García de Alvarado para niños
Datos para niños García de Alvarado |
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Información personal | ||
Nacimiento | Badajoz, España Badajoz (España) |
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Fallecimiento | 1542 Cuzco |
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Nacionalidad | Española | |
Religión | Católica | |
Familia | ||
Padres | Diego Gómez de Alvarado y Mexia de Sandoval Sara Leonor De Contreras y Gutiérrez de Trejo |
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Cónyuge | Elvira de Figueroa | |
Hijos | Miguel Alonso de Alvarado Miguel Alonso de Alvarado y Cervantes García de Alvarado y Cervantes María de Alvarado Cervantes |
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Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Años activo | 1510 – 1542 | |
Lealtad | ![]() |
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Rango militar | Conquistador | |
Conflictos | Conquista de América | |
García de Alvarado (nacido en Badajoz, España, en fecha desconocida y fallecido en Cuzco en 1542) fue un militar español. Participó en los conflictos entre los conquistadores del Perú. Fue un oficial importante del grupo que apoyaba a Diego de Almagro el Mozo.
García de Alvarado era parte de la Familia Alvarado. Era hermano menor de Pedro de Alvarado y pariente lejano de Alonso de Alvarado. Desde muy joven, se dedicó a la "carrera de Indias", que era como se llamaba a las expediciones y actividades en América. Era conocido por ser muy activo y enérgico. Se decía que nunca se cansaba y siempre estaba listo para la acción. Su vida terminó cuando fue asesinado por el propio Almagro el Mozo, quien sospechaba que lo traicionaría. Fue un antepasado directo de Carlos Ibáñez del Campo, quien fue Presidente de Chile.
Contenido
¿Cómo se menciona a García de Alvarado en las crónicas?
García de Alvarado era hijo de Miguel Alonso de Alvarado y Cervantes y de Beatriz Tordolla Bazán. Era hermano de Diego de Alvarado y sobrino de los primos de Pedro de Alvarado. Se cree que llegó al Perú alrededor de 1537.
Algunos relatos dicen que luchó en la batalla de las Salinas (6 de abril de 1538), apoyando al bando de Almagro. Antes de que el gobernador Francisco Pizarro fuera asesinado, se le vio en Lima con un grupo de soldados, lo que generó sospechas. El día del asesinato de Pizarro, García de Alvarado acompañó a caballo a los seguidores de Almagro hasta el Palacio. Se quedó afuera, listo para intervenir si se le pedía ayuda.
Al servicio de Almagro el Mozo
Después de la muerte de Pizarro, los almagristas nombraron a Diego de Almagro el Mozo como gobernador del Perú en 1541. García de Alvarado, junto con Juan de Rada y Francisco de Chaves, formó parte de un grupo que decidió tomar las armas y los bienes de los principales habitantes de Lima.
Luego, García de Alvarado fue a Trujillo para anunciar que Almagro el Mozo era el nuevo Gobernador. Sin embargo, en el camino se encontró con Luis de San Mamés, quien lo convenció de regresar a Lima, asegurándole que Trujillo ya había aceptado a Almagro.
Aun así, Almagro el Mozo lo envió de nuevo hacia el norte. García de Alvarado viajó en un barco con 150 jinetes y 20 soldados con arcabuces. Llegó a Santa (en la costa de la actual Áncash), desembarcó y capturó a Alonso de Cabrera y a otros cuatro leales al rey. Los llevó a Trujillo, donde tomó todos los bienes que pudo y envió a otros realistas por mar a Lima.
Continuó su viaje hacia el norte, dejando a la mayoría de sus tropas en Jayanca. Él se adelantó con solo 20 jinetes a San Miguel de Piura. Allí hizo lo mismo que en Trujillo y causó la muerte de algunos vecinos importantes. De regreso para reunirse con sus tropas, se enteró de que su pariente Alonso de Alvarado se había levantado en nombre del rey. En Trujillo, confirmó esta noticia y descubrió que un sirviente de Alonso se había llevado a sus mejores tropas. Enojado, fue a Huaylas donde presionó a los líderes locales para que le dieran oro y así pagar a sus soldados.
Rivalidad con Cristóbal de Sotelo
Finalmente, García de Alvarado llegó a Lima con un gran botín. Almagro lo felicitó, pero mientras Juan de Rada fue nombrado Capitán General, él solo obtuvo el rango de capitán de caballería.
Cuando el visitador Cristóbal Vaca de Castro se acercaba con los realistas (partidarios del Rey), el ejército de Almagro marchó hacia la sierra, rumbo al Cuzco. Querían detener a Perálvarez, quien se había rebelado a favor del Rey. En Huarochirí, Rada enfermó y recomendó a Almagro que eligiera a Cristóbal de Sotelo y a García de Alvarado como Capitanes Generales. Esto fue un error, ya que Sotelo y Alvarado tenían personalidades muy diferentes. Sotelo era justo y con una gran moral, mientras que Alvarado era rebelde y difícil de controlar.
En Jauja, Sotelo renunció a su cargo, dejando a García de Alvarado como único Capitán General. Almagro lo envió a buscar a Perálvarez, quien ya bajaba a la costa para unirse con Alonso de Alvarado. Pero García de Alvarado no tuvo éxito en su misión, ya que Perálvarez logró escapar. Entonces, Almagro lo destituyó y se proclamó a sí mismo como único Capitán General, nombrando a Cristóbal de Sotelo como maese de campo. García de Alvarado se sintió muy molesto, y más aún cuando no se le permitió ir a Lima a buscar hierro. Sotelo le había dicho a Almagro el Mozo que Alvarado no sabía comportarse y que dejarlo ir solo causaría problemas. A partir de entonces, Alvarado comenzó a juntarse con los que no estaban de acuerdo con Sotelo.
El ejército de Almagro continuó su marcha y llegó a Huamanga, donde fabricaron cañones. Luego siguieron hacia el sur, pero antes de llegar al Cuzco, Almagro envió a García de Alvarado a Arequipa para conseguir más armas y caballos. Alvarado bajó por Lunahuaná, causando problemas en los pueblos por los que pasaba y sin respetar las iglesias. En Arequipa también actuó de forma destructiva. Luego regresó y siguió hacia el Cuzco.
La muerte de Cristóbal de Sotelo
Cuando García de Alvarado se reunió con el resto del ejército de Almagro en el Cuzco, llegó justo cuando Almagro estaba condenando a muerte a dos soldados (los Machines) que habían asesinado a otro para robarle. Alvarado intercedió por ellos, pero no le hicieron caso. Esto aumentó su resentimiento hacia Almagro y decidió vengarse de Cristóbal de Sotelo, quien había dicho públicamente que los Alvarado no valían mucho para él.
Aprovechando que Sotelo estaba enfermo en cama, García de Alvarado fue a pedirle explicaciones. Se inició una discusión entre ellos, lo que llevó a Sotelo a levantarse de la cama para tomar su arma. Ambos se enfrentaron hasta que finalmente Juan de Guadalcanal, amigo de Alvarado, hirió mortalmente a Sotelo.
Este suceso causó gran conmoción entre los almagristas. Asustado por la reacción de los amigos de Sotelo, García de Alvarado y sus seguidores se refugiaron en su casa. Pero cuando la situación se calmó, Almagro hizo las paces con él y lo nombró Capitán General y Teniente Gobernador. Estos cargos eran los que Alvarado deseaba y lo hicieron sentirse aún más importante. Sin embargo, Almagro no le dio la autoridad para nombrar capitanes, lo cual desagradó mucho a Alvarado.
Planes de traición y su final
Algunos soldados aconsejaron a García de Alvarado que se rebelara y tomara el mando del ejército de Almagro para dirigir la guerra contra los realistas. Pero García de Alvarado, que era astuto, pensó en otro plan: eliminar a Almagro, entregar su ejército a Vaca de Castro (reconociéndolo como Gobernador nombrado por el rey), y luego pedirle permiso para liderar una expedición a una provincia desconocida, que se decía que era muy rica.
García de Alvarado planeó eliminar a Almagro el Mozo. Para ello, organizó un banquete en el Cuzco e invitó a su jefe. Cuando llegó el día, Almagro no asistió, fingiendo estar enfermo. En realidad, sospechaba la traición de su subordinado y preparó una emboscada. Reunió a varios de sus oficiales y soldados, incluyendo a los amigos de Sotelo, quienes querían venganza.
García de Alvarado cayó en la trampa y fue a buscar personalmente a Almagro para obligarlo a asistir al banquete. Al llegar a la casa de Almagro, entró sin sospechar nada, y la puerta se cerró tras él. Fue la última vez que sus seguidores lo vieron con vida. Después se supo que, una vez dentro, Juan Balsa lo sujetó fuertemente, lo que fue aprovechado por el propio Almagro para atacarlo. Los demás presentes también lo atacaron, causándole la muerte.
Esta muerte causó revuelo entre los soldados de Almagro el Mozo. Algunos de ellos se unieron al campamento realista en Jauja. Sin embargo, Almagro logró mantener el control de su ejército de 500 hombres y lo dirigió contra las fuerzas realistas de Vaca de Castro. Finalmente, Almagro fue derrotado en la batalla de Chupas (16 de septiembre de 1542), cerca de Huamanga.