Historia económica del Reino Unido para niños
El Reino de Gran Bretaña se formó el 1 de mayo de 1707. Esto ocurrió gracias al Acta de la Unión, un acuerdo importante firmado por el Reino de Inglaterra (que incluía Gales) y el Reino de Escocia. El objetivo era crear un solo Estado en la isla de Gran Bretaña. Los detalles de esta unión se habían negociado el año anterior en el Tratado de la Unión, que luego fue aprobado por los parlamentos de Escocia e Inglaterra.
Además de ser una unión política, el Reino Unido también se diseñó para ser una unión económica. Por eso, la mayoría de los 25 artículos del Tratado de la Unión trataban sobre acuerdos económicos para el nuevo Estado. Durante los siguientes tres siglos, el Reino Unido se convirtió en una de las economías más importantes del mundo, una posición que mantiene hasta hoy.
La economía británica a través del tiempo
Orígenes económicos en la Edad Media
La economía de Inglaterra en la Edad Media sentó las bases para lo que vendría después. En este periodo, la agricultura era la actividad principal y la vida giraba en torno a las tierras y los cultivos.
El Mercantilismo y el crecimiento del comercio

Durante el siglo XVII, el Reino Unido adoptó una forma de pensar económica llamada mercantilismo. Esta idea buscaba que un país fuera más rico controlando su comercio. En el Reino Unido, el gobierno no controlaba tanto la economía interna como en otros lugares de Europa, gracias a sus leyes tradicionales y al creciente poder del Parlamento.
El mercantilismo británico se enfocó mucho en el comercio internacional. Se crearon muchas reglas para ayudar a vender productos a otros países (exportar) y para limitar la compra de productos de fuera (importar). Por ejemplo, se ponían impuestos a los productos importados y se daban ayudas a los productos que se exportaban. Incluso se prohibió exportar algunas materias primas.
Las Actas de Navegación fueron leyes importantes que impedían a los comerciantes de otros países hacer negocios dentro de Inglaterra. Además, Inglaterra expandió su número de colonias. Una vez que estas colonias estaban bajo su control, se les obligaba a producir solo materias primas y a comerciar únicamente con Inglaterra. Estas políticas ayudaron mucho a que Inglaterra se convirtiera en una gran potencia comercial y económica a nivel mundial.
Así, el Imperio británico se construyó sobre la base del mercantilismo. Este sistema económico buscaba maximizar el comercio dentro del imperio y debilitar a los imperios rivales. El Imperio británico moderno comenzó a principios del siglo XVII con los primeros asentamientos ingleses en las colonias del este de América del Norte, que más tarde formarían los Estados Unidos, y también en las provincias marítimas de Canadá.
También se colonizaron pequeñas islas en el mar Caribe, como Trinidad y Tobago, las Bahamas, las Islas de Sotavento, Barbados y Jamaica. Estas islas, donde se cultivaba azúcar, se volvieron muy importantes y exitosas para el Imperio. Las colonias de América del Norte también usaron mano de obra para cultivar tabaco, algodón y arroz en el sur. En el norte, los materiales para barcos y las pieles no eran tan rentables, pero tenían grandes áreas de buena tierra agrícola que atrajeron a muchos inmigrantes británicos. El Imperio británico en América del Norte creció lentamente a través de guerras y colonización. La victoria sobre los franceses en la Guerra de los Siete Años le dio al Reino Unido el control de casi toda América del Norte.
La Revolución Industrial y sus cambios
El siglo XVIII trajo consigo la Revolución Industrial, un periodo de grandes cambios en la forma de producir bienes. Antes de esto, hubo una Revolución agrícola británica que mejoró la producción de alimentos. La Revolución Industrial transformó la economía, pasando de un sistema basado en la agricultura y la artesanía a uno dominado por las fábricas y las máquinas. Esto llevó a un crecimiento económico sin precedentes y a la creación de nuevas industrias.
Avances en la Segunda Revolución Industrial
En el siglo XIX, el Reino Unido experimentó la Segunda Revolución Industrial. Esta etapa trajo consigo nuevas tecnologías y fuentes de energía, como la electricidad y el petróleo. Se desarrollaron industrias como la química y la del acero, lo que impulsó aún más la economía y la capacidad de producción del país.
Desafíos económicos en el siglo XX
El siglo XX presentó grandes desafíos económicos para el Reino Unido. La Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial tuvieron un impacto enorme en la economía, desviando recursos hacia el esfuerzo bélico y afectando el comercio internacional.
A principios del siglo, en 1825, hubo un evento conocido como el Pánico de 1825, una crisis financiera que afectó a la economía. Más tarde, en el siglo XX, las políticas económicas conocidas como Thatcherismo buscaron reformar la economía británica, privatizando empresas estatales y reduciendo el poder de los sindicatos.
La economía británica en el siglo XXI
En el siglo XXI, el Reino Unido ha seguido enfrentando retos económicos. Un ejemplo importante fue el Plan de rescate financiero del Reino Unido de 2008, una medida tomada por el gobierno para estabilizar el sistema bancario durante una crisis financiera global. La economía británica continúa adaptándose a los cambios mundiales y a los nuevos desafíos.
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Véase también
En inglés: Economic history of the United Kingdom Facts for Kids
- Historia del Reino Unido
- Economía del Reino Unido
- Imperios de ultramar