Historia de Mónaco para niños
Mónaco es un pequeño país situado en la costa del Mar Mediterráneo, cerca de Francia. Su historia es muy interesante y ha estado marcada por la influencia de diferentes pueblos y por la familia Grimaldi, que lo ha gobernado durante muchos siglos.
Contenido
Los primeros habitantes de Mónaco
Hace mucho tiempo, en la Edad Antigua, Mónaco fue habitado por varios pueblos. Primero, los fenicios tuvieron una colonia allí, donde construyeron un templo. Después, los griegos llegaron y llamaron al lugar Monoikos, que significa 'el de una sola vivienda'. Este nombre se relacionaba con el héroe Heracles. Más tarde, los romanos lo conocieron como Portus Herculis Monæci.
En el siglo I, Mónaco adoptó la fe cristiana. Luego, pasó por las manos de diferentes pueblos como los francos y los lombardos. Finalmente, formó parte del Sacro Imperio Romano Germánico y después de la República de Génova.
En el año 1297, la familia Grimaldi tomó el control de Mónaco, y desde entonces, ha gobernado el país hasta el día de hoy. Su poder se hizo oficial en 1419.
Mónaco en la Edad Media y la Edad Moderna
Durante mucho tiempo, Mónaco fue un lugar muy deseado por los franceses debido a su ubicación estratégica como base naval. A finales del siglo XV, la nueva Monarquía Hispánica de los Reyes Católicos se enfocó en Italia. Al mismo tiempo, Francia quería expandir sus territorios hacia el este, lo que causó conflictos con los intereses españoles. Por eso, la primera parte del siglo XVI estuvo marcada por esta rivalidad entre España y Francia, que afectó directamente al señorío de Mónaco.
El asedio de 1506
En 1506, una revuelta popular en Génova contra los franceses llevó a un evento importante en la historia de Mónaco. El nuevo gobierno de Génova quiso recuperar la Roca de Mónaco y comenzó un asedio el 7 de diciembre. El señor de Mónaco en ese momento, Luciano Grimaldi (1481-1523), defendió la Roca con unos 600 hombres, 22 cañones y 318 piezas de artillería. Lograron rechazar a 12.000 genoveses gracias a las buenas defensas de la ciudadela y la ayuda de Francia, que también estaba en guerra con Génova. La victoria de Mónaco y Francia el 19 de marzo de 1507 permitió recuperar los señoríos de Menton y Roquebrune, que habían pertenecido a Mónaco desde 1346 y 1355, respectivamente.
Después de que Luis XII de Francia conquistara Génova, Luciano Grimaldi no quiso seguir bajo el control de Francia y fue encarcelado en Milán. Gracias a la ayuda del papa Julio II, Luciano fue liberado en 1508. En 1523, Luciano falleció de forma violenta, y las personas responsables no fueron castigadas, a pesar de las órdenes del rey Francisco I de Francia. Aprovechando la situación, los familiares de Agustín Grimaldi (quien sucedió a Luciano y era obispo de Grasse) lo animaron a unirse al emperador Carlos I de España, quien parecía ser el más adecuado para proteger Mónaco.
Se firmaron varios acuerdos de protección y autonomía con España (en 1512), Francia (1409, 1641 y 1861) y el reino italiano de Cerdeña (en el Congreso de Viena de 1815). Mónaco fue ocupado por los españoles en 1605 y obtuvo los señoríos de Roccabruna (Roquebrune) y Mentone/Mentón, aunque los perdería con la Revolución de 1848.
En 1605, se firmó un acuerdo que puso a Mónaco bajo la jurisdicción militar del ducado de Milán, con un grupo de soldados españoles. Sin embargo, este acuerdo se hizo sin el conocimiento de Madrid, que no estaba de acuerdo con tener un regimiento que no pudiera controlar directamente.
El título de Príncipe Soberano
En 1612, el señor de Mónaco adoptó el título de príncipe soberano, con el tratamiento de Alteza Serenísima. Este nuevo título se incluyó en todos los documentos oficiales a partir de 1619. Esto mostró un deseo de fortalecer el poder del príncipe, en un momento en que el absolutismo (un sistema donde el rey tiene todo el poder) crecía en toda Europa. El poder del príncipe aumentó, mientras que el de otras instituciones, como la asamblea de jefes de familia (también llamada parlamento o universidad), disminuyó. Esta asamblea antes tenía importantes funciones en la vida de la ciudad, como dictar las normas de policía.
Durante la Revolución francesa, Mónaco fue ocupado en 1793 y permaneció así hasta 1815. El Tratado de París de 1814 restauró a la dinastía de Grimaldi con el príncipe Honorato IV de Mónaco (1758-1819). Este tratado puso a Mónaco bajo la protección del rey Víctor Manuel I de Cerdeña, y fue confirmado en 1815 después del breve regreso de Napoleón. En 1865, se firmó un acuerdo con Francia sobre aduanas y la eliminación de impuestos directos. Con el príncipe Alberto I de Mónaco, el absolutismo fue abolido en 1869.
Mónaco en el siglo XX y en la actualidad
Durante el siglo XX, Mónaco enfrentó desafíos que pusieron en riesgo su independencia. La constitución de 1911 fue modificada dos veces (en 1917 y 1930). Luis II de Mónaco tuvo que reconocer a su hija, Carlota, para asegurar que la familia real continuara gobernando a través del futuro rey Raniero III de Mónaco. Raniero III subió al trono en 1949 y, diez años después, tuvo que suspender la constitución debido a desacuerdos con el Consejo Nacional.
En 1962, se creó una nueva constitución que garantizaba los derechos básicos de los monegascos. Al año siguiente, se firmó un acuerdo con Francia para resolver diferencias económicas y establecer nuevos acuerdos de vecindad y moneda. Estos acuerdos se renovaron en 2002 con la llegada del euro a Mónaco, aunque el país no es miembro de la Unión Europea (UE).
En la década de 1960, además del acuerdo con Francia, se tomaron medidas que dieron a Mónaco su aspecto actual. En 1964, se iniciaron obras para aumentar la superficie del país en un 20%, ganando terreno al mar. Se decidió no buscar el turismo de masas, reduciendo el número de hoteles y buscando atraer a personas con mucho dinero, tanto como turistas como para vivir allí. Así, Mónaco se convirtió en un importante centro financiero.
En 1982, la princesa Grace, esposa de Raniero III, falleció en un accidente, lo que conmovió a todo el principado y al mundo. Ella había hecho importantes contribuciones al desarrollo cultural del país. El 6 de abril de 2005, el príncipe Raniero III falleció y fue sucedido por su hijo y heredero, Alberto II de Mónaco.
Véase también
En inglés: History of Monaco Facts for Kids