Paul Delvaux para niños
Datos para niños Paul Delvaux |
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![]() Paul Delvaux firmando autógrafos (1972).
Bruselas, Bélgica. |
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Información personal | ||
Nacimiento | 23 de septiembre de 1897 Antheit, Bélgica |
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Fallecimiento | 20 de julio de 1994 Veurne, Bélgica |
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Sepultura | Veurne Communal Cemetery | |
Nacionalidad | Belga | |
Lengua materna | Francés | |
Educación | ||
Educado en | Academia Real de Bellas Artes de Bruselas | |
Información profesional | ||
Área | Pintura | |
Años activo | Surrealismo | |
Miembro de | Academia de Bellas Artes | |
Paul Delvaux (nacido en Antheit, provincia de Lieja, el 23 de septiembre de 1897, y fallecido en Veurne, provincia de Flandes Occidental, el 20 de julio de 1994) fue un pintor belga muy conocido. Al principio, su estilo se acercaba al neoimpresionismo y al expresionismo. Más tarde, influenciado por otros artistas como René Magritte, se dedicó al surrealismo. Sus pinturas suelen mostrar figuras en ambientes que parecen sacados de sueños, con un toque misterioso y figuras idealizadas.
Contenido
La vida de Paul Delvaux
Paul Delvaux fue hijo de un abogado. Desde 1920 hasta 1924, estudió pintura y arquitectura en la Academia de Bellas Artes de Bruselas. Allí, recibió clases de un profesor llamado Constant Montald.
Desde joven, Paul Delvaux también tomó clases de música y estudió griego y latín. Le encantaba leer las historias de Julio Verne y la poesía de Homero. Todas estas lecturas influyeron mucho en su trabajo. Sus primeros dibujos, por ejemplo, ya mostraban escenas de la mitología.
Aunque sus padres preferían que estudiara arquitectura, Paul logró seguir su pasión por la pintura. Asistió a clases de pintura con Constant Montald y Jean Deville. Otros pintores como Frans Courtens y Alfred Bastien también lo animaron. En sus primeras obras, pintaba principalmente paisajes de forma muy natural.
En 1965, Paul Delvaux fue nombrado director de la Academia Real de Bellas Artes.
En 1982, se abrió un museo dedicado a su obra en San Idesbaldo, Bélgica. Paul Delvaux falleció en Veurne en 1994.
La carrera artística de Paul Delvaux
Paul Delvaux pintó alrededor de ochenta cuadros entre 1920 y 1925. En 1925, tuvo su primera exposición individual. Sus primeras obras mostraron la influencia del impresionismo y del expresionismo alemán, que conoció a través de Gustave de Smet.
Un cambio hacia el surrealismo
En 1934, Paul Delvaux participó en una exposición importante llamada Minotauro en Bruselas. Allí, compartió espacio con otros grandes artistas como René Magritte, Salvador Dalí, Max Ernst y Joan Miró. Esta exposición marcó un gran cambio en su estilo. Después de ella, incluso destruyó la mayoría de sus obras anteriores.
Las pinturas de Delvaux de finales de los años veinte y principios de los treinta mostraban figuras en paisajes. Estas obras estaban muy influenciadas por artistas expresionistas flamencos como Constant Permeke. Alrededor de 1933, su estilo cambió de nuevo. Esto se debió a la influencia del "arte metafísico" de Giorgio de Chirico, a quien había conocido años antes.
A principios de los años treinta, Delvaux encontró más inspiración en sus visitas a la Feria de Bruselas. Allí, un museo de curiosidades médicas llamado Museo Spitzner tenía un puesto. En este puesto, se exhibían esqueletos y una figura mecánica de Venus. Este espectáculo fascinó a Delvaux y le dio ideas para sus futuras obras.
A mediados de los años treinta, Paul Delvaux empezó a usar algunos de los temas de su compatriota belga Magritte. También adoptó el estilo tranquilo de Magritte para mostrar objetos comunes de formas inesperadas. Encontró en James Ensor, y especialmente en René Magritte y Giorgio de Chirico, la inspiración para un estilo que mantuvo toda su vida. Este estilo se conoce como realismo mágico.
Delvaux reconoció la influencia de otros artistas. Sobre de Chirico, dijo: "Con él me di cuenta de que era posible, el ambiente que tenía que desarrollar, el ambiente de calles silenciosas con sombras de personas que no pueden verse". Aunque Delvaux estuvo un tiempo con el grupo surrealista belga, él no se consideraba "un surrealista en el sentido estricto de la palabra".
Según Marc Rombaut, Delvaux siempre mantuvo una conexión especial con su infancia. Esta conexión fue la razón principal de su trabajo y siempre se reflejó en sus obras. Esta "infancia" dentro de él lo llevó a crear arte con una dimensión poética.
La fuite (1936) fue una de las primeras obras que pintó con este nuevo estilo. Este estilo se enriqueció aún más durante su viaje a Italia en 1938. Sus obras de entonces incluyeron referencias a la arquitectura antigua y paisajes con ruinas, como en La ville endormie (1938).
Temas recurrentes en su obra
Las pinturas de Delvaux se hicieron famosas por representar figuras femeninas que miran fijamente, como hipnotizadas, con gestos misteriosos. A veces, estas figuras aparecen en lugares inesperados, como una estación de tren o edificios clásicos. En ocasiones, están acompañadas por esqueletos, hombres con sombreros o científicos, inspirados en las historias de Julio Verne.
Delvaux repitió variaciones de estos temas durante toda su larga vida. Sin embargo, hubo algunos cambios. Por ejemplo, sus pinturas de 1945-47 tenían un estilo más plano y usaban la perspectiva de forma distorsionada. También pintó una serie de escenas de crucifixiones con esqueletos en los años 50.
A finales de los años cincuenta, creó una serie de escenas nocturnas. En ellas, se veían trenes observados por una niña de espaldas. Estas composiciones no eran abiertamente surrealistas, pero la claridad de los detalles bajo la luz de la luna creaba un efecto de ensueño. Los trenes siempre fueron un tema que interesó a Delvaux. Nunca olvidó lo asombroso que le pareció, de niño, ver los primeros tranvías eléctricos en Bruselas.
En 1959, Paul Delvaux pintó un gran mural para el Palais du Congrès en Bruselas. Fue uno de sus encargos decorativos más importantes.
El legado de Paul Delvaux
La técnica de Delvaux era muy precisa. Su estilo, que a veces parecía anticuado a propósito, hacía que el misterio de sus obras fuera aún más fuerte. En sus cuadros, se ven figuras femeninas con un aspecto similar, quietas y silenciosas, dentro de un espacio muy definido. A veces, se añade una luz tenue y misteriosa. También puede aparecer un hombre vestido (que podría ser el propio artista) que ignora a las figuras o las mira sin emoción.
Las obras de Delvaux se encuentran en importantes colecciones de arte. Algunas están en museos belgas, y otras en la Tate Gallery de Londres, el Museo Nacional de Arte Moderno de París y el Museo de Arte Moderno de Nueva York. En España, la única obra suya en una colección pública es Mujer ante el espejo (1936), que está en el Museo Thyssen-Bornemisza. La colección de Tita Cervera tiene un misterioso paisaje urbano llamado El viaducto. También destaca el gran cuadro La llamada, de la colección de arte de Telefónica.
En 1982, se inauguró un museo en San Idesbaldo (Bélgica) dedicado a este artista.