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Manuel de Samaniego para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Manuel de Samaniego
Información personal
Nombre de nacimiento Manuel de Samaniego y Jaramillo
Nacimiento 1767
Bandera del Imperio español Quito, Imperio español
Fallecimiento 1824
Bandera de la Gran Colombia Quito, Gran Colombia
Nacionalidad española (1767-1822)
grancolombiana (1822-1824)
Religión Catolicismo
Lengua materna Castellano
Familia
Cónyuge Manuela Jurado y López de Solís
Hijos María Josefa de Samaniego y Jurado, Brígida de Samaniego y Jurado
Educación
Educación Escuela quiteña
Información profesional
Área pintura, escultura, tratadismo
Conocido por Tratado de Pintura Virreinal
Movimientos barroco, rococó
Obras notables El tránsito de la Virgen en la Catedral Primada de Quito

Manuel de Samaniego y Jaramillo (nacido en Quito en 1767 y fallecido en la misma ciudad en 1824) fue un talentoso pintor y escultor ecuatoriano. Se le considera uno de los últimos y más importantes artistas de la Escuela quiteña, un famoso movimiento artístico de la época.

Su trabajo se desarrolló durante un periodo de grandes cambios. Vivió los últimos años del dominio español en la Real Audiencia de Quito y también los primeros años de la Gran Colombia, cuando Ecuador ya era un país independiente. Es reconocido por ser el último gran representante del arte colonial en la región.

La vida de Manuel de Samaniego

Sus primeros años y familia

Manuel de Samaniego nació en el barrio de San Blas, en la ciudad de Quito, alrededor del año 1767. Falleció en la misma ciudad en 1824. Se casó con Manuela Jurado y López de Solís. Juntos tuvieron dos hijas:

  • María Josefa de Samaniego y Jurado, quien falleció a los 15 años.
  • Brígida de Samaniego y Jurado, quien se casó con José Furtún.

Manuel de Samaniego era pariente de Bernardo Rodríguez, otro pintor destacado de la Escuela Quiteña. Desde joven, Manuel mostró un gran talento para la pintura. Se destacó por su uso del color y por pintar paisajes más alegres, a diferencia del estilo oscuro que era común en el arte barroco de esa época.

Abrió un exitoso taller donde hacía esculturas y trabajos de platería. Esto le permitió mantener a su familia y también su taller de pintura. De su taller no solo salían obras de arte muy valoradas, sino también aprendices talentosos que continuarían su estilo después de la Independencia del Ecuador.

Vivía en la parte alta del sector de Santa Bárbara, en una casa que vendió en 1799.

Trabajos importantes al inicio de su carrera

Cuando tenía unos treinta años, Manuel de Samaniego comenzó a dirigir la construcción del retablo principal del convento de Santa Clara en Quito. El presidente de la Real Audiencia le encargó este trabajo porque lo consideraba un artista muy hábil en escultura y pintura. Además, tenía varias obras importantes que debía entregar pronto en ciudades como Santa Fe de Bogotá, Lima y Guayaquil.

Un episodio en su juventud

La esposa de Manuel, Manuela, era una mujer con mucho carácter y experiencia. Ella se encargaba de administrar los bienes de la familia. En 1797, Manuel tuvo un problema con su esposa que lo llevó a la cárcel por un tiempo.

Sin embargo, Manuel logró defenderse. Su abogado argumentó que él era el director de un importante grupo de pintores y que su supervisión era necesaria para entregar obras en varias ciudades. Gracias a esta defensa, un abogado de la Real Audiencia llamado Manuel Salvador pagó una fianza por él. Esto le permitió salir de la cárcel para terminar sus trabajos en una hacienda, con la condición de regresar después.

Este episodio fue parte de su juventud y no se repitió. Manuel continuó viviendo con Manuela, su esposa, y prosperaron. Él con la pintura y la escultura, y ella con la platería. En 1795, compraron una casa importante en la parroquia de Santa Bárbara.

Su rol como agrimensor

Manuel de Samaniego también fue importante como agrimensor (una persona que mide terrenos). En esa época, la corona española estaba muy interesada en el desarrollo científico. Por eso, necesitaban artistas y dibujantes que participaran en las expediciones científicas. Un ejemplo famoso fue Vicente Albán, quien colaboró con José Celestino Mutis.

Vida antes de la Independencia

Archivo:Catedral metropolitana de Quito - panoramio - Quito magnífico (2)
Portada lateral o "domo" de la Catedral de Quito, obra que empezó Antonio García y continuó Manuel de Samaniego

El 16 de noviembre de 1799, el presidente de la Real Audiencia, Francisco Luis Héctor de Carondelet, le encargó a Samaniego la construcción de un monumento. Este monumento debía ser de "buena talla y buen gusto" para la capilla de la Catedral de Quito, donde se usaría en Jueves Santo.

Manuel de Samaniego realizó esta obra entre 1799 y 1800. Consistía en seis grandes telones que representaban a varios profetas bíblicos. Aunque hubo algunos desacuerdos sobre el pago, su obra fue muy bien recibida. El famoso científico Alexander von Humboldt, quien estaba en la Real Audiencia investigando, elogió mucho su trabajo. Dijo que era "digno del mejor pintor de decoraciones de Europa" y que tenía una "hermosa perspectiva".

Otro científico, Francisco José de Caldas, pensaba que José Celestino Mutis debería haber incluido a Samaniego en sus proyectos. Caldas lamentaba que la Escuela Quiteña de arte estuviera en decadencia, con muchos artistas que solo imitaban estilos antiguos. Sin embargo, valoraba los aportes de Samaniego para renovar el arte.

Obras de arte y escritos de Samaniego

Archivo:Manuel Samaniego y Jaramillo - Air (Juno orders Aeolus to release the winds), 1800
Aire, Juno ordena a Eolo que libere los vientos. Esta pintura, junto con "Agua (Triunfo de Neptuno y Anfítrite)", son sus obras no religiosas más conocidas.
Archivo:El español segun pintor Manuel de Samaniego y Jaramillo año 1788
Pintura de la serie Virtudes y defectos de los europeos, realizada en 1788. Se exhibe en el Museo Jijón y Caamaño en Quito.

Entre 1801 y 1802, Manuel de Samaniego y su discípulo, Bernardo Rodríguez, firmaron un contrato importante con la Catedral Metropolitana de Quito. Su tarea era decorar los arcos de la nave principal con escenas de la vida de Jesús. También pintaron un gran lienzo de la «Asunción de la Virgen» para el altar mayor y otros cuadros al óleo en las naves laterales.

A principios de 1819, el presidente de la Real Audiencia, Juan Ramírez Orozco, le encargó pintar un retrato de la reina Isabel de Braganza, la primera esposa de Fernando VII. Este retrato se usó en los funerales de la reina en la Catedral Metropolitana de Quito en julio de ese año.

Archivo:Divina pastora con donante, óleo sobre lienzo de Manuel Samaniego
Divina pastora con donante, óleo sobre lienzo. Se encuentra en el MuNa, Quito.

Samaniego también escribió un libro llamado «Tratado de Pintura». Este es el único documento académico de su tipo que se ha encontrado en América del Sur. En él, Samaniego intentó organizar y dar un enfoque más científico a la rica producción artística barroco-rococó de la escuela quiteña, que había tenido su mejor momento a principios del siglo XVIII.

Sus obras se encuentran en varias iglesias y conventos de Quito, especialmente en la Catedral y la Iglesia de La Merced. Su arte, como era común en esa época, reflejaba la mezcla de culturas y las creencias religiosas. Algunas de sus obras más destacadas son:

  • La Divina Pastora, óleo sobre lienzo.
  • La Adoración de los Magos, en la Catedral de Quito.
  • El nacimiento del niño Dios, en la Catedral de Quito.
  • El sacrificio de San Justo y San Pastor, en la Catedral de Quito.
  • El Tránsito de la Virgen, en el convento de Santa Clara, en Quito.
  • Virtudes y defectos de los pueblos europeos, una serie pintada en 1788 y exhibida en el Museo de Arte Colonial, en Quito.
  • El Español, óleo sobre lienzo.
  • El Buen Pastor, óleo sobre lienzo.
  • Aire (Juno ordena a Eolo que libere los vientos).
  • Agua (Triunfo de Neptuno y Anfítrite).

El Tratado de Pintura

Archivo:Velázquez - Caballero, Francisco Pacheco (Museo del Prado, c. 1622)
Francisco Pacheco, pintor y escritor español que influyó en Manuel de Samaniego.

Manuel de Samaniego fue un pintor muy influyente, especialmente por la forma en que renovó el estilo de la Escuela Quiteña. Esto lo plasmó en su Tratado de Pintura, escrito alrededor de 1790. Este libro fue redescubierto por el historiador José María Vargas en 1975.

En su Tratado, Samaniego mostró interés en las teorías artísticas de grandes pintores europeos. También ofreció consejos prácticos, como un manual, para usar pigmentos y combinar colores. Esto fue un gran aporte a la Escuela Quiteña, ayudando a superar el estilo barroco tradicional. Además, incluyó textos originales del "Arte de la Pintura" de Francisco Pacheco y de Karel van Mander. También añadió un capítulo sobre el tratado de arquitectura de Jacopo Vignola.

Samaniego había sido encargado de restaurar el Coro y el "domo" de la Catedral de Quito, así como el retablo principal de la iglesia de Santa Clara.

Las influencias de Samaniego lo conectan con otro gran artista del siglo XVII, Miguel de Santiago. Santiago era conocido por tener una gran biblioteca donde estudiaba a los principales artistas de Europa. Samaniego heredó este interés. Gracias al trabajo de José María Vargas, en 1944 se publicó un Tratado de Pintura del siglo XVII que Samaniego había estudiado. En este tratado se menciona a Juan de Arfe, un importante escritor español.

En su Tratado, Samaniego incluso enseñaba cómo usar la tinta china para dibujar. Por ejemplo, explicaba cómo mezclar diferentes tipos de negro con un poco de azul, carmín y sombra, usando jabón, azúcar y agua. Todo esto se molía junto para obtener una pasta espesa que luego se cortaba en pequeños cuadrados.

Legado y estilo artístico

Archivo:Catedral de Quito, Quito, Ecuador, 2015-07-22, DD 75-77 HDR
Tránsito de la Virgen en la Catedral Metropolitana de Quito.

Manuel de Samaniego fue un artista muy talentoso y versátil. Pintó una gran variedad de temas, la mayoría religiosos. Su trabajo representó una renovación en la pintura de la Escuela Quiteña en el siglo XVIII, una época en la que la escultura de Bernardo de Legarda tenía más protagonismo.

Sus obras se encuentran en las principales iglesias de Ecuador, como la Catedral Primada de Quito y el convento de La Merced. También se conservan en museos como la Casa de la Cultura Ecuatoriana y el Museo Nahim Isaías en Guayaquil.

Con su Tratado de Pintura, Manuel de Samaniego impulsó una tendencia hacia un arte más personal, donde el autor tenía más importancia que el movimiento artístico en sí. Al principio, muchos cuadros de la Escuela Quiteña eran anónimos. En el siglo XVII, Miguel de Santiago fue el primero en hacerse un nombre y fama. Samaniego continuó este camino, abriendo la puerta para que los artistas fueran los protagonistas en el siglo siguiente. Después de él, Antonio Salas logró vivir cómodamente de la venta de sus cuadros, incluso durante la inestabilidad de las guerras de independencia.

Archivo:Niño Dios (s. XVIII), óleo sobre lienzo de Manuel de Samaniego
Niño Dios (s. XVIII), óleo sobre lienzo. Se encuentra en el MuNa, Quito.

Manuel de Samaniego también contó con el apoyo de importantes personas que financiaban el arte, conocidos como mecenas. La primera gran colección privada de arte en la Real Audiencia fue del Presidente Antonio de Morga. Cuando él falleció, sus obras fueron vendidas y pasaron a manos de particulares, lo que influyó mucho en la evolución de los estilos. Samaniego desarrolló una paleta de colores menos barroca.

También pintó alegorías de las "Estaciones" para la hacienda del Marqués de Selva Alegre. La familia Jijón, con Miguel de Gijón y León como su representante, le encargó retratos familiares a Samaniego. Además, en 1788, Samaniego trajo a América grabados europeos, de manera similar a como los pensadores de la Ilustración traducían y difundían nuevos libros e ideas.

Su reconocimiento fue internacional. El escritor chileno Pedro Lira lo homenajeó en su libro Plutarco de los Jóvenes - Tesoro Americano de Bellas Artes. Lira dijo que Samaniego se destacó tanto en la pintura de paisajes como en la de figuras humanas. Mencionó que sus cuadros en la Catedral de Quito, como la Asunción de la Virgen y el Nacimiento del Niño Dios, mostraban un estilo único de su escuela.

Sus alumnos y su influencia

Archivo:Monasterio de Santa Clara, Quito (interior) pic a6
Interior del Monasterio de Santa Clara de Quito, cuyo retablo dirigió su construcción durante el inicio de su carrera.

Una parte importante de la vida de Manuel de Samaniego fue su influencia en la pintura de la época. Con la renovación de su estilo, logró cambiar la tradición artística a través de sus alumnos.

Tadeo Cabrera fue su contemporáneo y participó en una serie de grabados que aún se conservan. También pintó los lienzos de los milagros de Nuestra Señora de Guadalupe, que están en el Santuario de Guápulo. Sus hermanos, Nicolás y Asencio Cabrera, también fueron pintores y siguieron su estilo, trabajando como aprendices en su taller.

Hay varios cuadros que demuestran esto. Por ejemplo, en el Museo Jacinto Jijón y Caamaño se exhibe un cuadro de San Francisco Jerónimo firmado por Nicolás Cabrera. Tadeo y Nicolás impulsaron la devoción religiosa al Buen Pastor, que se desarrolló durante el siglo XIX. Todo esto siguiendo la dirección que Manuel de Samaniego había establecido con su cuadro "La Divina Pastora", que se caracteriza por un estilo más colorido y alegre. Además, Nicolás Cabrera fue maestro de Joaquín Pinto, el pintor más importante del siglo XIX.

Otro alumno de Manuel de Samaniego fue José Lombeida, de Riobamba. De él se conserva un cuadro de las Almas pintado en 1800, que sigue el estilo y los colores de su maestro. También destacó Antonio Salas Avilés, quien fue aprendiz tanto de Samaniego como de Rodríguez. Salas representaría la transición del arte religioso a uno más político, con sus cuadros de Simón Bolívar o Manuela Sáenz, que se encuentran en el Museo Jacinto Jijón y Caamaño. Antonio Salas, conocido por la cantidad de cuadros e hijos que tuvo, nombró a una de sus hijas Brígida en honor a Samaniego.

Estos son solo algunos de sus alumnos más destacados. Otros estudiantes que aprendieron de Samaniego fueron: José Olmos, Diego Benalcázar, Javier Navarrete, Matías Navarrete, Mariana González, Antonio Vaca, Feliciano Villacrés, Esteban Riofrío, José María Riofrío, Mariano Flor, José Díaz y José Páez. Según el historiador José María Vargas, la herencia que Samaniego dejó a todos sus alumnos fue el conocimiento de las tradiciones y prácticas pictóricas, que plasmó en su Tratado de Pintura y que Antonio Salas enseñó en la práctica.

Galería de imágenes

Véase también

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Manuel de Samaniego para Niños. Enciclopedia Kiddle.