Quijote de Avellaneda para niños
Datos para niños Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quixote de La Mancha |
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de Alonso Fernández de Avellaneda | |||||
![]() Portada de la primera edición del libro
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Género | Novela de aventuras, parodia de las novelas de caballerías, novela realista | ||||
Idioma | Castellano | ||||
País | España | ||||
Fecha de publicación | 1614 | ||||
Serie | |||||
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El Segundo tomo del ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha, también conocido como el Quijote de Avellaneda, es una novela publicada en 1614. Fue escrita por alguien que usó el nombre de «el licenciado Alonso Fernández de Avellaneda». Este libro se presentó como una continuación de la primera parte de Don Quijote de la Mancha, la famosa novela de Miguel de Cervantes Saavedra publicada en 1605.
Cuando el Quijote de Avellaneda apareció, Cervantes ya estaba trabajando en su propia segunda parte del Quijote. La publicación de esta versión "falsa" hizo que Cervantes se apresurara a terminar y publicar su continuación oficial en 1615. En la obra de Cervantes, el libro de Avellaneda se menciona y se critica, convirtiéndose en una razón importante para las nuevas aventuras de Don Quijote y Sancho Panza. Algunos expertos creen que, si no hubiera sido por el Quijote de Avellaneda, la segunda parte de Cervantes quizás no se habría terminado, ya que Cervantes falleció poco después de publicarla.
Desde su publicación, se ha pensado que el nombre del autor, Avellaneda, era un seudónimo. Debido a las rivalidades literarias de Cervantes con otros escritores de su tiempo, la verdadera identidad de Avellaneda sigue siendo un misterio. Cervantes, en su segunda parte, dio pistas de que sabía quién era el autor, pero decidió no revelar su nombre.
Contenido
¿Quién fue el misterioso autor de Avellaneda?
El verdadero autor del Quijote de Avellaneda es uno de los grandes enigmas de la literatura española. Se han propuesto muchos nombres a lo largo de los años. Algunos de ellos son Juan Blanco de Paz, Pedro Liñán de Riaza, Fray Luis de Aliaga, Francisco de Quevedo y Cristóbal Suárez de Figueroa, entre otros.
No se ha encontrado a ninguna persona llamada Alonso Fernández de Avellaneda que parezca ser el autor, excepto un párroco llamado Alonso Fernández de Zapata, de la localidad de Avellaneda (Ávila).
Hipótesis sobre la identidad del autor
Una idea es que el escritor debió crear la obra entre 1606 y 1609. No menciona la Expulsión de los moriscos, lo que sugiere que la escribió antes de ese evento. Quizás la dejó sin terminar o sin prólogo, tal vez por su fallecimiento. Se cree que era de origen aragonés, ya que su lenguaje incluye algunas palabras de Aragón. Era una persona culta, posiblemente un clérigo o un abogado, y tenía relación con la Casa de Alba. También era amigo de Lope de Vega y pudo haber vivido en Toledo y Castilla la Vieja. Muchas de estas características coinciden con el párroco mencionado.
Otra teoría, apoyada por varios expertos, sugiere que el autor fue Jerónimo de Pasamonte. Él fue un soldado aragonés que luchó junto a Cervantes en la batalla de Lepanto en 1571. En 1593, Pasamonte escribió su autobiografía, donde se atribuyó acciones heroicas que en realidad había realizado Cervantes. Como respuesta, Cervantes se burló de él en la primera parte del Quijote, convirtiéndolo en el personaje Ginés de Pasamonte, un galeote (prisionero) al que Don Quijote y Sancho insultan. Se cree que, para vengarse, Jerónimo de Pasamonte escribió el Quijote apócrifo.
Avellaneda se quejó en su prólogo de que Cervantes lo había ofendido con "sinónimos voluntarios", refiriéndose al nombre y apellido de "Ginés de Pasamonte". Martín Jiménez cree que Cervantes reconoció fácilmente al autor del Quijote apócrifo y que, en su propia segunda parte, Cervantes imitó el manuscrito de Avellaneda para crear sus capítulos.
¿De qué trata el Quijote de Avellaneda?
Resumen del argumento
La historia comienza con la llegada de unos caballeros de Granada a la aldea de Don Quijote, que aquí se llama Argamesilla de la Mancha. Estos caballeros van a Zaragoza para participar en unas justas (torneos). Uno de ellos, don Álvaro Tarfe, se queda en casa de Don Quijote, quien en esta versión ha recuperado la razón y usa su nombre real, Martín Quijada.
Las charlas con Tarfe hacen que Don Quijote vuelva a su locura. Después de que los granadinos se van, él decide retomar sus aventuras, llamándose ahora Caballero Desamorado, porque renuncia al amor de Dulcinea del Toboso. Don Quijote y Sancho Panza se dirigen a Zaragoza para las justas. Sin embargo, una pelea con un vendedor de melones en Ateca los retrasa, y llegan a Zaragoza cuando las justas ya han terminado.
Allí, Don Quijote se encuentra con don Álvaro Tarfe y sus amigos, quienes se burlan de él y le preparan aventuras falsas. Como resultado de una de estas bromas, Don Quijote viaja a Madrid. Piensa que va a luchar contra un gigante llamado Bramidán de Tajayunque. Antes de llegar a Madrid, tiene más aventuras en Sigüenza y Alcalá de Henares. En este camino, se les une una mujer llamada Bárbara, a quien Don Quijote cree que es Zenobia, la Reina de las Amazonas.
En Madrid, los tres personajes son objeto de más burlas por parte de los amigos de don Álvaro Tarfe. Al final, deciden encerrar a Don Quijote en un hospital para personas con problemas mentales en Toledo, conocido como la Casa del Nuncio. Bárbara entra en una casa para mujeres que quieren cambiar su vida, y Sancho se queda trabajando para un noble de Madrid. La obra termina anunciando una tercera parte, donde Don Quijote viajaría por Castilla la Vieja y visitaría Salamanca, Ávila y Valladolid, con el nombre de "Caballero de los Trabajos".
Historias dentro de la novela
Al igual que Cervantes, que incluyó una historia aparte en la primera parte de su Quijote, Avellaneda también añadió dos relatos cortos en su obra. Estos relatos son: la historia del Rico desesperado y la de Los felices amantes. La primera de ellas cuenta las graves consecuencias de abandonar una vida religiosa.
¿Tuvo éxito el libro de Avellaneda?
El libro tuvo un buen comienzo, con dos ediciones publicadas en Tarragona en 1614. Sin embargo, la segunda parte del Quijote de Cervantes, que se publicó después, tuvo mucho más éxito y eclipsó por completo la obra de Avellaneda. Aunque no es una novela mala y tiene algunas cualidades, no se puede comparar con la genialidad de Cervantes, especialmente en la creación de personajes, el humor y el estilo.
Ediciones modernas del libro
Hasta el siglo XIX y gran parte del siglo XX, las ediciones del Quijote de Avellaneda se basaron en la segunda edición de 1614, que tenía más errores que la primera. En el siglo XX y más recientemente, se han hecho ediciones importantes por expertos como Martín de Riquer (1972), Luis Gómez Canseco (2000) y Felipe Pedraza (2014), entre otros.