Intervención británica en la independencia hispanoamericana para niños
Datos para niños Intervención británica en la emancipación |
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![]() Monumento a la Legión británica en la batalla de Boyacá
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Localización | ||
País | Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda | |
Localidad | América española | |
Lugar | Países, mares y litoral de América y Europa | |
Datos generales | ||
Tipo | Intervención extranjera | |
Ámbito | naciones rebeldes hispanoamericanas no reconocidas internacionalmente | |
Causa | colonialismo | |
Objetivo | Guerras de independencia hispanoamericanas | |
Participantes | ![]() |
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Histórico | ||
Fecha de inicio | 1815 - 1819 | |
Fecha de fin | 1819 | |
Desenlace | ||
Resultado | Independencia de las repúblicas hispanoamericanas | |
La intervención británica en la independencia de Hispanoamérica se refiere a las acciones militares, políticas y diplomáticas que el Reino Unido y sus colonias llevaron a cabo para apoyar a los grupos que buscaban la independencia de los territorios americanos que estaban bajo el control de España.
Estas acciones buscaban que los territorios españoles en América se separaran. Fueron realizadas tanto por personas individuales, con el conocimiento del gobierno británico, como por el propio gobierno y sus representantes. España también tuvo que buscar ayuda de comerciantes para financiar sus esfuerzos militares.
Los gobiernos españoles veían al Reino Unido como su principal rival por el control de América. Sin embargo, la guerra contra Napoleón Bonaparte permitió al Reino Unido firmar un tratado con España. Este acuerdo les dio la oportunidad de influir en todo el Imperio español.
La ayuda británica a los grupos que buscaban la independencia no violaba los tratados con España. Esto se debía a que, en ese momento, los grupos revolucionarios aún no eran reconocidos como países independientes. Esta ayuda fue más fuerte entre 1817 y 1818.
España protestó muchas veces, acusando al Reino Unido de no ser neutral. En respuesta, el gobierno británico prohibió en 1819 que sus ciudadanos se unieran a ejércitos extranjeros o que equiparan barcos de guerra sin permiso oficial.
Aun así, para ese momento, el Reino Unido ya era el principal proveedor de armas para los grupos independentistas. Cerca de 10.000 soldados y oficiales británicos habían servido en América del Sur. De ellos, unos 6.500 se unieron a los ejércitos de los independentistas y 3.500 a sus marinas.
Contenido
¿Por qué el Reino Unido apoyó la independencia?
El proceso de independencia en Hispanoamérica ocurrió en un momento de gran competencia entre potencias coloniales como España, Portugal, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido. Las guerras en Europa, especialmente las napoleónicas, cambiaron las alianzas entre estas potencias.
Entre 1806 y 1807, el Reino Unido invadió directamente territorios españoles en el Río de la Plata. Primero llegaron unos 1.700 soldados, y luego 14.000 hombres, 20 barcos de guerra y 90 transportes. Lograron ocupar Buenos Aires y luego Montevideo. Sin embargo, fueron expulsados por las milicias y el ejército español.
Un año después, el 2 de mayo de 1808, el ejército de Napoleón entró en España. Esto cambió las alianzas europeas. Fernando VII fue capturado y los Bonaparte tomaron el trono español. Esto rompió el acuerdo entre Francia y España.
Mientras tanto, el Reino Unido se preparaba para luchar contra las fuerzas de Napoleón en la península ibérica. En América, el Reino Unido era visto como un posible enemigo de España. Se pensó en reforzar militarmente Buenos Aires, ya que se estaba formando un nuevo ejército británico en Irlanda, aunque su destino final era Europa.
La guerra napoleónica destruyó los astilleros españoles y debilitó su flota. Los pocos barcos que quedaron, junto con algunos comprados a Rusia, eran el único enlace naval con las colonias.
El conflicto diplomático con España
En 1809, España y el Reino Unido firmaron un pacto para ayudarse contra la invasión francesa. Sin embargo, este acuerdo era poco claro sobre América. Napoleón no quería invadir América, sino debilitar a España apoyando las revueltas en sus colonias.
Este acuerdo permitió que las flotas británicas llegaran a los puertos españoles en ambos hemisferios. Así, mientras los grupos independentistas americanos rechazaban a los enviados franceses, los británicos mejoraban sus propios intereses coloniales.
El gobierno español se dio cuenta de que el gobierno inglés recibía a los enviados de los grupos rebeldes y no se oponía a sus planes. Pero la lucha contra Napoleón debía continuar a toda costa, aunque esto beneficiara al Reino Unido.
Los grupos independentistas de Hispanoamérica necesitaban la ayuda del gobierno de Londres. Londres podía imponer sus condiciones, aprovechando las dificultades de ambos bandos. El gobierno británico mantuvo una postura oficial de neutralidad, pero permitió que sus representantes, como Lord Strangford en Río de Janeiro, actuaran de forma que no apoyaban a España.
En 1811, el embajador británico Wellesley propuso una mediación con los grupos independentistas americanos. A cambio, el Reino Unido pedía el libre comercio, es decir, que todos los mercados españoles se abrieran a los productos ingleses. Al mismo tiempo, Wellesley exigía que España dejara de enviar ayuda militar a los leales al rey en América.
El Reino Unido también quería incluir a México y Venezuela en el libre comercio. Esto causó un conflicto diplomático con Estados Unidos, lo que llevó a la Guerra anglo-estadounidense de 1812. El gobierno británico intentó involucrar a España en este conflicto.
Las autoridades españolas en América denunciaban continuamente la ayuda "particular" que los capitanes de barcos ingleses daban a los grupos independentistas. Por ejemplo, José María Salazar, comandante naval en Montevideo, culpó a la flota británica en el Río de la Plata del fracaso del bloqueo naval de Buenos Aires.
En 1814, después de la caída de Montevideo, el Reino Unido acordó con España, tras la restauración de Fernando VII, prohibir la entrega de armas a los rebeldes. Sin embargo, este compromiso no se cumplió. Las leyes inglesas permitían que ciudadanos británicos apoyaran a los grupos independentistas con armas, barcos y hombres, sin que el gobierno británico lo impidiera.
El apoyo militar británico
La neutralidad declarada por el Reino Unido buscaba mantener a España separada del poder francés y proteger los intereses coloniales británicos en América. Por eso, el Reino Unido rechazó reconocer la independencia de los grupos independentistas. Sin embargo, permitió que sus leyes facilitaran el apoyo humano y material para ayudarlos como grupos rebeldes contra España.
El Reino Unido no aceptó ningún acuerdo con España que asegurara el control español de los territorios americanos. Tampoco quiso perder el acceso a los importantes mercados que surgían en América.
En 1817, comenzó un aumento en el reclutamiento de militares en Gran Bretaña para servir en las fuerzas independentistas de América del Sur. España protestó por esta violación de la neutralidad. Durante los siguientes dos años, el gobierno de Londres tuvo que manejar las quejas españolas por el gran número de oficiales, marinos y soldados británicos que se unían a la causa.
Londres contaba con la simpatía del público británico hacia la causa independentista. Esto permitía dar trabajo a las tropas que habían quedado sin empleo después de la caída de Napoleón.
Sin embargo, las obligaciones internacionales de una política de neutralidad no eran compatibles con el envío masivo de ciudadanos británicos a luchar contra España en América. Antes de 1817, pocos británicos habían participado en la lucha, en acciones aisladas pero importantes, como las navales en el Río de la Plata.
El reclutamiento organizado en Gran Bretaña comenzó en abril de 1817, a favor de Simón Bolívar. Las condiciones eran muy favorables: muchos veteranos de las guerras napoleónicas habían sido dados de baja y estaban desempleados. Agentes venezolanos contrataban oficiales británicos, y estos a su vez reclutaban a otros oficiales y sargentos en Gran Bretaña para formar sus propios regimientos.
En julio de ese año, Joaquín Campuzano, el representante español en Londres, protestó firmemente por la violación de la neutralidad. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico negó cualquier acto ilegal. Lord Castlereagh intentó minimizar el problema, asegurando a los españoles que eran casos aislados.
Pero estaba equivocado. A principios de septiembre, muchos oficiales activos pedían permiso para viajar a Sudamérica. El comandante en jefe del ejército, el duque de York, dudó si permitir que estos oficiales se embarcaran. Castlereagh argumentó que las leyes antiguas no se aplicaban a grupos no reconocidos como estados.
En septiembre, el reclutamiento ya era público y notorio. Los periódicos informaban sobre el embarque de mercenarios y material de guerra hacia América del Sur. Las protestas del embajador español, el Duque de San Carlos, se hicieron más fuertes. Castlereagh se negó a emitir una prohibición real contra el alistamiento en Gran Bretaña. Alegó que esto sería impopular y que solo lo haría si se permitía la mediación y el libre comercio en los virreinatos españoles.
El comercio de armas
Los mercenarios, marinos y soldados británicos fueron clave para la independencia de los grupos rebeldes. Probablemente su impacto fue mayor en los combates navales que en las batallas terrestres.
Además, el resurgimiento de los grupos independentistas a partir de 1815 no habría sido posible sin las armas y municiones que llegaron desde el Reino Unido y sus colonias. Este comercio de armas fue posible gracias al control total de los mares por parte de la marina británica. Las armas provenían de la producción militar de las guerras napoleónicas.
Comercio de armas 1815 - 1825
Tipo de armas | Cantidades |
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704.104 miles |
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35.617.864 millones |
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4.508 toneladas |
![]() |
10.254 toneladas |
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100.637 miles |
![]() |
209.864 miles |
La guerra en tierra: la Legión Británica
El apoyo a la independencia de la Capitanía General de Venezuela de España comenzó con el respaldo a la conspiración de Gual y España en 1797. Ese mismo año, el Reino Unido invadió Trinidad. Además, el Reino Unido ayudó a financiar y organizar la expedición de Francisco de Miranda en 1806, que no tuvo éxito.
Desde 1808, la Gazeta de Caracas fue impulsada por los británicos Lamb y Gallagher. Su objetivo era difundir ideas a favor de la independencia de Venezuela, en el contexto de la Guerra de la Independencia Española entre el Reino Unido y Francia.
A partir de 1817, muchos veteranos de las guerras europeas fueron reclutados en el Reino Unido. En los cinco años siguientes, más de 6.000 hombres fueron contratados en los puertos de Inglaterra. Se estima que unos 5.300 soldados combatieron en 53 barcos. Muchos eran veteranos del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, incluyendo a Irlanda, y también había algunos veteranos alemanes que habían servido a Inglaterra.
El principal encargado de reclutar a estos mercenarios en Londres fue el venezolano Luis López Méndez. La mayoría de ellos habían participado en las guerras napoleónicas o en la Guerra anglo-estadounidense de 1812. Los mercenarios de la Legión Británica estaban motivados por ideales políticos y por el dinero que recibían por sus servicios. Bolívar, por su parte, esperaba mejorar la moral de sus tropas y hacerlas más profesionales.
Desde 1818, los militares británicos se embarcaron hacia varios lugares de América del Sur, especialmente Venezuela. Las Legiones Británicas estaban formadas por la 1ª Legión Británica, la 2ª Legión Británica y la Legión Irlandesa. Formaron batallones de infantería como Albión, Carabobo y Rifles, y regimientos de caballería como los Húsares. Sus miembros también lucharon en otras unidades americanas.
Las unidades de mercenarios extranjeros usaban sus propias banderas. Los ingleses usaban la Union Jack, y la Legión Irlandesa una bandera verde con el clàrsach, símbolo de Irlanda. Thomas Ildeston Farriar, al mando de los cazadores británicos, fue clave para el triunfo de los independentistas en la Batalla de Carabobo (1821).
Legiones de Bolívar
Expedición al mando de: |
Número de soldados británicos |
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720 |
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1.200 |
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572 |
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1.729 |
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600 |
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300 |
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250 |
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200 |
Otros | 387 |
Total | 5.958 |
La guerra en el mar: la escuadra de Cochrane
Al finalizar la guerra europea contra Napoleón Bonaparte en 1815, la Marina Real británica tenía 713 barcos de guerra. Sin embargo, las necesidades económicas de la posguerra obligaron al Reino Unido a reducir su flota. Para 1820, solo tenían 134 barcos.
El resto de los barcos, unos 250, se vendieron a particulares e intermediarios. Estos barcos, con los armamentos más modernos de la época, quedaron a disposición de los gobiernos independentistas. Además, muchos marinos y capitanes británicos se unieron al servicio de estos barcos rebeldes.
Uno de estos barcos fue el "Rosa de los Andes", al mando de John Illingworth. Este barco fue comprado por el gobierno de Chile y transportó desde el Reino Unido al famoso marino británico, Lord Thomas Cochrane, de origen escocés. Cochrane fue contratado por el gobierno chileno para sus campañas navales de independencia y llegó a Chile en 1818.
Cuando Cochrane tomó el mando de la flota de Chile, decidió reemplazar a los marinos chilenos por oficiales británicos o norteamericanos. Así, la primera escuadra chilena se rigió oficialmente por el idioma inglés y bajo leyes británicas en los barcos de los marinos británicos.
Capitanes y buques de la escuadra libertadora de Chile
La ley de neutralidad de 1819
Foreign Enlistment Act of 1819 | ||
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![]() Escudo de armas del parlamento británico
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Localización | ||
País | Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda | |
Localidad | América española | |
Datos generales | ||
Tipo | Ley | |
Participantes | ![]() |
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Histórico | ||
Fecha de inicio | 13 de mayo de 1819 | |
Fecha de fin | 1819 | |
Desenlace | ||
Resultado | Prohibición de nueva intervención británica en el exterior sin autorización del gobierno. | |
Ante la presión diplomática española, Lord Castlereagh basó sus acciones en la ley británica existente. Afirmó que solo podía iniciar procesos contra quienes fueran condenados en tribunales británicos por servicios prohibidos en el extranjero, a favor de un príncipe o un estado reconocido. Sus fiscales no creían que los grupos independentistas encajaran en ninguna de estas categorías, ya que no eran estados reconocidos.
El Lord Canciller, Lord Eldon, fue consultado y consideró que los gobiernos rebeldes solo podrían ser considerados soberanos ante los tribunales británicos si el gobierno británico reconocía su soberanía. Para Castlereagh, esto ponía a su gobierno en un dilema. Su neutralidad se volvía imposible, ya sea por reconocer una independencia demasiado pronto o por acusar de piratas a los británicos que ayudaban a los independentistas.
Por ello, concluyó que se necesitaba una nueva ley. Sin embargo, decidió posponerla, ya que no era conveniente discutirla públicamente en el parlamento del Reino Unido en 1818. En ese momento, la guerra aún no se había decidido y existían posibilidades de mediación.
Los años decisivos de la guerra, 1817 y 1818, terminaron favorablemente para los gobiernos independentistas. Finalmente, la ley se presentó en el parlamento el 13 de mayo de 1819. Esta ley prohibía el alistamiento o el compromiso de personas para servir en el extranjero o equipar barcos de guerra sin permiso del rey.
Su primera cláusula anuló leyes anteriores. La segunda prohibió el reclutamiento o alistamiento de ciudadanos británicos sin permiso de la Corona para el servicio militar en cualquier tipo de fuerza. La tercera cláusula establecía que no tendría efecto retroactivo. Las cláusulas cuarta, quinta y sexta regulaban el juicio y la detención de barcos que transportaban reclutas. Las cláusulas séptima y octava extendieron la prohibición a la instalación o armamento de buques de guerra para servicio extranjero.
El Duque de San Carlos comunicó a Madrid que creía que estas medidas eran solo una formalidad para ganar tiempo. Castlereagh finalmente logró imponer las condiciones del Reino Unido en el Congreso de Aquisgrán (1818) y el Congreso de Verona (1822). Así, bloqueó la ayuda europea a España para la reconquista de sus territorios.
¿Qué impacto tuvo la ayuda británica?
La mayoría de los países de Hispanoamérica que existen hoy surgieron de la separación de la América española entre 1809 y 1833. Algunos historiadores ven estas guerras de independencia como conflictos internos, aunque esta idea fue minoritaria hasta la década de 1980.
Estos conflictos por la independencia se llevaron a cabo con un constante envío de armas, barcos y mercenarios extranjeros para apoyar a los grupos rebeldes. Esto solo fue posible gracias a la destrucción militar del Imperio español causada por la invasión de España por la Francia napoleónica.
A partir de 1808, la invasión napoleónica provocó la Guerra de la Independencia Española. El Imperio británico aprovechó esta situación para apoyar un movimiento de cambios políticos en América y en España. Esta situación llevó a un fuerte enfrentamiento entre quienes apoyaban una monarquía unida, gobernada desde España, y quienes querían formar países independientes en la América española.
Las ideas de libertad y el libre comercio, apoyados por el Reino Unido, favorecieron el establecimiento de gobiernos revolucionarios en ambos hemisferios. Aunque ambos conservaban la figura del rey Fernando VII, este se convirtió en una figura sin poder real, sometido a las asambleas o congresos de cada país independiente. Más tarde, la creación de repúblicas eliminó la figura del rey.
El enfrentamiento entre los partidarios y opositores de una monarquía unida, dirigida desde España, se intensificó en 1814. Esto ocurrió con el restablecimiento del gobierno absoluto por Fernando VII, quien eliminó todo rastro de ideas liberales en España. Esto duró hasta la rebelión de Rafael Riego en 1820, que depuso el absolutismo y formó el gobierno del Trienio Liberal, apoyado por Inglaterra.
El papel de las potencias rivales fue muy importante en la independencia de la América española. Francia debilitó España en la península, y el Reino Unido facilitó la separación de la América española. El Imperio británico aprovechó la debilidad de España para expandir su influencia. Con su diplomacia, bloqueó el apoyo europeo a España. Bajo una apariencia de neutralidad, llevó a cabo operaciones militares privadas con un flujo de hombres, barcos y material de guerra para apoyar a los grupos independentistas.
La intervención británica en la independencia hispanoamericana no fue solo política, económica o diplomática. También actuaron como "inspiradores, protectores y proveedores de dinero, armas y hombres" para los líderes rebeldes. Esto lo hicieron de forma más o menos secreta mientras luchaban contra Napoleón, y de forma más abierta después de la derrota del emperador francés.
El papel diplomático del gobierno británico, el comercio de barcos y armas, y el reclutamiento de tropas y oficiales, hasta la promulgación de la Ley de Alistamiento Extranjero de 1819, fueron decisivos para los resultados de las campañas militares durante los años clave del conflicto, 1817 y 1819. Especialmente importantes fueron el papel de la Legión Británica en las campañas de Bolívar y el papel de la escuadra de Lord Cochrane en las campañas navales de Chile.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: British intervention in Spanish American independence Facts for Kids