Popol Vuh para niños
Datos para niños Primera parte del tesoro de las lenguas ꜫaꜫchiquel, quiché y ꜯutuhil |
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![]() Primera página del manuscrito del Popol Vuh, guardado en la Biblioteca Newberry, Chicago, Colección Ayer.
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Género | Narrativo | |
Tema(s) | Creación del mundo | |
Idioma | Español | |
Tipo de publicación | Manuscrito eclesiástico | |
Ciudad | ![]() |
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País | Capitanía General de Guatemala | |
Fecha de publicación | 1701-1703 | |
Formato | Folios de columnas paralelas de k'iche' y español | |
El Popol Vuh (que en idioma k'iche' significa Popol Wuj o Libro del consejo) es una colección de historias, leyendas y relatos históricos del pueblo k'iche' o quiché. Este grupo indígena vive en la actual Guatemala y es el más numeroso del país. El Popol Vuh es muy importante por su valor histórico y espiritual, y es considerado el libro sagrado de los mayas.
Este libro, también conocido como Libro del consejo, guarda gran parte de la sabiduría y las tradiciones de la cultura maya. Esta cultura se desarrolló principalmente en lo que hoy es Guatemala. El Popol Vuh es un resumen completo de temas importantes como la religión, la astronomía, la mitología, las costumbres, la historia y las leyendas. Relata el origen del mundo y de la civilización, así como muchos fenómenos de la naturaleza.
Contenido
¿Cómo se descubrió el Popol Vuh?
El texto del Popol Vuh que conocemos hoy se encuentra en un manuscrito bilingüe. Fue escrito por fray Francisco Ximénez, un fraile que se identificó como el transcriptor y traductor de un "libro" antiguo. Se cree que un indígena escribió la versión original alrededor del año 1550. Este indígena habría aprendido a escribir con letras latinas y habría puesto por escrito lo que un anciano le recitaba de forma oral.
Sin embargo, este autor original nunca reveló de dónde sacó su obra escrita. En cambio, invitó al lector a creer lo que quisiera del primer folio, donde decía que el libro original "ya no se ve más". También usó la palabra "pintado" para describirlo. Si este documento existió, permaneció oculto hasta entre 1701 y 1703. Fue entonces cuando Ximénez llegó a ser sacerdote en Santo Tomás Chichicastenango (Chuilá).
Fray Francisco Ximénez copió y tradujo el texto en dos columnas: una en k'iche' y otra en español. Más tarde, hizo una versión en prosa que forma los primeros cuarenta capítulos de su libro Historia de la provincia de Santo Vicente de Chiapa y Guatemala. Empezó a escribir este libro en 1715.
Los escritos de Ximénez estuvieron guardados en el Convento de Santo Domingo hasta 1830. Luego fueron llevados a la Academia de Ciencias de Guatemala. En 1854, el austriaco Karl Scherzer los encontró. En 1857, Scherzer publicó la primera versión del trabajo de Ximénez en Viena. Le puso el título original Las historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala.
El sacerdote Charles Étienne Brasseur de Bourbourg tomó el escrito original de la universidad. Lo llevó a Europa y lo tradujo al francés. En 1861, publicó un libro llamado Popol Vuh, le livre sacré et les mythes de l'antiquité américaine. Fue él quien le dio el nombre de Popol Vuh.
Brasseur falleció en 1874 y dejó su colección a Alphonse Pinart. Pinart no tenía mucho interés en Centroamérica. En 1883, vendió la colección para conseguir dinero para otros estudios. El manuscrito original de Ximénez fue comprado por Edward E. Ayer, un coleccionista y empresario de Chicago, Estados Unidos. Como miembro del consejo de una biblioteca privada en Chicago, decidió donar su colección de diecisiete mil piezas a la Biblioteca Newberry. Este proceso duró de 1897 a 1911. Treinta años después, el embajador guatemalteco Adrián Recinos encontró el manuscrito en la biblioteca. Publicó la primera edición moderna en 1947. Hoy, una copia digital del manuscrito está disponible en línea. Esto fue posible gracias a una colaboración entre la Newberry y la Biblioteca de la Universidad Estatal de Ohio.
La ciudad de Santa Cruz del Quiché fue fundada por los españoles. Reemplazó a Q’umar Ka’aj, la antigua capital del reino k’iche’. Juan de Rojas y Juan Cortés son mencionados en el libro como los últimos de la línea de reyes k'iche'.
¿De dónde vienen los relatos del Popol Vuh?
Los primeros investigadores pensaron que el Popol Vuh fue escrito en lengua maya con letras latinas. Creían que así se recogía la tradición oral de los siglos XVI y XVII. El hecho de que se mencionen personas del tiempo después de la conquista indica que la obra, tal como existe hoy, es posterior a la llegada de los españoles.
Algunos expertos, como René Acuña, dudan que el contenido del Popol Vuh sea completamente maya. Acuña señala que el Popol Vuh está "diseñado y hecho con ideas occidentales". Su unidad es tan grande que sugiere que una sola persona recogió las historias. No parece que haya sido un indígena que aprendió solo y escribió las memorias de su nación. Esta idea se basa en algunos errores de transcripción que Ximénez cometió al copiar el texto. Esto muestra que no conocía bien la lengua k’iche’. Por ejemplo, las similitudes con el libro bíblico del Génesis, aunque mezcladas con ideas mesoamericanas, han hecho pensar en la influencia de religiosos o en un proceso de mezcla de culturas.
Acuña explica que si la exactitud con la que Ximénez copió y tradujo el texto k'iche' fuera la prueba de la autenticidad del Popol Vuh, habría que declararlo falso. Él dice que Ximénez omitió traducir una gran parte del texto y que sus traducciones son muy inexactas. Esto no busca desacreditar a Ximénez, sino mostrar que, con su limitado conocimiento del k'iche', era natural que el fraile cambiara la obra al copiarla.
Si la capacidad de Ximénez para manejar la lengua maya es dudosa, surge la pregunta de si el Popol Vuh es un texto maya original. Esto es porque hoy solo tenemos la versión de este religioso. John Woodruff, otro crítico, concluyó que no se sabe con certeza cuánto interactuó Ximénez con el texto. Él dice que, aunque no se discuta lo que podría ser un relato indígena auténtico, algunas ideas en el primer folio no son "totalmente" indígenas. Por su parte, Canto López comenta que es posible dudar de la existencia de un libro original de antes de la llegada de los españoles. Esto llevaría a pensar que fue escrito basándose en la tradición oral.
Sin embargo, algunos arqueólogos han buscado pruebas de las historias del Popol Vuh en los jeroglíficos mayas de la época prehispánica.
El mural del Popol Vuh en El Mirador

Durante investigaciones en la ciudad de El Mirador, un equipo de arqueólogos encontró un panel. Este panel tiene una de las representaciones más antiguas de las creencias mayas sobre la creación, como las del Popol Vuh. La escultura es de aproximadamente el año 200 a. C. Muestra a los míticos héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Ellos están nadando en el inframundo para recuperar la cabeza de su padre. Esta escultura es del mismo período que otros trabajos antiguos relacionados con el Popol Vuh. Estos incluyen los murales de San Bartolo y la estela de Nakbe, dos ciudades cercanas. Los arqueólogos cubrieron la zona descubierta con un techo especial para proteger la estructura.
La escultura adorna la pared de un canal que llevaba el agua de lluvia por la zona administrativa de la ciudad. De hecho, cada techo y plaza en la ciudad estaban diseñados para recoger el agua de lluvia. Este sistema de recolección de agua pudo ser una de las razones por las que El Mirador se convirtió en el primer reino maya poderoso. También representa una de las pruebas más antiguas de los mitos descritos en el Popol Vuh.
¿Qué temas abarca el Popol Vuh?
El Popol Vuh trata muchos temas. Incluye la creación del mundo, el origen de los pueblos, su historia y la forma en que veían el universo. El manuscrito original de la Biblioteca Newberry no tiene divisiones de contenido. Sin embargo, las ediciones más conocidas suelen usar la organización que Brasseur de Bourbourg introdujo en 1861. Esto ayuda a comparar los estudios. El escritor guatemalteco Adrián Recinos explica que el manuscrito original no tiene partes ni capítulos. El texto sigue sin interrupción de principio a fin. En su traducción, Recinos siguió la división de Brasseur de Bourbourg en cuatro partes y capítulos. Esto se debe a que el orden parece lógico y adecuado al contenido. Como la versión del sacerdote francés es la más conocida, esto facilita el trabajo de quienes quieran comparar las distintas traducciones del Popol Vuh.
Resumen de los relatos
La creación del mundo
- Los dioses crean el mundo.
- Los dioses crean a los animales, pero como no los alaban, los condenan a comerse unos a otros.
- Los dioses crean seres de barro, pero son frágiles y no pueden alabarlos.
- Los dioses crean a los primeros seres humanos de madera, pero son imperfectos y no tienen sentimientos.
- Los primeros seres humanos son destruidos y se convierten en monos.
- Los héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué intentan vencer al dios arrogante Vucub Caquix, pero fallan.
- Hunahpú e Ixbalanqué logran vencer a Vucub Caquix.
Las aventuras de Hunahpú e Ixbalanqué
- Ixpiyacoc e Ixmukané tienen dos hijos enanos.
- Hun Hunahpú e Ixbakiyalo tienen a los gemelos Hunbatz y Hunchouén.
- Los señores de Xibalbá (el inframundo) matan a los hermanos Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú. Cuelgan la cabeza de Hun Hunahpú en un árbol.
- Hun Hunahpú e Ixquic tienen a los héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué.
- Los héroes gemelos nacen y viven con su madre y su abuela Ixmukané. Compiten con sus medio hermanos Hunbatz y Hunchouén.
- Hunbatz y Hunchouen se convierten en monos.
- Hunahpú e Ixbalanqué usan magia para cortar árboles.
- Una rata habla con Hunahpú e Ixbalanqué y les cuenta la historia de sus antepasados.
- Los Señores de Xibalbá llaman a Hunahpú e Ixbalanqué al inframundo.
- Hunahpú e Ixbalanqué superan las pruebas del inframundo.
- Hunahpú es vencido por murciélagos, pero su hermano lo revive.
- Los héroes gemelos se lanzan a las llamas y sus huesos quedan en un río.
- Hunahpú e Ixbalanqué vuelven a la vida y vencen a los Señores del Inframundo.
- Hun Hunahpú vuelve a la vida gracias a sus hijos.
La creación de los hombres de maíz
- Los primeros cuatro hombres verdaderos son creados: Balam Quitzé, Balam Akab, Mahucutah e Iqui Balam. Están hechos de maíz.
- Las primeras cuatro mujeres son creadas.
- Empiezan a tener hijos y a formar sus familias.
La espera del amanecer y la vida en Hacauitz
- Aparece Venus, y luego sale el sol, lo que causa gran alegría.
- Las deidades se convierten en piedra (solo el duende Zaquicoxol escapa).
- Los cuatro hombres k’iche’ permanecen escondidos en la montaña.
- Por orden de Tohil, el dios protector de los k’iche’, empiezan a secuestrar a otras tribus para hacer ofrendas a esta deidad.
- Las otras tribus, desesperadas por los secuestros, envían cuatro muchachas para engañar a los hombres k’iche’. Pero estos las engañan con cuatro mantos mágicos.
- Las otras tribus envían un ejército para vencer a los k’iche’ que se esconden en la montaña. Pero antes de llegar, caen dormidos por un hechizo de Tohil. Los cuatro hombres k’iche’ les roban sus armas.
- Muerte y consejos de Balam Quitze, Balam Akab, Mahucutah, Iqui Balam.
- Balam Quitze deja a sus descendientes, los k’iche’, el “Pizom Kakal” o “Envoltorio Sagrado”. Este será un símbolo de su poder.
Relatos de migraciones
- Los hijos de los primeros padres k’iche’ regresan a Tula. Allí reciben símbolos de poder de manos de Nacxit. Al volver al cerro Hacauitz, son recibidos con alegría.
- Inician una migración buscando el cerro donde se establecerán y fundarán una ciudad. En Chi Quix, algunos grupos se separan. Pasan por Chi Chak, Humeta Ya, Qulba, Cauinal y Chi Ixmachi.
- En Chi Ixmachi estalla la primera guerra. Fue causada por el engaño del grupo Ilocab a Istayul. Finalmente, los Ilocab son sometidos.
- El poder de los k’iche’ crece, asustando a los demás pueblos.
- Se forman los tres grupos principales de la Confederación K’iche’: Cauiquib, Nihaib y Ahau Quiché.
Fundación de Gumarcah y lista de generaciones
- Fundan la ciudad de Gumarcah, cerca de la actual Santa Cruz del Quiché, en el departamento del Quiché.
- Se fundan las 24 “Casas Grandes”, que se convierten en importantes unidades de organización social y política.
- Se narran las conquistas de Quikab y Gukumatz, que fueron asombrosas.
- Los k’iche’ expanden su territorio, conquistando pueblos cercanos y lejanos. Estos pueblos se vuelven tributarios.
- Se nombran los distintos grupos y “Casas Grandes”, así como sus gobernantes principales hasta Juan de Rojas, quien vivió bajo el dominio español.
Personajes importantes
- Tepew-Q’ukumatz: También llamado Tz’aqol-B’itol (Creador-Formador). Es lo que existía antes de todo, en la oscuridad, palpitando. De él surge la fuerza creadora. Pide consejo a otras deidades, como Uk’ux Kaj e Xmukane, para crear. El impulso creador viene de esta deidad, que luego es menos mencionada en la historia.
- Uk’ux Kaj: También conocido como Jun Raqan, Ch’ipi Kaqulja y Raxa Kaqulja. Es una tríada (tres en uno). Esta deidad no está desde el principio, sino que "viene" a hablar con Tepew-Q’ukumatz. De su diálogo surge la creación. Permanece activo más tiempo que Tepew, ayudando a Junajpu e Ixb’alamke más adelante.
- Xpiyakok e Ixmukané: También llamados Abuela del día, Abuela de la Claridad. Son guías espirituales mayas. Dan consejos sobre la creación de los hombres de madera. Más tarde, son los abuelos de Jun Junajpu y Wuqub’ Junajpu. Son sabios, pero también ingenuos. Sus nietos los engañan para obtener objetos para el juego de pelota o cuando convierten a sus hermanos en monos. Son especialistas religiosos que adivinan y queman incienso.
- Wuqub’ Kak’ix: Literalmente “Siete Guacamaya”. Se creía muy importante antes de la creación. Decía ser el sol y la luna, pero no era cierto. Solo sus riquezas brillaban: sus ojos de plata, sus piedras preciosas, las gemas verdes de sus plumas. No está claro si era una guacamaya o un hombre. Se comportaba como un gran señor, pero su poder venía de sus riquezas. Cuando lo engañan y le quitan sus riquezas, muere. Podría ser una metáfora de quienes se engrandecen solo por sus bienes materiales.
- Zipaqna: Primer hijo de Wuqub’ Kak’ix. Creaba montañas y volcanes en una noche. El texto dice que jugaba a la pelota con los cerros. Era adivino y supo que los 400 muchachos querían matarlo, a quienes luego asesinó. Es vencido por Junajpu e Ixb’alamke, quienes lo entierran bajo una montaña, que era su orgullo.
- Kab’raqan: Literalmente “dos pies” o “terremoto”. Derribaba las montañas; con sus pies hacía temblar la tierra. Los hermanos Junajpu e Ixb’alamke lo engañan con la promesa de una montaña más alta. Le dan un pájaro untado con tizate (tierra blanca), lo que le quita las fuerzas. Así es enterrado bajo la tierra, bajo aquello que le daba orgullo.
- Jun Junajpu y Wuqub’ Junajpu: Hijos de Xmukane y Xpiyakok. Eran gemelos, aunque no se dice explícitamente. No hicieron grandes maravillas y fueron engañados fácilmente por los de Xib’alb’a. Jun Junajpu tuvo dos hijos con Ixb’aqiyalo. Su única ocupación era jugar a los dados y a la pelota. Fueron vencidos en Xib’alb’a, en la Casa de la Oscuridad. Sus cuerpos fueron sacrificados y enterrados bajo el juego de pelota, excepto la cabeza de Jun Junajpu, que fue puesta en un árbol que luego floreció.
- Hunbatz y Hunchouén: Hijos de Jun Junajpu y Ixb’aqiyalo. Eran músicos, artistas, escribanos, sabios y escultores. Eran envidiosos y trataron mal a sus hermanos Junajpu e Ixb’alamke. Por eso, estos los engañaron y los convirtieron en monos. Se dice que los artistas los invocaban como deidades protectoras.
- Ixquic: Hija de Kuchuma Kik’, un señor de Xib’alb’a. Es una joven curiosa e impulsiva. Se acerca al árbol prohibido por los señores de Xib’alb’a y habla con el fruto-cabeza de Jun Junajpu. Es ingeniosa y valiente. Encuentra la manera de evitar su propia muerte y sube a la tierra para buscar a su suegra. Allí demuestra ser una buena nuera, pues cumple las tareas difíciles que su suegra le pide.
- Junajpu y Xb’alamke: Hijos de Jun Junajpu e Ixquic. Son los personajes principales de la parte mitológica del Popol Vuh. Su característica principal es la astucia y la humildad. Aunque hacen grandes maravillas, nunca se jactan de ellas. A menudo actúan como simples cazadores con cerbatana, pobres o mendigos. Cumplen los deseos de Uk’ux Kaj, con quien se comunican constantemente. Son vengativos, pues no paran hasta vencer a los de Xib’alb’a. Son extraordinarios por naturaleza.
- Señores de Xib’alb’a: Los dos señores principales de Xib’alb’a son malvados y engañosos. Su reino está lleno de trampas para quien baje a él, incluso si es invitado. Buscan destruir a Junajpu e Ixb’alamke porque su juego de pelota molestaba su descanso. Parecían gobernar a mucha gente, que no necesariamente estaba muerta, y ellos mismos parecían vivos, a pesar de sus títulos. Esto se confirma cuando los gemelos los vencen. Son orgullosos y arrogantes, lo que finalmente causa su derrota.
- B’alam Ki’tze’, B’alam Aq’ab’, Majuk’utaj, Ik’i B’alam: Los primeros hombres creados. Fueron a la ciudad mítica de Tula, donde recibieron sus deidades. Son los abuelos de las tres grandes divisiones del pueblo K’iche’: Kaweq, Nija’ib’ y Nima K’iche’. Son humildes y obedecen los mandatos de su deidad. A menudo, Tojil, la deidad de los Kaweq, habla por todos. Aseguran el sometimiento de otros pueblos ofreciéndoles fuego a cambio de su lealtad. Por esta razón, luego secuestran a habitantes de otros pueblos para ofrecerlos a sus deidades. Finalmente, mueren dejando el Envoltorio Sagrado a sus descendientes. Son fieles a sus deidades y mueren en paz.
- Deidades tutelares: Tojil es la deidad principal que fue entregada a B’alam Ki’tze’, a los Ilokab’, Tamub’ y Rab’inaleb’ en Tula. Awilix es la deidad de B’alam Aq’ab’; Jaqawitz la de Majuk’utaj; y Nik’aj Taq’aj la de Ik’i B’alam. Nik’aj Taq’aj e Ik’i B’alam tienen menos importancia en la historia. Awilix y Jaqawitz están presentes, pero a menudo solo se menciona a Tojil. Son deidades que exigen ofrendas de sangre de los pueblos. Con estas ofrendas se hacen más poderosas y jóvenes. Guían la peregrinación de los k’iche’ y los dirigen en sus guerras contra otros pueblos.
- Los hijos de los primeros padres: Salen hacia el oriente, donde Nacxit les entrega los símbolos de poder y autoridad. Son quienes se trasladan y gobiernan con justicia en Chi K’ik.
- Q’ukumatz: Un personaje que reinó junto a K’otuja. Era un ser asombroso, que podía tomar forma de serpiente, águila, jaguar y sangre. Fue quien inició un período de gran poder para los k’iche’.
- Quikab y Gukumatz: Extendieron el dominio k’iche’ conquistando a los kaqchikel y a los rabinaleb’. También extendieron sus dominios hasta el territorio mam, en Xe’laju y Saqulew. Hicieron que los pueblos vencidos pagaran tributo, reprimiendo duramente a quienes se negaban. Destruyeron ciudades y acabaron con familias enteras. También aseguraron los pueblos conquistados para que no pudieran ser recuperados. Fueron grandes guerreros y consolidaron la expansión y la imagen de los k’iche’.
Fragmentos destacados
La creación del mundo y los primeros intentos de crear a los humanos
El Popol Vuh cuenta que el mundo no existía hasta que el creador y formador decidió dar vida. Su intención era que sus creaciones pudieran hablarle y agradecerle por la vida. Primero se creó la Tierra, luego los animales y, finalmente, los humanos. Al principio, los humanos fueron hechos de barro, pero este intento falló. Entonces, el gran creador y formador decidió hacerlos de madera. Una vez que se formaron varias familias, el creador y formador tuvo miedo de que sus criaturas quisieran ser tan sabias como ellos. Por eso, disminuyó la vista y la inteligencia de los ocho dioses.
El relato de la creación
Esta es la historia de cómo todo estaba en calma y silencio. Todo estaba inmóvil y vacío en el cielo.Esta es la primera parte, el primer relato. No había todavía personas, ni animales, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancos, hierbas ni bosques: solo existía el cielo.
La superficie de la tierra no se veía. Solo estaba el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada junto que hiciera ruido, ni nada que se moviera, ni se agitara, ni hiciera ruido en el cielo. No había nada de pie; solo el agua en reposo, el mar tranquilo, solo y en paz. No había nada que existiera.
Solo había quietud y silencio en la oscuridad, en la noche. Solo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de luz. Estaban escondidos bajo plumas verdes y azules.
Entonces llegó la palabra, Tepeu y Gugumatz se unieron en la oscuridad, en la noche. Hablaron entre sí, consultando y meditando. Se pusieron de acuerdo, unieron sus palabras y sus pensamientos. Entonces se hizo claro, mientras meditaban, que al amanecer debía aparecer el ser humano. Así decidieron la creación y el crecimiento de los árboles y las plantas. También el nacimiento de la vida y la luz por la acción del ser humano. Así se decidió en la oscuridad y en la noche por el Corazón del Cielo, llamado Huracán.
El primero se llama Caculhá Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es Raxa-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.
Entonces se unieron Tepeu y Gugumatz. Hablaron sobre la vida y la luz, cómo harían para que amaneciera. Quién produciría el alimento y el sustento.
-¡Que así sea! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y deje espacio, que surja la tierra y se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.
Luego ellos crearon la tierra. Así fue como se hizo la creación de la tierra:
-¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha.
Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación. Las montañas surgieron del agua y al instante crecieron.
Solo por un milagro, solo por magia se formaron las montañas y los valles. Al instante brotaron juntos los cipreses y pinos en la superficie.
Y así se llenó de alegría Gugumatz, diciendo:
-¡Qué buena ha sido tu llegada, Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú, Chípi-Caculhá, Raxa-Caculhá!
-Nuestra obra, nuestra creación será terminada, contestaron.
Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles. Las corrientes de agua se dividieron, los arroyos corrieron libremente entre los cerros. Las aguas se separaron cuando aparecieron las altas montañas.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra. Así se llaman los que primero la hicieron fértil, cuando el cielo estaba en calma y la tierra estaba bajo el agua.
De esta manera se completó la obra, después de pensar y meditar sobre su feliz final.
Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los espíritus de la montaña: venados, pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, víboras, guardianes de las plantas.
Y dijeron los Progenitores:
-¿Solo habrá silencio e inmovilidad bajo los árboles y las plantas? Es necesario que en el futuro haya quien los cuide.
Así dijeron cuando meditaron y hablaron. Al instante fueron creados los venados y las aves. Enseguida les dieron sus hogares a los venados y a las aves:
-Tú, venado, dormirás en la orilla de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque se multiplicarán, en cuatro patas andarán y se mantendrán. Y así como se dijo, así se hizo.
Luego también designaron su hogar a los pájaros pequeños y a las aves grandes:
-Ustedes, pájaros, vivirán sobre los árboles y las plantas. Allí harán sus nidos, allí se multiplicarán, allí se moverán en las ramas de los árboles y de las plantas. Así se les dijo a los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus hogares y sus nidos.
De esta manera los Progenitores dieron sus hogares a los animales de la tierra.
Y terminada la creación de todos los animales de cuatro patas y las aves, el Creador, el Formador y los Progenitores les dijeron:
-Hablen, griten, canten, llamen, hablen cada uno según su especie, según su variedad. Así se les dijo a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes.
-Digan, pues, nuestros nombres, alábenos a nosotros, su madre, su padre. ¡Invoquen, pues, a Huracán, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, el Creador, el Formador, los Progenitores; hablen, invóquenos, adórenos!, les dijeron.
Pero no pudieron hablar como los humanos; solo chillaban, cacareaban y graznaban. No se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.
Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí:
-No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien, dijeron entre sí los Progenitores. Entonces se les dijo:
-Serán cambiados porque no han podido hablar. Hemos cambiado de opinión: su alimento, su pasto, su hogar y sus nidos los tendrán, serán los barrancos y los bosques, porque no han podido adorarnos ni invocarnos. Todavía hay quienes nos adoren, haremos otros seres que sean obedientes. Ustedes, acepten su destino: sus carnes serán trituradas. Así será. Esta será su suerte. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequeños y grandes que hay sobre la faz de la tierra.
Así, pues, hubo que intentar de nuevo crear y formar al ser humano por el Creador, el Formador y los Progenitores.
-¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; ¡hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no pudimos lograr que nos alabaran y veneraran. Probemos ahora a hacer seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. De este modo hicieron a los seres humanos que existen en la tierra.
Los dioses gemelos: Hunahpú e Ixbalanqué
El Popol Vuh también cuenta las hazañas de los Dioses Gemelos: Hunahpú e Ixbalanqué. Ellos bajaron a Xib'alb'a (el inframundo) y vencieron a los Ajawab. Luego se convirtieron en el Sol y la Luna. Aquí hay un fragmento de la historia de su nacimiento:
Cuando llegó el día de su nacimiento, la joven llamada Ixquic dio a luz. Pero la abuela no los vio nacer. En un instante nacieron los dos muchachos llamados Hunahpú e lxbalanqué. Allí en el monte nacieron.Luego llegaron a la casa, pero no podían dormir.
-¡Ve a echarlos fuera!, dijo la anciana, porque de verdad gritan mucho. Y enseguida los pusieron sobre un hormiguero. Allí durmieron tranquilamente. Luego los quitaron de ese lugar y los pusieron sobre las espinas.
Ahora bien, lo que querían Hunbatz y Hunchouén era que murieran allí mismo en el hormiguero, o que murieran sobre las espinas. Lo deseaban así por el odio y la envidia que sentían por ellos Hunbatz y Hunchouén.
Al principio se negaban a recibir en la casa a sus hermanos menores; no los conocían y así se criaron en el campo. Hunbatz y Hunchouén eran grandes músicos y cantores; habían crecido con muchos esfuerzos y necesidades y pasaron por muchas dificultades, pero llegaron a ser muy sabios. Eran a la vez flautistas, cantores, pintores y talladores; todo lo sabían hacer.
Sabían de su nacimiento y también que eran los sucesores de sus padres, quienes fueron a Xibalbá y murieron allí. Eran muy sabios, Hunbatz y Hunchouén, y en su interior sabían todo sobre el nacimiento de sus hermanos menores. Sin embargo, no mostraban su sabiduría, por la envidia que les tenían, pues sus corazones estaban llenos de mala voluntad hacia ellos, sin que Hunahpú e lxbalanqué los hubieran ofendido en nada.
Estos últimos solo se dedicaban a cazar con cerbatana todos los días; no eran queridos por la abuela ni por Hunbatz, ni por Hunchouén. No les daban de comer; solo cuando la comida ya estaba lista y Hunbatz y Hunchouén habían comido, entonces llegaban ellos. Pero no se enojaban, ni se enfadaban y sufrían en silencio, porque sabían su situación y se daban cuenta de todo con claridad. Traían sus pájaros cuando venían cada día, y Hunbatz y Hunchouén se los comían, sin darles nada a Hunahpú e lxbalanqué.
La única ocupación de Hunbatz y Hunchouén era tocar la flauta y cantar.
Véase también
En inglés: Popol Vuh Facts for Kids