Historia de Valledupar para niños
La historia de Valledupar, una importante ciudad en Colombia, comenzó hace mucho tiempo, incluso antes de la llegada de los europeos. En esa época, varias comunidades indígenas vivían y prosperaban en esta región. Cuando los españoles llegaron, encontraron a los chimilas, un pueblo que hablaba una lengua de la familia chibcha.
Después, llegaron exploradores y colonizadores de España y otros lugares de Europa. Con ellos, trajeron su cultura y también personas de África que fueron obligadas a trabajar sin libertad desde principios del siglo XVI. Valledupar fue fundada por soldados españoles en el año 1550, cerca de un poblado indígena llamado Eupari, que era parte de la nación Chimila. Las comunidades indígenas sufrieron mucho; sus poblaciones disminuyeron o tuvieron que irse a las montañas, y se les pidió que adoptaran nuevas creencias. El valle se convirtió en un lugar importante para la cría de ganado y la agricultura.
Valledupar fue una de las primeras regiones en América donde sus habitantes, en su mayoría nacidos en América de ascendencia europea, se levantaron contra el gobierno español el 4 de febrero de 1813. Después de que Colombia se independizó, la región de Valledupar tuvo un período de menor desarrollo, en parte por su dependencia de Santa Marta, su ubicación geográfica y las diferentes guerras que ocurrieron en Colombia desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Sin embargo, a mediados del siglo XX, la economía creció mucho gracias a la producción de algodón. Esto impulsó el aumento de la población y el florecimiento del vallenato, un género musical muy querido. Al mismo tiempo, la región vivió momentos difíciles debido a conflictos que afectaron a muchas personas.
Contenido
Época precolombina: Los Chimilas y otros pueblos


La ciudad del cacique Upar, conocida como Eupari, era la capital de la nación de las tribus indígenas Chimilas. Estas tribus ocupaban casi todo el valle del río Cesar, al que llamaban Pompatao. Los Chimilas tenían dos grandes regiones: la del norte, bajo el mando de Upar, y la del sur, de los Pocabuy.
El cacique Upar gobernaba una unión de aldeas que incluían lugares como El Molino, Villanueva y Sompallón (hoy El Banco). Su territorio se extendía desde el centro de La Guajira hasta el río Magdalena y desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta la Sierra de Perijá. Eupari era el centro de gobierno, y el cacique vivía en una casa importante, siendo tanto un líder militar como religioso.
Entre las tribus de la nación Chimila estaban los upares, socuigas y guanaos cerca del río Badillo; los cariachiles en Barrancas, Fonseca y El Molino; los itotos en Villanueva; y los pocabuyes, maconganas (una tribu chimila de la Sierra Nevada) y garupares.
La sociedad Chimila estaba organizada de forma jerárquica, con el cacique como la máxima autoridad. Le seguían otros líderes, los religiosos, los guerreros y, finalmente, los trabajadores como pescadores, cazadores, artesanos, mineros, orfebres, tejedores y los guanaos o comerciantes. Los Chimilas creían en un solo dios llamado Narayajana. Su alimentación se basaba principalmente en el maíz, que cultivaban con técnicas avanzadas, además de guayabas, yuca, frijol, níspero, naranja, papaya, piña, algodón, tabaco y auyama. También cazaban y criaban animales como venados, patos y pavos.
Al sureste de Valledupar vivían los Tupes, que eran del grupo étnico Caribe, conocidos hoy como Yukpa.
Conquista española: La llegada de los europeos
Primeros contactos y exploraciones
Los primeros españoles en explorar el valle de Upar fueron liderados por Pedro de Vadillo en 1528. Este territorio pasó a formar parte de la Gobernación de Santa Marta, que había sido otorgada por el rey de España al explorador Rodrigo de Bastidas en 1524. Bastidas llegó con unos 450 hombres para fundar Santa Marta.
Uno de sus hombres, Pedro de Villafuerte, fue el primero en ver el valle de Upar. Después de escapar de Santa Marta, rodeó la Sierra Nevada de Santa Marta y, a pesar de las dificultades y los encuentros con los Chimilas, regresó a Santa Marta. Allí, contó sobre el descubrimiento de tierras con mucha comida y riquezas. Por eso, los siguientes gobernadores de Santa Marta decidieron explorar y controlar ese valle. En 1528, Pedro de Vadillo, como gobernador de Santa Marta, entró en el valle y tuvo un primer contacto amistoso con los indígenas Chimilas, quienes le ofrecieron oro, joyas y alimentos.
Conflictos y cambios
En 1529, Vadillo decidió llevarse a muchos indígenas para que trabajaran para él y se apoderó de tierras y riquezas. Entre los indígenas que llevó a Santa Marta estaba un niño llamado Francisquillo el vallenato, a quien educaron y le enseñaron costumbres europeas. Vadillo intentó llevarse el oro a España, pero su barco naufragó en el mar Caribe.
Más tarde, en 1531, García de Lerma envió a su hijo Pedro de Lerma con unos 400 soldados para "pacificar" a los indígenas. Pedro de Lerma logró avanzar y establecer el sistema de la encomienda en regiones como La Ramada y el Valle de Upar.
En una segunda expedición al valle de Upar, los hombres de Pedro de Lerma encontraron muchos pueblos destruidos. El alemán Ambrosio Alfinger había llegado desde Coro, Venezuela, cruzando la Sierra de Perijá. Alfinger, buscando oro y riquezas, recorrió el valle del Cesar, causando mucho daño a las comunidades indígenas y a sus líderes. Alfinger puso fin a la vida del Cacique Upar y destruyó la aldea de Eupari. Alfinger continuó su camino y fue detenido por el indígena Francisquillo, El Vallenato, en mayo de 1533.
Durante los años siguientes, el Valle de Upar no tuvo mucha actividad, probablemente debido a los daños causados por las expediciones. Sin embargo, Pedro Fernández de Lugo, otro gobernador, organizó una nueva expedición al Valle de Upar.
Fundación de Valledupar
Por orden real, se prohibió el maltrato a los indígenas en 1543. En 1544, Miguel Díez de Armendáriz nombró a Luis de Manjarrez como gobernador de Santa Marta. Durante su gobierno, se fundó Valledupar. El Capitán Hernando de Santana, quien era alcalde de Santa Marta y teniente del gobernador, organizó la expedición para fundar la población del Valle de Upar.
El 6 de enero de 1550, el capitán Hernando de Santana fundó la ciudad del Valle de Upar. Los escribanos la abreviaron como Valle D'Upar, y luego se oficializó el nombre de Valledupar (que significa "El Valle del Cacique Upar"). A veces también se le llamó Ciudad de los Reyes por la fecha de su fundación. Hernando de Santana estuvo acompañado por el cronista Juan de Castellanos, quien escribió sobre los hechos.
El acta de fundación, escrita por Juan de Castellanos, decía que el capitán Santana, en nombre del rey, fundaba la ciudad a orillas del río Guataporí, dándole el nombre de Valle del Upar en honor al gran cacique.
Colonización española: La vida en la nueva ciudad
En 1559, Valledupar tenía 34 "vecinos encomenderos", todos hombres españoles. Las casas y la iglesia estaban hechas de paja.
Los primeros habitantes españoles fueron personas como Pedro Limpias, Lope Méndez y Juan de Pinillas, entre otros.
Valledupar se convirtió en un centro importante para los españoles en esa época, ya que se desarrollaron haciendas para la ganadería y la agricultura. La arquitectura colonial española llegó en 1580 con la construcción de casas al estilo barroco, impulsada por el gobernador Lope de Orozco. Ese mismo año, los Chimilas y Tupes atacaron el pueblo varias veces.
Los indígenas de la etnia arhuaca trabajaban en las casas de los españoles. Los primeros españoles se mezclaron con las mujeres indígenas. Lope de Orozco también animó a más españoles a mudarse a Valledupar.
Durante el siglo XVII, la población de Valledupar disminuyó debido a los constantes ataques de los Tupes y Chimilas, y a las migraciones hacia otras partes del virreinato. Valledupar tenía su iglesia y se construyó el Convento de Santo Domingo. La cercana ciudad de Valencia de Jesús, fundada en 1590, también fue importante y estuvo habitada por españoles.
El 7 de marzo de 1609, Valledupar fue atacada de nuevo por los Chimilas y los Tupes y sufrió incendios. Los indígenas atacaron porque dos de sus mujeres habían sido llevadas por españoles y no fueron devueltas. Una situación similar ocurrió en Valencia de Jesús. Hacia 1609, el alcalde de Valledupar, Capitán Cristóbal de Almonacid, capturó al Cacique Perigallo, líder de la resistencia indígena. Muchos indígenas terminaron aceptando el sistema de la encomienda. Además de las guerras, enfermedades como la gripe y la viruela causaron la muerte de muchas personas.
Los ataques entre españoles e indígenas continuaron. En una segunda gran incursión contra Valledupar, los Chimilas y Tupes causaron más daños. El gobernador Lope de Orozco ordenó construir muros y proteger la ciudad, y Juan de Castellanos la llamó la "...primera ciudad amurallada en tierra firme del mar del norte". También ordenó que las casas fueran más fuertes. Durante el gobierno de Lope de Orozco, Valledupar se volvió la ciudad más importante para los españoles en la región, ya que abastecía de alimentos a las poblaciones costeras como Riohacha, Cartagena de Indias y Santa Marta.
A principios del siglo XVIII, el virreinato cambió el cargo de teniente de gobernador por el de "Pacificador de Chimilas y Tupes". Salvador Félix de Arias fue uno de ellos, seguido por otros como José Fernando de Mier y Guerra. Valledupar se mantuvo un poco aislada del resto del virreinato debido a la presencia indígena. La ruta entre Valledupar y el puerto de Riohacha era la más segura para comunicarse con Santa Marta.
Algunas comunidades de Tupes fueron organizadas en poblados misioneros desde 1703, como Santa Ana de los Tupes, en el actual municipio de San Diego (Cesar). El Capitán Salvador Félix de Arias logró fundar algunas poblaciones entre 1700 y 1708 en la jurisdicción del Valle de Upar, después de llegar a acuerdos con los caciques de la región. Fundó Espiritusanto (hoy Codazzi), La Paz, Villanueva, El Molino y San Juan del Cesar. Hacia 1739, la jurisdicción religiosa de Valledupar incluía muchos de estos pueblos. En 1757, el obispo de Santa Marta, Nicolás Gil Martínez, denunció el maltrato que los encomenderos daban a los Tupes en Becerril.
En 1803, Juan Salvador Anselmo Daza realizó un censo que describió la situación de las encomiendas en las poblaciones bajo la jurisdicción de Valledupar, como Atánquez, San Sebastián de Rábago (Nabusimake), Villanueva, El Molino, Santa Ana de los Tupes y Becerril de Campos.
Independencia de España
Valledupar tuvo un papel en la independencia de Colombia.