Pilar López Júlvez para niños

Pilar López Júlvez (nacida en San Sebastián, el 4 de junio de 1912, y fallecida en Madrid, el 25 de marzo de 2008) fue una destacada bailarina y coreógrafa española. Es reconocida por su importante contribución al mundo de la danza.

La vida de Pilar López: Una trayectoria en la danza

Pilar López pasó su infancia en Madrid, donde residía su familia. Era la hermana mayor de la famosa bailarina conocida como La Argentinita. Desde muy joven, Pilar mostró su talento.

Primeros pasos en el arte

A los cinco años, Pilar ya ofrecía homenajes a su hermana en Santander. Recibió clases de piano y solfeo, que son fundamentales para la música. En el Teatro Romea, tuvo la oportunidad de conocer a grandes artistas de su tiempo, como Pastora Imperio.

En 1923, con solo once años, Pilar López comenzó su carrera profesional de forma independiente. Actuó en importantes escenarios como el Teatro Romea, el Teatro de La Latina y el Teatro Principal, donde obtuvo mucho éxito. También presentó un espectáculo propio junto al bailaor Rafael Ortega "Rafaé" en el Teatro de La Comedia.

Colaboración con La Argentinita

En 1933, Pilar trabajó por primera vez con su hermana en Cádiz. Allí estrenaron la obra El amor brujo del compositor Manuel de Falla. A partir de ese momento, las dos hermanas iniciaron una nueva etapa profesional juntas. Pilar se convirtió en la segunda bailarina de la compañía de su hermana.

Juntas, recorrieron España y llevaron su arte a París, actuando en el Teatro de Champs Elysées. También realizaron giras por América. Antes de la mitad de la Segunda Guerra Mundial, visitaron varias veces ciudades como Buenos Aires, México y Centroamérica. En 1943, estrenaron en Nueva York la obra El Café de Chinitas en el famoso Metropolitan Opera House. Gracias a este éxito, recorrieron Estados Unidos, visitando Washington D. C., Boston, San Francisco y otras grandes ciudades.

Creación de su propia compañía

En 1945, la triste muerte de su hermana, La Argentinita, llevó a Pilar a disolver la compañía. Se tomó un año de descanso antes de regresar a los escenarios. En esta ocasión, formó su propia compañía de danza. Contó con la participación de reconocidos bailaores como José Greco y Manolo Vargas, guitarristas como Ramón Montoya, y figuras importantes como Pastora Imperio en algunas presentaciones.

Durante esta etapa, Pilar López estrenó obras como Pepita Jiménez, el Boléro de Ravel, una nueva versión de El Café de Chinitas y El sombrero de tres picos. También incluyó composiciones de autores como Chueca y Enrique Granados. Con su nueva compañía, volvió a viajar por Europa y América, actuando en ciudades como París, Edimburgo, Helsinki, Estocolmo, Lisboa, Buenos Aires y Caracas.

Expansión del repertorio y reconocimiento

A finales de los años 40 y durante la década de los 50, Pilar López continuó su intensa actividad y amplió el repertorio de su compañía. Incorporó obras como Capricho Español de Nikolái Rimski-Kórsakov, Puerta de Tierra, Triana, El Polo y Rumores de la Caleta de Isaac Albéniz. También presentó La zapatera y el embozado de Jesús García Leoz y el Ballet de Alberto Torres, una adaptación de personajes de la obra poética de Federico García Lorca. Entre sus adaptaciones coreográficas, destacó Madrid flamenco.

En los años 60, bailarines talentosos como Mario Maya y Antonio Gades se unieron a su compañía, lo que la hizo aún más fuerte y exitosa. La década de los 70 marcó el punto más alto de la fama de Pilar López. Su repertorio siguió creciendo con obras de Georges Bizet, y sus presentaciones llegaron a lugares tan lejanos como Londres, Japón y Oriente Medio.

Pilar López recibió numerosas condecoraciones y premios a lo largo de su carrera. Entre ellos, destacan la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, la Cruz y el lazo de dama de la Orden de Isabel la Católica, y el Compás del Cante en 1989. También fue reconocida en muchos países de América y Francia.