Rosita Renard para niños
Datos para niños Rosita Renard Artigas |
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![]() Rosita Renard en 1915.
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Información personal | ||
Nacimiento | 8 de febrero de 1894 Santiago, Chile |
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Fallecimiento | 24 de mayo de 1949 Santiago, Chile |
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Nacionalidad | Chilena | |
Familia | ||
Padres | José Renard Rosa Carmen Rosa Artigas Blanco |
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Cónyuge | Otto Stern (matr. 1928) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pianista y profesora | |
Instrumento | Piano | |
Rosa Amelia Renard Artigas, conocida como Rosita Renard, fue una destacada pianista chilena. Nació en Santiago el 8 de febrero de 1894 y falleció en la misma ciudad el 24 de mayo de 1949. Su talento musical la llevó a ser reconocida a nivel internacional.
La vida de Rosita Renard: Una pianista excepcional
¿Cómo fue la infancia de Rosita Renard?
Rosita fue hija de José Renard Rosa y Carmen Rosa Artigas Blanco, quienes eran personas muy cultas. Cuando Rosita era pequeña, su padre se fue de casa. Su madre, Carmen, se encargó de cuidar y educar a sus tres hijos: Rosita, Pedro José Juan (quien se hizo médico) y Blanca Victoria (una pianista famosa y directora de un conservatorio en Estados Unidos). La madre de Rosita también fue su primera maestra de música.
Desde muy joven, Rosita mostró un talento increíble para tocar el piano. Por eso, su madre la inscribió en el Conservatorio Nacional de Música en 1902. Allí, su maestro fue Roberto Duncker. El 16 de diciembre de 1908, Rosita obtuvo su diploma como profesora de piano. Al año siguiente, hizo su primera presentación pública en el teatro del Conservatorio Nacional. Su gran habilidad musical le valió una beca del gobierno para seguir estudiando en Alemania.
¿Cómo se perfeccionó Rosita Renard en Alemania?
En junio de 1910, Rosita viajó a Berlín con su familia. Ingresó al Städtisches Konservatorium für Musik, conocido como Conservatorio Stern. Allí, su maestro fue Martin Krause, quien también enseñó al famoso pianista chileno Claudio Arrau. Krause había sido alumno de grandes músicos como Carl Reinecke y Franz Liszt. Esto significa que Rosita Renard tuvo una conexión musical directa con maestros muy importantes, como Beethoven, a través de sus profesores.
Después de un tiempo, el gobierno de Chile suspendió la beca de Rosita. Sin embargo, su maestro Krause la ayudó a inscribirse como alumna honoraria. El progreso de Rosita impresionó tanto a sus maestros que el 29 de junio de 1913, recibió un diploma de honor. Este premio se daba al mejor alumno del Conservatorio y Rosita fue una de las pocas en recibirlo. Poco después, se graduó como intérprete de piano y ganó el premio Liszt y la beca Mendelsohn.
El talento de Rosita superó las expectativas de Krause, quien la autorizó a presentarse en tres conciertos en Berlín. Recibió excelentes comentarios de la prensa. Un crítico, el Dr. Paul Ertel, dijo en diciembre de 1913 que se había descubierto un "nuevo y extraordinario talento pianístico". Otro crítico, Paul Schwers, predijo que Rosita se convertiría en una pianista de primer nivel.
En 1915, debido a la Primera Guerra Mundial, Rosita y su familia tuvieron que regresar a Chile. Una vez en su país, dio conciertos en varias ciudades. Por ejemplo, en Puerto Montt, ofreció dos conciertos en el Club Alemán el 14 de abril de 1916. Allí tocó con éxito piezas de Mozart y Chopin.
¿Qué desafíos enfrentó Rosita Renard en su carrera?
En esos años, Rosita comenzó una gira por Estados Unidos y logró tocar en Nueva York. Tuvo mucho éxito, pero su madre la convenció de volver a Chile. Su madre ejercía un control muy fuerte sobre ella. Esto llevó a Rosita a tomar la decisión de irse de la casa de su madre.
¿Cómo fue su etapa como profesora en la Universidad de Chile?
Desde 1925 hasta 1930, Rosita Renard vivió en Estados Unidos. Se casó en Manhattan, Nueva York, el 25 de agosto de 1928, con Otto Stern, un cantante de ópera de Checoslovaquia. A pesar de su talento, Rosita no logró cumplir todos sus sueños en Estados Unidos y regresó a Chile. En 1930, la Universidad de Chile la contrató como profesora de piano y la nombró jefa del Departamento de Instrumentos de Teclado. En 1934, Rosita hizo otro viaje a Estados Unidos y Europa, que duró dos años.
Durante el tiempo que Rosita fue profesora (de 1930 a 1941), muchos de sus alumnos se convirtieron en grandes intérpretes y maestros. Algunos de ellos fueron René Amengual, Inés Gebhard, Flora Guerra, Elvira Savi y Elena Waiss. Esto demuestra la gran calidad artística y de enseñanza de Rosita Renard.
¿Cómo alcanzó Rosita Renard la fama mundial?
La Segunda Guerra Mundial hizo que muchos músicos europeos se quedaran en Chile. Uno de ellos fue el director de orquesta austriaco Erich Kleiber. Él había oído hablar de la fama de Rosita y quiso que ella tocara un concierto de Mozart con su orquesta. Al principio, Kleiber dudó porque Rosita no había tocado en público por mucho tiempo. Pero después de escucharla en una audición, se convenció. Kleiber le dijo con firmeza: "No, señora, no solo en Chile, en el mundo entero tendrá que interpretar usted los conciertos de Mozart conmigo".
La pianista hizo una gira de conciertos por Sudamérica, donde tuvo mucho éxito. Kleiber tuvo que convencer a Rosita, quien era muy humilde y se negaba a seguir dando recitales. Finalmente, logró que Rosita viajara a Nueva York y se presentara el 19 de enero de 1949 en el Carnegie Hall. Allí, Rosita obtuvo uno de los mayores éxitos de toda su carrera.
¿Cuál fue el legado de Rosita Renard?
Su carrera estaba en su mejor momento. Tenía muchos conciertos programados en las salas más importantes del mundo. El 6 de octubre debía tocar con la Orquesta de la NBC, y el 7 y 8 de diciembre en Viena bajo la dirección de Erich Kleiber. También tenía conciertos en Bruselas y recitales en Viena, Zúrich, Londres y París. Sin embargo, una enfermedad grave la debilitó y la llevó a la muerte. Falleció en la Clínica Santa María, en Santiago, el 24 de mayo de 1949.
Para muchos, su muerte significó el final prematuro de una carrera brillante. Su madurez y seguridad al tocar, junto con las excelentes críticas de personalidades importantes, indicaban que Rosita podría haber llegado a ser tan famosa como su compañero de estudios, Claudio Arrau.
Rosita Renard donó su propiedad, llamada «Diolufay» y ubicada en Pirque, a la "Fundación Rosita Renard". Esta fundación se dedicaba a proteger a los ancianos y hoy es un hogar de ancianos en Nos.