Repartos de Polonia para niños
Los Repartos de Polonia son los nombres que se usan para describir las veces que el territorio de la República de las Dos Naciones (también conocida como Mancomunidad Polaco-Lituana) fue dividido. Esto ocurrió en el siglo XVIII entre tres grandes potencias vecinas: Rusia, Prusia y Austria. Estas divisiones hicieron que Polonia dejara de existir como un país independiente durante mucho tiempo.
El Primer Reparto ocurrió el 5 de agosto de 1772. Esto pasó después de que un grupo de nobles polacos, la Confederación de Bar, perdiera una guerra contra Rusia.
El Segundo Reparto fue el 23 de enero de 1793. Sucedió después de una guerra entre Rusia y Polonia en 1792. En ese momento, tropas rusas y prusianas entraron en la Mancomunidad.
El Tercer Reparto tuvo lugar el 24 de octubre de 1795. Fue una reacción a un levantamiento polaco liderado por Tadeusz Kosciuszko que no tuvo éxito. Con esta última división, la Mancomunidad Polaco-Lituana dejó de existir como estado.
En polaco, a estos eventos se les llama rozbiór (divisiones). Las partes del territorio que fueron tomadas por Rusia, Prusia o Austria se llaman zabór. Después de un gran encuentro en 1815, conocido como el Congreso de Viena, las fronteras de estas zonas se cambiaron un poco. Por ejemplo, los austriacos crearon la región de Galicia, y los rusos obtuvieron Varsovia y formaron una región con cierta autonomía llamada Polonia del Congreso.
Algunos historiadores polacos también hablan de un "Cuarto Reparto de Polonia" para referirse a otras anexiones de territorios polacos que ocurrieron después de 1795. Esto podría incluir eventos como los resultados del Congreso de Viena en 1815 o el Pacto Ribbentrop-Mólotov en 1939.
Datos para niños Repartos de Polonia |
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![]() La Mancomunidad Polaco-Lituana en 1772
Contenido¿Por qué Polonia se debilitó en el siglo XVII?Desde la primera mitad del siglo XVII, la Mancomunidad Polaco-Lituana tuvo muchos conflictos con sus vecinos. Las guerras constantes contra el Imperio Otomano, Suecia y Rusia afectaron mucho la estabilidad del país. La Segunda Guerra del NorteLos problemas graves para Polonia-Lituania comenzaron en 1648 con un gran levantamiento de cosacos ucranianos. Ellos se rebelaron contra el dominio polaco. Los cosacos buscaron la protección de Rusia, lo que llevó a la Guerra ruso-polaca de 1654-1667. Mientras Rusia y los cosacos avanzaban, Suecia invadió Polonia en 1655. Este periodo es conocido como el "Diluvio Sueco" en la historia polaca. Los suecos llegaron incluso a Varsovia y Cracovia. Hacia finales de la década de 1650, otras potencias se unieron a la guerra, debilitando a Suecia. Polonia pudo negociar la paz en 1660. Sin embargo, los conflictos con Rusia continuaron. En 1667, Polonia firmó un tratado desfavorable, el Tratado de Andrussovo. Por este tratado, la Mancomunidad cedió a Rusia grandes partes de su territorio y población, incluyendo Smolensk y Kiev. Polonia no solo se debilitó en territorio. También perdió capacidad para actuar en política exterior. Económicamente, las guerras fueron una catástrofe. La mitad de la población murió o fue desplazada, y el 30% de los pueblos y ciudades fueron destruidos. La producción agrícola cayó drásticamente. Polonia se quedó atrás en su desarrollo social y económico a principios del siglo XVIII. La Gran Guerra del NorteEl nuevo siglo comenzó con otra guerra devastadora, la Gran Guerra del Norte (1700-1721). Esta guerra es vista como el inicio de los problemas que llevaron a los repartos de Polonia. Durante más de 20 años, hubo disputas por el control del Mar Báltico. Varios países se unieron para formar la "Liga del Norte" y finalmente derrotaron a Suecia. La paz de 1721 marcó el fin de Suecia como una gran potencia regional. El papel de Polonia-Lituania en este conflicto mostró su debilidad. Polonia-Lituania ya no era un país igual a las otras potencias del Báltico. En cambio, cayó cada vez más bajo la influencia de Rusia. El rey de Polonia, Augusto II, intentó fortalecer su posición, pero no lo logró. Después de que Rusia derrotara a las tropas suecas en 1709, la "Liga del Norte" quedó bajo el liderazgo de Rusia. Para Polonia, esto significó una gran pérdida de importancia. Rusia ya no veía a Polonia-Lituania como un aliado, sino como una zona de influencia. Polonia entró en una época de crisis de su independencia. La situación dentro del país era tan difícil como la política exterior. El rey Augusto II quería reformar Polonia para aumentar su poder. Sin embargo, no tenía suficiente apoyo de la poderosa nobleza polaca. Cuando intentó hacer reformas, la nobleza se resistió, lo que llevó a conflictos internos. Rusia aprovechó esta situación para intervenir y asegurar su influencia a largo plazo. Al final de la Gran Guerra del Norte, en 1721, Polonia fue oficialmente uno de los vencedores. Pero esta victoria escondía que el país estaba cada vez más bajo el control de sus vecinos. Aunque legalmente Polonia no era un protectorado de Rusia, en la práctica había perdido gran parte de su independencia. En las décadas siguientes, Rusia controló la política polaca. Dependencia externa y resistencia internaLa dependencia de Polonia de otras potencias europeas se hizo evidente en 1733, cuando se decidió quién sería el próximo rey después de la muerte de Augusto II. No solo la nobleza polaca debía tomar esta decisión. Francia y Suecia también intervinieron, intentando que Stanisław Leszczyński fuera rey. Sin embargo, Prusia, Rusia y Austria querían evitar que Leszczyński subiera al trono. La nobleza polaca votó por Leszczyński, ignorando a los países vecinos. Pero Rusia y Austria no aceptaron esta decisión y apoyaron a otro candidato, el hijo del rey fallecido, Augusto III. Esto llevó a una guerra de tres años, la Guerra de Sucesión polaca, en la que Leszczyński fue derrotado y tuvo que renunciar. ![]()
Mapa de Gilles Robert de Vaugondy de 1751: Prusia, dividida en la Prusia Real y la Prusia Ducal (amarillo). En verde, algunas partes de Polonia.
Las divisiones internas paralizaron a Polonia durante casi todo el siglo XVIII. Diferentes grupos con intereses opuestos se enfrentaban, lo que impedía hacer reformas. El "Veto Liberum" era una regla que permitía a cualquier miembro de la nobleza bloquear una decisión, lo que causaba mucho desorden. Debido a la influencia de los países vecinos, esta división interna se hizo aún mayor. Por ejemplo, durante todo el reinado de Augusto III (1736-1763), no se pudo aprobar ni una sola ley importante. Después de la muerte de Augusto III, dos familias nobles polacas, los Czartoryski y los Potocki, lucharon por el poder. Pero, una vez más, la elección del rey se convirtió en un asunto europeo. Las grandes potencias, especialmente los países vecinos, decidieron quién sería el próximo rey. El rey prusiano Federico II el Grande quería conectar sus territorios de Pomerania y Prusia Oriental adquiriendo la "Parte Real de Prusia" polaca. Esto era muy importante para él. Polonia bajo el control ruso![]()
Etanisłao Augusto Poniatowski con corona y reloj de arena (pintura de Marcello Bacciarelli)
Como Rusia no aceptaría fácilmente que Prusia aumentara su poder, el rey prusiano buscó una alianza con la emperatriz rusa Catalina la Grande. La primera oportunidad para este acuerdo fue el nombramiento del nuevo rey polaco en abril de 1764. Prusia aceptó al candidato ruso para el trono polaco. Austria quedó fuera de esta decisión, por lo que Rusia prácticamente decidió sola quién sería el rey. Rusia ya había elegido a su candidato: Estanislao II Poniatowski, un antiguo secretario de la embajada británica. Era una persona sin mucho poder ni influencia política. Para la zarina, un rey débil y favorable a Rusia era la mejor garantía para que Polonia siguiera las órdenes de Petersburgo. La elección de Poniatowski como rey fue el 6 y 7 de septiembre de 1764. Fue una elección unánime, pero se logró con pagos importantes y la presencia de 20.000 soldados rusos. Su coronación fue el 25 de noviembre en Varsovia, en lugar de la tradicional Cracovia. Sin embargo, Poniatowski no fue tan leal como la zarina esperaba. Poco después de ser rey, comenzó a hacer reformas importantes. Para que el nuevo rey pudiera actuar, la asamblea polaca decidió en 1764 que las futuras decisiones se tomarían por mayoría de votos, eliminando el "liberum veto". Esto fortalecía al estado polaco. Pero Catalina II no quería que Polonia fuera un estado fuerte y reformado. Quería mantener el desorden político en Polonia. Para lograrlo, movilizó a algunos nobles polacos que apoyaban a Rusia y los unió con grupos religiosos diferentes (ortodoxos y protestantes) que habían tenido problemas. En 1767, estos grupos formaron confederaciones. Al final, la asamblea polaca aprobó un nuevo tratado con Rusia en 1768. Este tratado, llamado "Tratado Eterno", incluía la vuelta del "liberum veto", una garantía rusa de que Polonia mantendría su territorio y su "independencia" política, y la igualdad para los grupos religiosos diferentes. Sin embargo, este tratado no duró mucho. Los RepartosPrimer Reparto (1772)![]()
Polonia-Lituania después de la primera partición, como protectorado del Imperio ruso (1773-1789).
Según el tratado firmado en 1772, la República de las Dos Naciones se dividió entre Rusia, Austria y Prusia. En la época de Pedro I el Grande y Catalina la Grande de Rusia, Polonia estaba débil. En este tiempo, Estanislao II Poniatowski fue elegido rey. Él intentó hacer reformas, como la Constitución del 3 de mayo, pero la presión de Rusia, Prusia y Austria, y la oposición de los nobles, impidieron que se llevaran a cabo. Esto llevó al primer reparto de Polonia. En febrero de 1772, en San Petersburgo, se acordaron las condiciones para dividir Polonia. Al principio, María Teresa I de Austria se opuso, pero Austria se unió al tratado en agosto de ese mismo año. La asamblea polaca tuvo que aceptar la división del país en 1773. Rusia tomó Livonia y Bielorrusia. Austria se quedó con siete regiones de la Galitzia Oriental y la Pequeña Polonia, excepto Cracovia. Prusia, gobernada por Federico II el Grande, quien había impulsado la división, logró unir sus territorios de Brandeburgo y Prusia a través de la Prusia Central polaca (excepto Danzig y Thorn). Reacciones de los estados vecinosLa nueva Constitución del 3 de mayo de 1791, que buscaba fortalecer a Polonia, no gustó a los países vecinos. Catalina II de Rusia se enojó mucho, diciendo que el documento era peligroso y que alejaría a Polonia de la influencia rusa. Rusia apoyó a los grupos en Polonia que se oponían a la Constitución. Cuando la guerra entre Rusia y el Imperio Otomano terminó en enero de 1792, Catalina II pudo enviar sus tropas a Polonia. El ejército polaco fue derrotado. Además, Prusia abandonó su alianza con Polonia. El rey Poniatowski tuvo que someterse a la zarina. La Constitución del 3 de mayo fue cancelada, y Rusia recuperó su control sobre Polonia. Catalina II se mostró abierta a una nueva división de Polonia. Prusia también vio la oportunidad de obtener las ciudades de Danzig y Thorn. Rusia, aunque al principio no quería ceder, finalmente aceptó un nuevo reparto de territorios polacos con Prusia. Austria, sin embargo, no participó en esta división. Segundo Reparto (1793)Dos décadas después del primer reparto, Rusia tenía un control político aún mayor sobre Polonia. El rey Estanislao II Poniatowski y los nobles de la asamblea preferían mantener la influencia rusa y no hacer reformas que fortalecieran a Polonia. Temían que esto provocara una invasión rusa y la pérdida de sus privilegios. Los embajadores rusos, enviados por Catalina la Grande, usaron pagos y promesas para asegurar que los nobles polacos se opusieran a cualquier intento de reforma. Sin embargo, otros nobles polacos con ideas de libertad entendieron que fortalecer las instituciones nacionales era la única forma de mantener la independencia del país. Estos reformistas lograron que en 1791 se redactara una constitución, la Constitución del 3 de mayo. Esta constitución eliminaba el "liberum veto" y algunos privilegios de la nobleza, dando derecho a voto a las clases medias y protegiendo a los campesinos. La Constitución del 3 de mayo de 1791 mejoró la administración de Polonia y puso fin al desorden en el gobierno, lo que limitaba la influencia rusa. Los nobles polacos que no estaban contentos con la nueva constitución formaron la Confederación de Targowica, apoyada por Rusia. En abril de 1792, iniciaron una revuelta contra la Constitución. Los reformistas de la asamblea, junto con el rey Estanislao II Poniatowski, tuvieron que luchar contra los nobles rebeldes y las tropas rusas que los apoyaban. Fueron dirigidos por Tadeusz Kosciuszko, pero fueron vencidos porque eran muchos menos. Los reformistas polacos pidieron ayuda a Prusia, pero el rey prusiano Federico Guillermo II temía las ideas de libertad de la nueva Constitución polaca, que se parecían a las de la Revolución francesa. Prusia prefirió unirse a Rusia y no apoyó a los polacos. Después de una rápida campaña militar en 1792, el propio rey Estanislao II Poniatowski se unió a la Confederación de Targowica. Los polacos que apoyaban la Constitución del 3 de mayo se quedaron sin ayuda y muchos tuvieron que irse del país. Prusia pidió a Rusia territorios en Polonia como recompensa por no apoyar a los polacos reformistas. Así, Rusia y Prusia acordaron una nueva división en enero de 1793: Rusia tomó 250.000 kilómetros cuadrados de territorios polacos al este del río Bug, y Prusia tomó 58.000 kilómetros cuadrados, incluyendo la desembocadura del Vístula, llegando a solo 80 kilómetros de Varsovia. La Constitución del 3 de mayo fue cancelada, y los nobles de la Confederación de Targowica recuperaron sus privilegios. Tercer Reparto (1795)Ante estas circunstancias, los polacos intentaron mantener su independencia. Los nobles de la Confederación de Targowica también querían la autonomía nacional, pues estaban desilusionados porque Rusia había aprovechado la cancelación de la Constitución del 3 de mayo para anexarse más territorios. En abril de 1794, un grupo de soldados polacos se rebeló cuando Rusia y Prusia ordenaron reducir el ejército de Polonia a la mitad. Esto causó una gran revuelta de los polacos contra las tropas rusas y prusianas que estaban en Polonia desde 1793. De nuevo, Tadeusz Kosciuszko dirigió a las tropas polacas. Él propuso terminar con la servidumbre de los campesinos para reclutar más soldados y eliminar las diferencias sociales que rusos y prusianos podían usar en su contra. Sin embargo, su esfuerzo fracasó porque muchos nobles se negaron a dar esta concesión a sus campesinos. Otro problema fue que Kosciuszko y sus aliados declararon que su objetivo era restablecer la independencia de Polonia, pero no los viejos privilegios de la nobleza. Esto hizo que perdieran el apoyo de la gran nobleza. La revuelta también se extendió a Lituania, que rechazó la ocupación militar rusa y expulsó a sus tropas. Los polacos lograron contener a los prusianos cerca de Varsovia al principio, pero no podían vencer un ataque simultáneo de las tropas rusas. A pesar de expulsar a los prusianos del norte de Polonia y de la revuelta en Lituania, los polacos tuvieron muchas dificultades para seguir resistiendo. A principios de septiembre, el general ruso Aleksandr Suvórov comenzó a vencerlos, y tomó Varsovia en noviembre de 1794, poniendo fin a la revuelta. Las tropas prusianas regresaron a Polonia, reforzadas, para recuperar sus posiciones. A raíz de esto, la República de las Dos Naciones dejó de existir, dividida entre sus vecinos. En octubre de 1795, Rusia, Prusia y Austria firmaron los últimos acuerdos para repartirse Polonia. Rusia ocupó la llanura oriental polaca, incluyendo Lituania hasta el río Niemen. Prusia se anexó la región de Masovia con la capital Varsovia, la Polonia Mayor y confirmó su control sobre la costa de Pomerania. En el mismo tratado, se acordó evitar conflictos con Austria, reconociéndole la posesión de las provincias polacas de Galitzia y la Polonia Menor. Con esto, Polonia desapareció como estado independiente en Europa hasta 1807, cuando se formó brevemente el Gran Ducado de Varsovia. Este ducado desapareció en 1815, y no hubo un estado polaco independiente (solo un zarato ruso de Polonia) hasta la creación de la Segunda República Polaca en 1918. Consecuencias de los RepartosLos Repartos de Polonia tuvieron grandes consecuencias para el pueblo polaco. El país dejó de existir en el mapa de Europa durante 123 años. Los polacos vivieron bajo el dominio de Rusia, Prusia y Austria, lo que afectó su cultura, idioma y desarrollo. A pesar de esto, el espíritu de la nación polaca se mantuvo vivo, y hubo varios intentos de recuperar la independencia a lo largo de los años. Galería de imágenesVéase también
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