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Guy Debord para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Guy Debord
Guy debord.jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Guy-Ernest Debord
Nacimiento 28 de diciembre de 1931
París, Francia
Fallecimiento 30 de noviembre de 1994 (62 años)
Bellevue-la-Montagne, Francia
Causa de muerte Herida por arma de fuego
Nacionalidad Francia
Lengua materna Francés
Familia
Cónyuge Alice Becker-Ho
Educación
Educado en
Alumno de Isidore Isou (1951-1952)
Información profesional
Ocupación Filósofo, escritor, cineasta,sociólogo militante revolucionario
Años activo 1946-1994
Movimiento Internacional Situacionista
Internacional Letrista
Géneros Ensayo, artículo
Obras notables
  • La Sociedad del espectáculo
  • In girum imus nocte et consumimur igni
  • Comentarios sobre la sociedad del espectáculo
  • Panegírico
Firma Debord's Will.jpg

Guy Debord, de nombre completo Guy Ernest Debord (París, 28 de diciembre de 1931-Bellevue-la-Montagne, 30 de noviembre de 1994) fue un filósofo, escritor y cineasta francés. Se consideraba ante todo como un estratega.

Conceptualizó la noción sociopolítica de «espectáculo», desarrollada en su obra más conocida, La Sociedad del espectáculo (1967). Debord fue uno de los fundadores de la Internacional Letrista (1952-1957) y de la Internacional Situacionista (1957-1972). Dirigió la revista en francés de la Internacional Situacionista.

Biografía

Juventud y contexto cultural e histórico

Muy pronto en su niñez, Guy Debord pierde a su padre, Martial Debord. El movimiento popular acaba en el callejón sin salida de la Segunda guerra mundial, y, al cumplir sus 17 años, todos los acontecimientos fundadores de lo que llamará La Sociedad del Espectáculo ya están presentes: la generalización de la tecnología, el espionaje generalizado, los campos de concentración, los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, la colaboración de clase del Partido comunista francés con la burguesía, el enfrentamiento «espectacular» Este/Oeste, y sobre todo la reconstrucción a crédito de Europa.

El fracaso del «último gran asalto del movimiento revolucionario proletario» está en el paisaje de la vida del joven Guy Debord. A su muy temprana edad, Debord, es un gran conocedor de los surrealistas y toma como figuras tutelares a Lautréamont y Arthur Cravan.

En 1951-1952, según las propias palabras de Debord, «nunca el campo de batalla había estado tan vacío». En medio de ese «desierto», sin embargo, la vida intelectual continúa. Del lado de los defensores de la democracia liberal: Aron, Mauriac, Malraux; del otro lado, todos los que gravitaban alrededor del PCF: Aragon, Sartre, Picasso. Durante ese periodo, el partido comunistas atraía todavía a un buen número de artistas, escritores e intelectuales.

Otros rechazaban esa división. André Breton, Benjamin Péret, Jean Malaquais se habían acercado a los movimientos libertarios o de comunismo de izquierda trotskista después de haber estado cercanos a las tesis de Trotski. Gente sin etiqueta política como Boris Vian y Jacques Prévert hacían parte del paisaje intelectual de aquellos años. Georges Bataille acababa su obra. Maximilien Rubel por su parte analizaba la obra de Karl Marx fuera de los "dogmatismos" leninistas, mientras que los miembros de Socialisme ou Barbarie (Claude Lefort, Cornelius Castoriadis entre otros), intentaban una apertura, en una época dominada por el pensamiento estalinista y burgués. Es en ese momento que empiezan a desarrollarse con más amplitud los análisis críticos sobre la URSS y las «democracias populares», después del célebre Staline de Boris Souvarine y los análisis de Ante Ciliga (El País de la gran mentira y del enigma), Victor Serge, Karl Korsch o Anton Pannekoek contra el capitalismo de Estado y la dictadura estalinista.

Es a principios de los años 1950 que Guy Debord conoce Isidore Isou y los letristas (Maurice Lemaître, Gil J Wolman, Jean-Louis Brau, Marc'O…), encuentros decisivos que marcan sus compromisos futuros.

El movimiento letrista

El escándalo de la proyección de la película Traité de bave et d'éternité de Isidore Isou en el festival de Cannes (abril de 1951) impacta al joven Debord y le abre el espacio de creación que es el cine. Debord participa en las actividades del grupo letrista, participación que acaba con otro escándalo, el «escándalo Chaplin».

Mientras tanto, Guy Debord participa en el único número de la revista Ion de Marc'O (abril de 1952) y publica la sinopsis de la primera versión (con imágenes) de su película Hurlements en faveur de Sade cuyo título le había sido sugerido por Isou. La primera película de Debord, al final sin imágenes y visualmente cercana de L'Anticoncept de Gil J. Wolman, alterna secuencias con la pantalla enteramente en negro o en blanco, y se compone de una banda sonora con frases poéticas desviadas de su contexto de origen, entrecortadas con largos silencios cuyo propósito es acelerar el proceso de negación-descomposición (lo que los letristas llaman lo "cincelante", en francés "ciselant") en el cine, proceso ya muy avanzado en otras artes como en pintura con el Cuadrado blanco sobre fondo blanco de Kasimir Malevitch o en literatura con Finnegans Wake de James Joyce. El objetivo es ir lo más directamente posible al proyecto de superación del Arte que es la principal preocupación de Debord y de los letristas. Debord pone así el punto de partida que llevará más tarde a la fundación de la Internacional Situacionista.

Así pues, en noviembre de 1952 nace la Internacional Letrista (I.L.) que marca sus distancias con el letrismo de Isou reinvidicando una actitud más cercana a los anarquistas y a los marxistas revolucionarios que al ideal de "creatividad generalizada" pregonada por Isou. En 1953, Debord escribe en una pared de la calle Seine de París la inscripción "Ne travaillez jamais" (en español, "No trabajéis nunca"), marcando así su rechazo al trabajo asalariado, rechazo que Debord mantendrá durante toda su vida. Ese eslogan volverá a aparecer masivamente durante la revuelta y las huelgas salvajes de Mayo del 68.

Los "internacionales" letristas encarnan una suerte de Saint-Germain-des-Prés alternativo, lejos de la fama del Tabou y Les Deux Magots donde se reúnen Sartre y Beauvoir. Viviendo de forma clandestina su rechazo de las normas sociales en el París de la posguerra que aún no ha sido reformado por los urbanistas, Debord y sus amigos ven en el París antiguo por el que se apasionan el decoro posible para una civilización futura lúdica, a condición de extenderlo y reformarlo según sus gustos. El bar Chez Moineau, rue du Four en París, se convierte en cuartel general. Varios libros analizan esa época como los de Jean-Michel Mension (La Tribu y Le Temps-gage) y Patrick Straram (Les bouteilles se couchent), o el álbum fotográfico del neerlandés Ed van der Elsken (Love on the left bank). Debord, más tarde en su vida, se acordará con nostalgia de ese breve periodo de su vida, por ejemplo en su enigmático libro Mémoires en colaboración con el pintor Asger Jorn. Durante esos años, elabora los conceptos de psicogeografía y de deriva. Los miembros de la Internacional letrista (Ivan Chtcheglov, alias Gilles Ivain, Mohamed Dahou, Guy Debord, Gaëtan M. Langlais, Michèle Bernstein, Patrick Straram y Gil J Wolman) exploran la ciudad de París para descubrir los diferentes ambientes propicios al extrañamiento psicogeográfico. En esa época se publican varios libros sobre ese París milenario y secreto que desaparecería pocos años después debido a la especulación inmobiliaria. Algunos de esos libros inspiran Guy Debord: Paris insolite de Jean-Paul Clébert, Rue des maléfices de Jacques Yonnet y Le Vin des rues de Robert Giraud. Debord también rinde homenaje en su libro de 1989 Panegírico al historiador Louis Chevalier que denunció esa destrucción del París antiguo en L'Assassinat de Paris.

Tras la creación de la revista L'Internationale lettriste en 1952, l'I.L. funda la revista Potlach que empieza a publicarse en 1954. El programa de Potlach anuncia: «trabajamos a la realización consciente y colectiva de una nueva civilización». En la revista belga Les Lèvres Nues (1954-1957) fundada por los surrealistas Marcel Mariën y Paul Nougé, Debord declara:

Entre los diversos procedimientos "situacionistas" la deriva se presenta como una técnica de paso apresurado a través de ambientes variados. El concepto de deriva está conectado de forma indisoluble al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográfica, y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo, lo que la opone a las nociones clásicas de viaje y paseo.

Es también en la revista Les Lèvres Nues que en 1956 Debord y Wolman publican un texto fundamental: Modo de empleo del détournement (en francés, Mode d'emploi du détournement). La Internacional Letrista se desmarca así radicalmente del letrismo de Isidore Isou, desarrollando una tarea teórica que desembocará pronto en la creación de la Internacional Situacionista.

Buena parte de la antigua vanguardia letrista que se quedó con Isou y Lemaître decide no seguir a Guy Debord en lo que considera una desviación política y continuará su ruta de forma independiente de la Internacional Letrista.

Los comienzos de la Internacional Situacionista

1957 es para Guy Debord un año decisivo durante el cual en Cosio di Arroscia (Italia), se plantean las bases para una nueva vanguardia. La deriva, la creación de situaciones lúdicas, etc. son propuestas por Debord en el primer texto fundador de esta nueva vanguardia: Rapport sur la construction de situations et sur les conditions de l'organisation et de l'action de la tendance situationniste internationale.

Los primeros años están marcados por el reclutamiento de numerosos artistas que intentan experimentar diversos procedimientos que puedan integrarse a una nueva arquitectura de las ciudades como lo desean los situacionistas, entre ellos el neerlandés Constant que nombra estos procedimientos "urbanismo unitario" que serían propicios a la invención lúdica, la construcción de situaciones y la realización de nuevos deseos.

La I.S. también utiliza la provocación en el seno de la cultura oficial para propagar el empleo novedoso y revolucionario de las artes (por ejemplo, en abril de 1958 en una reunión oficial de críticos de arte internacionales). La I.S. considera que la crisis de las artes no es más que el síntoma de la aparición de un fenómeno más importante: la posibilidad de realizar directamente por primera vez en la Historia, la unión del Arte y de la vida, «no para rebajar el arte al nivel de la vida que existe actualmente, pero al contrario, para elevar la vida a lo que el Arte prometía», apoderándose de los medios que la burguesía ha desarrollado para su dominio sobre la naturaleza: "Nosotros hablamos de artistas libres, pero no hay libertad artística posible sin habernos apoderado antes de los medios acumulados en el siglo XX que son para nosotros los verdaderos medios de la producción artística, y que condenan a no ser de su tiempo los artistas que estén privados de dichos medios. [...] La dominación de la naturaleza puede ser revolucionaria o convertirse en arma absoluta de las fuerzas reaccionarias".

Con esta perspectiva, los situacionistas consideran que «la construcción de situaciones sustituirá el teatro en el sentido que la construcción real de la vida ha sustituido cada vez más a la religión».

En 1959, Debord conoce al grupo de intelectuales y obreros revolucionarios Socialisme ou Barbarie.

En 1960, Debord firma el Manifeste des 121 por el derecho a la insumisión en la Guerra de Argelia.

Debord continua su creación cinematográfica en 1959 con Sur le passage de quelques personnes à travers une assez courte unité de temps (Sobre el paso de unas cuantas personas a través de una unidad de tiempo bastante corta y Critique de la séparation (1961). En esas dos películas, analiza la vida alienada, separada por el cotidiano mercantil, donde cada uno debe perder su vida para conocer a los demás en un mundo separado por la mercancía.

El movimiento situacionista se ocupa cada vez menos de la muerte del arte y quiere englobar el proyecto de la superación del arte con el de una crítica global de la sociedad. La novedad no reside en la denuncia del capitalismo o de la alienación, pero sí en la crítica radical tanto de la forma como del contenido del sistema mercantil que aliena los individuos en su vida cotidiana.

Los situacionistas consideran a principios de los años 1960 que las condiciones para una revolución social son de nuevo favorables y se declaran los herederos de la Comuna de París de 1871.

En 1963, Debord conoce a Alice Becker-Ho con la cual se casa en 1972 tras divorciarse de Michèle Bernstein.

Culminación de la Internacional Situacionista: Mayo del 68

Director de la revista Internationale Situationniste, Guy Debord cuenta con el apoyo del belga Raoul Vaneigem y del húngaro Attila Kotanyi. Llegan a la conclusión de que los «artistas» deben ser excluidos de la I.S. y sus posiciones desembocan en «las tesis de Hamburgo»; tesis que se resumen con la última de Marx sobre Feuerbach: «hay que realizar la filosofía». A este programa, clásico desde las Tesis sobre Feuerbach que Marx había asignado de oficio al proletariado, los situacionistas añaden el de superar y realizar el Arte.

La culminación de estos primeros años de crecimiento del movimiento es la publicación seguida de dos libros: La sociedad del espectáculo de Debord (publicado el 14 de noviembre de 1967, inicialmente por la editorial Buchet/Chastel y a partir de 1971, por Champ libre) y Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones de Raoul Vaneigem (publicado el 30 de noviembre de 1967 por Gallimard).

El 22 de noviembre de 1966, sale a la luz en Estrasburgo un panfleto anónimo (hoy sabemos que el principal redactor fue Mustapha Khayati), De la misère en milieu étudiant. Pascal Dumontier la considera como un acontecimiento indisociable de los acontecimientos de Mayo de 1968 en su libro Les situationnistes et mai 1968, théorie et pratique de la révolution (1966-1972) (Éditions Gérard Lebovici, 1990). Su publicación provocó un gran escándalo, el diario Le Monde publicado el 26 de noviembre de 1966, con el artículo, «La Internacional situacionista toma el poder entre los estudiantes de Estrasburgo». Cuando llega el 22 de marzo de 1968 a la Universidad de Nanterre, la I. S. ya ocupa gracias a los enragés de René Riesel una posición alternativa, crítica y cualitativa, contraria a la oposición oficial representada por el Movimiento 22 de marzo que va a materializar el descontento en el seno de la universidad, provocando una reacción en cadena. Los situacionistas tomaron parte en el Consejo por el Mantenimiento de las Ocupaciones (CMDO).

La revista de la I.S. es ya muy conocida a pesar de una difusión bastante modesta (unos 400 ejemplares). Debord escribe el 10 de junio de 1968 a un corresponsal italiano: «Casi hemos hecho una revolución (…) Han asestado un golpe a la huelga (principalmente la CGT), pero toda la sociedad francesa está en crisis desde hace mucho tiempo»; y el 24 de diciembre de 1968: «Me gusta también mucho la cita del Cardenal de Retz, no sólo porque enlaza con los temas de la «imaginación al poder» y de «Tomad vuestros deseos por la realidad», pero también porque hay ese divertido parentesco entre la Fronda de 1648 y mayo de 1968: los dos únicos grandes movimientos en París que hayan estallado en respuesta inmediata a arrestos; y tanto uno como el otro, con barricadas». Para Debord, el Mayo del 68 es la culminación lógica de la I. S., que interpreta como «un movimiento revolucionario proletario que resurge tras medio siglo de aplastamiento», «que buscaba su consciencia teórica». En 1969, el último número de la revista de la I. S. empieza por el artículo cuyo título es: «El principio de una era» («Le commencement d’une époque»). En el libro La Véritable scission dans l'internationale (Champ libre, 1972), Debord ajusta cuentas con los que pretenden medrar gracias al prestigio de la I. S. y adelanta que una vanguardia debe saber morir cuando ha pasado su tiempo. Vaneigem es muy criticado en este libro, acusándosele de ser la tendencia derechista dentro de la I.S. Las tesis de Hamburgo son explicadas por primera vez de forma explícita: «para servir a la historia de la I. S.».

Después de la I. S.

A partir de 1970, la vida de Guy Debord es cada vez nómada: vive, según las estaciones del año, entre París, Auvernia y Florencia donde mantiene una gran amistad con el situacionista Gianfranco Sanguinetti. Sus estancias en Italia le permiten observar de cerca las acciones contrarrevolucionarias que un Estado moderno está dispuesto a tomar ante la resurgencia de la subversión proletaria. En ese contexto explosivo, en todos los sentidos del término, de los años de plomo, Debord continua sus combates.

Guy Debord también conoce al productor de cine Gérard Lebovici, que financia tres de sus películas: la adaptación de La Sociedad del espectáculo (1973), un cortometraje Réfutation de tous les jugements, tant élogieux qu’hostiles, qui ont été jusqu’ici portés sur le film «La Société du spectacle» (1975) en el que Debord rechaza tanto los elogios como las críticas acerca de la película La Sociedad del espectáculo. Pero es con la película In girum imus nocte et consumimur igni (1978), un palíndromo en latín que significa «Damos vueltas por la noche y somos devorados por el fuego», que Debord alcanza su plena madurez. En esta película, Debord hace un balance melancólico, pero sin amargura, de su itinerario estético y político. Diez años después de Mayo del 68, también parece despedir las esperanzas revolucionarias nacidas alrededor de ese periodo.

Debord, a partir de 1972, ejerce una influencia cada vez más importante sobre Champ libre, la editorial de Gérard Lebovici que lo edita. Debord hace que la editorial publique a autores que considera importantes: Baltasar Gracián, Clausewitz, August von Cieszkowski, Anacharsis Cloots, Bruno Rizzi, Edward Sexby, pero sin asumir ningún cargo oficial dentro de la editorial. El objetivo estratégico de Gérard Lebovici y Guy Debord a través de Champ libre es de destapar la apariencia de las cosas para desvelar la realidad. Se trata de una tarea de desprogramación, de contrainformación, de desmitificación cuyo vector esencial es Champ Libre. Se trata de reaccionar a la alienación generalizada, mortífera, al condicionamiento mediático del individuo, a la incultura general obligatoria, a la tentación de apartar de la historia momentos apasionantes del arte y de la vida, y más generalmente, a la degradación de la calidad de la vida. El catálogo de Champ Libre es el símbolo de un concepto nuevo y esencial, noble contrapunto a la industrialización del mundo editorial.

En 1979, Debord traduce al francés las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique y el testimonio de un anarquista español de la Columna de Hierro, Protestation devant les libertaires du présent et du futur sur les capitulations de 1937[1] que una amiga española, Antónia López-Pintor, le había hecho descubrir. Debord se apasiona por España, su pueblo y su idioma. Participó en 1980 en la difusión de los Comunicados de la prisión de Segovia siendo el autor del texto "A los libertarios". Esa intervención tuvo gran repercusión y sirvió para obtener la liberación de varios prisioneros políticos. Debord alquila un apartamento en Sevilla en los años 1980 y pasa varias temporadas en España. Efectúa un viaje hasta el pueblo castellano-leonés de Rello, viaje que fue contado en el libro de Alice Becker-Ho, Là s'en vont les seigneuries.

En noviembre de 1985, Guy Debord ayuda Mezioud Ouldamer en la elaboración del ensayo Le Cauchemar immigré dans la décomposition de la France (en español, La Pesadilla inmigrante en la descomposición de Francia) mandándole documentación y consejos.

En 1988, los Comentarios sobre la sociedad del espectáculo, inspirados por la situación política en Francia e Italia, destacan la convergencia – reciente – de las dos variantes de organización del Capital, de la sociedad del espectáculo, hacia el espectacular integrado. El libro muestra que es en Francia y en Italia donde la sociedad del espectáculo está más avanzada. La mentira, la corrupción y el peso de los servicios secretos (y otras oficinas del gobierno) caracterizan los últimos desarrollos que desembocan en el espectacular integrado. Como lo recuerda Shigenobu Gonzalves en su libro Guy Debord ou la beauté du négatif (éditions Mille et une nuits, 1998, p. 49, réédition 2002 éditions Nautilus, p. 56), «Debord anuncia, en medio de la indiferencia general, el desmoronamiento de las dictaduras burocráticas de los países del Este». En el Prefacio a la cuarta edición italiana de «La Sociedad del espectáculo», Debord analiza la actividad de las Brigadas Rojas y sus presuntos lazos con los servicios secretos italianos, y de qué manera el ala derechista del partido cristiano-demócrata liderada por Andreotti y la logia P2 habían conducido a la eliminación de Aldo Moro, hipótesis no confirmada, pero pretendida en círculos izquierdistas.

Durante los años 1980, Guy Debord redacta tres textos para la revista post-situacionista Encyclopédie des Nuisances, dirigida por Jaime Semprún. En 1988, una breve polémica privada le opone a Jean-Pierre Baudet con motivo de la obra de Günther Anders cuyos análisis podían anunciar o anticipar los de Debord.

Para demostrar con su propio ejemplo que otra vida es posible, Guy Debord decide escribir su experiencia personal en Panegírico cuyo estilo fue comparado a los del Cardenal de Retz o La Rochefoucauld, aunque Debord rechazó esas comparaciones. Debord le dice al filósofo italiano Giorgio Agamben que no se considera un filósofo sino un estratega.

Muerte y su figura actual

Guy Debord muere en su propiedad de Champot, cerca de Bellevue-la-Montagne en Haute-Loire, el 30 de noviembre de 1994. Casado con Michèle Bernstein en 1954, se volvió a casar con Alice Becker-Ho en 1972.

En enero de 2009, el Estado francés decidió clasificar la totalidad de los archivos de Guy Debord como patrimonio nacional con un decreto que impidió la venta de dichos archivos a la Universidad de Yale. Dicho decreto precisa que los archivos revisten una gran importancia para la historia de las ideas en la segunda mitad del siglo XX y para el conocimiento de uno de sus últimos grandes intelectuales (Journal officiel de la République française del 12 de febrero de 2009). La Bibliothèque nationale de France firma en marzo de 2010 un acuerdo con Alice Becker-Ho para la compra de los archivos. Una gran exposición de los archivos de Debord y un coloquio tuvieron lugar durante la primavera de 2013 organizados por la BnF.

Pensamiento y teoría

Anselm Jappe, en un importante ensayo sobre Guy Debord, muestra que «la comprensión de las teorías de Debord necesitan ante todo que le situemos entre las teorías marxistas». En efecto, siguiendo las influencias de Henri Lefebvre, Joseph Gabel o de Socialisme ou Barbarie, desde el capítulo segundo de La Sociedad del espectáculo, Debord se apoya en las teorías de Karl Marx para construir su teoría del Espectáculo, y entre los pensadores marxistas, Georg Lukács cuenta entre los que más influyeron en Debord para sus escritos teóricos.

Así pues, la primera tesis de La Sociedad del espectáculo desvía la primera frase del Capital de Marx, donde la inmensa acumulación de mercancías ya constatada por Marx como reducción de la vida humana y su en torno a los criterios puramente cuantitativos se han agravado en el marco de una sociedad que ya únicamente puede proponer la calidad de forma puramente abstracta, es decir sobre el plano de la imagen, la calidad habiendo sido desde hace tiempo eliminada de la vida empírica del ser humano.

Con frecuencia se considera a la I.S. como el principal catalizador teórico de la tentativa de revolución de mayo de 1968 con base en París.

Internacional situacionista

Producto de la fusión entre los letristas más virulentos y los miembros del grupo Bauhaus Imaginiste de Asger Jorn, la Internacional situacionista es fundada el 27 de julio de 1957 en la localidad italiana de Cosio d'Arroscia. Después de un breve periodo exclusivamente consagrado a la búsqueda de la superación del arte, los situacionistas se dedican a refundar una teoría revolucionaria del mundo moderno. Critican a la vez la sociedad espectacular-mercantil del Oeste y el capitalismo de Estado del Este. Cercanos durante algún tiempo al grupo Socialisme ou barbarie, grupo al cual participa Guy Debord en 1960-61 y del filósofo marxista Henri Lefebvre, los situacionistas se vuelven cada vez más críticos y sus acciones no paran de intensificarse a lo largo de los años 1960, a pesar de que rara vez sean más de una docena de miembros. Son favorables a la instauración de consejos obreros y desenvuelven un papel clave en la revuelta de Mayo del 68 participando en los combates callejeros y asociándose al grupo radical anarquista los Enragés (Iracundos) para ocupar la Sorbonne e impulsar el movimiento de huelga en las fábricas durante la jornada decisiva del 15 de mayo de 1968.

Tras este éxito (10 millones de huelguistas "salvajes" en toda Francia), rápidamente frenado por la falta de influencia de los elementos más radicales sobre el movimiento obrero controlado por los sindicatos que se dedicaron a salvar el régimen de De Gaulle (acuerdos de Grenelle), los situacionistas se refugian en Bélgica desde donde difunden el texto Enragés et situationnistes dans le mouvement des occupations, relato de sus acciones durante esa gran revuelta. Debord rechazó tomar la posición de jefe y pronto puso fin a la Internacional situacionista justo en el momento que alcanzaba su mayor grado de fama y cuando decenas de "revolucionarios" pasivos e idealistas, llamados despectivamente "pro-situs" por Debord, seducidos por el prestigio de la I.S., buscaban enrolarse en sus filas. Debord aprovechó ese momento para explicar con claridad la necesidad imperiosa de acabar con la I.S. en un texto fundamental para comprender las particularidades de los situacionistas: La Véritable scission dans l'Internationale Situationniste, publicado en abril de 1972.

El Juego de la Guerra

Archivo:Game of War, Brazil
El juego de la guerra en el Class Wargames club night, Café com Letras, Belo Horizonte, Brasil, 29 de abril de 2009.

En 1965, Guy Debord registra la patente de un Jeu de la Guerre (también llamado Kriegspiel, o en español Juego de la Guerra) que había imaginado diez años antes. En 1977, Debord se asocia con Gérard Lebovici para fundar una sociedad llamada «Les Jeux stratégiques et historiques» cuyo propósito es la producción y publicación de juegos. Unos cuantos ejemplares en cobre plateado del Juego de la Guerra son fabricados por un artesano y las reglas del juego (Règle du «Jeu de la Guerre») son publicadas en francés y en inglés. En 1987, aparece el libro Le Jeu de la Guerre (Éditions Gérard Lebovici, reeditado por Gallimard en 2006) en el que quedan descritos todos los movimientos de una partida. Un modelo rudimentario del juego había sido difundido en ese momento.

El juego está basado sobre las leyes establecidas por la teoría de la guerra de Carl von Clausewitz y tiene pues como modelo histórico la guerra clásica del siglo XVIII, prolongado por las guerras de la Revolución francesa y del Imperio de Napoleón.

El Juego de la Guerra enfrenta a dos adversarios en un tablero de 500 casillas de 20 líneas sobre 25 columnas. El tablero está dividido en dos territorios (norte y sur) en cada uno de los cuales se encuentran una cadena montañosa, un puerto, dos arsenales y tres fortalezas.

Cada jugador tiene una red de líneas de comunicación que debe ser mantenida y protegida. Estas líneas de comunicación irradian desde los dos arsenales de cada jugador, sobre las líneas verticales, horizontales y diagonales. Cada jugador dispone también de dos unidades de transmisiones que tienen la capacidad de reflejar las líneas de comunicación. Las unidades combatientes de un mismo bando deben permanecer en enlace con su red de comunicación o, si no, se arriesgan a ser capturadas. Las líneas de comunicación pueden ser interceptadas por el enemigo, y tienen pues una gran importancia estratégica.

El objetivo del juego es destruir al enemigo, sea eliminando todas sus unidades combatientes, sea capturando a sus dos arsenales.

En 2007, la editorial inglesa Atlas Press publica El Juego de la Guerra en inglés (A Game of War) incluyendo el tablero y las piezas del juego. Una adaptación informática del juego apareció en internet en 2008.

Guy Debord en su libro Panegírico publicado en 1989, comenta de esta manera este juego:

He estado muy interesado en la guerra y en los teóricos de la estrategia, pero también en los recuerdos de batallas y en otros innumerables trastornos que la historia menciona, remolinos en el curso del tiempo. No ignoro que la guerra es el campo del peligro y de la decepción, tal vez en mayor medida que otros aspectos de la vida. Sin embargo, esta certeza no ha logrado disminuir la atracción que siento por ella. He estudiado, por lo tanto, su lógica. Por otro lado, hace ya mucho tiempo que logré presentar los fundamentos de sus movimientos en un juego de mesa sumamente simple: las fuerzas en conflicto y las contrastantes necesidades impuestas a las operaciones de cada una de las partes. He practicado este juego y aprovechado sus enseñanzas a lo largo de mi vida -en la cual también determiné cuáles serían las reglas del juego para luego seguirlas. Las sorpresas que depara este Kriegspiel parecen inagotables; y me temo que puede ser la única de mis creaciones a la que alguien reconocerá cierto valor en el futuro. Sobre la cuestión de si hice un buen uso de estas enseñanzas, dejaré que sean otros quienes saquen sus conclusiones.

Entonces, ¿cómo puede explicarse el gusto tan pronunciado de Debord por la estrategia y la guerra, que tanto contrasta con la orientación generalmente antimilitarista de la crítica social moderna? Según el ensayista Anselm Jappe, autor de varios textos sobre Debord, este gusto por la guerra proviene de Aquiles, el autor de grandes hechos y grandes palabras (ver La Iliada) que para los griegos preplatónicos era el modelo de la grandeza humana. Debord también es autor de grandes palabras, y no solo en el sentido del escritor, sino como acto histórico. Debord estaba convencido de su eficacia ("tan grande es la fuerza de la palabra dicha en el momento preciso", cf. In girum imus nocte).

A partir de principios de los años 1950 y de los tiempos letristas, Debord insistió sobre las grandes acciones y las grandes palabras que debían de vivirse realmente, en la vida cotidiana, sobre el modo de la epopeya (por ejemplo con la deriva urbana), en comparación de la cual la fijación en una obra de arte ya es una decadencia. La crítica del arte separado y la idea de su realización encuentran ahí una de sus raíces.

El arte del comportamiento preconizado por los situacionistas es semejante al de la vida griega de la que habla Hannah Arendt (cf. La crisis de la cultura), según la cual la acción es muy superior a la obra y aún más al trabajo. Concepción de la vida y del arte cercana a la de Arthur Cravan que Debord tanto admiraba. Y como lo recuerda la propia Arendt, Aquiles, que para los griegos era el modelo más logrado del hombre, esas acciones son ante todo acciones guerreras. Esto explicaría el gusto de Guy Debord por la guerra y la estrategia. Pues la guerra es por excelencia un comportamiento puro, una acción que merece permanecer en la memoria, pero que no crea una obra, al contrario.

Por otra parte, Guy Debord también se interesó de cerca por el póker.

Bajo su impulso, la editorial Champ libre publica varios teóricos de la estrategia como Carl von Clausewitz, Antoine de Jomini, Charles Ardant du Picq, W.F.P. Napier, Maurice Serin, y una biografía de Michel Barclay de Tolly (Le Général Hiver).

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Guy Debord Facts for Kids

  • Internacional situacionista
  • Champ libre
  • Gérard Lebovici
  • Jaime Semprún
  • Michèle Bernstein
  • Alice Becker-Ho
  • Michel Bounan
  • Miguel Amorós
  • Anselm Jappe
  • Roswitha Scholz
  • Amadeo Bordiga
  • Comunismo de izquierda
  • Jacques Camatte
  • Encyclopédie des Nuisances
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Guy Debord para Niños. Enciclopedia Kiddle.