Hernando de Alcocer para niños
Datos para niños Hernando de Alcocer |
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Información personal | ||
Nacimiento | c. 1510 Puebla de Alcocer (Badajoz) |
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Fallecimiento | ? ? |
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Información profesional | ||
Ocupación | Militar | |
Lealtad | ![]() |
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Rango militar | Conquistador | |
Hernando de Alcocer fue un explorador y militar español que nació en Puebla de Alcocer (Badajoz) alrededor del año 1510. Era hijo de Pedro González de Alcocer y de Isabel González.
En aquella época, muchos jóvenes de la región de Extremadura, en España, soñaban con viajar a las tierras del Nuevo Mundo para buscar nuevas oportunidades. Hernando de Alcocer también quería explorar y cambiar su vida. Por eso, pidió permiso oficial para viajar a las Indias.
El 28 de junio de 1528, Hernando de Alcocer obtuvo una licencia de la Casa de Contratación de Sevilla. Este permiso le permitía viajar a Santo Domingo (República Dominicana), que era un punto importante en el continente americano.
Contenido
El continente americano en la época de Hernando de Alcocer
La parte continental de América del Sur, cerca del mar Caribe, era conocida como Tierra Firme. En los primeros años del siglo XVI, esta zona, que hoy es parte de Venezuela, era visitada por personas que buscaban capturar gente.
Para detener estas acciones, las autoridades españolas en Santo Domingo tomaron medidas. A partir de 1525, Juan de Ampíes fue el encargado de proteger a los pueblos indígenas de la costa occidental de Venezuela y de las islas cercanas como Aruba, Bonaire y Curaçao.
Sin embargo, la situación política y territorial cambió rápidamente. Parte de lo que hoy es Venezuela fue entregada por el rey Carlos I de España a una familia de banqueros alemanes, los Welser de Augsburgo. Esto se hizo para pagar algunas deudas que el rey tenía con ellos.
Después de firmar acuerdos, los Welser enviaron a sus gobernadores para explorar y aprovechar los recursos de la región. Esta zona se conoció entonces como la Provincia de Venezuela.
Al servicio de los Welser: Exploración y desafíos
Mientras estos cambios ocurrían, Hernando de Alcocer llegó a Santo Domingo a finales de 1528. Allí se unió a una expedición dirigida por el gobernador alemán Ambrosio Alfinger. Esta expedición tenía como objetivo explorar el territorio que había sido entregado a los alemanes.
El 24 de febrero de 1529, Alfinger y 274 soldados españoles, muchos de ellos con sus familias, llegaron a Santa Ana de Coro (Venezuela). Su misión era tomar el control de la concesión y empezar a explorar la región asignada a los Welser.
Después de los preparativos necesarios, en agosto de 1529, Alfinger y sus hombres iniciaron largas expediciones. Primero se dirigieron hacia el Lago de Maracaibo y luego al norte de la actual Colombia.
En una segunda expedición, desde las Sierras Nevadas de Santa Marta, subieron siguiendo el curso del río Magdalena. En el territorio de los "pacabueyes", cerca de las ciénagas de la Zapatosa, Alfinger decidió enviar a Santa Ana de Coro 110 kilos de oro. Este oro había sido obtenido de los pueblos indígenas de esas regiones colombianas.
Para transportar el oro, Alfinger envió al capitán Iñigo de Vasconia al mando de 25 soldados. Su destino era Santa Ana de Coro, que era la base de sus operaciones. Sin embargo, los soldados de Vasconia se perdieron en las montañas. Muchos murieron de hambre o por ataques de los indígenas. Los pocos que quedaron, antes de morir, decidieron enterrar el oro junto a un gran árbol.
De la expedición de Iñigo de Vasconia, solo un hombre, Francisco Martínez Vegaso, logró sobrevivir. Cuando estaba a punto de morir, los indígenas de un poblado lo encontraron y le salvaron la vida. En agradecimiento, o quizás por necesidad, Martínez Vegaso se quedó casi tres años con ellos. Se adaptó a su nueva vida, se convirtió en un guerrero respetado y se casó con la hija del líder de la tribu.
El regreso a Coro y un encuentro inesperado
Los hombres de Alfinger daban por perdida la partida de soldados que habían enviado a Coro. Desde los lugares cercanos al río Magdalena, donde más tarde Gonzalo Jiménez de Quesada fundaría la ciudad de Barrancabermeja, Alfinger decidió regresar a Coro a principios de junio de 1533.
Durante el viaje de regreso, en un enfrentamiento con los indígenas, una flecha terminó con la vida de Alfinger cerca de la actual ciudad de Pamplona en los Andes. Los soldados que sobrevivieron a esta peligrosa aventura continuaron su camino hacia Coro. En el trayecto, un grupo de indígenas atacó a una partida de soldados que iba al mando de Hernando de Alcocer.
Los españoles se sorprendieron mucho cuando uno de los indígenas atacantes les habló en perfecto castellano. Los soldados de Alcocer quisieron saber quién era aquel hombre, vestido y pintado como los indígenas, que hablaba su idioma. Era Francisco Martínez Vegaso, el mismo que había sido compañero de Alcocer en la expedición de Alfinger.
Ambos grupos se identificaron y se alegraron mucho al reconocerse. Después de que los hombres de Alcocer descansaron y fueron bien recibidos en el poblado indígena donde estaba Martínez Vegaso, los españoles partieron hacia Coro, llevando consigo a Martínez Vegaso.
Nuevas expediciones y un cambio de rumbo
Después de este incidente, en diciembre de 1536, el teniente de gobernador, el alemán Nicolás de Federmann, inició otra expedición. Su objetivo era explorar las montañas andinas, donde creían que se encontraba el mítico Dorado. Alcocer también formó parte de esta difícil expedición. Como los demás soldados, sufrió muchas dificultades y enfrentamientos con los pueblos indígenas.
Después de muchos sacrificios y problemas, en esa larga exploración, llegaron hasta donde más tarde se fundaría Bogotá. Allí se encontraron con las fuerzas de otros exploradores importantes: Gonzalo Jiménez de Quesada y Sebastián de Belalcázar.
Los alemanes tenían un objetivo principal: aprovechar al máximo los recursos de la región que les había dado el rey Carlos I. Sus métodos estaban enfocados en obtener ganancias de todo lo que pudieran vender. Además, no trataban a los soldados españoles con el respeto y la consideración que merecían.
Por estas razones, Alcocer y la mayoría de los soldados que llegaron con Federmann a las tierras andinas de Bogotá decidieron unirse a las fuerzas de Jiménez de Quesada y otros capitanes. Se quedaron en esas zonas andinas de Colombia.
En esta nueva etapa de exploración, Alcocer fue un soldado destacado. Participó activamente en la fundación de ciudades como Pamplona, Tocaima, Ibagué y Mariquita. Se quedó en esos territorios y recibió recompensas por su servicio.
Soldado y emprendedor
Hernando de Alcocer decidió quedarse en las tierras andinas. Una vez establecido, junto con el capitán Olalla, abrió un camino importante entre Honda y la Sabana. Juntos fundaron la pequeña ciudad de la Villeta.
Alcocer era un hombre con ideas innovadoras. Se dio cuenta de que el transporte de mercancías podía ser un buen negocio. Por eso, tuvo la idea de crear una empresa de transporte local. Utilizó caravanas de mulas y carros que se conectaban con una pequeña flota de barcos en el río Magdalena.
Además de estos negocios, fue "encomendero" en varios lugares como Bojacá, Pasquilla, Sasaima, Chaquisaque y otras zonas cercanas en Colombia. Esto significaba que tenía a su cargo la administración de ciertos territorios y sus habitantes.
Se estableció cerca de Bogotá y se casó con doña Guiomar Sotomayor. Más tarde, se casó por segunda vez con una hija de Isabel Galeano, quien era hermana del capitán Martín Galeano, fundador de Vélez (Colombia).
Después de una vida muy activa como militar, llena de sacrificios, Hernando de Alcocer no tuvo hijos que heredaran su fortuna. Por eso, dejó su gran riqueza a un sobrino, Andrés de Piérola. La condición era que se casara con su viuda, lo cual se cumplió.