Luis Egidio Meléndez para niños
Datos para niños Luis Egidio Meléndez |
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![]() Autorretrato a los treinta años (1746), Museo del Louvre.
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Luis Egidio Meléndez de Rivera Durazo y Santo Padre | |
Nacimiento | 1716 Nápoles |
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Fallecimiento | 1780 Madrid |
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Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Padre | Francisco Antonio Meléndez | |
Información profesional | ||
Ocupación | Pintor | |
Área | Pintura | |
Movimiento | Rococó | |
Género | Bodegón | |
Obras notables | Bodegón: un trozo de salmón, un limón y tres vasijas | |
Luis Egidio Meléndez (nacido en Nápoles en 1716 y fallecido en Madrid en 1780) fue un pintor español. Aunque nació en Italia, desarrolló casi toda su carrera en Madrid. Se le considera uno de los mejores pintores de naturalezas muertas del siglo XVIII. A pesar de su gran talento, tuvo una vida con dificultades económicas.
Su padre, Francisco Meléndez de Rivera Díaz, y el pintor Louis Michel van Loo le enseñaron a pintar. Meléndez trabajó como ayudante de Van Loo entre 1742 y 1748. El futuro rey Carlos IV, cuando era príncipe, le encargó una serie importante de naturalezas muertas. De estas obras, treinta y nueve se encuentran hoy en el Museo del Prado.
En sus naturalezas muertas, Meléndez mostraba una gran habilidad para representar los objetos. Las texturas de los materiales se veían muy reales. Usaba composiciones sencillas y una luz con fuertes contrastes, conocida como claroscuro. Esto seguía la tradición de otros grandes pintores de bodegones como Francisco de Zurbarán y Juan Sánchez Cotán.
Contenido
La vida de Luis Egidio Meléndez
Los primeros años y su formación artística
El padre de Luis Meléndez, Francisco Antonio Meléndez, era un pintor de miniaturas (cuadros muy pequeños). Nació en Oviedo y se mudó a Madrid con su hermano Miguel Jacinto Meléndez. Mientras Miguel Jacinto se quedó en Madrid y fue nombrado pintor del rey Felipe V en 1712, Francisco viajó a Italia en 1699. Se estableció en Nápoles, donde se unió a la infantería española y se casó con María Josefa Durazo y Santo Padre.
Francisco Meléndez vivió unos veinte años en Italia. En 1717, regresó a Madrid con su familia, incluyendo a su hijo Luis Egidio, que había nacido en Nápoles en 1716. Ya en Madrid, Francisco tuvo más hijos, entre ellos José Agustín Meléndez, quien también se dedicó a la pintura.
Luis Egidio aprendió a pintar con su padre. También asistió al taller de Louis Michel van Loo, un pintor francés que llegó a ser pintor del rey Felipe V. Entre 1737 y 1748, Meléndez ayudó a Van Loo. Copiaba los retratos reales de este pintor para venderlos.
La Real Academia de Bellas Artes y sus desafíos
Cuando la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se abrió de forma provisional en 1744, el padre de Luis, Francisco, fue nombrado director honorario de pintura. Luis Egidio fue uno de los primeros estudiantes en ser aceptado. La Academia apoyaba géneros de pintura como la naturaleza muerta. En ese momento, Meléndez ya era un pintor muy bueno. Su Autorretrato de 1746, que está en el Museo del Louvre, lo demuestra.
El padre de Luis tuvo un desacuerdo con la Academia. Por esta razón, Luis Egidio se alejó de la institución en 1748 y fue expulsado.
Viaje a Italia y regreso a España
A diferencia de su padre, la situación de Luis era difícil. Era joven y no tenía el apoyo de la Academia. Por eso, decidió ir a Italia entre 1748 y 1752 para buscar nuevas oportunidades. Allí pintó algunas obras para Carlos III, quien en ese momento era rey de Nápoles. Estas obras se han perdido.
Regresó a Madrid en 1753. Su padre lo convenció para que volviera a España. Necesitaban su ayuda para hacer nuevas miniaturas. Un incendio en 1734 en el Alcázar de Madrid (hoy Palacio Real de Madrid) había destruido muchos libros ilustrados de la capilla real, y los estaban reconstruyendo.
Encargos reales y dificultades económicas
Desde 1759 hasta 1774, Meléndez pintó cuarenta y cuatro bodegones para el Gabinete de Historia Natural del Príncipe de Asturias, quien luego sería el rey Carlos IV. De estas pinturas, treinta y nueve están hoy en el Museo del Prado. En ellas, representó muchas frutas y verduras de España.
En 1760, Meléndez pidió ser nombrado pintor del rey Carlos III. A pesar de la calidad de sus obras, su petición fue rechazada. Doce años después, lo intentó de nuevo. En su solicitud, mencionó las pinturas de naturalezas muertas que había hecho para el Gabinete de Historia Natural.

Meléndez también pintó algunas obras religiosas, como una Sagrada Familia para la princesa María Luisa de Borbón-Parma. Sin embargo, se especializó en la naturaleza muerta. Este tipo de pintura era decorativa y podía hacerse sin un encargo previo, lo que era útil para artistas sin el apoyo del rey o la Academia. Aunque quería ser pintor real, la familia real y la nobleza no valoraban mucho este tema, a menos que fueran para colecciones científicas.
A pesar de su gran talento, Luis Meléndez vivió con dificultades económicas la mayor parte de su vida. En una carta al rey en 1772, dijo que solo tenía sus pinceles y que no podía seguir pintando porque no tenía dinero ni para comer. Cuando falleció en 1780, su situación económica era muy precaria.
El arte de Luis Egidio Meléndez
¿Cómo era el estilo de Meléndez?
Las naturalezas muertas de Meléndez suelen ser pequeñas. Siguen la tradición de la pintura española de naturaleza muerta del siglo XVII, iniciada por maestros como Juan Sánchez Cotán y Francisco de Zurbarán. Al igual que ellos, Meléndez estudiaba cómo la luz, la textura y el color afectaban a las frutas, verduras y vasijas de cerámica, vidrio y cobre.
A diferencia de los pintores del siglo XVII, Meléndez colocaba los objetos más cerca del espectador. Los pintaba desde un punto de vista bajo, como si estuvieran sobre una mesa. Esto hacía que las formas parecieran más grandes y animaba al espectador a observar los objetos con atención. Los fondos de sus cuadros eran de colores neutros. La luz fuerte resaltaba los contornos de los objetos, logrando que las frutas parecieran aterciopeladas, las uvas transparentes y las sandías brillantes por dentro. Todo se unía con tonos tierra u ocres.
Cada obra de Meléndez estaba cuidadosamente pensada. Los objetos se colocaban de forma que parecieran reales y con un propósito. A él no le interesaban los temas grandiosos, sino las cosas comunes y cotidianas. Las observaba de la naturaleza y las estudiaba con mucho interés. A veces se le compara con el pintor francés Jean Siméon Chardin, pero Meléndez se enfoca más en el objeto por sí mismo, con una luz intensa y una gran atención a los detalles.
Obras destacadas de Meléndez
Entre las obras de Meléndez, se conoce un dibujo llamado Estudio de cabeza femenina en la Galleria degli Uffizi de Florencia. También su magnífico Autorretrato de 1746, que está en el Museo del Louvre. Se conocen dos obras religiosas suyas en el Museo del Prado: una Sagrada Familia y una Virgen con Niño.
La mayoría de sus bodegones fueron creados alrededor de 1770. Muchos de ellos formaron parte de la colección de Carlos IV, quien tenía un gran interés en la historia natural. Meléndez dijo que estas pinturas servían para documentar las diferentes frutas y verduras de España. Estas obras decoraron varias salas en la Casita del Príncipe en El Escorial y luego en el Palacio de Aranjuez. Finalmente, en 1819, llegaron al Museo del Prado.
El Museo Nacional de Arte de Cataluña tiene seis naturalezas muertas de este artista. También hay obras importantes en colecciones privadas y en otros museos como el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la National Gallery de Londres y la Galería Nacional de Arte de Washington. Las obras de Meléndez que se venden son pocas y alcanzan precios altos.
La colección de Meléndez en el Museo del Prado
Muchas de las pinturas de Meléndez que pertenecieron a la colección real se exhibieron en el Museo del Prado desde su apertura en 1819. Al principio, algunas de sus naturalezas muertas se colocaron incluso al lado de obras famosas como Las Meninas de Velázquez.
Con el tiempo, las pinturas de Meléndez se movieron de sala en sala en el museo. Al principio, los expertos en arte no les prestaban mucha atención. Sin embargo, a principios del siglo XX, se crearon salas especiales para las naturalezas muertas de Meléndez. El escritor Azorín incluso escribió un artículo divertido sobre los constantes cambios en el museo.
Los cambios continuaron, pero a principios del siglo XXI, las pinturas de Luis Egidio Meléndez en el Prado forman parte de la colección llamada "Goya y la pintura del siglo XVIII". Casi todas sus obras se exhiben en la sala 88.
Galería de imágenes
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Carlos IV por Francisco de Goya. Cuando era príncipe de Asturias realizó el encargo más importante que tuvo Meléndez en su vida, las naturalezas muertas para su Gabinete de Historia Natural.
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María Luisa de Parma por Anton Raphael Mengs. Esposa de Carlos IV, encargó a Meléndez uno de los pocos cuadros religiosos que realizó en su vida pictórica, la Sagrada Familia, para su oratorio de Aranjuez.
Véase también
En inglés: Luis Egidio Meléndez Facts for Kids