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Pirro de Epiro para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Pirro
Rey de Epiro
Pyrrhus MAN Napoli Inv6150 n03.jpg
Un busto de mármol de Pirro de la Villa de los Papiros en el sitio romano de Herculano, ahora en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, Italia.
Rey de Epiro
307 a. C. - 302 a. C.
Predecesor Alcetas II
Sucesor Neoptólemo II
297 a. C. - 272 a. C.
Predecesor Neoptólemo II
Sucesor Alejandro II
Información personal
Nombre completo Πύρρος της Ηπείρου
Nacimiento 318 a. C.
Epiro
Fallecimiento 272 a. C.
Argos, Grecia
Sepultura templo de Démeter, Argos
Familia
Dinastía Molosos
Padre Eácides I de Epiro
Madre Ftía
Cónyuge Antígona
Lanassa
Bircena
Hijos Ptolomeo (†272 a. C.)
Olimpia
Alejandro
Heleno
Nereis
Deidamia

Pirro (318-272 a.C.) fue un famoso rey de Epiro, una región de la antigua Grecia. Sus soldados lo llamaban "Águila" por su valentía. Fue rey de Epiro en dos periodos: del 307 al 302 a.C. y del 297 al 272 a.C. También fue rey de Macedonia por un corto tiempo en dos ocasiones.

Pirro es recordado como uno de los mejores generales de su época. Fue un gran rival de la República romana mientras esta se expandía. Durante su reinado, Epiro creció, tomando tierras de Macedonia y Tesalia. Se enfrentó a otros reyes como Casandro y Demetrio Poliorcetes, a quienes venció en Macedonia.

Más tarde, viajó a Italia para ayudar a la ciudad de Tarento contra los romanos. Ganó dos batallas importantes, pero con tantas pérdidas que tuvo que retirarse. En Sicilia, conquistó gran parte de la isla, pero no pudo tomar la ciudad de Cartaginesa de Lilibea. Los griegos de Sicilia se cansaron de él, y tuvo que dejar la isla.

Al regresar a Grecia, luchó contra Antígono II Gónatas en Macedonia y tomó el reino. Luego, fue a Esparta para ayudar a Cleónimo, pero no pudo conquistar la ciudad. Finalmente, fue a Argos, donde fue asesinado durante un combate en la ciudad.

La vida de Pirro: Un rey aventurero

Pirro nació en el año 318 o 319 a.C. Su padre fue Eácides y su madre Ftía. Su familia decía descender de Neoptólemo, hijo del héroe Aquiles, quien se estableció en Epiro después de la guerra de Troya.

Los primeros años de Pirro

El padre de Pirro, Eácides, se convirtió en rey después de la muerte de su primo Alejandro. La familia de Pirro estaba relacionada con la familia real de Macedonia, lo que le causó problemas al principio de su vida.

Cuando su padre apoyó a Olimpia (madre de Alejandro Magno) contra Casandro, Eácides y Olimpia tuvieron que huir. Los habitantes de Epiro, para evitar problemas con Casandro, quitaron a Eácides del trono. Pirro, que era un niño, se salvó gracias a la lealtad de amigos de su padre. Fue llevado con Glaucias, rey de los ilirios, quien lo protegió y lo crio como a uno de sus hijos. Su padre murió poco después en combate.

Pirro: Su primer reinado y desafíos

Archivo:Kassander316BC
Moneda griega mostrando a Casandro en el anverso y un león en el reverso. La inscripción en antiguo griego reza: ΒΑΣΙΛΕΩΣ ΚΑΣΣΑΝΔΡΟΥ, basileos Casandro.

Diez años después, cuando Demetrio tomó el control de Grecia de Casandro, Glaucias ayudó a Pirro a recuperar el trono de Epiro. Pirro tenía solo doce años, así que el reino fue gobernado por tutores. Sin embargo, no duró mucho en el trono. Demetrio tuvo que irse de Grecia para ayudar a su padre, y Casandro recuperó su poder. Casandro presionó a los epirotas para que expulsaran a Pirro de nuevo.

Pirro, con solo 17 años, se unió a Demetrio, quien estaba casado con su hermana Deidamia. Lo acompañó a Asia y luchó en la batalla de Ipsos (301 a.C.), donde demostró gran valor. Aunque era muy joven, se lanzaba con fuerza contra sus enemigos. A pesar de sus esfuerzos, la batalla se perdió, y Demetrio se convirtió en un fugitivo. Pirro no lo abandonó y fue a Egipto como rehén en nombre de Demetrio, cuando este hizo la paz con Ptolomeo.

En Egipto, Pirro se ganó el favor de Berenice, la esposa de Ptolomeo, y se casó con Antígona, hija de Berenice. Ptolomeo le dio barcos y soldados, lo que le permitió regresar a Epiro. En ese momento, Neoptólemo gobernaba, pero era un tirano. Pirro y Neoptólemo acordaron compartir el poder, pero Pirro terminó asesinando a su rival alrededor del 295 a.C., comenzando así su propio reinado.

El segundo reinado de Pirro y sus conquistas

Archivo:Map of ancient Epirus and environs (Español)
Localización de las diferentes tribus epirotas.

Pirro tenía 23 años cuando se estableció firmemente como rey de Epiro (295 a.C.). Rápidamente se ganó el respeto de sus soldados por su valentía y el amor de su pueblo por su amabilidad. Se parecía mucho a su antepasado Alejandro Magno y soñaba con conquistar Macedonia, luego toda Grecia, y después Italia, Sicilia y Cartago.

La inestabilidad en Macedonia después de la muerte de Casandro le dio una oportunidad. Los hijos de Casandro, Antípatro y Alejandro, luchaban por el trono. Alejandro pidió ayuda a Pirro, quien aceptó con la condición de recibir territorios macedonios en el oeste de Grecia. Pirro cumplió su promesa y expulsó a Antípatro de Macedonia en el 294 a.C.

La guerra contra Demetrio Poliorcetes

El poder de Pirro creció, pero el resto de Macedonia cayó en manos de Demetrio, a quien Alejandro también había pedido ayuda. Demetrio llegó y mató a Alejandro, convirtiéndose en rey de Macedonia. Pirro y Demetrio, que antes eran amigos, se volvieron enemigos.

La guerra comenzó en el 291 a.C. Pirro invadió Tesalia, pero tuvo que retirarse. En el 289 a.C., Demetrio invadió Etolia y Epiro. Pirro se encontró con el general de Demetrio, Pantauco, y lo retó a un combate singular. Pirro ganó, lo que impresionó mucho a los soldados macedonios, quienes recordaron a Alejandro Magno. Esta victoria abrió el camino para que Pirro llegara al trono macedonio.

Pirro se casó tres veces para fortalecer sus alianzas. Una de sus esposas, Lanassa, hija de Agatocles de Siracusa, se sintió ofendida por la atención que Pirro daba a sus otras esposas y se fue a Córcira, que había recibido como dote. Luego, se la entregó a Demetrio. Esto enfureció a Pirro.

Archivo:Coin of Demetrius I of Macedon
Moneda que muestra la efigie de Demetrio I de Macedonia, Poliorcetes. Metropolitan Museum of Art, Nueva York.

A principios del 288 a.C., Pirro aprovechó que Demetrio estaba enfermo para invadir Macedonia. Demetrio se recuperó y lo expulsó, pero luego firmó la paz con Pirro para poder ir a Asia. Sin embargo, los viejos enemigos de Demetrio (Seleuco, Ptolomeo y Lisímaco) se unieron de nuevo y convencieron a Pirro de romper la paz.

En la primavera del 287 a.C., mientras Ptolomeo atacaba las costas griegas y Lisímaco invadía Macedonia, Pirro también atacó. Demetrio se dirigió hacia Pirro, pero sus tropas lo abandonaron y juraron lealtad a Pirro. Demetrio tuvo que huir, dejando el reino a Pirro. Sin embargo, Pirro no pudo mantener todo Macedonia, ya que Lisímaco reclamó su parte. Los macedonios preferían a Lisímaco, y Pirro fue expulsado y regresó a Epiro.

Preparativos para la expedición a Italia

Después de unos años de calma, Pirro buscaba nuevas aventuras. En el 281 a.C., los tarentinos, que estaban en guerra con los romanos, le pidieron ayuda. Le ofrecieron un gran ejército si cruzaba el mar Jónico para luchar contra Roma. Esta oferta era muy tentadora para Pirro, ya que soñaba con conquistar Roma, Sicilia y África.

Pirro prometió ayudar y comenzó a preparar un poderoso ejército. Otros príncipes griegos lo apoyaron, contentos de tenerlo lejos. Antígono II le dio barcos, Antíoco dinero y Ptolomeo Cerauno tropas. Pirro dejó a su hijo Ptolomeo, de quince años, a cargo de Epiro.

Las Guerras Pírricas: Enfrentamientos con Roma

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Movimientos de Pirro en la guerra contra Roma (280-275 a. C).

En el año 280 a.C., Pirro, con 38 años, viajó a Italia con un ejército de 20.000 soldados de infantería, 3.000 de caballería, arqueros, honderos y 20 o 50 elefantes. Una tormenta dispersó su flota, y llegó a Tarento con solo una parte de su ejército. Los tarentinos eran fiesteros y no querían luchar, así que Pirro cerró los lugares públicos y obligó a los jóvenes a unirse a su ejército.

Batallas contra los romanos en Italia

Los romanos, liderados por el cónsul Publio Valerio Levino, avanzaron. Pirro intentó negociar la paz, pero los romanos rechazaron su oferta con orgullo.

La Batalla de Heraclea

Archivo:Battaglia Heraclea1-es
Esquema de la batalla de Heraclea.

Pirro atacó a los romanos cerca del río Siris. La batalla fue muy reñida, con ambos ejércitos avanzando y retrocediendo siete veces. Finalmente, Pirro usó sus elefantes, que asustaron a los romanos y los hicieron huir. La caballería tesalia los persiguió. Los romanos se retiraron, dejando su campamento.

Aunque Pirro ganó, sus pérdidas fueron grandes. Se dice que, al ver el campo de batalla, dijo: "Otra victoria como esta, y tendré que regresar a Epiro solo". Trató bien a los prisioneros romanos y enterró a los muertos de ambos bandos.

Negociaciones de paz con Roma

Esta victoria hizo que los aliados de Pirro se unieran a él. Envió a su ministro Cineas a Roma con propuestas de paz: los romanos debían reconocer la independencia de los griegos italianos y devolver tierras a sus aliados. A cambio, Pirro devolvería a los prisioneros sin rescate.

Muchos senadores romanos pensaron en aceptar, pero el anciano Apio Claudio Ceco dio un discurso patriótico, rechazando la rendición y expulsando a Cineas de Roma.

Avance hacia Roma

Archivo:Pyrrhus advance towards rome es
Avance de Pirro sobre Roma.

Pirro decidió seguir la guerra. Avanzó hacia Roma, saqueando tierras aliadas. Llegó a Preneste, a solo 35 km de Roma. Sin embargo, se enteró de que los romanos habían hecho la paz con los etruscos y que otro cónsul había regresado con su ejército. Sin esperanzas de paz, Pirro se retiró a sus cuarteles de invierno en Tarento.

El invierno en Tarento

Los romanos enviaron una embajada a Pirro para negociar el rescate de prisioneros. Pirro los recibió con respeto. No aceptó el rescate, pero permitió que los prisioneros fueran a Roma a celebrar las Saturnales, con la condición de que regresaran si el Senado no aceptaba sus términos de paz. Como el Senado se mantuvo firme, todos los prisioneros regresaron a Pirro.

La Batalla de Asculum

La guerra continuó en el 279 a.C. La batalla principal fue cerca de Asculum. El terreno desigual al principio favoreció a los romanos, pero Pirro los llevó a un terreno llano, donde los derrotó. Los romanos se retiraron a su campamento. Pirro también sufrió muchas bajas. Esta victoria no le dio una ventaja clara, y tuvo que retirarse a Tarento para el invierno. Desde entonces, una victoria con un costo muy alto se conoce como "victoria pírrica". Se dice que Pirro exclamó: "¡Otra victoria como esta y estaré vencido!".

Tregua con Roma

Archivo:Pyrrhus Viewing the Roman Encampment
Pirro observa un campamento romano. Ilustración del libro History of Pyrrhus de Jacob Abbott.

Las pérdidas de Pirro eran grandes, y no podía recibir más refuerzos de Epiro. Así que evitó arriesgar a sus soldados griegos. Recibió dos invitaciones de Siracusa, que estaba siendo invadida por los cartagineses. Esta nueva aventura le pareció más fácil.

Para ir a Sicilia, necesitaba una tregua con los romanos. A principios del 278 a.C., un médico de Pirro ofreció envenenarlo a los cónsules romanos. Pero los cónsules, Cayo Fabricio Luscino y Emilio, rechazaron la traición y enviaron al médico de vuelta a Pirro. En agradecimiento, Pirro liberó a todos los prisioneros romanos sin rescate. Roma le concedió una tregua, pero no una paz formal, ya que Pirro no quería dejar Italia.

La campaña de Pirro en Sicilia

Archivo:Pyrrhus assaults Lilybaeum
Pirro asalta Lilibea. Ilustración del libro History of Pyrrhus de Jacob Abbott.

Pirro fue a Sicilia, dejando a sus generales en Tarento y Locri. Permaneció en Sicilia más de dos años (278-276 a.C.). Tuvo grandes éxitos al principio, expulsando a los cartagineses y conquistando la ciudad de Erice. Fue proclamado rey de Sicilia.

Los cartagineses, asustados, le ofrecieron barcos y dinero para una alianza, pero Pirro rechazó la oferta. Poco después, fue rechazado con grandes pérdidas al intentar asaltar la ciudad de Lilibea. Su prestigio disminuyó.

Después de la derrota en Lilibea, Pirro quiso construir una flota para atacar a los cartagineses en África. Pero los griegos de Sicilia, que lo habían invitado, ahora querían que se fuera. Pirro actuó de forma dura, y pronto él mismo deseaba abandonar la isla. Cuando sus aliados italianos le pidieron ayuda de nuevo, regresó a la península. Al irse, dijo: "¡Qué buena arena de combate dejamos aquí para romanos y cartagineses!".

El regreso a Italia y la derrota final

Pirro regresó a Italia a finales del 276 a.C. Fue atacado por una flota cartaginesa y perdió muchos barcos. Al desembarcar, tuvo que luchar contra los mamertinos. Finalmente, llegó a Tarento. Sus tropas eran ahora principalmente mercenarios, cuya lealtad dependía de las victorias y el pago.

Pirro recuperó Locri, que se había rebelado. Como necesitaba dinero para sus soldados, y no lo conseguía de sus aliados, algunos le aconsejaron tomar los tesoros del templo de Proserpina. Los barcos que llevaban el dinero fueron devueltos a Locri por una tormenta. Esto afectó a Pirro, quien ordenó devolver los tesoros al templo y castigó al que le había dado el consejo. Desde entonces, creyó que la ira de Proserpina lo perseguía.

La Batalla de Benevento

El año 274 a.C. marcó el final de la carrera militar de Pirro en Italia. Los cónsules romanos eran Manio Curio Dentato y Servio Cornelio Merenda. Pirro atacó a Curio cerca de Benevento por la noche, pero sus cálculos fallaron, y llegaron al amanecer. Las tropas de Pirro estaban cansadas y fueron rechazadas. Curio atacó en campo abierto. Un ala romana ganó, pero la otra fue empujada por la falange y los elefantes. Sin embargo, los elefantes se asustaron por los proyectiles romanos y huyeron, causando confusión en el ejército de Pirro. Los romanos cargaron de nuevo y derrotaron al enemigo. Pirro llegó a Tarento con solo unos pocos jinetes.

El regreso a Epiro y nuevas campañas

Sin más tropas, Pirro tuvo que abandonar Italia. Regresó a Grecia a finales del 274 a.C., después de seis años. Llevaba pocos soldados y poco dinero.

Invasión de Macedonia

A principios del 273 a.C., invadió Macedonia, gobernada por Antígono II Gónatas. Al principio solo quería saquear, pero tuvo mucho éxito. Tomó varias ciudades sin resistencia. Emboscó a Antígono en un desfiladero, destruyendo a sus mercenarios y capturando sus elefantes. La falange de Antígono desertó y dio la bienvenida a Pirro como rey.

Pirro se convirtió en rey de Macedonia por segunda vez. Pero su espíritu inquieto lo llevó a nuevas aventuras.

Guerra con Esparta

Cleónimo, un príncipe espartano, había sido excluido del trono y buscaba venganza. Le pidió a Pirro que declarara la guerra a Esparta.

Pirro fue al Peloponeso en el 272 a.C. con un gran ejército. Los espartanos le reprocharon que actuara en contra de sus palabras de paz. Pirro respondió que los espartanos tampoco avisaban a sus enemigos. La ciudad de Esparta no estaba preparada, y su rey, Areo I, estaba en Creta. Cleónimo le pidió a Pirro que atacara de inmediato, pero Pirro decidió esperar al día siguiente.

Durante la noche, los espartanos, incluyendo ancianos, jóvenes, hombres y mujeres, trabajaron sin descanso para cavar un foso y construir barricadas. Al día siguiente, Pirro atacó, pero fue rechazado por los espartanos, que lucharon con valentía. La llegada de Areo y refuerzos de Antígono obligó a Pirro a abandonar la esperanza de conquistar la ciudad. Decidió pasar el invierno en el Peloponeso.

Ataque a Argos y la muerte de Pirro

Mientras se preparaba, Aristeas, un noble de Argos, le pidió ayuda contra su rival. Pirro avanzó desde Laconia, pero tuvo que luchar contra los espartanos de Areo. En uno de estos combates, su hijo mayor, Ptolomeo, murió, lo que causó un gran dolor a Pirro.

Al llegar cerca de Argos, encontró a Antígono acampado. Un grupo en Argos quería que tanto Pirro como Antígono se fueran. Antígono aceptó, pero Pirro se negó. Al anochecer, Aristeas permitió que Pirro entrara en la ciudad.

Al amanecer, Pirro se dio cuenta de que las fortalezas estaban en manos enemigas y decidió retirarse. Envió órdenes a su hijo Heleno para que abriera una parte de las murallas, pero hubo un error, y Heleno intentó entrar por el mismo lugar por donde Pirro salía. Los dos grupos se encontraron, y un elefante cayó, causando más confusión. Pirro estaba en la retaguardia, luchando para contener al enemigo. Fue herido levemente por una jabalina. Al girarse para vengarse, la madre del soldado, desde un tejado, le arrojó una teja pesada que lo golpeó en la nuca. Pirro cayó de su caballo, aturdido. Fue reconocido y asesinado por un soldado de Antígono. Su cabeza fue llevada a Alciones, el hijo de Antígono, quien la mostró a su padre. Antígono, sin embargo, ordenó que el cuerpo de Pirro fuera enterrado con honores en el templo de Démeter.

El legado de Pirro

Pirro tuvo cuatro esposas y varios hijos, incluyendo a Alejandro, quien lo sucedió como rey de Epiro.

Un balance de su vida

Pirro murió en el 272 a.C. a los 46 años. Fue un gran guerrero y uno de los mejores líderes de su tiempo. Aunque buscaba su propio engrandecimiento, era considerado justo y amable con su pueblo. Sus soldados y amigos le fueron leales.

El historiador griego Plutarco dijo que Pirro siempre buscaba nuevas aventuras, sin importar si ganaba o perdía. El escritor estadounidense Jacob Abbott señaló que, a pesar de su gran talento, Pirro no logró un objetivo claro, siguiendo cada impulso.

El pensador Montesquieu lo describió como un aventurero que siempre necesitaba nuevas empresas para subsistir.

La "victoria pírrica"

La expresión "victoria pírrica" se usa para describir un éxito que se logra con un costo tan alto que no vale la pena. Se aplica no solo a las guerras, sino también a otras situaciones, como unas elecciones ganadas por muy poco margen.

Pirro como gobernante y general

Pirro gobernó Epiro de manera justa, y su pueblo le fue fiel. Sus guerras no fueron innecesariamente crueles. Siempre mantuvo el afecto de sus sirvientes y amigos. Su valentía, estrategia y carisma podrían haberlo convertido en el monarca más poderoso si hubiera sido más constante en sus objetivos.

Fue considerado uno de los mejores generales de la historia. Algunos lo comparaban con Alejandro Magno. El historiador militar romano Frontino destacó algunas de sus tácticas, como no perseguir sin descanso a un enemigo que huye, para que este se sienta más inclinado a escapar en el futuro.

El historiador militar estadounidense Theodore Ayrault Dodge dijo que Pirro era brillante y hábil, pero le faltaba solidez en sus planes.

Pirro como escritor

Pirro escribió un libro sobre el arte de la guerra, que fue muy popular. También creó un juego de tácticas militares, conocido en Roma como Latrunculi, un juego de estrategia muy difícil.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Pyrrhus of Epirus Facts for Kids

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Pirro de Epiro para Niños. Enciclopedia Kiddle.