Tratado para niños
Un tratado es un tipo de texto que explica de forma completa y ordenada todo lo que se sabe sobre un tema específico. Imagina que es como un libro muy detallado que busca enseñarte todo sobre algo, sin dar opiniones personales. Su objetivo principal es informar de manera exhaustiva, es decir, cubrir el tema por completo.
Los tratados están escritos de forma clara y precisa, con muchos datos, fechas y definiciones. Están pensados para personas que quieren aprender a fondo sobre una materia. A diferencia de un ensayo, que puede explorar ideas o dar una opinión, un tratado busca agotar el tema, presentando la información de la manera más objetiva posible.

Contenido
¿Qué tipos de tratados existen?
Los tratados pueden tener diferentes formas, dependiendo de a quién van dirigidos o de su extensión. Algunos son muy científicos, mientras que otros son más divulgativos, es decir, para un público más general.
Subgéneros comunes de tratados
Algunos de los tipos más conocidos de tratados son:
- La tesis y la tesina: Son trabajos de investigación que se hacen en la universidad para obtener un título.
- La monografía: Un estudio detallado sobre un tema en particular.
- El opúsculo: Un libro corto que trata un tema específico.
- El diccionario temático: Un diccionario que se enfoca en un solo tema.
- La summa: Un tipo de tratado muy extenso que recopila todo el conocimiento sobre una materia, como la Summa Teologica de Tomás de Aquino.
- La enciclopedia: Un conjunto de libros o artículos que cubren una gran variedad de temas.
- El manual o libro de texto: Libros que se usan para aprender en la escuela o en cursos.
También existen otros formatos relacionados, como los compendios (resúmenes de información), las compilaciones (colecciones de textos) o los resúmenes.
¿Cómo han evolucionado los tratados a lo largo de la historia?
La forma de organizar y presentar el conocimiento ha cambiado mucho con el tiempo.
Los tratados en la Antigua Grecia
En la Antigua Grecia, la exposición ordenada de conocimientos era muy importante. Un gran pensador llamado Aristóteles fue un maestro en esto. Él escribió muchos tratados sobre zoología (el estudio de los animales), ciencias naturales, lógica y filosofía. Aristóteles era muy bueno para evaluar la información y extraer lo más importante.
A diferencia de su maestro Platón, quien prefería enseñar a través de diálogos (conversaciones), Aristóteles quería que el conocimiento fuera sistemático y ordenado. Permitió que sus enseñanzas se copiaran y difundieran, lo que ayudó mucho al avance de la ciencia en Europa.
Los tratados en la Edad Media
Durante la Edad Media, pensadores como Tomás de Aquino siguieron el estilo de Aristóteles. Tomás de Aquino escribió la Summa Teologica, una gran obra que reunía el saber teológico de su época.
Sin embargo, en esa época, la autoridad de los maestros y los textos antiguos era muy fuerte. A menudo, lo que decía un maestro famoso se aceptaba sin cuestionar. Esto significaba que los tratados de la Edad Media a veces carecían de un valor científico estricto, ya que no se permitía la duda ni la contradicción. La filosofía estaba subordinada a la teología, y el método de enseñanza era similar al de un catecismo, con preguntas y respuestas ya establecidas.
El Renacimiento y la Ilustración
En el Renacimiento, el pensamiento crítico comenzó a surgir. Con la invención de la imprenta, los libros se hicieron más accesibles y baratos, lo que permitió que el conocimiento se expandiera y se vieran sus contradicciones. Otros géneros literarios, como el diálogo y el ensayo, se hicieron populares.
Después de un periodo de menor importancia para el tratado en el Barroco, el género resurgió a finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII, especialmente con la Ilustración. En esta época, el racionalismo (la razón como fuente de conocimiento) y el empirismo (la experiencia como fuente de conocimiento) ganaron fuerza. Esto llevó a que el tratado recuperara sus características clásicas, dando lugar a obras muy importantes e influyentes, como la famosa Enciclopedia dirigida por Denis Diderot.
Véase también
En inglés: Treatise Facts for Kids