Concilios de Toledo para niños
Los Concilios de Toledo fueron una serie de importantes reuniones que se llevaron a cabo en la ciudad de Toledo, en España. En total, hubo dieciocho de estos concilios entre los años 397 y 702. La mayoría de ellos ocurrieron durante el tiempo en que los Visigodos gobernaban la península ibérica.
Estas reuniones eran como grandes asambleas donde se juntaban líderes religiosos y personas importantes del reino visigodo. Eran convocadas por el rey y presididas por el arzobispo más antiguo. En ellas participaban las altas autoridades de la Iglesia y la nobleza.
Había dos tipos principales de reuniones:
- Concilios provinciales: Reunían a los obispos de una provincia específica, bajo la dirección de su arzobispo.
- Concilios generales: Juntaban a obispos de todo el reino para tratar asuntos de interés común.
Contenido
¿Qué se decidía en los Concilios de Toledo?
Los concilios tenían varios objetivos importantes. Uno de los principales era establecer normas para la convivencia y corregir algunas costumbres. También servían para que el rey recibiera apoyo para sus decisiones.
El III Concilio de Toledo: Un cambio importante
El III Concilio de Toledo, celebrado en el año 589, fue muy significativo. Fue el primer concilio de carácter general, lo que significa que afectó a todo el reino. En esta reunión, el rey Recaredo y los líderes visigodos decidieron dejar de lado el arrianismo (una forma de cristianismo) y adoptar el catolicismo. Este cambio fue muy importante porque unió a los visigodos con los hispanorromanos (la población local) bajo una misma creencia.
Otros concilios destacados
En el IV Concilio de Toledo, en el año 632, se estableció que el rey visigodo sería elegido, no que el trono pasara de padres a hijos automáticamente. Esto era una forma de asegurar que el rey fuera aceptado por los nobles y la Iglesia. El Concilio XI de Toledo, en el año 675, es conocido por sus importantes declaraciones sobre la fe cristiana.
Lista de los Concilios de Toledo
Aquí tienes una lista de los dieciocho concilios que se celebraron en Toledo:
- I Concilio de Toledo (397)
- II Concilio de Toledo (527)
- III Concilio de Toledo (589) (presidido por Leandro de Sevilla)
- IV Concilio de Toledo (633) (presidido por Isidoro de Sevilla)
- V Concilio de Toledo (636) (presidido por Isidoro de Sevilla)
- VI Concilio de Toledo (638)
- VII Concilio de Toledo (646)
- VIII Concilio de Toledo (653)
- IX Concilio de Toledo (655)
- X Concilio de Toledo (656)
- XI Concilio de Toledo (675)
- XII Concilio de Toledo (681)
- XIII Concilio de Toledo (683)
- XIV Concilio de Toledo (684)
- XV Concilio de Toledo (688)
- XVI Concilio de Toledo (693)
- XVII Concilio de Toledo (694)
- XVIII Concilio de Toledo (h. 702)
¿Cómo funcionaban los Concilios?
Los concilios eran una forma de apoyar al Rey y sus decisiones. Las decisiones se tomaban por mayoría de votos. Los obispos que no estaban de acuerdo debían aceptar las decisiones finales. Si un obispo no asistía al concilio sin una buena razón, podía ser excluido de la Iglesia por un año.
Desarrollo de las reuniones
Las reuniones se hacían en una iglesia metropolitana que estaba cerrada al público. Los obispos se sentaban en círculo por orden de antigüedad. Después entraban algunos sacerdotes y diáconos. Finalmente, entraban los invitados laicos y sus secretarios, quienes escribían lo que se decía.
Una vez que todos estaban en sus lugares, la puerta se cerraba. La sesión comenzaba con oraciones. Luego, el arzobispo presentaba los temas a discutir uno por uno. Después de tratar los temas principales, se permitía que cualquier persona que tuviera una queja contra obispos, jueces o nobles la presentara. Si la queja era aceptada, se llamaba a la persona acusada para que hablara. Al final, el concilio terminaba con oraciones y la firma de las actas.
Funciones de los Concilios
Los concilios trataban principalmente asuntos religiosos y reglas para la Iglesia. Pero también se ocupaban de temas importantes para el reino, como:
- Las condiciones para elegir al rey.
- Asegurar que el rey cumpliera sus promesas.
- Proteger los derechos de los nobles y los líderes de la Iglesia.
En resumen, los concilios ayudaban a establecer cómo debía funcionar el Estado y cómo debían comportarse los reyes.
¿Eran religiosos o políticos?
Se ha debatido mucho si los concilios eran solo religiosos o también políticos. La mayoría de los expertos creen que, aunque tenían un gran impacto en la política, su autoridad principal venía de la Iglesia. Sin embargo, también se reconoce que eran asambleas mixtas, que trataban tanto asuntos de la Iglesia como del gobierno.
Convocatoria y celebración
El rey era quien decidía cuándo y dónde se celebrarían los concilios. Incluso si los temas eran puramente religiosos, la decisión de convocar la reunión era del rey.
Cuando el rey llegaba con su grupo a la iglesia de Toledo, la asamblea comenzaba. El rey daba un discurso, llamado "tomo regio", explicando el propósito de la reunión y los temas a tratar. Primero se discutían los problemas religiosos y morales, y luego los asuntos políticos del reino. Las leyes que se aprobaban en estos concilios eran confirmadas por el rey, dándoles validez civil.
Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda
Si quieres saber más sobre este periodo, puedes visitar el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda. Este museo se encuentra en la Iglesia de San Román en Toledo. Allí puedes ver manuscritos antiguos con escritura visigoda y objetos arqueológicos, como joyas y trabajos en metal, que muestran cómo era la vida en la época visigoda.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Councils of Toledo Facts for Kids