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Historia de la novela para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Miguel de Cervantes (1605) El ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha
Portada del Quijote (1605), considerada como la primera novela moderna.

La novela es, según la RAE, una obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres. Como género literario, se desarrolló tardíamente, principalmente en la Edad Moderna, alcanzando su madurez en el siglo XIX, aunque tiene sus precedentes en épocas anteriores, tanto en la Antigüedad clásica grecolatina como en las literaturas orientales.

La novela es el más tardío de todos los géneros literarios. Aunque tiene precedentes en la Edad Antigua no logró implantarse hasta la Edad Media. El término novella comenzó a utilizarse para nombrar los relatos de ficción con una extensión entre el cuento y el romanzo. En español, primero se utilizó con la acepción italiana pasando luego a designar las narraciones extensas (romanzo en italiano y roman en francés). El relato breve será denominado a partir de entonces novela corta.

Antigüedad

Las primeras novelas se producen entre los siglo II a. C. y siglo III d. C. en Grecia y Roma, y se han clasificado en cuatro tipos básicos: novelas de viaje, novelas románticas, novelas satíricas y novela bizantina.

Como Pierre Daniel Huet señaló en 1670, la tradición de obras épicas tiene su precedente en Virgilio y Homero. Se solía usar el verso, adecuado a una tradición de representaciones orales. Hoy, esta tradición se remonta más atrás, a la época sumeria (Epopeya de Gilgamesh), y a la mitología hinduista (Ramaiana y Majabhárata).

Es más difícil asegurar la influencia de los cuentacuentos medievales en el desarrollo de la novela.

Había una tercera tradición de ficción en prosa, tanto en su modalidad satírica (con el Satiricón de Petronio, las increíbles historia de Luciano de Samosata, y la obra protopicaresca de Apuleyo El Asno de Oro) y una veta heroica (con los romances de Heliodoro, Longo y otros). El antiguo romance griego fue revitalizado por los novelistas bizantinos del siglo XII.

Todas estas tradiciones fueron redescubiertas en los siglos XVII y XVIII.

Medievo y Renacimiento

En la Edad Media, nacen la novela sentimental y la caballeresca. Entre 1200-1750, la "novela" rivalizó con el "romance" como narrativa de ficción en Europa. En español e inglés, "novela" se convirtió en término común. Los romances eran narraciones en verso desde los siglos XI y XII, influenciados por la caballería y la épica folclórica. En los siglos XIV y XV, los romances en prosa surgieron, compitiendo con la prosa religiosa. La imprenta y el papel impulsaron la novela como género distinto, desarrollándose como una forma más breve y popular, eclipsando al romance en el mercado.

Primeras novelas, 1000-1600

Archivo:Canterbury Tales
Los peregrinos entreteniéndose con cuentos; grabado en madera de la edición de Caxton, 1486, de Los cuentos de Canterbury de Chaucer.

En la Edad Media, la gente contaba historias emocionantes o con moralejas. Algunas eran largas, como poemas, y otras cortas. En el Renacimiento, surgieron nuevas formas de contar historias. En Italia, Boccaccio escribió "El Decamerón" sobre personas que cuentan cuentos para distraerse de la peste. En Inglaterra, Chaucer escribió "Los cuentos de Canterbury" sobre peregrinos que comparten historias en un viaje. No había un nombre especial para estos tipos de historias, pero comenzaron a llamarse "novelas". Más tarde, en el siglo XVI, la imprenta permitió que más personas leyeran novelas y libros más cortos llamados "chapbooks". Las historias se volvieron más realistas, como "Lazarillo de Tormes", que contaba la vida de un niño pícaro.

Conflicto entre novelas y romances, 1600-1700

Archivo:Cervates jauregui
Falso retrato de Miguel de Cervantes Saavedra, atribuido a Juan de Jáuregui.

La novela moderna nació en el siglo XVI y XVII en España, siendo "Don Quijote" de Cervantes un ejemplo clave. Esta obra cambió las reglas al mezclar diferentes estilos de historias en una. Después de "Don Quijote", Cervantes escribió "Novelas Ejemplares", que eran historias cortas con moralejas. Algunos criticaron estas historias por ser inmorales, pero otros las defendieron diciendo que mostraban ejemplos buenos y malos. En Francia, autores como Scarron y Madame de La Fayette continuaron innovando el género. A finales del siglo XVII, las novelas comenzaron a enfocarse en el escándalo, atrayendo la atención de todo Europa. En Inglaterra, autores como Aphra Behn y William Congreve también comenzaron a escribir novelas en inglés.

El mercado alrededor de 1700

Las novelas y los romances de comienzos del siglo XVIII no eran considerados parte de la "literatura", sino bienes mercantiles. La integración de la ficción en prosa dentro del mercado de las historias, apareció bajo el siguiente esquema:

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3.1
Romances heroicos:
Telémaco de Fénelon(1699)
1
Vendidos como creaciones románticas, leídos como verdaderas historias de asuntos públicos:

New Atalantis de Manley (1709)

2
Vendidos como creaciones románticas, leídos como verdaderas historias de asuntos privados:

Satyrischer Roman (1706) de Menantes
3.2
Clásicos de la novela de Las mil y una noches hasta La princesa de Clèves (1678) de M. de La Fayette
4
Vendidos como historia privada auténtica, arriesgándose a ser leídos como creaciones románticas:

Robinson Crusoe (1719) de Defoe
5
Vendido como historia pública auténtica, arriesgándose a ser leídos como creaciones románticas:

La Guerre d'Espagne (1707)
3.3
Romances satíricos:
Cervantes Don Quijote (1605)
de Olaf Simons, Marteaus Europa
(Ámsterdam, 2001), p.194

En el mercado literario, las ficciones se vendían como ficciones, pero también como realidades. Las novelas, realistas y cortas, destacaban en el centro. A la izquierda, libros que se hacían pasar por romances pero cuestionaban la realidad política. En el lado opuesto, títulos como "Robinson Crusoe" afirmaban ser historias verdaderas, aunque podían leerse como ficción romántica. Historias similares mezclaban hechos y ficción, abordando temas políticos y personales. Autores como Manley desafiaban a los censores con historias políticamente cargadas, mientras que otros, como Courtilz de Sandras, mezclaban hechos y ficción, creando una nebulosa entre lo real y lo inventado.

El "romance nuevo", 1700-1800

Portada de la versión inglesa del Telémaco de Fénelon (Londres: E. Curll, 1715). No califica su obra como "novela", como habían hecho Aphra Behn y William Congreve.
Archivo:Robinson Crusoe 1719 1st edition
Portada de Robinson Crusoe de Defoe (Londres: W. Taylor, 1719), tampoco califica su obra de "novela".

A principios del siglo XVIII, la novela se sumergió en el escándalo público y privado, instando a una reforma. Mientras el viejo Amadis llevaba a los lectores a mundos idealizados, las nuevas novelas refinaban los gustos, pero creaban riesgos al convertir cotilleos en materia publicable. Jane Barker abogaba por volver a los romances antiguos, como Exilius, pero fracasaba en su intento de mercado. En 1719, Robinson Crusoe desafió las etiquetas, presentándose como historia, no novela ni romance, aunque su trama romántica y aventuras lo hicieran difícil de clasificar, desafiando la creencia de que era totalmente verídico.

La reforma, 1700-1800

Archivo:Select Collection Novels 1722
Clásicos de la novela desde el siglo XVI en adelante: portada de Colección selecta de novelas (1720-22).

Entre 1700 y 1800, surgió un "nuevo romance" como reacción a las potencialmente escandalosas novelas. En el mercado inglés, el término "nuevo romance" apenas podía aventurarse después de la transformación del gusto por las novelas. Este nuevo género adoptó también el nombre novela, con proporciones épicas. Robinson Crusoe desafió las etiquetas como historia dudosa, integrándose en el juego escandaloso del mercado. Aunque filósofos como Rousseau lo convirtieron en clásico, no fue hasta más tarde que se vio como la primera "novela" inglesa. La reforma del mercado llegó con la reedición de clásicos europeos en Londres y la aparición de la novela psicológica y crítica en Francia.

Novelas como literatura, 1740-1800

Archivo:Samuel Richardson
Samuel Richardson, autor de Pamela (1741), novela publicada con intenciones claras: "Ahora publicada por primera vez para cultivar los principios de la virtud y la religión en las mentes de los jóvenes de ambos sexos, una narración que tiene el fundamento en la verdad y la naturaleza; y al mismo tiempo entretiene agradablemente...".

En el inicio del siglo XVIII, el mercado de la ficción en prosa inspiró a autores vivos como Aphra Behn, Fénelon, Delarivier Manley, Jane Barker y Eliza Haywood. Surgió una responsabilidad creciente, aunque el discurso crítico estaba en desarrollo. La crítica literaria emergió en la segunda mitad del siglo XVIII, dividiendo el mercado en ficción popular y producción literaria crítica. Cambió el diseño de las portadas para indicar que las obras eran de ficción, marcando un nuevo estándar de discusión. La desaparición del escándalo en el mercado inferior dio paso a obras más sofisticadas. Surgieron dos tradiciones: la experimentación artística y la adaptación a las preferencias de la audiencia.

Sentimentalismo, psicología, y el nuevo individuo, 1750-1850

La novela sentimental del siglo XVIII introdujo nuevos protagonistas más modestos y reservados, contrastando con los audaces de principios de siglo. Estos nuevos héroes y heroínas buscaban confesar sus secretos a sus amigos más cercanos en lugar de hacerlos públicos. Surgieron géneros como el sentimentalismo, con obras como "Man of Feeling" de Henry Mackenzie y "Las cuitas del joven Werther" de Johann Wolfgang von Goethe. Esta evolución de la novela no solo reflejaba la búsqueda de comprensión personal, sino que también alimentaba debates filosóficos sobre la naturaleza humana. Con el Romanticismo, la novela se convirtió en una herramienta para explorar el desarrollo individual y social, influyendo en las ciencias emergentes como la sociología y la psicología.

siglo XIX

Archivo:HoffmannLebensAnsichten1855Bd2
El gato Murr de E.T.A. Hoffmann, edición de 1855.

A finales del siglo XVIII, comenzaron a surgir novelas que eran muy sentimentales y tristes, marcando el inicio de un período llamado Romanticismo que se desarrolló completamente en el siglo XIX. En este tiempo, aparecieron varios tipos de novelas, como las históricas, psicológicas, poéticas y sociales. La novela se volvió muy popular y alcanzó su punto más alto de calidad técnica con el Realismo y el Naturalismo. Durante esta época, la novela maduró como género y su forma y estilo se mantuvieron casi igual hasta el siglo XX. También surgieron nuevos tipos de novelas, como las góticas, que tenían historias de misterio y terror y a menudo se desarrollaban en lugares lejanos y tiempos pasados, como el Renacimiento en Italia.

1. La novela como un producto literario, apoyado por el discurso crítico

Literatura española Literatura francesa Literatura alemana Literatura inglesa …por idioma y nación

2. Ficción popular, no apoyada por la crítica

1
El moderno roman à clef (un ejemplo reciente es Primary Colors)
2
Sexo, incluyendo la pornografía "romántica" suave para la audiencia femenina
3
Ambientación histórica (la tradición de los romances heroicos), el crimen (la tradición de la novela del siglo XVII)
4
Aventura, ciencia ficción
5
Espionaje, conspiración

Siglo XX

Archivo:MS A la recherche du temps perdu
En busca del tiempo perdido, con correcciones del autor.

Durante un largo período entre 1880 y 1940, las novelas solían contar historias sobre las experiencias de las personas, ya sea individualmente (novelas psicológicas) o en grupos (como las novelas vienesas y americanas). Estas historias se hicieron más largas y trataron de unir diferentes cosas en una sola estructura.

En las novelas psicológicas, que eran populares hacia finales del siglo XIX, muchos escritores intentaban entender lo que pensaban y sentían sus personajes. Por ejemplo, Henry James introdujo la idea de que el estilo de escritura podía mostrar lo que pasaba en la mente de los personajes. Algunas novelas como "Las olas" de Virginia Woolf o "Ulises" de James Joyce usaban una técnica llamada monólogo interior para mostrar lo que pensaban los personajes.

En el círculo de Viena, al principio del siglo XX, muchos escritores querían hacer novelas que reflejaran toda una época. Por ejemplo, "El hombre sin atributos" de Robert Musil y "Los Sonámbulos" de Hermann Broch intentaban mostrar cómo cambiaban los valores de la sociedad a través de los personajes. Estas novelas incluían partes largas donde se hablaba de filosofía para explicar mejor lo que querían decir.

Con "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust y "Ulises" de James Joyce, la forma en que se escribían las novelas cambió mucho. Estas novelas trataban sobre el tiempo de una manera diferente a como se había hecho antes. Además, se escribían en un estilo muy complicado y detallado.

En los inicios del siglo XX, la gente estaba muy preocupada por cómo se veía el mundo y qué significaba la vida. Esto se reflejaba en las novelas de esa época, que a menudo trataban sobre temas como la soledad, la angustia y la búsqueda de sentido en la vida. Muchas de estas novelas eran narradas en primera persona, como si fueran diarios, y tenían personajes que se sentían frustrados y perdidos.

También había novelas que hablaban sobre los problemas que había en el mundo, como las guerras o los gobiernos que controlaban todo lo que la gente hacía. Algunas novelas denunciaban los crímenes que cometían los gobiernos, mientras que otras describían un mundo donde los gobiernos tenían demasiado poder y la gente no podía hacer nada para cambiarlo.

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Historia de la novela para Niños. Enciclopedia Kiddle.