Hernando de Aldana para niños
Datos para niños Hernando de Aldana |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1481 Valencia de Alcántara (España) |
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Fallecimiento | 1546 | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Hernando de Aldana (nacido en Valencia de Alcántara, España, en 1481 y fallecido en Cusco, Virreinato del Perú, en 1546) fue un explorador y militar español. Participó en la conquista del Perú y en los conflictos que surgieron entre los exploradores de esa época. El historiador José Antonio del Busto lo considera la primera persona en el Perú que estudió el idioma quechua.
Contenido
¿Quién fue Hernando de Aldana?
Hernando de Aldana provenía de una familia de la provincia de Cáceres, en España. Se sabe que sabía leer y escribir, lo cual era una habilidad importante en su tiempo. No se conoce la fecha exacta en que llegó a América, pero se unió a la expedición de Francisco Pizarro como soldado. Uno de sus parientes, Lorenzo de Aldana, también viajó a las Indias.
El primer estudioso del quechua
Hernando de Aldana fue el primer español que mostró un gran interés en aprender el idioma quechua, la lengua de los incas. Tomaba notas de las palabras quechuas que iba aprendiendo. Por esta razón, se le considera el primer "quechuísta", es decir, alguien que estudia y conoce el idioma quechua.
Un mensajero valiente
El cronista Pedro Cieza de León cuenta una historia sobre la valentía de Aldana. Cuando los españoles estaban en Cajamarca, Aldana se ofreció para ir solo como mensajero ante el inca Atahualpa. Su misión era pedirle al inca que se apresurara a llegar a la ciudad, donde los españoles lo esperaban.
Se dice que, al estar frente a Atahualpa, Aldana se negó a entregar su espada, manteniéndose firme ante los intentos de los guardias indígenas de desarmarlo. Después de entregar su mensaje, Aldana regresó con sus compañeros, ganándose una reputación de valiente e intrépido.
Durante la captura de Atahualpa en la plaza de Cajamarca, Aldana fue el único español que entendía el quechua. Por ello, acompañó al fraile Vicente de Valverde y al intérprete Martinillo cuando se hizo el "requerimiento" formal al líder inca. Como parte del rescate de Atahualpa, Aldana recibió una cantidad considerable de oro y plata.
Más tarde, en 1535, fue regidor (un tipo de autoridad local) en el Cusco. Fue uno de los defensores de esta ciudad durante el asedio de Manco Inca en 1536. En ese momento, ya era un soldado de caballería.
Participación en conflictos
Aldana se destacó en la toma de un lugar llamado Angocagua y sirvió como mensajero ante Manco Inca, escoltado por tres jinetes españoles. Durante esta misión, fue capturado por Francisco de Chaves, quien apoyaba a Diego de Almagro. Sin embargo, Almagro lo trató bien y lo dejó en libertad.
Después de la rebelión de Manco Inca, surgió una disputa por el control del Cusco entre los seguidores de Pizarro y los de Almagro. Aldana, como regidor, recibió a Almagro en el Cusco. Aunque lo hizo bajo presión, en el fondo simpatizaba con los pizarristas. Por eso, junto con Lorenzo de Aldana, ayudó a Gonzalo Pizarro y a Alonso de Alvarado a escapar de su prisión en el Cusco y viajar a Lima.
Una vez terminados estos conflictos, Aldana dejó su residencia en el Cusco y se trasladó a Charcas (actual Bolivia), estableciéndose en la villa de La Plata. Esta zona estaba en auge por la explotación de plata. Allí, recibió una "encomienda de indios", que era un derecho a recibir tributos y trabajo de un grupo de indígenas.
Lealtad a la Corona
Cuando Francisco Pizarro fue asesinado y Diego de Almagro el Mozo se rebeló, Aldana se mantuvo leal a la Corona española. Se unió a Peránzurez para apoyar a Cristóbal Vaca de Castro. Participó en la batalla de Chupas en 1542, donde su bando resultó vencedor. Continuó viviendo en La Plata y, en reconocimiento a sus servicios, pudo conservar y aumentar su encomienda.
Cuando estalló la Gran Rebelión de los encomenderos, liderada por Gonzalo Pizarro, Aldana mantuvo su lealtad a la Corona. Partió de La Plata para apoyar al virrey Blasco Núñez Vela. Sin embargo, en el camino se enteró de que el virrey había sido capturado y que la rebelión estaba ganando fuerza. Desanimado, regresó a Charcas.
Al pasar por el Cusco, tuvo la mala suerte de encontrarse con Francisco de Carvajal, un lugarteniente de Gonzalo Pizarro, conocido como el "Demonio de los Andes". Carvajal era enemigo de la familia Aldana. Al entrar en el Cusco, Carvajal capturó a Hernando de Aldana y, sin razón aparente, lo condenó a morir. Se dice que Aldana lloró al ser llevado al lugar de su ejecución, pero no sirvió de nada. La condena se cumplió en la plaza de Armas del Cusco en 1546.