Mortero (utensilio) para niños
Un mortero es una herramienta muy antigua que se usa para moler o aplastar cosas. Está formado por un recipiente con forma de cuenco y una pieza llamada 'maja' o 'mano', que es como un palo para machacar. Se utiliza en lugares como las farmacias antiguas o en la cocina para triturar semillas, especias, hierbas y otros ingredientes. Los morteros pueden ser de metal, como el almirez, de madera, de cerámica o de piedra, como el molcajete.
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¿Desde cuándo existen los morteros?
Los morteros son herramientas muy antiguas. Se empezaron a usar mucho cuando las personas dejaron de ser nómadas y comenzaron a cultivar la tierra y a criar animales, en una época llamada la revolución neolítica. Sin embargo, ya existían algunos morteros desde mucho antes, en el paleolítico superior. Los morteros más antiguos que se han encontrado para moler semillas datan de hace unos 12,000 a 10,500 años antes de Cristo, en culturas como la kebariense y la natufiense.
Se han encontrado morteros y otros utensilios para guardar y cocinar alimentos en lugares donde vivían personas en el Neolítico, como en el valle del Ararat, en el altiplano armenio, hace unos 6,000 años antes de Cristo.
La forma en que los morteros se extendieron por el mundo y cómo se adaptaron a diferentes usos o materiales disponibles, se puede ver en hallazgos como un mortero romano de cerámica que se encontró en Inglaterra. Este mortero, que está en el Museo Británico, muestra cómo las costumbres de cocina se movieron con la conquista romana de Britania alrededor del siglo I a. C..
Los morteros no han cambiado mucho en su diseño básico a lo largo de los siglos. Solo han variado en tamaño, si tienen una punta para verter lo molido, el grosor de sus paredes o si tienen decoraciones.
¿Para qué se usaban los morteros en ceremonias?
En algunas culturas, los morteros se usaban en rituales especiales. Por ejemplo, la cultura Valdivia en el actual Ecuador tenía morteros con formas de animales que se usaban en ceremonias. Estos morteros se relacionan con hallazgos de la cultura Las Vegas y su uso continuó por muchos siglos, llegando hasta la cultura Chavín en el norte del actual Perú.
En el Monte Carmelo, Israel, se encontraron morteros de aproximadamente un metro de altura. Es poco probable que se usaran para moler granos por su tamaño. Se cree que se utilizaban en rituales funerarios, quizás para producir sonidos que llamaran a las personas a las ceremonias.
El mortero en las farmacias antiguas
Los morteros eran muy importantes en las farmacias antiguas. Se usaban para mezclar los diferentes ingredientes de las medicinas. Por eso, muchas imágenes relacionadas con las farmacias y la alquimia (una práctica antigua que buscaba transformar materiales) muestran morteros. En las farmacias, los morteros solían ser de porcelana, como el famoso mortero de Josiah Wedgwood de 1779.
Con algunos cambios en los materiales y tamaños, los morteros son una de las herramientas que demuestran la conexión que existió durante siglos entre los alimentos y los medicamentos.
El mortero en la cocina
El mortero sigue siendo una herramienta tradicional en la cocina. Se usa para preparar platillos como el guacamole o el pesto, o para triturar especias y otros ingredientes para ensaladas.
Los indígenas de América usaban morteros que hacían en huecos de rocas para moler maíz y otros frutos secos. La herramienta para machacar era un objeto tubular, conocido en México como “tejolote” o “temachín”, que se usaba con morteros de basalto como el molcajete. Muchos de estos morteros excavados en rocas se pueden encontrar en diferentes partes de América. A veces, se encuentran varios morteros juntos en una misma roca, lo que sugiere que varias personas podían trabajar al mismo tiempo. Por ejemplo, en las ruinas del Shincal se encontraron 57 morteros en una sola roca.
En la cocina japonesa, se usaban morteros grandes con mazos de madera para preparar mochi. Un tipo de mortero japonés es el suribachi o surikogi, parecido al lesung de Malasia. En Oriente Medio, se usaban morteros de piedra muy grandes, de dos o tres metros de altura, para picar carne y hacer platillos como el «kibbeh». En África, se usa mucho un mortero con un pilón grande para machacar cereales. En la cocina española, se usa en muchos platillos, como sopas frías (el ajoblanco), salsas (el ajoarriero) y preparaciones como el atascaburras.

Aunque los morteros son esenciales para muchos platillos y aderezos, hoy en día han sido reemplazados en parte por electrodomésticos como licuadoras o multiprocesadoras.
Algunos platillos que tradicionalmente se preparan con mortero son el alioli de la gastronomía mediterránea, el hummus de gastronomía de Oriente Medio, el gazpacho (que viene de la época de al-Ándalus), la humita de la región andina de Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Argentina, y el guacamole, que se cree que viene de la cultura mexica.
Hasta el siglo XX, los morteros eran herramientas de uso diario en la cocina. En el libro La cocina ecléctica (1890) de Juana Manuela Gorriti, que reúne recetas de Latinoamérica, se mencionan los morteros de piedra o madera de diferentes tamaños como utensilios necesarios para hacer pastas o harinas.
¿Por qué es importante la porosidad del mortero?
Para algunas preparaciones, es mejor que los morteros estén hechos de materiales que no sean porosos. Así, no absorben los aromas de los ingredientes que se muelen. Esto es importante para que los sabores y aromas no se mezclen si el mortero no se lava perfectamente, evitando que queden restos de ingredientes anteriores.

Morteros en el arte y las ciudades
En 2015, el Libro Guinness de los récords reconoció que el "Mortero más grande del mundo" se encuentra en el pueblo de Macael, en la Provincia de Almería, España. Es una escultura gigante hecha por Arriaga Artesanos, que usó unas 50 toneladas de mármol de Macael para crearla.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Mortar and pestle Facts for Kids