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Miguel de Santiago para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Miguel de Santiago
Miguel de Santiago.jpg
Miguel de Santiago, por J. Garcés R. (1861).
Información personal
Nombre de nacimiento Miguel Vizuete y Ruíz
Nacimiento Entre 1620 y 1633
Quito, Presidencia de Quito
Fallecimiento 5 de enero de 1706
Quito, Presidencia de Quito
Nacionalidad Ecuatoriana
Religión Catolicismo
Familia
Padres Lucas Vizuete
Juana Ruiz
Cónyuge Andrea Cisneros de Alvarado
Hijos Isabel de Santiago
Juana de Santiago
Información profesional
Área Pintura, dibujo
Empleador Hernando de Santiago
Movimiento Escuela Quiteña
Género Barroco
Obras notables El Cristo de la Agonía

Miguel de Santiago (nacido en Quito entre 1620 y 1633, y fallecido en la misma ciudad el 5 de enero de 1706) fue un pintor muy importante de la Real Audiencia de Quito (lo que hoy es Ecuador). Es considerado uno de los artistas más destacados de la Escuela Quiteña del siglo XVII.

Miguel de Santiago: Un Gran Pintor de la Escuela Quiteña

Sus Primeros Años y Familia

Archivo:Casa de la peña, Quito
Casa de la Peña, donde vivió Miguel de Santiago.

Miguel de Santiago nació en el barrio de Santa Bárbara de Quito y vivió en la Casa de la Peña, en el barrio de San Juan. Su nombre de nacimiento era Miguel Vizuete. Sus padres, Lucas Vizuete y Juana Ruiz, eran mestizos.

Miguel quedó huérfano cuando era muy joven. Fue adoptado por Hernando de Santiago, un importante funcionario de Riobamba, de quien tomó el apellido que lo hizo famoso.

¿Quiénes fueron sus maestros?

No se sabe con certeza quiénes fueron sus primeros maestros de arte. Se cree que pudo haber sido alumno de Hernando de la Cruz. También trabajó con Andrés Sánchez Gallque, quien pintó el cuadro de Los Negros de Esmeraldas. Algunos historiadores sugieren que fue discípulo de Diego de Orozco, otro pintor de Quito.

A los 20 años, Miguel de Santiago abrió su propio taller de pintura. Se casó con Andrea de Cisneros y Alvarado, quien era pariente de Mariana de Jesús, la primera santa de Ecuador. Tuvieron cuatro hijos, pero solo dos hijas sobrevivieron: Juana e Isabel de Santiago. Isabel siguió los pasos de su padre y se convirtió en una de las pocas pintoras profesionales de la ciudad. Juana tuvo un hijo llamado Agustín, que fue nieto de Miguel.

Miguel de Santiago vivió muchos años y experimentó la pérdida de varios seres queridos, incluyendo a su esposa, su hija Juana y su yerno. También fue tío de otro pintor famoso, Nicolás Javier de Goríbar.

El apoyo que impulsó su carrera

Archivo:P Quito (San Agustin) 0505 045 (16819227284)
Placa conmemorativa en el Convento de San Agustín.

Dos eventos importantes en su juventud cambiaron su vida: su adopción y el apoyo de un protector. La adopción por Hernando de Santiago le dio el apellido por el que lo conocemos hoy.

El apoyo del Padre Basilio de Ribera fue clave para su carrera profesional. El Padre Ribera, quien era una figura importante en el Convento de San Agustín, notó el talento de Miguel de Santiago. En 1666, el Padre Ribera mencionó los cuadros que Miguel había hecho para el Convento de San Agustín, mostrando su admiración por el joven artista.

Este apoyo marcó el inicio de la fama de Miguel de Santiago. El convento se convirtió en un lugar donde los artistas podían aprender y trabajar, lo que benefició mucho al pintor. Así, Miguel de Santiago pudo desarrollar su talento y convertirse en uno de los artistas más importantes de la Escuela Quiteña.

El Desarrollo de su Carrera Artística

Trabajos para conventos importantes

Convento de San Agustín
La Regla de San Agustín, atribuido a Miguel de Santiago
Retablo de la Sala capitular, parte del Museo Miguel de Santiago

Su primer gran encargo fue del Padre Basilio de Ribera, del convento de San Agustín. Le pidió una serie de 14 cuadros sobre la vida de San Agustín de Hipona. Esta colección, muy importante para la época, se inspiró en grabados que llegaron de Europa. Cada cuadro muestra figuras principales, edificios, paisajes y efectos de distancia. Gracias a este trabajo, Miguel de Santiago se hizo muy popular entre los agustinos y las familias más ricas de la ciudad.

También pintó una serie de cuadros sobre la Doctrina Cristiana alrededor de 1670. Estas obras se encuentran hoy en el Museo Fray Pedro Gocial, de la Orden Franciscana de Quito. En esta serie, Miguel de Santiago combinó los lienzos para representar las siete virtudes, los pecados capitales, los sacramentos y las obras de misericordia. Esto ayudaba a enseñar la fe a las personas, muchas de las cuales no sabían leer. Una serie similar se encuentra en el Convento del Carmen en Cuenca.

Por la misma época, comenzó a pintar para el convento de La Merced, por encargo de fray Antonio de Onramuño. Estas obras también trataban sobre la "Doctrina Cristiana". Así, Miguel de Santiago se hizo un maestro en su arte, mostrando un talento natural que fue reconocido en los principales conventos de la Real Audiencia de Quito.

Retratos y su creciente fama

Archivo:Alonso de la Peña Montenegro
Obispo de Quito, Alonso de la Peña Montenegro, quien apoyó el arte de Miguel de Santiago.

La fama de Miguel de Santiago crecía, y con ella, el número de sus cuadros. Esto le permitió conocer a familias importantes, quienes se convirtieron en sus nuevos patrocinadores. Entre las personas más destacadas que encargaron sus obras se encuentran:

  • Funcionarios importantes de la Audiencia, como Pedro Vásquez de Velasco y Esparza.
  • Miembros de la Iglesia, como el Obispo de Quito, Alonso de la Peña Montenegro.
  • Personas de la nobleza.

Además de estas figuras importantes, otros treinta y tres donantes también encargaron cuadros a Miguel de Santiago.

Su fama llegó hasta Bogotá, la capital virreinal. Allí conoció al pintor Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos y le regaló el cuadro "El Alabado", que hoy se exhibe en la Iglesia de San Francisco. También pintó para esta iglesia una serie de once cuadros dedicados al Ave María. Para la Catedral, realizó otra serie de pinturas llamada "Artículos de Fe".

Según los cronistas Jorge Juan y Antonio de Ulloa, muchos cuadros de Miguel de Santiago fueron llevados a Europa y fueron muy apreciados, especialmente en Roma.

El legado artístico en Guápulo

Después de alcanzar la fama, Miguel de Santiago tuvo la oportunidad de dejar un gran legado a través de su trabajo en el Santuario de Nuestra Señora de Guápulo. Allí colaboró con otros grandes artistas de la Escuela Quiteña, como el arquitecto Antonio Rodríguez, los escultores Marcos Tomás Correa y Juan Bautista Menacho, y su sobrino, el pintor Nicolás Javier de Goríbar.

Miguel de Santiago tenía más de cincuenta años cuando comenzó a pintar los cuadros para Guápulo. Este fue un desafío diferente, ya que debía representar los favores y milagros de la Virgen basándose en las historias de las personas, sin modelos visuales. Logró hacerlo con gran habilidad y madurez. En total, pintó doce lienzos para el Santuario.

También pintó la sacristía de la iglesia de Guápulo, donde plasmó con gran realismo los paisajes de los Andes de la Audiencia de Quito. Se le atribuyen también los exvotos (pinturas que agradecen por milagros) que se encuentran en la sacristía del santuario, realizados entre 1699 y 1706.

Pinturas de los milagros de Nuestra Señora de Guápulo
Virgen de Guápulo, 1657
Espectáculo de una india exorcizada durante la Misa Mayor, 1646
Serie de doce lienzos pintados a partir de la interpretación de las historias de los feligreses.

Sus Últimos Días y Legado

Su devoción por la Virgen

Archivo:"Inmaculada alada" (s. XVIII), óleo sobre lienzo de Miguel de Santiago
Virgen alada del Apocalipsis, en el MuNa, Quito.

Según su testamento, Miguel de Santiago era muy devoto de la Virgen María. La representó en muchas de sus obras y dedicó grandes esfuerzos al santuario de Guápulo. Su forma de pintar a la Virgen, especialmente la Virgen del Apocalipsis, tuvo una gran influencia en el futuro de la Escuela Quiteña.

Una de sus pinturas de la Virgen sirvió de inspiración para el escultor Bernardo de Legarda, quien creó la famosa Virgen de Quito para el altar mayor de la Iglesia de San Francisco. La fama de estas vírgenes creció tanto que la demanda por ellas aumentó, dando mucho prestigio a la Escuela Quiteña durante el siglo XVIII.

En honor a Miguel de Santiago y su influencia, el monumento más importante de Quito es una Virgen del Apocalipsis que se encuentra en el centro de la ciudad, sobre un monte llamado El Panecillo. Gracias a él, este símbolo principal de la Escuela Quiteña llenó de fama a la Real Audiencia de Quito.

Su fallecimiento

Miguel de Santiago falleció el 5 de enero de 1706 en Quito. Fue velado en su casa y enterrado en una capilla de la Iglesia de San Agustín, lugar al que tanto contribuyó y donde comenzó su carrera artística.

Dejó un testamento que nos ha dado mucha información sobre su vida, como los nombres de sus padres. Su hija, Isabel de Santiago, continuó su legado y se hizo cargo de su taller, aunque también tuvo que asumir algunas deudas de su padre. Sin embargo, los cuadros de Miguel de Santiago tenían mucho valor y renombre, lo que ayudó a su hija.

La Técnica de Miguel de Santiago

Archivo:"La Inmaculada" (s. XVII), óleo sobre lienzo de Miguel de Santiago
La Inmaculada (siglo XVII), óleo sobre lienzo. Convento de San Agustín, Quito.

La obra de Miguel de Santiago es muy extensa y compleja, y es un gran ejemplo del estilo barroco en América. En sus pinturas, Miguel de Santiago representaba las enseñanzas de la época, mostrando los mandamientos, los sacramentos, los vicios y las virtudes del mundo cristiano. Supo combinar su arte con la enseñanza de la iglesia católica, haciendo que sus obras fueran fáciles de entender para el público.

La técnica de Miguel de Santiago se caracteriza por:

  • Colores sobrios: Usaba colores que él mismo mezclaba, a menudo tonos grises y oscuros, con mucho contraste entre luces y sombras (claroscuro).
  • Uso del azul esmalte: Este pigmento azul es muy característico en los rostros de la Virgen en sus pinturas.
  • Pintura directa: No se enfocaba tanto en el dibujo detallado, sino que pintaba directamente con manchas, trabajando los elementos desde el fondo.
  • Detalles en el cabello: A menudo, no pintaba el cabello directamente, sino que lo dejaba como parte del fondo, añadiendo luz con capas finas de pintura (veladuras) para resaltar el rostro.
  • Conocimiento de la anatomía: Mostraba un profundo conocimiento del cuerpo humano. Por ejemplo, al pintar personas mayores, no solo representaba las arrugas, sino también cómo la piel se pegaba más a los huesos, mostrando la pérdida de músculo que es símbolo de juventud. Buscaba ser fiel a lo que veía, usando manchas que sugerían la realidad, técnicas que más tarde se parecerían al impresionismo.

¿Cómo identificar sus pinturas?

Archivo:El Cristo de la Agonía
El Cristo de la Agonía, famoso por su gran realismo anatómico. Se exhibe en el Convento de los Descalzos, Lima

Debido a la gran popularidad de Miguel de Santiago, muchas pinturas fueron atribuidas a él por error. Esto hace difícil para los expertos saber cuáles son realmente suyas, ya que a veces se confunden con obras de menor calidad o de su propio taller. Según una historiadora, de los aproximadamente trescientos cuadros atribuidos a Miguel de Santiago, solo un tercio son realmente suyos.

Además, existen cuadros que pintó junto a su hija Isabel de Santiago. Un ejemplo es "La contemplación mística de San Agustín", que al principio se creyó que era de él, pero un examen cuidadoso de las firmas reveló que era de Isabel. Miguel de Santiago a veces firmaba como "MdS", mientras que su hija usaba "fYdS", lo que con el tiempo puede ser difícil de distinguir.

Véase también

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Miguel de Santiago para Niños. Enciclopedia Kiddle.