Cabezo de Alcalá para niños
Datos para niños Cabezo de Alcalá |
||
---|---|---|
Bien de interés cultural Conjunto histórico (España) |
||
Ubicación | ||
País | ![]() |
|
Comunidad | ![]() |
|
Provincia | ![]() |
|
Localidad | Azaila | |
Coordenadas | 41°17′08″N 0°30′29″O / 41.285688888889, -0.50792222222222 | |
Historia | ||
Tipo | Yacimiento arqueológico | |
El Cabezo de Alcalá es un importante sitio arqueológico que se encuentra cerca de Azaila, en la región de Aragón, España. Este lugar incluye una acrópolis (la parte más alta y fortificada de una ciudad antigua), edificios cercanos y un antiguo cementerio celta.
Hoy en día, el Cabezo de Alcalá es considerado un Bien de Interés Cultural (BIC). Fue declarado así en 1931, lo que significa que es un lugar muy valioso para la historia y el arte de España.
Contenido
Historia del Cabezo de Alcalá
¿Quiénes vivieron primero en el Cabezo de Alcalá?
La acrópolis fue habitada por primera vez por personas de la cultura celta, alrededor del siglo IX antes de Cristo. Eligieron la cima de una colina (un cabezo) cerca del río Aguasvivas. Esta ubicación les ofrecía una buena defensa y acceso al agua, además de permitirles controlar el valle del río. También se ha encontrado un cementerio de esa época, conocido como "campo de urnas".
Esta primera ciudad celta fue destruida durante las Guerras Púnicas, aproximadamente en el siglo III antes de Cristo. Los restos de esta ciudad se encuentran debajo de lo que podemos ver hoy.
La ciudad íbera y su final
Más tarde, el lugar fue reconstruido por íberos, que eran pueblos nativos de la península ibérica. Se cree que eran sedetanos. La ciudad creció más allá de la acrópolis, con un barrio de tiendas y casas de agricultores fuera de las murallas. Aunque estas zonas no están excavadas y algunas se han perdido por actividades modernas, se calcula que la ciudad llegó a tener unos 3000 habitantes. Poco a poco, la población fue adoptando costumbres romanas, pero sin perder su identidad original.
La segunda ciudad fue destruida durante las Guerras Civiles Romanas, específicamente en las Guerras Sertorianas. Esto ocurrió alrededor del año 75 o 76 antes de Cristo. Las tropas de Pompeyo sitiaron la ciudad, que apoyaba a Sertorio. Para poder entrar, construyeron una rampa gigante usando materiales de las casas de los barrios exteriores. Esta rampa les permitió cruzar el foso y las murallas, y así lograron entrar, destruyendo todo a su paso. Después de esto, la ciudad nunca más fue reconstruida.
¿Cuál era el nombre antiguo de la ciudad?
No se sabe con certeza el nombre antiguo de esta ciudad. Algunos investigadores han sugerido que podría ser Sedeisken, la capital de los sedetanos, o Belikiom. Sin embargo, hoy en día se piensa que no fue así, porque no se han encontrado monedas acuñadas en el Cabezo de Alcalá, y el nombre de Sedeisken se conoce por inscripciones en monedas. Solo se han hallado marcas de alfareros en las cerámicas, pero ningún texto importante.
El estudio arqueológico del sitio
¿Cómo se descubrió el Cabezo de Alcalá?
El sitio arqueológico fue descubierto en 1885 por Pablo Gil y Gil. Él encontró muchas piezas de cerámica pintada en la colina. Se dio cuenta de que la cerámica era de los íberos y que tenía influencias del arte de la antigua Grecia. Más tarde, Pierre Paris compró algunas de estas cerámicas para el Museo del Louvre en París, lo que hizo que el Cabezo de Alcalá fuera conocido en todo el mundo.
¿Quiénes excavaron el yacimiento?
A partir de 1919, Juan Cabré Aguiló comenzó a excavar el Cabezo de Alcalá de forma científica. Continuó su trabajo, con una pausa durante la Guerra Civil Española, hasta 1944. Cabré publicó muchos de sus descubrimientos en varios libros, siendo uno de los más importantes La cerámica de Azaila.
Desde los años 60, Antonio Beltrán Martínez y Miguel Beltrán Lloris siguieron con las excavaciones. Gracias a sus estudios, hoy tenemos un conocimiento muy completo de este importante sitio arqueológico.
Recorrido por el yacimiento
La entrada a la acrópolis se hace por un pequeño puente que cruza el foso de la segunda muralla. Aunque hoy es de hormigón, antes era de piedra con una parte central de madera que se podía quitar en caso de ataque.
Se sube por un camino en zigzag hasta un aljibe (un depósito de agua) con una capacidad enorme de 660.000 litros y 10 metros de profundidad. Las calles de la ciudad estaban diseñadas para recoger el agua de lluvia y llevarla a este aljibe. Sus paredes de piedra estaban cubiertas para que no se filtrara el agua. El agua del aljibe se usaba solo en épocas de sequía o cuando la ciudad estaba sitiada. Para el uso diario, el agua se recogía del río Aguasvivas, que estaba a pocos cientos de metros.
La ciudad es alargada y se extiende por la cima de la colina. Una calle principal, empedrada y con aceras, la atraviesa de un extremo a otro, y a ella llegan las demás calles. En la parte más alta, se encuentran los restos de dos torres de vigilancia que probablemente tenían una estructura de madera en la parte superior. Detrás de las torres había un edificio grande que se cree que era un cuartel. Se piensa que esta era la zona más fortificada de la ciudad.
-
Cabeza masculina romana (M.A.N.)
El barrio comercial está fuera de la primera muralla. Las tiendas se alinean a ambos lados de una calle empedrada. El molino, sin embargo, no estaba en el barrio comercial, sino en la acrópolis, en lo que se ha llamado "la panadería". Todavía se pueden ver las piedras de molino que usaban.

El templo: un lugar de culto
El templo se encuentra en el cruce de la calle de entrada con la calle principal. Es un espacio pequeño con una plataforma que tiene cuatro huecos. Se cree que en estos huecos estaban ancladas varias estatuas de bronce. De este conjunto, se han conservado una cabeza femenina y una masculina, que ahora están en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid (se pueden ver copias en el Centro de Interpretación de Azaila). Por las marcas en el suelo de roca, se piensa que formaban un grupo de esculturas: un joven noble local, con un estilo romano similar al de Pompeyo, tiraba de un caballo mientras era coronado por una figura femenina, posiblemente la diosa romana Victoria (Niké) o una diosa local similar, que parecía estar suspendida en el aire.
El suelo del templo estaba decorado con opus signinum (un tipo de mosaico) y las paredes con frescos que imitaban bloques de piedra, hechos probablemente por artistas de Italia.
Durante la Guerra Civil Española, el templo se usó como refugio antiaéreo, lo que causó muchos daños y la pérdida de las pocas pinturas que quedaban. Incluso se grabó un mensaje en el escalón de entrada que todavía se puede leer hoy.
Las termas: baños antiguos
Las termas (baños públicos), construidas entre los siglos I y II antes de Cristo, son de las más antiguas encontradas en la península ibérica. Están fuera de las murallas y se conectan con la ciudad por unas escaleras. Se entraba por los vestuarios, y a la derecha estaba el frigidarium (sala de agua fría). El tepidarium (sala de agua templada) estaba detrás de los vestuarios, y luego dos habitaciones más que contenían el caldarium (sala de agua caliente) y los baños de vapor. Es posible que también hubiera un gimnasio (palestra) al lado del tepidarium.
Las calderas para calentar el agua estaban en el lado del frigidarium, lejos de la acrópolis. Se cree que el agua llegaba desde el aljibe a través de algún tipo de canalización que ya no existe.
Las casas: cómo vivían
Las casas íberas típicas medían unos 40 m². Generalmente tenían tres habitaciones, aunque las familias más ricas podían tener hasta cuatro. La primera habitación, cerca de la entrada, era la cocina. Estaba allí para que fuera más fácil ventilar, ya que, a pesar de las pequeñas ventanas y la chimenea, la ventilación no era muy buena. Después de la puerta de entrada, estaba la sala principal donde se hacía la vida diaria. Al fondo, se encontraba el dormitorio, que en el caso de las familias con más recursos, podían ser dos.
La influencia romana en la ciudad trajo nuevas modas en la construcción. Los habitantes más ricos construyeron sus casas con un patio central y las habitaciones alrededor: cocina, dormitorios, comedor, tablinum (una sala de estudio o recepción), etc.
La casa del líder local era mucho más grande, de unos 300 m². Estaba construida al estilo romano, con un patio central alrededor del cual se distribuían las habitaciones.
Entre las casas, organizadas en bloques, había almacenes, que eran grandes habitaciones llenas de tinajas. También se encontró un molino de piedra para cereales en lo que se cree que era la antigua panadería.
La tumba íbera: un hallazgo único
Entre los restos de la rampa que construyeron las tropas de Pompeyo, se ha excavado una tumba íbera. Es la única que se ha conservado. Es una cúpula de piedras sobre una base cuadrada, situada a orillas de un camino empedrado que salía de la ciudad.
|