Encuadernación para niños
La palabra encuadernación viene del latín quaternos, que significa "de cuatro en cuatro". Un Cuadernillo es un grupo de hojas de papel dobladas, que se unen para formar parte de un libro. Así, la encuadernación es el proceso de unir estos cuadernillos por un lado y añadirles unas tapas, que son las cubiertas del libro.
Contenido
¿Para qué sirve la encuadernación?
La encuadernación tiene tres propósitos principales:
- Conservar los libros: Protege las páginas para que duren mucho tiempo.
- Facilitar su uso: Permite que el libro se abra y se maneje cómodamente.
- Mejorar su aspecto: Hace que el libro se vea bonito y atractivo para la venta.
Antes del siglo XIX, la encuadernación se hacía a mano y era bastante cara. Los dueños de los libros a menudo encargaban encuadernaciones especiales. Con la llegada de la industria, los métodos se hicieron más económicos. Se crearon nuevas técnicas para producir libros y revistas a un costo más bajo, lo que permitió que más personas pudieran comprarlos.
Tipos de encuadernación: Tapa dura y tapa blanda
Cuando compras libros, verás dos tipos principales de encuadernación:
- Encuadernación en tapa dura (también llamada encuadernación cartoné): Las tapas son rígidas y resistentes.
- Encuadernación en rústica (o de tapa blanda): Las tapas son más flexibles y económicas. Este tipo es muy común en los libros de bolsillo.
Ambos tipos pueden usar diferentes métodos para unir las páginas y las tapas:
- Encolados: Las hojas se pegan con pegamento.
- Cosidos: Las hojas se unen con hilo.
- Grapados: Las hojas se sujetan con grapas.
- O una combinación de estos.
La encuadernación en rústica es más barata si las hojas se pegan directamente (rústica fresada). Si las hojas se agrupan en cuadernillos y luego se cosen antes de pegar la tapa, se llama rústica cosida, y es un poco más costosa. Si solo se usan grapas, el costo es aún menor.
Los libros con encuadernación grapada suelen usar papel más sencillo, hecho de pulpa de madera. Las ediciones de bolsillo casi siempre usan encuadernación en rústica. La calidad del papel interior o la impresión no dependen del tipo de tapa. A veces, un mismo libro se produce con tapa dura y con tapa blanda.
Otros métodos de unión
Además del cosido y el pegado, las hojas pueden unirse con grapas o alambres. Las grapas industriales son diferentes a las de oficina y se usan en revistas, periódicos, folletos, cuadernos y blocs.
También existe el anillado o la espiral, que se usan mucho en cuadernos y blocs.
A veces, varias publicaciones pequeñas (como revistas o cuadernos) se unen con pegamento y una nueva cubierta exterior. Esto se llama retapado.
¿Cómo se hace la encuadernación?
El proceso de encuadernación tiene tres pasos principales:
- Unión de hojas
- Enlomado
- Montaje de tapas
Unión de hojas
Las hojas se pueden unir cosiendo o pegando.
- Cosido: Es más resistente, especialmente para libros gruesos. Se usa un hilo fuerte (como nailon o lino) y un telar pequeño.
- Encolado: Las hojas se pegan con una capa fina de pegamento en un lado y luego se prensan rápidamente.
Enlomado
El enlomado sirve para fortalecer la unión de las hojas y evitar que el libro se desarme. Para esto se usan materiales como:
- Cabezadas: Una tela o gasa que se une en la parte superior del lomo.
- Percalina o tarlatana: Un trozo de tela que se pega entre las cabezadas para ayudar a unir el cuerpo del libro con las tapas.
- Un papel resistente para el forro.
Montaje de tapas
Aquí se unen las cubiertas al lomo del libro. Los materiales pueden variar mucho: tela, pergamino, cuero, etc.
- Encuadernación en tela: Se usa una base de cartón o madera que se forra con tela (como terciopelo o seda). El lomo se hace con una cartulina flexible para que el libro se abra cómodamente. Las tapas se unen al cuerpo del libro con unas hojas especiales llamadas "hojas de guarda", que se pegan al principio y al final.
- Encuadernaciones en pergamino: Eran más económicas y resistentes que las de tela. Se cosían con hilo de cáñamo, uniendo el cuerpo del libro y las tapas.
- Encuadernación en piel: Da mucha solidez al libro, especialmente si la piel es gruesa. Incluye "hojas de respeto", que son páginas en blanco al principio y al final para proteger el libro o para anotaciones.
Antiguamente, las tapas podían tener cordones para atar el libro o incluso pequeñas cerraduras.
Historia de la encuadernación
Edad Antigua
La encuadernación como la conocemos hoy no existió hasta la época romana, con la invención de los códices (libros con páginas, no rollos). Antes, en Egipto y en la antigua Grecia y Roma, los rollos de papiro o pergamino se envolvían en piel y se ataban con correas. Se guardaban en cajas cilíndricas de madera o metal llamadas scrinium. Los libros muy valiosos se guardaban en estuches de metal precioso adornados con joyas.
Los romanos también usaban pugilares, que eran cuadernillos unidos con anillas y cordones. Pero la verdadera encuadernación comenzó con los códices de pergamino. Al principio, las cubiertas eran sencillas, hechas con piel más gruesa sobre tablas de madera. A partir del siglo XV, la encuadernación se volvió más lujosa, con adornos de orfebrería y escultura en las tapas, especialmente en Bizancio.
Edad Media
En la Edad Media, había tres tipos de encuadernaciones:
- Sencillas o de uso diario: Eran para libros comunes, especialmente en los monasterios. Tenían tapas de madera cubiertas de piel o pergamino, sin muchos adornos. A veces se ataban con correas o se cerraban con broches de metal. En las universidades, los libros grandes a menudo tenían esquinas de metal y se ataban con una cadena a un pupitre para que no se perdieran. Por eso se les llamaba libros de cadena.
- Elegantes: Tenían tapas cubiertas de terciopelo con adornos de plata, o forradas con piel decorada con clavos. Esta moda empezó en Constantinopla alrededor del siglo V. Las pieles no se decoraban con relieves hasta el siglo XIII. En los siglos siglo XIV y siglo XV, estas encuadernaciones con relieves eran muy populares, sobre todo en España.
- De gran lujo: Usaban marfil tallado, placas de oro y plata con relieves y esmaltes, y piedras preciosas. Se usaban casi solo para libros religiosos, como los Evangelios. Su decoración reflejaba el estilo de la época y la región.
Encuadernación de libros religiosos
Las encuadernaciones de libros sagrados se hicieron lujosas desde la época de Constantino. No solo los protegían, sino que también los embellecían. Se usaban láminas de marfil con relieves y planchas de oro y plata con joyas y finos trabajos. Se distinguen cinco épocas:
- Bizantina: Del siglo IV al siglo VII. Las tapas se cubrían de oro o plata con joyas, siguiendo los modelos de Constantinopla.
- Prerrománica de Occidente: Del siglo VII al siglo XI. Las tapas se adornaban con marfil tallado.
- Románica: Durante los siglos siglo XI y siglo XII. Las láminas de marfil se enmarcaban en plata u oro con joyas.
- Gótica: En los siglos siglo XIII y siglo XIV. Desaparece el marfil y se usa plata con relieves y algunas piedras finas.
- Final de la época gótica y el Renacimiento: Se usaban plata, pieles decoradas, maderas talladas y terciopelos.
Edad Moderna
Hoy en día, la encuadernación forma parte de las artes gráficas, que incluyen todos los procesos técnicos relacionados con la industria del libro, como la impresión digital y el diseño gráfico.
El gran cambio en la encuadernación llegó con la industrialización, que permitió crear libros de buena calidad a precios más bajos. Para esto, se desarrollaron nuevas técnicas de impresión.
En la Edad Moderna, las encuadernaciones muy lujosas con metales preciosos casi desaparecieron. En cambio, las encuadernaciones de lujo medio y las comunes se hicieron más artísticas, con Italia marcando el estilo. La madera fue reemplazada por el cartón para hacer los libros más ligeros y protegerlos de insectos. El lomo del libro se volvió más importante, decorándose y llevando el título, ya que era visible en las estanterías.
Desde el siglo XVII, se popularizó la encuadernación de pasta española, que es de color marrón o leonado, con un efecto jaspeado. Las hojas de guarda a menudo se decoraban con diseños de aguas o marmoleados.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la producción industrial de papel y las nuevas técnicas de encuadernación hicieron que fabricar libros fuera mucho más barato. La invención de la prensa rotativa y otros métodos de impresión, como la litografía y el ófset, ayudaron a que la información y el conocimiento se difundieran más.
Las cubiertas de los libros dejaron de ser solo una protección y se convirtieron en una forma de promocionar el contenido. La litografía a color permitió imprimir diseños atractivos en las cubiertas. El diseño gráfico se volvió una profesión importante para hacer que los libros fueran visualmente interesantes. Después de la Segunda Guerra Mundial, las cubiertas se hicieron aún más importantes para promocionar los libros, a veces con titulares llamativos.
A finales del siglo XIX, surgieron editoriales que usaron la encuadernación en rústica para vender libros a bajo precio, haciéndolos accesibles a más personas. El aumento de la lectura, gracias a la disminución del analfabetismo, impulsó el consumo de estos productos. Estas publicaciones eran fáciles de intercambiar o prestar en kioscos por su bajo costo y su abundancia.
Las primeras revistas pulp (hechas de pulpa de papel) eran baratas y populares, especializadas en historias de ficción.
La fabricación del papel también cambió para reducir costos. Se dejó de usar papel de trapos, que era más duradero pero caro, y se empezó a usar papel industrial hecho de fibras vegetales, celulosa y papel reciclado. Además, se estandarizaron los tamaños del papel para evitar desperdicios y reducir costos. Los formatos de papel más comunes en Europa se basan en la norma DIN 476 de 1922.
Existen otros formatos de papel, aunque algunos ya no se usan tanto, como el folio o la cuartilla.
Hoy en día, hay muchos tipos de publicaciones según su formato y uso, como cuadernos, libretas, blocks, talonarios y álbumes ilustrados.
Las revistas y almanaques, a diferencia de los periódicos, ofrecen información más detallada sobre temas específicos. Suelen imprimirse en papel de mejor calidad y tienen una encuadernación más cuidada que los periódicos, pero no están diseñadas para durar tanto como los libros.
Incluso algo tan común como un recibo puede tener diferentes tipos de encuadernación, como cosido, grapado y pegado, y a veces perforaciones para separar las hojas. Los recibos suelen tener varias copias en diferentes colores.
Tipos de encuadernaciones actuales
Véase también
- Encuadernador
- TPB (cómics)
- Engargoladora