robot de la enciclopedia para niños

Meningococemia para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Meningococemia

Charlotte Cleverley-Bisman (2003-), una niña que sobrevivió a la meningococemia.
Especialidad infectología
Sinónimos
Síndrome de Waterhouse-Friderichsen (con manchas en la piel y sangrado interno)

La meningococemia es una enfermedad grave que avanza muy rápido. Es causada por un tipo de bacteria llamada meningococo (Neisseria meningitidis). Esta bacteria suele vivir en la nariz y la garganta de personas sanas sin causar problemas.

La meningococemia ocurre cuando el meningococo entra en la sangre. Esto puede causar una infección generalizada (septicemia), problemas de coagulación de la sangre y un estado de shock (cuando el cuerpo no recibe suficiente sangre).

¿Qué es la Meningococemia?

La meningococemia es una infección seria que puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en niños y adolescentes. La bacteria Neisseria meningitidis es la responsable.

Tipos de Meningococemia

La meningococemia puede presentarse de diferentes maneras, desde una forma leve hasta una muy grave:

  • Meningococemia leve aguda: Cuando la bacteria está en la sangre pero no hay shock.
  • Meningococemia fulminante: Es la forma más grave. La bacteria está en la sangre, hay shock y puede haber problemas graves en la piel y otros órganos.
  • Meningococemia crónica benigna: Es una forma rara y menos grave que puede durar semanas o meses.

La forma más común es que la bacteria llegue a las meninges (las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal) y cause meningitis. Sin embargo, también puede provocar una infección muy grave en la sangre, conocida como meningococemia aguda.

Síntomas de la Meningococemia Aguda

La meningococemia aguda suele incluir:

  • Fiebre alta (a veces más de 40 °C).
  • Malestar general muy fuerte.
  • Taquicardia (corazón latiendo muy rápido).
  • Cefalea (dolor de cabeza).
  • Escalofríos.
  • Dolores musculares intensos, especialmente en las piernas y la espalda.
  • Artralgias o artritis (dolor o inflamación en las articulaciones).
  • Manchas en la piel que parecen moretones pequeños (llamadas petequias o púrpura). Estas manchas pueden crecer rápidamente.

En los casos más graves, puede haber un shock que afecta el corazón, problemas de coagulación de la sangre y daño en las glándulas suprarrenales y otros órganos, lo que puede ser muy peligroso.

Historia de la Enfermedad

Se cree que enfermedades parecidas a la meningococemia ya se describían en el siglo XVI. En 1805, un médico llamado Gaspard Vieusseux describió los síntomas de la "meningitis epidémica" durante un brote en Suiza.

Más tarde, en 1884, los científicos italianos Ettore Marchiafava y Angelo Celli vieron por primera vez la bacteria al microscopio. Finalmente, en 1887, Anton Weichselbaum logró cultivar e identificar el microorganismo en Viena, dándole el nombre de Diplococcus intracellularis meningitidis.

En 1911, la bacteria fue clasificada como Neisseria meningitidis. Durante la Primera Guerra Mundial, se notó que más personas que vivían en lugares con mucha gente (como los soldados) eran "portadoras" de la bacteria.

Antes de la década de 1920, la meningococemia era fatal en la mayoría de los casos. A principios de los años 30, se descubrió que las sulfonamidas (un tipo de medicamento) podían ayudar. Luego, en 1943, Alexander Fleming descubrió la penicilina. Aunque estos medicamentos ayudaron mucho, no fueron suficientes para controlar la enfermedad por completo, lo que llevó al desarrollo de vacunas. La primera vacuna efectiva contra un tipo de meningococo (serogrupo C) comenzó a usarse con éxito en 1970.

¿Cómo se Propaga la Enfermedad?

La meningococemia puede aparecer en cualquier parte del mundo, tanto en países con muchos recursos como en países en desarrollo. Los tipos de meningococo que más causan la enfermedad son los serogrupos A, B, C, Y y W-135.

Factores como vivir en lugares con mucha gente, el movimiento de poblaciones y el clima pueden influir en la aparición de brotes.

En Estados Unidos, se presentan entre 1400 y 3000 casos al año. Aunque no es muy común, la enfermedad puede ser muy grave. Alrededor del 10% al 14% de los casos pueden ser mortales. Además, entre el 11% y el 19% de los sobrevivientes pueden tener problemas de salud importantes, como cicatrices en la piel, problemas neurológicos o pérdida de audición.

Algunos estudios sugieren que el tabaquismo (fumar), enfermedades respiratorias recientes, vivir en un lugar nuevo o ir a una escuela nueva, y el hacinamiento en el hogar pueden aumentar el riesgo de contraer la enfermedad.

¿Qué Causa la Meningococemia?

La causa principal es la infección por Neisseria meningitidis, también conocida como meningococo. Esta bacteria es un diplococo (tiene forma de dos esferas unidas) y es gramnegativa.

El único lugar donde vive el meningococo de forma natural es en los seres humanos. Una vez que la bacteria se instala en la garganta y la nariz, puede multiplicarse y pasar a la sangre. Desde allí, puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos.

La meningococemia es la forma más grave de infección por meningococo. Se presenta en un 5% a 20% de los pacientes y puede ser mortal en un 20% a 50% de los casos. También puede dejar secuelas importantes.

¿Cómo Actúa la Bacteria en el Cuerpo?

Para entender cómo se desarrolla la meningococemia, es importante saber que muchas personas son "portadoras" de la bacteria sin tener síntomas. Se estima que hay unos 500 millones de portadores de Neisseria meningitidis en el mundo. La cantidad de portadores es baja en niños pequeños y alta en adolescentes y adultos jóvenes.

La mayoría de las personas que tienen la bacteria en la nariz o la garganta no se enferman. Sin embargo, en un pequeño porcentaje, el meningococo atraviesa las defensas del cuerpo, entra en la sangre y causa la enfermedad.

El proceso comienza cuando la bacteria se adhiere a las células de la nariz y la garganta. Luego, puede entrar en estas células y pasar a la circulación sanguínea. Una vez en la sangre, puede causar la meningococemia o llegar al líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal) y provocar meningitis.

¿Cómo se Diagnostica?

Para diagnosticar la meningococemia, los médicos suelen pedir análisis de sangre, como hemocultivos (para buscar la bacteria en la sangre), hemograma (para ver las células de la sangre) y estudios de coagulación.

También se puede hacer una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo y analizarla. A veces, se toma una pequeña muestra de piel (biopsia) o se hace un análisis de orina.

Es importante realizar los hemocultivos cuando el paciente tiene fiebre, ya que en las primeras semanas de la enfermedad los resultados pueden ser negativos. Si la sospecha es fuerte, se pueden repetir los cultivos varias veces.

¿Con Qué se Puede Confundir?

Los síntomas de la meningococemia pueden parecerse a los de otras enfermedades. Por ejemplo, las manchas en la piel pueden confundirse con las de la endocarditis bacteriana (una infección del corazón) o la fiebre de las Montañas Rocosas.

También es importante diferenciarla de otras infecciones que causan meningitis bacteriana, como las causadas por Streptococcus pneumoniae o Haemophilus influenzae. Por eso, los médicos suelen empezar el tratamiento con antibióticos que cubren varias bacterias antes de saber exactamente cuál es la causante.

Si una persona tiene fiebre, manchas en la piel que se extienden rápidamente y signos de shock, es muy probable que sea meningococemia.

Tratamiento de la Meningococemia

El tratamiento se enfoca en mantener las funciones vitales del cuerpo (como la circulación, la respiración, la función de los riñones y el cerebro) y combatir la infección con antibióticos. Algunos antibióticos que se usan son la ampicilina, las cefalosporinas o los aminoglucósidos.

También se están investigando otras terapias para ayudar a controlar la enfermedad, como el uso de heparina o proteína C, pero aún no se ha demostrado que sean claramente beneficiosas en la práctica diaria. En casos muy graves, se pueden usar técnicas avanzadas como la hemofiltración o la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO).

A pesar de los avances en los cuidados intensivos, la meningococemia fulminante sigue siendo muy peligrosa, con una tasa de mortalidad de alrededor del 30% al 50%.

Pronóstico de la Enfermedad

Aunque la mayoría de los casos de meningitis meningocócica se curan con el tratamiento adecuado, la meningococemia (especialmente la forma fulminante) puede tener un desenlace fatal.

En pocas horas, un niño que estaba sano puede desarrollar fiebre, debilidad y manchas violáceas en la piel. La enfermedad puede avanzar rápidamente a problemas de circulación, caída de la presión arterial, falta de sangre en los órganos, insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal, problemas de coagulación, sangrados, convulsiones y coma. Todo esto puede ser tan grave que la muerte puede ocurrir en pocas horas.

Si el paciente sobrevive, las áreas de la piel con daño grave pueden sanar dejando cicatrices.

Prevención de la Meningococemia

La medida más importante para prevenir la enfermedad es la quimioprofilaxis (tomar medicamentos para prevenir la infección) en las personas que han estado en contacto cercano con alguien infectado. Esto incluye a los miembros de la familia, contactos en guarderías o cualquier persona que haya tenido contacto directo con las secreciones de la persona enferma (por ejemplo, al besar o hacer reanimación boca a boca).

Es muy importante que estos contactos reciban el medicamento lo antes posible, idealmente dentro de las 24 horas después de que se identifique al paciente. Algunos medicamentos que se usan para esto son la rifampicina, el ciprofloxacino y la ceftriaxona.

Además de los medicamentos, existen varias vacunas que ayudan a prevenir la enfermedad:

  • Vacunas contra los serogrupos A, C, Y y W-135.
  • Vacunas específicas contra el serogrupo C.
  • Vacunas más recientes contra el serogrupo B.

Las vacunas de polisacáridos han estado disponibles por más de 30 años. Las vacunas conjugadas, que ofrecen una protección más duradera y estimulan una mejor respuesta del sistema inmunitario, se han desarrollado más recientemente.

En Estados Unidos, hay varias vacunas disponibles, y el médico decidirá cuál es la más adecuada según la edad y otros factores. Es importante consultar siempre con el pediatra o médico para saber cuál es la mejor opción de prevención.

La enfermedad causada por Neisseria meningitidis tiene altas tasas de mortalidad y puede dejar secuelas importantes. Las vacunas, aunque no ofrecen una protección del 100%, son la mejor herramienta disponible para prevenirla.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Meningococcal disease Facts for Kids

kids search engine
Meningococemia para Niños. Enciclopedia Kiddle.