Juan Sebastián Elcano para niños
Juan Sebastián Elcano (nacido alrededor de 1486 en Guetaria, España, y fallecido el 3 o 6 de agosto de 1526 en el Océano Pacífico) fue un marino español muy famoso. Es conocido por haber completado la primera vuelta al mundo en barco, una de las mayores hazañas de la historia de la navegación.
En 1519, Elcano se unió a una expedición de cinco barcos que buscaba llegar a las Islas de las Especias (las Molucas) navegando hacia el oeste. Esta expedición estaba al mando de Fernando de Magallanes. Magallanes falleció en 1521 en una batalla en Filipinas. Elcano tomó el mando de la nao Victoria, que fue el único barco que logró dar la vuelta completa al mundo. En 1525, Elcano zarpó de nuevo en otra expedición a las Islas de las Especias, pero falleció en el Océano Pacífico en 1526.
Datos para niños Juan Sebastián Elcano |
||
---|---|---|
![]() Grabado de los años 50 del siglo XIX donde se muestra al marino Juan Sebastián Elcano.
|
||
Información personal | ||
Nacimiento | c. 1486 Guetaria, Guipúzcoa, ![]() |
|
Fallecimiento | 3 o 6 de agosto de 1526 Océano Pacífico |
|
Causa de muerte | Escorbuto | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Padres | Catalina del Puerto Domingo Sebastián Elcano |
|
Cónyuge | María Hernández Hernialde | |
Pareja |
|
|
Hijos | Domingo Elcano | |
Información profesional | ||
Ocupación | Marinero, navegante y explorador | |
Cargos ocupados | Capitán de barco | |
Rango militar | Oficial naval | |
Firma | ||
![]() |
||
Contenido
Biografía de Juan Sebastián Elcano
Orígenes y familia
Juan Sebastián Elcano nació alrededor de 1486 en Guetaria, una localidad en la provincia de Guipúzcoa, España. Su padre, Domingo Sebastián Elcano, era un hombre con buena posición económica en Guetaria. Su madre, Catalina del Puerto, venía de una familia importante de la misma localidad.
Tuvieron ocho hijos. Juan Sebastián fue el cuarto. Sus hermanos Martín Pérez, Antón Martínez y Martín Ochoa también fueron marineros y participaron con él en la expedición de Loaísa.
Juan Sebastián Elcano tuvo un hijo llamado Domingo con Mari Hernández de Hernialde. También mencionó en su testamento que tenía una hija en Valladolid con María de Vidaurreta.
Cuando tenía unos veinte años, Elcano era dueño y capitán de un barco de doscientos toneles. Sirvió al rey Carlos I en el Levante español y en África. Como el rey no le pagó por sus servicios, tuvo que vender su barco. En aquella época, vender un barco a extranjeros era un delito. Fue perdonado por esto cuando regresó de su viaje alrededor del mundo en 1522.
La primera vuelta al mundo
La expedición de Magallanes-Elcano fue un viaje muy importante que cambió la forma en que se veía el mundo.
Preparativos del gran viaje
El capitán Fernando de Magallanes propuso al rey Carlos I de España un plan para llegar a las Islas de las Especias (las Molucas) navegando hacia el oeste, buscando un paso por Sudamérica. El rey aceptó y se prepararon cinco barcos: Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago.
En enero de 1519, Juan Sebastián Elcano fue contratado como contramaestre de la nao Victoria. Poco después, pasó a ser maestre de la Concepción. El maestre era el encargado de gobernar el barco durante la navegación.
La expedición costó mucho dinero. La Corona española y un comerciante llamado Cristóbal de Haro la financiaron. Se reclutaron unos 247 hombres de diferentes países, aunque la mayoría eran de España.
El inicio de la aventura
El 10 de agosto de 1519, los cinco barcos salieron de Sevilla. Navegaron por el río Guadalquivir hasta Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, que es un puerto que da al Océano Atlántico. Allí estuvieron 41 días preparando los barcos y cargando provisiones.
El 20 de septiembre, la flota zarpó de Sanlúcar de Barrameda. Seis días después, llegaron a la isla de Tenerife, en las Islas Canarias, donde embarcaron más personas.
Magallanes no había revelado la ruta exacta a las Islas de las Especias a toda la tripulación. En Canarias, algunos oficiales le pidieron que les dijera el camino, y Magallanes finalmente lo hizo.
Navegaron hacia el sur, cerca de la costa de África, y luego hacia el oeste, rumbo a Brasil. Durante la travesía, hubo tormentas y un fenómeno llamado fuego de San Telmo.
La búsqueda del paso
A finales de noviembre, llegaron a la costa de Brasil. El 19 de diciembre, desembarcaron en una bahía que llamaron Santa Lucía, que probablemente era la Bahía de Guanabara. Allí estuvieron dos semanas, reponiendo provisiones y haciendo amistad con los nativos.
El 10 de enero de 1520, exploraron el Río de la Plata, pensando que podría ser el paso al Mar del Sur. Enviaron un barco más pequeño, el Santiago, a explorar el río Uruguay, pero descubrieron que era solo un río.
Continuaron hacia el sur por territorios desconocidos, llegando a golfos y costas donde vieron lobos marinos y pingüinos por primera vez.
El 31 de marzo de 1520, llegaron a un lugar que llamaron Puerto San Julián. Magallanes decidió que la flota se detuviera allí por un tiempo. La tripulación empezó a sentirse descontenta porque la expedición no parecía avanzar hacia las Islas de las Especias y estaban en tierras frías.
El 1 de abril de 1520, hubo un desacuerdo entre Magallanes y algunos capitanes, como Gaspar de Quesada y Juan de Cartagena. Estos capitanes se rebelaron, tomando el control de tres barcos. Juan Sebastián Elcano se unió a los rebeldes en la nao San Antonio.
Magallanes logró recuperar el control de los barcos. Los líderes de la rebelión fueron castigados severamente. Juan de Cartagena fue arrestado de nuevo.
A principios de mayo, el barco Santiago se hundió mientras exploraba más al sur, pero la mayoría de sus tripulantes fueron rescatados.
Pasaron dos meses en Puerto San Julián. Allí se encontraron con hombres de la Patagonia, a quienes describieron como muy altos. Magallanes capturó a dos de ellos para llevarlos a España.
El 11 de agosto, Magallanes dejó abandonados en la Patagonia a Juan de Cartagena y a un clérigo.
El 24 de agosto, partieron de Puerto San Julián y se detuvieron en el río Santa Cruz, donde había mucha pesca.
El 18 de octubre de 1520, continuaron el viaje. El 21 de octubre, encontraron un cabo que llamaron de las Once Mil Vírgenes y, poco después, un estrecho. Este estrecho, que hoy conocemos como Estrecho de Magallanes, les permitió pasar al otro lado.
Magallanes preguntó a sus oficiales si debían seguir o regresar a España. A pesar de las dudas sobre los suministros, Magallanes decidió continuar. El estrecho se dividió en dos, y la nao San Antonio desertó y regresó a Sevilla.
Las otras tres naves buscaron a la San Antonio sin éxito. Mientras navegaban por el estrecho, vieron fuegos a lo lejos, por lo que llamaron a la región Tierra de Fuego. El 27 de noviembre de 1520, llegaron al final del estrecho y llamaron al océano que encontraron Océano Pacífico.
La travesía por el Pacífico y la llegada a Filipinas
Navegaron hacia el norte para encontrar un clima más cálido y luego hacia el oeste. Después de un mes en el océano, la tripulación empezó a sufrir enfermedades.
Antonio Pigafetta, uno de los cronistas del viaje, describió las dificultades para conseguir comida: el bizcocho estaba lleno de gusanos y olía mal, el agua estaba podrida, y tuvieron que comer trozos de cuero ablandados en el mar. Muchos marineros enfermaron de escorbuto, una enfermedad grave causada por la falta de vitamina C.
El 6 de marzo de 1521, desembarcaron en la isla de Guam. Los nativos intentaron robar cosas de los barcos. Magallanes y sus hombres tuvieron un enfrentamiento con ellos, quemaron algunas casas y canoas, y recuperaron un bote robado. Luego, decidieron abandonar la isla, a la que llamaron de los Ladrones.
El 16 de marzo, llegaron a un archipiélago que llamaron islas de San Lázaro, que más tarde serían conocidas como Filipinas. Desembarcaron en la isla de Homonhon, donde estuvieron nueve días y recibieron comida de los nativos.
Luego, estuvieron en la isla de Mazaua (probablemente Limasawa). El 31 de marzo de 1521, se celebró la primera misa en la historia de Filipinas. Magallanes puso una cruz y explicó a los nativos que los protegería.
El 7 de abril, llegaron a la ciudad de Cebú. El rey local, Humabón, y Magallanes hicieron un pacto de amistad. Magallanes se esforzó por enseñar el cristianismo a los nativos, y Pigafetta escribió que ochocientos se bautizaron, incluyendo al rey de Cebú y su esposa. Se erigió una cruz de madera en la plaza de Cebú, que aún se conserva.
El rey de Cebú le contó a Magallanes que en la isla vecina de Mactán, unos nativos liderados por Lapulapu no estaban de acuerdo con la presencia de los expedicionarios. Magallanes decidió someterlos por la fuerza.
El 27 de abril de 1521, Magallanes fue a Mactán con un grupo de hombres. Los españoles fueron derrotados en la Batalla de Mactán, y Magallanes murió en combate. También fallecieron otros siete hombres y 27 resultaron heridos.
Duarte Barbosa se convirtió en el nuevo capitán general. El 1 de mayo, el rey Humabón invitó a los expedicionarios a un banquete. Sospecharon una emboscada, pero Barbosa decidió ir. Durante la comida, guerreros nativos atacaron y mataron a muchos, incluyendo a Barbosa.
Los barcos salieron rápidamente de Cebú. Joao Lopes Carvalho se convirtió en el capitán general, y Juan Sebastián Elcano fue nombrado capitán de la nao Victoria.
Con solo 116 o 117 hombres, era imposible manejar los tres barcos. Se dirigieron a la isla Bohol y quemaron la nao Concepción para tener suficiente tripulación para los otros dos.
Navegaron hacia el sur y llegaron a la isla de Mindanao. Luego, se detuvieron en la isla de Palawan, donde consiguieron arroz.
El 8 de julio de 1521, llegaron a la ciudad de Brunéi, en la isla de Borneo. Gonzalo Gómez de Espinosa y Juan Sebastián Elcano desembarcaron para visitar al rajá (rey) musulmán Siripada. Fueron recibidos con mucha ceremonia.
Mientras Espinosa y Elcano estaban en tierra, la tripulación de los barcos tuvo un enfrentamiento con barcos locales. Espinosa y Elcano regresaron a los barcos.
El 29 de julio de 1521, las dos naos abandonaron Brunéi.
Elcano, capitán de la nao Victoria
Cerca de Borneo, uno de los barcos sufrió daños. El 15 de agosto de 1521, se detuvieron en una isla para repararlo. El 17 de septiembre, se decidió que Gonzalo Gómez de Espinosa sería el capitán general de la Trinidad, y Juan Sebastián Elcano fue nombrado capitán de la nao Victoria.
El 26 de septiembre, zarparon. Se encontraron con un barco y capturaron a su señor y su familia para pedir un rescate de víveres. Los habitantes de Palawan dieron más comida de la que se había pedido, y el señor nativo firmó un acuerdo de amistad con el rey Carlos I.
Continuaron navegando, capturando algunos barcos chinos y obteniendo telas, hachas y porcelanas. Pasaron por el mar de Joló y compraron canela en Mindanao.
Cerca de Mindanao, tuvieron un combate naval con un barco local. Fallecieron algunos nativos y dos marineros europeos. Capturaron a un hombre que dijo ser hermano del rey de Magindanau y que sabía cómo ir a las Molucas, y lo usaron como guía.
Siguiendo las indicaciones de los guías, el 7 de noviembre de 1521, avistaron las Molucas.
El 8 de noviembre, desembarcaron en la isla de Tidore y fueron recibidos con gran hospitalidad por el rey Almansur. Espinosa y Elcano intercambiaron regalos con él.
Almansur reunió todo el clavo posible para llenar los barcos españoles. Los españoles entregaron telas a cambio. Permanecieron en Tidore un mes, y otros reyes vecinos también vinieron a hacer tratos de amistad.
Durante su estancia, se enteraron de que el portugués Francisco Serrano, amigo de Magallanes, había fallecido en la cercana isla de Ternate.
Los españoles se dieron cuenta de que los portugueses podían aparecer en cualquier momento para atacarlos. Como ya habían cargado los barcos de clavo, decidieron marcharse rápidamente. Almansur se entristeció, pero los españoles decidieron quedarse quince días más.
El 18 de diciembre, todo estaba listo para zarpar de Tidore. Cuando intentaron salir, la nao Trinidad tuvo problemas para navegar y tuvieron que regresar. Descargaron el barco y descubrieron que la quilla estaba rota. La reparación llevaría meses, y los portugueses podían llegar en cualquier momento. Por eso, se decidió que la nao Victoria continuara sola.
La Trinidad se quedaría para ser reparada y luego intentaría cruzar el Océano Pacífico hasta América.
Elcano decidió continuar con la nao Victoria hacia el oeste, cruzando un territorio que, según el Tratado de Tordesillas, pertenecía a Portugal. Por esta ruta, debían evitar los puertos para no encontrarse con los portugueses.
El 21 de diciembre de 1521, la nao Victoria zarpó de Tidore con 47 expedicionarios.
Elcano decidió ir por el sur del Océano Índico hacia el Cabo de Buena Esperanza. Se negó a detenerse en las Islas Maldivas para evitar caer en manos portuguesas.
Atravesaron el archipiélago de las Molucas, deteniéndose brevemente en algunas islas para recoger muestras de especias. Sufrieron una fuerte tormenta en el mar de Banda y tuvieron que reparar el barco en la isla de Wetar.
Llegaron a Timor el 25 de enero de 1522 y se detuvieron once días para comprar sándalo.
La nao Victoria zarpó de Timor el 7 de febrero de 1522. El barco estaba muy dañado y entraba mucha agua, por lo que tenían que bombearla constantemente.
Navegaron cerca de la costa de Australia. El 18 de marzo, vieron la isla de Ámsterdam, pero no pudieron desembarcar.
Fueron hacia el sur hasta el paralelo 40, una zona con vientos muy fuertes. El 21 de abril, el viento cambió, y Elcano decidió ir hacia el noroeste.
El 4 de mayo, pensaron que ya habían pasado el Cabo de Buena Esperanza, pero el 8 de mayo se toparon con la costa este de Sudáfrica. Decidieron volver a alta mar para evitar ser capturados por los portugueses.
Entre el 9 y el 12 de mayo, una fuerte tormenta les impidió avanzar. El 15 de mayo, creyeron reconocer el Cabo de las Agujas. En esta zona de grandes olas, una tempestad rompió el mástil del barco. Pensaron en tirar la carga de clavo al mar para aligerar el barco, pero no lo hicieron. Entre el 17 y el 19 de mayo, frente al Cabo de Buena Esperanza, lucharon contra la tormenta sin apenas avanzar. Muchos marineros fallecieron por enfermedades en estos días.
El tiempo mejoró a partir del 21 de mayo, y al día siguiente, se confirmó que ya estaban en el Atlántico.
Gracias a la Corriente de Benguela, la nao Victoria avanzó muy rápido. El 31 de mayo, ya estaban a punto de cruzar el ecuador.
Como los alimentos escaseaban y la comida se limitaba a arroz hervido en agua de mar, las muertes por enfermedad aumentaron. Elcano se vio obligado a buscar tierra para conseguir provisiones. Intentaron acercarse a la costa de Guinea, pero los manglares les impidieron desembarcar. Estuvieron buscando un lugar para atracar entre el 14 de junio y el 1 de julio sin éxito. Más marineros fallecieron.
Elcano informó al rey Carlos I que 22 hombres murieron de hambre entre el Cabo de Buena Esperanza y las islas de Cabo Verde.
El 1 de julio, la tripulación votó si seguir o parar en las islas portuguesas de Cabo Verde. La mayoría decidió ir a esas islas. El 9 de julio, la nao Victoria llegó al puerto de Cidade Velha, en la isla de Santiago. Trece tripulantes fueron a tierra.
En el puerto, los españoles creían que era 10 de julio, pero los portugueses les informaron que era 9 de julio. Esto se debía a que los españoles habían ganado un día al dar la vuelta al mundo sin darse cuenta.
Los trece españoles que habían ido a tierra intentaron usar clavo para comprar mercancías. Las autoridades portuguesas descubrieron que venían de las Islas de las Especias y los detuvieron.
Los demás españoles esperaron el regreso del bote. El 15 de julio, un barco portugués les informó que sus compañeros habían sido detenidos y que debían entregar la nao Victoria. Elcano decidió escapar.
Elcano escribió al rey Carlos I que decidieron "morir antes que caer en manos de los portugueses". El barco seguía haciendo mucha agua, y la tripulación estaba agotada.
La nao continuó hacia la península ibérica, evitando las islas Canarias y Azores, que eran portuguesas. El 8 de agosto, falleció el último marinero del viaje. Pocos días después, se quedaron sin viento durante una semana.
La llegada a España
El 6 de septiembre de 1522, llegaron a Sanlúcar de Barrameda 18 expedicionarios, junto con al menos tres nativos de las Molucas. Ese mismo día, Elcano escribió una carta a Carlos I informándole de su llegada.
La nao Victoria llegó a Sevilla el 8 de septiembre. La tripulación, muy cansada, fue a dar gracias a la Virgen de la Victoria y a la Virgen de la Antigua en la catedral.
En la bodega de la nao Victoria había 27 toneladas de clavo, que se vendieron por una gran cantidad de dinero, lo que hizo que la expedición fuera rentable.
La carta de Elcano fue entregada al rey Carlos I en Valladolid. El rey le dio las gracias y le pidió que fuera a verlo con dos personas que hubieran participado en la expedición. También prometió encargarse de los españoles detenidos en Cabo Verde.
Elcano fue a ver a Carlos I en Valladolid con varios españoles y tres nativos de las Molucas. Llevó una caja con especias, regalos de los reyes que había conocido y las aves del paraíso. También llevó sus apuntes y libros.
El 23 de enero de 1523, Carlos I le otorgó a Elcano una pensión anual de 500 ducados de oro para toda su vida.
El 20 de mayo de 1523, Carlos I le concedió a Juan Sebastián Elcano y a sus descendientes un escudo de armas especial. Este escudo tiene un castillo, ramas de canela, nueces moscadas y clavos. En la parte superior, hay un globo terráqueo con la frase en latín "Primus circumdediste me", que significa "Fuiste el primero en circunnavegarme".
Carlos I también benefició a los tripulantes que regresaron y a los que quedaron en Cabo Verde, dándoles parte de las ganancias y eximiéndolos de impuestos por lo que trajeron.
Para resolver una disputa con Portugal sobre las Molucas, se creó una junta en 1524. Juan Sebastián Elcano participó en estas reuniones.
Segunda expedición a las Molucas
Se organizó una segunda expedición a las Molucas para establecerse en el territorio y añadirlo a la Corona española. Carlos I nombró a García Jofre de Loaísa como capitán general. Elcano fue nombrado piloto mayor de la armada, con la misión de guiar los barcos a las islas.
Elcano ayudó a organizar la expedición, que estaba compuesta por siete barcos. Tres de los hermanos de Juan Sebastián Elcano también se unieron a esta expedición. En total, había unas 450 personas.
La flota zarpó de La Coruña el 24 de julio de 1525. El 1 de agosto, se detuvieron en la isla de La Gomera, en Canarias, para conseguir leña y víveres. Elcano decidió ir directamente al estrecho de Magallanes.
Durante la travesía, hubo tormentas y algunos barcos sufrieron daños. También tuvieron un encuentro con un barco portugués.
El 15 de octubre, llegaron a la isla de San Mateo, un lugar abandonado por los portugueses. Allí consiguieron naranjas, huevos y aves para alimentarse.
Luego, cruzaron el Océano Atlántico. El 28 de diciembre, una fuerte tormenta separó los barcos. Elcano tomó el mando de la armada y buscó a Loaísa sin éxito. Decidió continuar.
El 12 de enero de 1526, Elcano llegó con cinco barcos al río Santa Cruz. Luego, se dirigieron al cabo de las Vírgenes, donde una tormenta hizo encallar el barco Santi Spiritus. Los náufragos fueron rescatados y se unieron a otros barcos.
El 10 de febrero, el barco Anunciada se separó y desapareció. El barco San Gabriel también desertó y regresó a España.
El 26 de mayo, la armada llegó al otro lado del estrecho de Magallanes. El 31 de mayo, el mal tiempo en el Pacífico separó los barcos de nuevo. El barco Santiago llegó a México. El barco San Lesmes desapareció. El Santa María del Parral llegó a unas islas donde los nativos mataron a algunos y tomaron prisioneros al resto.
La nave Santa María de la Victoria llevaba unos 145 hombres, incluyendo a Juan Sebastián Elcano. El escorbuto empezó a afectar a la tripulación. Unas 40 personas fallecieron durante la travesía por el Pacífico.
Loaísa murió el 30 de julio, y Juan Sebastián Elcano falleció el 3 o el 6 de agosto de 1526, también a causa del escorbuto.
Testamento
El 26 de julio de 1526, Elcano hizo su testamento a bordo de la nao Santa María de la Victoria, en medio del Océano Pacífico. El documento fue escrito por Andrés de Urdaneta, quien también fue testigo. El original se encuentra en el Archivo General de Indias de Sevilla.
En su testamento, Elcano mencionó que tenía dos libros, un almanaque en latín y un libro de astrología, que pidió que se entregaran a un piloto real. También dejó dinero para varias iglesias y monasterios, y para ayudar a los pobres.
Legado de Juan Sebastián Elcano
- El buque escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano, construido en 1927, lleva su nombre. El emblema del barco es el escudo que le concedió Carlos I.
- Un centro de estudios llamado Real Instituto Elcano también lleva su nombre.
- Un cabo en la isla de Ámsterdam se llama Pointe de Elcano.
Monumentos y otros homenajes
Se han erigido varios monumentos y placas en honor a Juan Sebastián Elcano y la primera vuelta al mundo:
- En Guetaria, su ciudad natal, hay dos estatuas de Elcano, una de 1861 y otra de 1888. También hay un gran monumento de 1922 con un bajorrelieve y la frase "Primus circumdediste me".
- En Sevilla, se colocó una placa en 1919 cerca del muelle de donde partió la expedición. En 1972, se inauguró un monumento a Elcano. También hay un monumento llamado "Milla Cero" desde 2010.
- En Sanlúcar de Barrameda, hay varios azulejos conmemorativos y un monumento llamado "Legua Cero" desde 2011.
- En la catedral de Sevilla, se colocó una placa en 2011 en homenaje a los que dieron la primera vuelta al mundo.
- En 2019, se inauguró un monumento a Magallanes y Elcano en Vigo.
- En 2022, se inauguraron monumentos a Elcano en Madrid y Cartagena.
- En 2023, se inauguró otro monumento a Elcano en el muelle de Nueva York de Sevilla.
-
Estatua de Elcano de Guetaria de 1861.
-
Estatua de Elcano de Guetaria de 1888.
-
Monumento a Elcano en Guetaria de 1922.
-
Monumento "Milla Cero" en Sevilla de 2010.
-
Monumento "Legua Cero" en Sanlúcar de Barrameda de 2011.
-
Monumento a Elcano en Cartagena de 2022.
Véase también
En inglés: Juan Sebastián Elcano Facts for Kids
- Imperio español en Asia y Oceanía
- Fundación Nao Victoria