Batalla de Santa Cruz de Tenerife (1657) para niños
Datos para niños Batalla de Santa Cruz de Tenerifeo la guerrilla de Caramuel |
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Guerra anglo-española Parte de Guerra anglo-española de 1655-1660 |
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Fecha | 30 de abril de 1657. | |||
Lugar | Santa Cruz de Tenerife. | |||
Coordenadas | 28°28′21″N 16°14′33″O / 28.4725, -16.2425 | |||
Resultado | Ambos bandos se atribuyen la victoria | |||
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La Batalla de Santa Cruz de Tenerife fue un importante enfrentamiento naval que ocurrió el 30 de abril de 1657. Formó parte de la Guerra anglo-española de 1655 a 1660. En esta guerra, la república de Inglaterra, liderada por Oliver Cromwell, se enfrentó a España, gobernada por el rey Felipe IV. El principal motivo del conflicto era el control del comercio con las tierras de América.
La flota inglesa, bajo el mando del almirante Robert Blake y el contraalmirante Richard Stayner, entró en el puerto de Santa Cruz. Allí atacaron a la flota de Indias española, que estaba anclada después de llegar de Veracruz y La Habana. Esta flota española estaba al mando del general Diego de Egües y su segundo, José Centeno.
La batalla duró todo el día. España tuvo alrededor de 300 bajas y perdió ocho de sus barcos. Sin embargo, la valiosa carga que transportaban los barcos había sido descargada antes del ataque y se mantuvo a salvo. Por parte de Inglaterra, se reportaron 50 bajas y 120 heridos. A pesar de los daños, todos los barcos ingleses lograron salir del puerto gracias a un viento favorable. Al final, ambos países afirmaron haber ganado la batalla.
Contenido
¿Por qué ocurrió la Batalla de Santa Cruz de Tenerife?
Este enfrentamiento fue el resultado de una serie de eventos y tensiones entre España e Inglaterra.
La situación en España
Los años 1640 fueron difíciles para España. El país había enfrentado varios levantamientos internos en lugares como Cataluña y Nápoles. Aunque estos levantamientos fueron controlados, España seguía en guerra con Portugal, que buscaba su independencia. También había conflictos con Francia.
Además, los ingresos que llegaban de América disminuían, en parte por los ataques de piratas y corsarios ingleses y holandeses. El gobierno español tenía muchos gastos y problemas económicos, lo que llevó a una situación complicada para el país.
La situación en Gran Bretaña
En las islas británicas, la situación era aún más compleja. Inglaterra, Escocia e Irlanda estaban inmersas en una serie de conflictos internos conocidos como las Guerras de los Tres Reinos. Estos conflictos se debían a diferencias religiosas y políticas.
En 1653, Oliver Cromwell se convirtió en el líder principal de los tres reinos, con el título de Lord Protector. Después de años de conflictos, Inglaterra se embarcó en una nueva guerra contra Holanda, motivada por la competencia en el comercio.
El motivo de la guerra: el comercio con América
Desde el descubrimiento de América, España tenía el derecho exclusivo de comerciar con estas tierras, según lo establecido por acuerdos antiguos. Esto significaba que el comercio por parte de otros países era considerado ilegal por las autoridades españolas.
Aunque las relaciones entre España e Inglaterra habían sido buenas, en 1654, Cromwell no estaba de acuerdo con el monopolio comercial de España en América. Sin previo aviso, envió una expedición militar al Caribe con el objetivo de establecer una base y apoderarse de la flota española que transportaba tesoros.
Después de ser rechazados en un ataque a La Española, los ingleses tomaron Jamaica. España exigió la devolución de la isla y defendió su derecho exclusivo al comercio. Como las negociaciones no tuvieron éxito, Felipe IV ordenó romper relaciones con Inglaterra y confiscar los bienes de los ciudadanos ingleses en España. Cromwell respondió declarando formalmente la guerra a España.
Durante la guerra, Cromwell puso como objetivo principal capturar la flota de Indias española, que cada año llegaba de América cargada de riquezas.
Preparativos para la Batalla de Santa Cruz
La flota española llega a Tenerife
La flota de Indias española, compuesta por dos galeones y varios barcos mercantes, salió de Veracruz en agosto de 1656 con plata de América. Después de una parada en La Habana, llegó a La Palma y luego a Tenerife.
El 26 de febrero, la flota zarpó hacia la península, pero un mensaje del gobernador de Canarias, Alonso Dávila, les advirtió de la presencia de la flota inglesa cerca de Andalucía. Esto, junto con un problema en un mástil de un barco, convenció al general Egües de regresar al seguro puerto de Santa Cruz. Recibió órdenes del rey Felipe IV de quedarse allí. Egües ordenó descargar la valiosa carga de los barcos para protegerla de un posible ataque inglés. La descarga comenzó el 14 de marzo.
La flota inglesa se dirige a Canarias
Mientras tanto, la flota inglesa, con 23 barcos de guerra bajo el mando del almirante Robert Blake, había pasado el invierno esperando capturar la flota de Indias en Cádiz. Al enterarse de que la flota española estaba en Tenerife y que España planeaba transportar el tesoro con ayuda holandesa, la armada inglesa se dirigió hacia las Islas Canarias.
El puerto de Santa Cruz
En aquel tiempo, Santa Cruz era un pequeño pueblo. Su puerto, con forma de semicírculo, estaba protegido por el castillo de San Cristóbal y varias defensas con artillería. Las naves españolas estaban amarradas muy cerca de la costa.
Alonso Dávila, el capitán general de las islas, había preparado una fuerza considerable para la defensa. Tenerife contaba con 10.000 hombres, muchos arcabuces y mosquetes, y bastante pólvora.
El ataque inglés al puerto
El desarrollo de la batalla
El lunes 30 de abril, a las 8 de la mañana, 12 fragatas inglesas, lideradas por el Speaker de Richard Stayner, entraron en fila en el puerto. Se acercaron tanto a los barcos españoles que quedaron protegidas de los disparos del castillo y las defensas de tierra. Luego, comenzaron a atacar. Poco después, el resto de la flota inglesa, con Blake al mando, se posicionó más afuera y empezó un fuerte intercambio de disparos de artillería con las baterías de la costa.
Los barcos mercantes españoles fueron abordados fácilmente por los ingleses. Solo los galeones de Egües y Centeno lograron resistir un poco. Sin embargo, al mediodía, superados en número, sus capitanes decidieron incendiarlos para evitar que cayeran en manos enemigas. Las fragatas inglesas intentaron capturar los barcos abordados, pero la artillería española intensificó su ataque contra ellos. Blake ordenó abandonar e incendiar todos los barcos españoles.
A las 3 de la tarde, todos los barcos españoles habían sido destruidos. Los ingleses comenzaron su retirada, que solo pudieron completar al atardecer, cuando un cambio de viento los empujó mar adentro. La fragata de Stayner, muy dañada, tuvo que ser remolcada.
Consecuencias de la batalla
Por parte de Inglaterra, hubo 50 bajas y 120 heridos. Los daños en sus barcos fueron reparados en los dos días siguientes. Los ingleses lograron capturar dos barcos mercantes con cuero y vajilla.
En el lado español, hubo cerca de 300 bajas, la mayoría marineros. Se perdieron 11 barcos en el puerto (dos galeones, siete mercantes hundidos y dos capturados). Parte de la carga que no había sido descargada también se perdió. Sin embargo, el tesoro más valioso, que había sido descargado antes del ataque, se transportó a San Cristóbal de La Laguna, tierra adentro, para protegerlo de un segundo ataque inglés que nunca ocurrió.
El rey Felipe IV ordenó que el viaje de la flota de Indias terminara en Santa Cruz. Como era costumbre, solo una parte de la carga era para la corona; el resto pertenecía a particulares. Se descubrieron muchas mercancías de contrabando, y el Estado obtuvo una cantidad de dinero mayor a lo perdido en la batalla al confiscar estas mercancías.
La falta de barcos para transportar el dinero hizo que el tesoro permaneciera en Canarias hasta el 28 de marzo de 1658, cuando Egües y Centeno lograron llevarlo a El Puerto de Santa María en dos barcos más pequeños.
¿Quién ganó la Batalla de Santa Cruz de Tenerife?
El resultado de la batalla es un tema de debate, ya que tanto ingleses como españoles se atribuyeron la victoria.
La visión inglesa
Cuando las noticias llegaron a Inglaterra a finales de mayo, el evento fue celebrado como una gran victoria. Cromwell felicitó a Blake, y el parlamento inglés le concedió un premio. Stayner fue nombrado caballero. Blake, sin embargo, falleció antes de regresar a Londres debido a una enfermedad.
La mayoría de los historiadores británicos que estudiaron el tema consideraron esta batalla una victoria inglesa. Algunos incluso mencionaron que las pérdidas económicas españolas afectaron sus operaciones militares en otras regiones.
La visión española
En España, también hubo optimismo sobre el resultado. Felipe IV concedió a Canarias el derecho a comerciar con América por tres años. Agradeció a Egües por sus servicios y le dio una recompensa.
Años después, en 1803, cuando Carlos IV concedió a Santa Cruz de Tenerife el título de "villa exenta", ordenó que en su escudo aparecieran tres cabezas de león, símbolo de Inglaterra. Esto fue en recuerdo de las tres victorias de la ciudad contra los ingleses: contra Blake en 1657, Jennings en 1706 y Nelson en 1797.
Historiadores españoles, especialmente los de Canarias, describieron la batalla como una clara victoria de las fuerzas locales. Argumentaron que lo más importante fue que se logró mantener a salvo el tesoro principal de la flota y que se impidió a los ingleses desembarcar y conquistar la ciudad, a pesar de la inferioridad de armamento de los defensores.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Battle of Santa Cruz de Tenerife (1657) Facts for Kids