la Transición, por el Palacete Albéniz.
Galería de imágenes
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El Pla de Palau y la fuente del Genio Catalán hacia 1860
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Desalojo del Pla de Palau (1870): Événements d'Espagne: la troupe faisant évacuer la place du Gouvernement, à Barcelona, de Vicente Urrabieta
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