Patria Nueva (Hidalgo) para niños
Datos para niños Patria Nueva |
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Entidad subnacional | ||
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Localización de Patria Nueva en México
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Localización de Patria Nueva en Hidalgo
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Coordenadas | 20°22′17″N 99°03′07″O / 20.371472222222, -99.052083333333 | |
Entidad | Localidad de México | |
• País | ![]() |
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Población (2010) | ||
• Total | 1752 hab. | |
Código postal | ||
Código INEGI | 130550013 | |
Patria Nueva es una localidad ubicada en el municipio de Santiago de Anaya, estado de Hidalgo, México.
Contenido
Ubicación
Está enmarcada en una especie de valle rodeada de una serie de elevaciones de regular tamaño, conocidos como cerro “El Cebadero” en la parte norte, “El Ghemai” en la parte norponiente, “La Cumbre” al poniente, cerro “El Xitephe” a la entrada de la comunidad viniendo de sur a norte y el cerro del “Teptha” en la parte nororiente.
Limita al norte por los ejidos de Yolotepec, La Blanca y El Palmar, al sur por la comunidad de Boxaxni y Lagunilla (Las Rosas), al este con las comunidades de La Blanca y El Mezquital y al oeste nuevamente con el ejido de Yolotepec. Sentada actualmente a ambos lados de la carretera federal No. 85 (México-Laredo) sobre el kilómetro 135.
Toponimia
No se sabe cuándo y quien dio origen al primer nombre de este lugar, sin embargo el nombre antiguo de este pueblo “Ndese” tiene raíces otomíes dado quizás por el asentamiento de grupos indígenas que habitaban la zona antes de la Conquista de México; en otomí “Ndese” significa lugar de capulines y esto se presume porque todavía se conserva en algunos lugares de la comunidad una gran cantidad de arbustos o pequeños árboles silvestres, llamados capulines o capulincillos, con un fruto de color negro no comestible.
Existe una hipótesis que después de la Conquista se le llamó barrio “El Capulín”. Capulín es de origen náhuatl bajo la denominación capolin/capolcuahuitl, que es una planta o árbol con un fruto parecido a la cereza. Lo anterior en virtud de que los historiadores nos dicen que, durante la colonia, el “barrio” se reafirmó como espacio específicamente vinculado al indígena alojado en la periferia de alguna ciudad o pueblo.
Historia
Época prehispánica
El área geográfica de este pueblo pudo estar habitada muchísimo antes de la conquista de México, ya que se han tenido hallazgos de restos fósiles de animales de gran tamaño, estos restos se han encontrado en minas de arena y se ha confirmado que se trata de un mamut, se han encontrado también restos de humanos de gran tamaño, esto es; de más de tres metros totales de altura, lo cual nos recuerda los mitos y leyendas sobre seres gigantes en muchas culturas del mundo, incluida la leyenda otomí de los “uemas”, los gigantes nómadas que habitaron alguna vez el mundo prehispánico, y el mito que fueron los ancestros de los otomíes y quienes les enseñaron el arte de la alfarería.
No se sabe cuándo y cómo pudo haber ocurrido la llegada los primeros hombres para formar asentamientos humanos en esta parte de tierra del Valle del Mezquital, sin embargo un hecho importante son los hallazgos de restos y piezas de obsidiana a hacia la zona muy baja de la falda del cerro “El Teptha” hasta muy cerca del actual canal de Gaxidho y los límites de lo que ahora son parte de los terrenos ejidales, se han encontrado también restos de recipientes de barro finamente labrados, entre las piezas de obsidiana, las de mayor peculiaridad son las encontradas con apariencia de puntas de flecha de diversos tamaños.
Previo a la conquista de los españoles en los tiempos de dominio de los mexicas, se constituyeron en la principal fuerza política y militar del altiplano central, se habla de un pueblo otomí sometido y rechazado y que fueron relegados a zonas de difícil acceso, y estos buscaron refugio entre estos lugares áridos del Valle del Mezquital, razón por la que se presume que existían grupos en la región que limitan este quienes se dedicaban a la caza y recogiendo frutos como la flor y el fruto del garambullo, la flor de la palma, el fruto del mezquite, nopales y tunas que hasta antes de que los terrenos fueran de cultivo era la flora típica de nuestra tierra, sin embargo eran grupos seminómadas y quizás por esa razón no se tiene en esta zona algún vestigio importante de estos grupos, solo las piezas de obsidiana y cerámica encontradas en esta tierra.
Periodo del Virreinato Español
Después de la conquista de la gran Tenochtitlan no se ha encontrado algún documento histórico de este pueblo, sin embargo a la llegada de los españoles el Valle del Mezquital ya estaba poblado y una vez consumada la conquista de Tenochtitlan, se inicia la expansión de esta conquista sobre reinos y grupos indígenas entre ellos el territorio de lo que hoy conforma el estado de Hidalgo, Hernán Cortes solicita a España el envío de religiosos para la evangelización, en el año de 1533 llegan los agustinos y después de 1536 se instalan en el Valle del Mezquital, estos misioneros agustinos fundaron conventos y templos; en Patria Nueva existen cuatro capillas en pie, el “Dextho”, los “Dolores”, la capilla de la Virgen María conocida antiguamente como capilla de la Bóveda y la Capilla de la Candelaria, existen tres capillas más de las cuales una de ellas ya no se tiene ningún rastro y que se le conocían como capilla de “San Antonio”, la cual se ubicaba en la zona centro del pueblo y conocida antiguamente en otomí como Nitsʹi (en lo alto), otra se conoce como la capilla de “Orizabita” o El Bondho y otra más que se conoce como la del Sagrado Corazón, conocida antiguamente en otomí como Nguani (falda o pie del cerro); durante la restauración de la capilla de la Virgen María o la Bóveda y la de la Virgen de la Candelaria se determinó a través de los grabados en sus paredes que su construcción se pudo haber realizado durante el siglo XVII, quizás un poco antes, por los frailes agustinos, y por lo tanto estas construcciones en esta comunidad son de las más antiguas y se presume que eran los lugares de descanso y oración de los frailes y como parte la conquista espiritual a través de la religión, por lo que para los frailes sirvió, además de la colonización de los pueblos, para la evangelización de los pueblos y grupos con el propósito de convertir al cristianismo a los indígenas.
Porfiriato, revolución y periodo posrevolucionario
En esta región del Valle del Mezquital estaba la hacienda de “San Miguel Ocozá”, dedicada a la explotación del maguey y labores de cultivo, por lo que gran parte de la región giraba en torno a esta hacienda del Ocozá, Patria Nueva pueblo otomí, conocido en aquellos tiempos como barrio El Capulín, sufrió también por parte de los dueños de esta hacienda los atropellos propios de esa época de represión y fuerza a los campesinos y se confirman los injusticias de la época por la hacienda escritas en los diarios personales de J. Trinidad Pérez Camargo y Donaciano Camargo Pérez, personajes nacidos en el antiguo barrio El Capulín y que describen desde 1899 de manera espléndida en sus diarios estos pasajes históricos de injusticias, en los cuales se cita que el penúltimo dueño de esa hacienda era José Isabel Olmos.
Dado que el barrio El Capulín en esa época era un anexo del pueblo de Yolotepec, la gente de esta comunidad, ahora Patria Nueva, obligaba a que todas las cuestiones de servicio como ciudadanos las hicieran en el pueblo de Yolotepec, desde representantes, miembros de comités, lo anterior en virtud de que como barrio no tenía la categoría ante el municipio de tener sus propios representantes. Sin embargo, fue esto lo que originó que ciudadanos del barrio el Capulín iniciaran las gestiones y lucha para que se diera la dotación de tierras ejidales de la Hacienda de Ocozá
Con el fin de resolver los problemas de desigualdad de la tierra, y considerando el decreto del 6 de enero de 1915 emitido por Venustiano Carranza, que fue el antecedente inmediato al artículo 27 de la Constitución y el cual establecía las bases para tipificar los terrenos ejidales, los terrenos comunales y la pequeña propiedad, fue creada la Comisión Nacional Agraria que tenía jurisdicción sobre todo el territorio Nacional y que tenía la facultad de otorgar dotaciones, restituciones y ampliaciones de terrenos, esto fue posible hacerlo a través de las Comisiones Locales Agrarias y de los Comités Particulares Ejecutivos que se formaron en las diferentes entidades de nuestro México y entre ellos el antiguo barrio El Capulín.
A partir de esto y no obstante de ser un barrio, El Capulín, se consideró en el resolutivo Presidencial que aun cuando no tenía la capacidad legal para obtener por sí mismo y separadamente la dotación de ejidos, según el artículo 16 del Reglamento Agrario, si se tenía el derecho a que se le otorgaran conjuntamente con Yolotepec, por ser parte integrante en esa época de ese pueblo; el 14 de septiembre de 1916 se solicitó la restitución de ejidos, precisando que en caso de que esto no fuera procedente, se diera la dotación de tierras, esto se reiteró a través de los representantes el 7 de noviembre de 1916.
El 30 de marzo de 1919, se envió comunicado de la Comisión Nacional Agraria y firmado por el Jefe de los Grupos de Ingenieros Militares, Carlos Villagómez, al Comité Particular Administrativo, que era presidido por dos vecinos del antiguo barrio El Capulín, Donaciano Camargo Pérez y Rafael Cruz, en el cual les informaban de los acuerdos de los Jefes de la Revolución en relación con que había acuerdos firmados años atrás para que las tierras de las haciendas se convirtieran en ejidos, donde se cita que el primer escrito donde se solicitaron tierras fue el 20 de diciembre de 1914, los solicitantes de estas tierras de la hacienda de Ocozá que ya en aquella época el dueño era Alejandro Athie, fueron los siguientes vecinos del antiguo barrio el Capulín, hoy Patria Nueva; Donaciano Camargo Pérez, Rafael Cruz Pérez, José Pérez, Fausto Pérez, J. Trinidad Pérez Camargo, Alberto Cruz Pérez y Emilio Hernández Gómez, este último revolucionario y vecino de Santiago de Anaya, Hidalgo.
Con la creación de los Comités Particulares Ejecutivos, se formó el Comité del antiguo barrio El Capulín y el pueblo de Yolotepec, la aprobación de este Comité y sus miembros por parte del Gobernador del Estado, siendo en aquel entonces el C. Amado Azuara, fue notificado al representante electo de este Comité Toribio López, vecino de barrio El Capulín el 22 de noviembre de 1923.
La Comisión Local Agraria emitió su dictamen el día 23 de febrero de 1924 y fue aprobado en esa misma fecha por el Gobernador del Estado y esto fue notificado el 11 de marzo de 1924 al representante del pueblo de Yolotepec Donaciano Camargo Pérez quien era originario del barrio El Capulín, que el Ing. Arturo P. Sánchez pasaría para proceder a la posesión provisional de tierras decretadas por el Gobernador del Estado el 23 de febrero de 1924.
El 22 de marzo de 1924, el Secretario de la Comisión Local Agraria, envió oficio al Comité Administrativo, Donaciano Camargo Pérez, donde se le entera a la Comisión Local Agraria que el C. Ing. Arturo P. Sánchez dio posición provisional de las tierras ejidales del 16 al 18 de marzo de 1924.
El 15 de mayo de 1925 el Comité Ejecutivo presidido por J. Trinidad Pérez Camargo, vecino del barrio El Capulín convocó a todos los vecinos del barrio El Capulín y el pueblo de Yolotepec, para que recibieran sus parcelas ejidales de manera provisional como ejidatarios.
El Presidente de la República Plutarco Elías Calles y el Secretario de Agricultura y Fomento y Presidente de la Comisión Nacional Agraria Luis L. León, emiten el resolutivo el 10 de septiembre de 1925 para la dotación de tierras ejidales a la solicitud realizada desde el 14 de septiembre de 1916 de acuerdo al dictamen de la Comisión Nacional Agraria confirmando la resolución del 23 de febrero de 1924 por el Gobernador del Estado; publicándose en el Diario Oficial de la Federación el 9 de diciembre de 1925.
Categoría de pueblo
En 1951, Patria Nueva no contaba con iglesia propia y tan sólo agrupaba a 67 familias, lo que la dejaba con menos 1000 habitantes. Se seguía dependiendo en la mayoría de las actividades principales del pueblo vecino de Yolotepec, para los festejos de la fiestas religiosas se conformaban los llamados mayordomos y estos eran regularmente del barrio El Capulín y se veneraba al santo patrono de Yolotepec San Juan Bautista el día 24 de junio de cada año, sin embargo había otros santos que eran propiedad del barrio El Capulín, estos eran el cristo de la Preciosa Sangre, la Virgen María, la Virgen de Dolores y la Virgen de Guadalupe, no se sabe con exactitud en que año se llevaron estos santos del barrio El Capulín a la iglesia de Yolotepec, esto por ser una iglesia grande y en el barrio solo se tenían pequeñas capillas y existe el mito de que estos santos fueron traídos de la antigua hacienda del “Donij′a”.
Cada 24 de junio, de madrugada, la gente del barrio El Capulín se desplazaba caminando por la carretera federal México-Laredo rumbo a la Iglesia de Yolotepec para festejar a San Juan Bautista. Transcurría el mes de junio del año de 1951, cuando los vecinos del barrio El Capulín llegaron como lo hacían desde hacía muchos años a la iglesia de Yolotepec en procesión con su música, ceras escamadas y flores, encontrando las puertas cerradas, ya que los vecinos de Yolotepec habían cantado desde muy temprano las mañanitas y cerrado después de esto las puertas, debido a esto hubo disgusto de la gente del barrio El Capulín por esta acción de los pobladores de Yolotepec.
Derivado de lo ocurrido, los vecinos del barrio El Capulín ya no fueron al año siguiente, junio de 1952 y se fue fraguando por los vecinos del barrio El Capulín, traerse a sus santos; lo cual pudo ser posible el 11 de agosto de 1952, aprovechando que se tuvo una misa por la mañana en la iglesia de Yolotepec para festejar el aniversario de la muerte de una vecina del antiguo barrio El Capulín y hubo mucha gente de esta comunidad que asistió porque días antes ya se había tramado que durante este evento se traerían a sus Santos y de este hecho creció la idea de formar un pueblo independiente.
Fue entonces durante esta misa en que los vecinos del barrio El Capulín, solicitaron a algunos vecinos de Yolotepec presentes la entrega de unas imágenes que estaban en su templo, porque eran de su propiedad y trasladarlos a su barrio, ante esto hecho el cura que oficiaba la misa exhorto a los vecinos de Yolotepec para que entregaran los Santos a los vecinos del barrio El Capulín porque eran propiedad de ellos a fin de evitar algún conflicto.
Una vez recuperados los Santos y en las manos de unas 60 personas aproximadamente del barrio El Capulín tomaron camino nuevamente por la carretera federal México-Laredo rumbo a su barrio llevando en hombros a sus Santos.
Este hecho fue el detonante para la separación e independencia de Yolotepec y la conformación de un nuevo pueblo, por lo que iniciaron las gestiones para conseguir la categoría de pueblo a través del primer Comité de Mejoramiento Cívico y Material.
Finalmente se logra elevar a categoría de pueblo por Decreto expedido por el Congreso del Estado de Hidalgo y publicado en el Diario Oficial del Estado de fecha 8 de noviembre de 1952. Su nombre quedaría determinado a través del primer Comité de Mejoramiento Cívico y Material y después de varias propuestas, se decidió el nombre de Patria Nueva, ya que representaba el logro de tener una independencia como barrio del pueblo de Yolotepec y se lograba un lugar propio y soberano.
A partir del nacimiento de Patria Nueva como tal, se iniciaron una serie de trabajos y obras reformistas en las que trabajaron la gran mayoría de las familias. Se llegó a construir una iglesia en 1972, terminándose en 1979.
Fiestas y tradiciones
Es tradición del pueblo la celebración de fiestas populares en las cuales no puede faltar la música en sus distintas modalidades y eventos que engalanan estos festejos, en virtud de que la comunidad se formó a partir de un hecho relacionado con imágenes de la religión católica, estas fiestas se hacen justamente para venerar a estos santos; el día 12 de diciembre se festeja a la patrona del pueblo la Virgen de Guadalupe festejándose esta fecha desde 1952 en la que se realizó la primera fiesta ya como pueblo, siendo esta imagen la patrona del pueblo a partir de esa fecha.
También se festeja el 3 de mayo a la Santa Cruz en el cerro Xitphe, el 1 de julio se festeja al señor de la Preciosa Sangre, debiendo decir que en los últimos años ha ido creciendo esta feria, realizando eventos de gran relevancia, el quinto viernes de semana santa se festejaba a la Virgen de los Dolores y en los últimos años este festejo se realiza el 15 de septiembre en la capilla del mismo nombre, el 15 de agosto se festeja a la Virgen María en la capilla del Capulín y el día 2 de febrero se festeja a la Virgen de la Candelaria en la capilla del Capulín II.
Otro festejo muy tradicional y de mucho arraigo en el pueblo, con la participación de los ejidatarios, sus familias y el pueblo en general es el 15 de mayo de cada año en conmemoración de la entrega provisional de las parcelas ejidales en 1925, en el cual se hace un recorrido muy vistoso, antiguamente se hacía con animales (toros y mulas) adornados, los tiempos cambian y ahora se utilizan tractores y remolques acompañados de la banda de música, es un evento en el cual todas las familias llevan sus itacates para comer y convivir, así que se come y se baila en esa fecha, para recordar sus orígenes campesinos.
Es también una tradición en el pueblo el gusto por las fiestas charras, quizás porque se dice que la charrería tiene sus orígenes en el Estado de Hidalgo y se le cataloga como cuna de la charrería; al ser un pueblo de campesinos dedicados a las labores del campo desde hace muchos años el medio de transporte fue el caballo y esto quizás propicio el gusto por estos animales y las suertes charras, la primera charreada en esta comunidad fue el 12 de diciembre de 1952. Así que en los festejos de feria a los santos, es indispensable el 12 de diciembre y el 1 de julio de cada año al menos, realizar charreadas muy importantes participando grandes y prestigiosas asociaciones charras de nuestro país que han visitado a este pequeño rinconcito del valle del mezquital para engalanar estas fiestas disfrutando de los piales, las colas, la cala, jineteo de toro y yegua, terna en el ruedo, manganas a caballo y a pie y finalizar con el paso de la muerte.
Infraestructura y educación
Se encuentra a ambos lados de la carretera federal No. 85 (México-Laredo) sobre el kilómetro 135, siendo esta vía la principal vialidad para su acceso con el exterior. En cuanto a medios de comunicación, cuenta con Internet, red telefónica y telefonía celular, la señal de televisión, llega por señales de cable y abierta. El código postal de la localidad es 42630 y su prefijo telefónico es 772.
Se cuenta con una unidad deportiva con canchas de fútbol, fútbol 7 y desde 2016 una de baloncesto; un auditorio comunitario, explanadas cívicas y la Delegación Municipal. El pueblo cuenta también con un lienzo charro y un Centro de Salud.
En cuanto a la parte educativa, actualmente la población cuenta con un preescolar el cual inició actividades entre 1953 y 19540. En el año de 1973 se le llamó “Emiliano Zapata”. La población cuenta con una escuela primaria la cual se inauguró el 3 de mayo de 1953, actualmente con el nombre de Lázaro Cárdenas. Dentro de la educación media superior, se cuenta con un plantel CECyTE Hidalgo desde agosto de 2010 y a partir de marzo de 2017 se cuenta con un Instituto de Capacitación para los Trabajadores (ICATHI).
Demografía
Es una comunidad que se encuentra registrada en el Catálogo de Comunidades Indígenas y que en el censo del año 2010 registró 1752 habitantes.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, en el año 2010 se registraron 870 hombres y 882 mujeres. El ratio mujeres/hombres fue de 1,014, y el índice de fecundidad de 2,54 hijos por mujer; El grado de escolaridad en ese año fue del 8.11 (8.46 en hombres y 7.78 en mujeres).
El 74,54% de la población es indígena, y el 36,02% de los habitantes habla una lengua indígena. El 0,11% de la población habla una lengua indígena y no habla español.