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Rebelión de Hermenegildo para niños

Enciclopedia para niños

La rebelión de Hermenegildo fue un conflicto importante que ocurrió entre los años 580 y 584 en el Reino visigodo de Toledo. Fue liderada por Hermenegildo, el hijo mayor del rey visigodo Leovigildo, y tuvo su centro principal en la ciudad de Sevilla.

El motivo principal de esta rebelión fue que Hermenegildo cambió su fe. Él era cristiano arriano, como la mayoría de los visigodos, pero se convirtió al catolicismo. Esto sucedió por la influencia de su esposa, la princesa franca Ingundis, y de Leandro, quien era obispo de Sevilla. Esta guerra entre visigodos terminó con la victoria del rey Leovigildo. Hermenegildo fue capturado y más tarde perdió la vida.

Antes de la Rebelión

Los reyes visigodos, que eran arrianos, no obligaban a sus súbditos hispanorromanos a cambiar su fe. La mayoría de los hispanorromanos eran católicos, y los reyes visigodos respetaban su religión. Incluso permitieron que la Iglesia católica celebrara importantes reuniones, como el Concilio de Agda en el año 506 y el II Concilio de Toledo en el 507. Esto demuestra que los reyes visigodos arrianos eran bastante tolerantes con los católicos.

En el año 579, el rey Leovigildo quiso fortalecer su relación con el reino franco de Austrasia. Por eso, casó a su hijo mayor, Hermenegildo, con la princesa franca Ingundis. Ingundis tenía poco más de 12 años y era católica. Se esperaba que, al llegar a Toledo, adoptara la fe arriana de su futuro esposo, pero ella se negó a abandonar su fe católica.

Gosiunda, la abuela de Ingundis y segunda esposa de Leovigildo, intentó que Ingundis se convirtiera al arrianismo. A pesar de las dificultades, Ingundis no cambió de opinión. No sabemos qué pensaron Leovigildo y Hermenegildo sobre la actitud de la princesa, pero el rey no la molestó y siguió confiando en su hijo. De hecho, Leovigildo nombró a Hermenegildo gobernador de la provincia de la Bética. Esta decisión de Leovigildo de enviar a su hijo lejos de la corte de Toledo pudo deberse a que la situación en el palacio se había vuelto difícil, y el rey quería mantener la alianza con los francos.

El Inicio del Conflicto

Archivo:Hispania 560 AD SVG
El Reino visigodo de Toledo hacia el año 560.

Hermenegildo y su esposa se fueron a Sevilla, la capital de la Bética. Allí, Ingundis y un monje católico llamado Leandro (quien luego sería obispo de Sevilla) convencieron a Hermenegildo para que se convirtiera al catolicismo. Hermenegildo aceptó y adoptó el nombre de Juan.

Esta conversión fue un desafío directo a la autoridad de su padre, el rey Leovigildo. Al principio, Leovigildo intentó hablar con su hijo para llegar a un acuerdo, pero Hermenegildo se negó. En cambio, buscó la ayuda de los bizantinos. Envió a Leandro a Constantinopla para hablar con el emperador bizantino. Aunque el emperador no prometió enviar muchos soldados, sí permitió que el ejército bizantino en la provincia de Spania ayudara si era necesario.

Hermenegildo también consiguió el apoyo del rey suevo Miro. Miro había sido invadido por Leovigildo en el año 576. Miro envió un embajador al rey Gontrán I de Borgoña para que interviniera en el conflicto visigodo a favor de Hermenegildo, pero no tuvo éxito.

En el invierno de 579-580, Hermenegildo se proclamó rey en Sevilla. El clero católico lo aclamó con la frase "REGI A DEO VITA" (que Dios conceda vida al rey). Esta frase apareció en algunas de las monedas que acuñó, siendo la primera vez que un rey visigodo usaba una frase religiosa en sus monedas, una idea que venía del Imperio bizantino. Así comenzó la rebelión. Hermenegildo usó el catolicismo como una forma de propaganda, presentándose como víctima de una supuesta persecución religiosa por parte de Leovigildo.

No parece que Hermenegildo recibiera mucho apoyo de los hispanorromanos de la Bética. Por lo tanto, la rebelión fue un conflicto principalmente entre visigodos, que se dividieron entre los que seguían siendo leales a Leovigildo y los que apoyaban a su hijo. Algunos historiadores creen que el apoyo que Hermenegildo encontró en parte de la nobleza visigoda se debió a su descontento con la política de Leovigildo de fortalecer el poder real. También pudo haber aristócratas de origen germánico que ya habían adoptado la fe católica. En cuanto a los obispos católicos, la mayoría se mantuvo neutral durante el conflicto, siguiendo el ejemplo del obispo Masona de Mérida, excepto Leandro, obispo de Sevilla, quien fue uno de los que impulsó la conversión de Hermenegildo.

En poco tiempo, Hermenegildo tomó el control de las provincias de la Bética y de la Lusitania, incluyendo Augusta Emerita (Mérida), la capital de esta última, y otras ciudades importantes. Es probable que expulsara al clero arriano de estas zonas y entregara sus iglesias a los católicos. Sin embargo, Hermenegildo no intentó tomar la capital, Toledo, a pesar de que Leovigildo estaba en el norte luchando contra los vascones.

La Respuesta del Rey Leovigildo

Archivo:18-LEOVIGILDO
Grabado que muestra el retrato imaginario de Leovigildo y de su hijo Hermenegildo.

Leovigildo tardó dos años en comenzar la campaña militar para recuperar los territorios que estaban en manos de su hijo. Esta demora se debió a que quería asegurar la unidad de su reino y evitar que más súbditos lo abandonaran. Como el conflicto se había vuelto religioso, Leovigildo decidió buscar la unidad religiosa de todos sus súbditos en torno a la iglesia cristiana arriana.

Por eso, la primera acción que tomó Leovigildo al enterarse de la rebelión de Hermenegildo, además de intentar un acuerdo, fue convocar un encuentro de obispos arrianos en Toledo en el año 580. Allí se decidió facilitar la conversión de los católicos a la fe arriana. Se eliminó el requisito de ser bautizado de nuevo, lo que había sido un obstáculo para muchos católicos. Ahora, bastaría con la imposición de manos y una oración específica. Dos años después, Leovigildo fue aún más lejos, intentando acercar las doctrinas católica y arriana, afirmando que Cristo era igual al Padre, aunque sin aceptar la divinidad completa del Espíritu Santo. También estaba dispuesto a venerar las reliquias de los mártires católicos incluso en las iglesias católicas.

La reacción de los católicos a esta nueva política religiosa de Leovigildo es un tema debatido. Algunos historiadores creen que hubo muchas conversiones, tanto de sacerdotes como de personas comunes. Por ejemplo, una figura importante como Vicentius de Zaragoza se convirtió al arrianismo. Otros historiadores, sin embargo, afirman que el éxito de Leovigildo en convertir a los obispos fue muy limitado, con solo un caso conocido de cambio de fe. Pero sí pudo haber más éxito entre la gente común.

Archivo:Saint Hermenegild in Prision by Goya
Hermenegildo en prisión. Cuadro de Goya (1810).

En el año 582, Leovigildo comenzó su ofensiva para recuperar los territorios. Rápidamente tomó Mérida y al año siguiente sitió Sevilla, donde vivían Hermenegildo y su esposa. Un ejército suevo, liderado por el rey Miro, acudió en ayuda de Hermenegildo, pero Leovigildo los rodeó y los obligó a jurarle lealtad. Luego les permitió regresar a Galicia, donde Miro murió poco después.

Poco después, Leovigildo conquistó Osset (San Juan de Aznalfarache) e Itálica, cerrando el cerco sobre Sevilla. Leovigildo celebró la toma de Itálica con la emisión de una moneda que decía "CUM DE(O) O(BTINT) ETALICA", atribuyendo su victoria a la ayuda de Dios. Finalmente, Leovigildo bloqueó la navegación por el río Guadalquivir, lo que causó escasez de alimentos en la ciudad.

Hermenegildo pidió ayuda a los bizantinos de la provincia de Spania, pero Leovigildo les pagó una gran suma de dinero para que se mantuvieran neutrales. Así, cuando Hermenegildo se enfrentó a su padre a las afueras de Sevilla, los bizantinos lo abandonaron. Finalmente, Leovigildo conquistó Sevilla en junio o julio del 583, aunque Hermenegildo logró escapar. La toma de Sevilla fue conmemorada con otra emisión de monedas con la frase religiosa "CUM D(E)O OPTINVIT SPALI".

Después, Leovigildo conquistó las ciudades y fortalezas de la Bética, incluyendo Córdoba, donde capturó a su hijo en febrero del año 584. Hermenegildo se había refugiado en una iglesia de la ciudad, y el rey envió a su hermano Recaredo para que lo convenciera de entregarse.

Cuando Hermenegildo se rindió, se arrodilló ante su padre. El rey lo levantó y lo besó, pero luego le quitó sus ropas reales y lo envió al exilio a Valencia. Más tarde, fue trasladado a Tarragona, donde un año después perdió la vida a manos de un godo llamado Sisberto. Es probable que esto fuera por órdenes del rey Leovigildo, ya que Sisberto no fue castigado. Según el relato del papa Gregorio el Grande, Hermenegildo estaba encadenado al final de su vida. En la Pascua del 585, un obispo arriano fue enviado a su prisión para que Hermenegildo recibiera la comunión de sus manos, pero él se negó. Al enterarse, Leovigildo lo condenó a muerte.

Por su parte, la princesa Ingundis y su hijo pequeño, que estaban bajo la protección de los bizantinos, fueron enviados a Constantinopla, pero Ingundis falleció durante el viaje. El hijo de Hermenegildo e Ingundis, el niño Atanagildo, llegó a la capital bizantina y fue utilizado por la diplomacia del emperador Mauricio como una forma de presión sobre la corte de Austrasia.

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Rebelión de Hermenegildo para Niños. Enciclopedia Kiddle.