Meningococemia para niños
Datos para niños Meningococemia |
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Especialidad | infectología | |
Sinónimos | ||
Síndrome de Waterhouse-Friderichsen (con púrpura fulminante y hemorragia suprarrenal) | ||
La púrpura fulminante, o meningococemia, es una enfermedad grave de evolución rápida generada por varios tipos de meningococo (Neisseria meningitidis), habitante frecuente de la nariz y la garganta de los individuos sanos. Caracterizada por septicemia, coagulación intravascular y shock, la meningococemia ocurre cuando el meningococo invade el torrente sanguíneo.
Clasificación
La enfermedad meningocócica, también llamada meningitis meningocócica, son infecciones causadas por la bacteria meningococo (Neisseria meningitidis). Si no se trata, la tasa de mortalidad es alta. Sin embargo, se puede prevenir con vacunas. La enfermedad es más conocida por causar meningitis. También causa infección de la sangre, que luego conduce a sepsis.
Hay más de 2600 casos de meningitis bacteriana en los Estados Unidos por año. En los países en desarrollo, hay más de 333.000 casos por año. La tasa de mortalidad está entre el diez y el veinte por ciento.
La enfermedad meningocócica no se propaga tanto como el resfriado común. Sin embargo, puede transmitirse entre personas a través de la saliva.
Consideraciones históricas
En el siglo XVI se describió una enfermedad que recuerda la enfermedad meningocócica. Según los autores de un trabajo sobre el tema, en 1805 el médico Gaspard Vieusseux describió el cuadro clínico de la “meningitis epidémica” durante un brote de meningitis que causó treinta y tres muertes cerca de Ginebra, Suiza. Un tiempo después (en 1884) los anatomopatólogos italianos Ettore Marchiafava y Angelo Celli describieron por primera vez la bacteria como micrococos ovalados intracelulares en una muestra de líquido cefalorraquídeo (LCR). Finalmente, en 1887, el microorganismo responsable pudo ser cultivado e identificado en Viena por Anton Weichselbaum, que aisló diplococos gramnegativos con forma de “granos de café” del interior de piocitos que extrajo del líquido cefalorraquídeo obtenido de seis a ocho pacientes con meningitis bacterianay les dio el nombre de Diplococcus intracellularis meningitidis. Tiempo después se descubriría que esa bacteria puede habitar en la faringe de las personas sanas y que existen distintos tipos de meningococo. En 1911 el microorganismo fue clasificado como Neisseria meningitidis por Rupert Waterhouse y a posteriori, en una revisión más exhaustiva, Carl Friderichsen describió la necrosis hemorrágica de las glándulas suprarrenales durante la evolución de una enfermedad infecciosa grave. Neisseria meningitidis es el agente etiológico identificado con mayor frecuencia como causa del desarrollo de esta enfermedad, aunque otros agentes también pueden provocarla. Durante la Primera Guerra Mundial se observó un aumento significativo del porcentaje de reclutas “portadores” de la bacteria en los períodos de mayor hacinamiento. Antes de la década de 1920 la enfermedad meningocócica era fatal hasta en el setenta por ciento de los casos. Entre 1928 y 1945 se produjeron numerosas epidemias (Detroit 1928-1929, Milwaukee 1927-1929, Chile 1941-1943), con tasas de letalidad que llegaron al cincuenta por ciento. A principios de la década de 1930 el patólogo y bacteriólogo alemán Gerhard Domagk descubrió que la sulfonamida Prontosil protegía a los ratones de laboratorio contra los estreptococos de la especie Streptococcus pyogenes. Hacia fines de esa década se comunicó que el tratamiento de la meningitis aguda con sulfonamidas había logrado disminuir la letalidad al quince por ciento. Además, las sulfonamidas comenzaron a ser utilizadas con éxito para prevenir la enfermedad en los contactos de las personas con meningitis. No obstante, en menos de cinco años el microorganismo se tornó resistente a ese fármaco. En 1943 el médico escocés Alexander Fleming comunicó el descubrimiento de la penicilina, por el cual recibió el premio Nobel. Sin embargo, pronto se constató que ni las sulfonamidas ni la penicilina eran suficientes para controlar el problema en la población y como consecuencia fue necesario recurrir a una nueva estrategia —el desarrollo de vacunas contra el meningococo—. Habría que esperar hasta 1970 para que comenzara a aplicarse con éxito la vacuna contra Neisseria meningitidis serogrupo C.
Véase también
En inglés: Meningococcal disease Facts for Kids
- Neisseria meningitidis.
- Meningitis.