Manuel Salvador Carmona para niños
Datos para niños Manuel Salvador Carmona |
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Retrato de Manuel Salvador Carmona, por Anna Maria Mengs. Siglo XVIII. (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid).
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Información personal | ||
Nacimiento | 10 de mayo de 1734 Nava del Rey (Valladolid) |
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Fallecimiento | 15 de octubre de 1820 Madrid |
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Familia | ||
Cónyuge | Anna Maria Mengs | |
Información profesional | ||
Ocupación | Grabador |
Manuel Salvador Carmona (Nava del Rey, Valladolid, 1734-Madrid, 1820) fue un grabador español de la Ilustración.
Biografía
Hijo de Pedro Salvador Carmona y María García Gómez, modestos labradores, fue bautizado en la parroquial de San Juan de Nava del Rey el 19 de mayo de 1734. La partida de bautismo hacía constar que el nacimiento había tenido lugar nueve días antes, el 10 de mayo. Era el segundo hijo varón de la familia, precedido por José, que siguiendo los pasos de su tío paterno sería escultor. El tercero, Juan Antonio, seis años más joven, también sería grabador.
Formado con su tío el escultor Luis Salvador Carmona en la Junta Preparatoria de la Academia de San Fernando, que había sido creada en 1744, será tras su solemne inauguración en 1752, uno de los primeros pensionados por ella para completar su formación como grabador de historia en París. Allí estudió la técnica del buril con Nicolás Gabriel Dupuis y contrajo matrimonio con Margarita Legrand. En 1759 ingresó como ayudante en la Académie royale de peinture et de sculpture y dos años más tarde fue admitido por unanimidad académico tras grabar los retratos de François Boucher y Hyacinthe Collin de Vermont, obteniendo con ello el derecho a ostentar el título de grabador del rey.
Con la reputación alcanzada en París, en 1762 retornó a Madrid, presentándose de inmediato en la Academia con la pretensión de ser nombrado director honorario, lo que de momento no obtuvo, siendo nombrado en 1764 académico de mérito en pintura y grabado y en 1777, a la muerte de Juan Bernabé Palomino, director de grabado en dulce. En 1778 casó en segundas nupcias con Anna Maria Mengs, hija del pintor de cámara y pintora ella misma (en la Academia de San Fernando se conserva un retrato que hizo de su esposo), y viajó a Roma, donde ilustró la traducción de José Nicolás Azara de la Vida de Cicerón escrita por Middleton. En 1783 recibió el título de grabador de cámara del rey. Hombre ilustrado y con una larga trayectoria docente en la Academia, dejó un elevado número de discípulos, entre ellos su hermano Juan Antonio Salvador Carmona, José Gómez de Navia, Manuel Alegre, Luis Fernández Noseret y Fernando Selma, quizá el más destacado de ellos.
Pocas décadas tras su muerte, acaecida en 1820, su nombre pasó al olvido. Su principal biógrafo, Valentín Carderera, expresa en 1862 que «un artista considerado por los reyes, elogiado por un sumo pontífice y acariciado por los Grandes de España, embajadores nacionales y extranjeros y cuanto de noble e ilustre había entre nosotros en los reinados de Carlos III y IV; grabador de estos monarcas y del rey de Francia... académico de las Reales de París y de San Fernando, director de ella en el grabado de láminas, académico de la romana de San Lucas, individuo de las de Tolosa, de Francia, de la de San Carlos, de Valencia... ni aún pudo el apellido de Carmona tener lugar en el rico Diccionario de Ceán Bermúdez, por haberse impreso antes del fallecimiento del célebre grabador».
Obra
Siendo uno de los objetivos de la Academia contribuir mediante la práctica del grabado de reproducción a la difusión de las artes y las ciencias, aunque excelente dibujante, pocas veces tuvo ocasión de grabar sus propias obras, viéndose habitualmente obligado a trabajar sobre composiciones ajenas. En esa tarea reprodujo en estampa obras de diversos pintores, entre ellos Velázquez, de quien grabó Los borrachos y dirigió la reproducción del Aguador de Sevilla, entonces en el Palacio Real de Madrid, grabado por Ametller bajo su supervisión como se hizo constar al pie de la lámina. También hizo algunos grabados sobre cuadros de su suegro Antón Rafael Mengs, entre ellos el célebre retrato de Doña Isabel Parreño Arce y el retrato de Carlos III.
Junto con las estampas sueltas, unas seiscientas, tanto de historia y devoción, como retratos y modestas viñetas, participó en la ilustración de una treintena de libros, destacando la colección de retratos que realizó para el Parnaso español..., de los más célebres poetas, de José López de Sedano (Madrid, 1774), o su contribución a la edición del Quijote grande de Ibarra (1780), primera patrocinada por la Real Academia, sobre dibujos de José del Castillo.
Entre sus escasas composiciones originales, junto con los numerosos dibujos conservados en su mayor parte en la Biblioteca Nacional de Madrid, destaca el retrato que dedicó a sus padres en 1780, del que existen dibujos previos a la sanguina combinada con grafito y albayalde (Museo de Bellas Ares de Córdoba y Biblioteca Nacional). Incluido en un álbum de retratos familiares que regalaba a sus amigos a la muerte de su padre, la versión definitiva, en forma de trampantojo y libre de los envaramientos del retrato académico, alcanza una viveza y penetración psicológica que parece anticipar los retratos de Goya.