Guerras husitas para niños
Datos para niños Guerras husitas |
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Parte de las Cruzadas | ||||
![]() Batalla de Lipany en 1434
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Fecha | 30 de julio de 1419-30 de mayo de 1434 | |||
Lugar | Reino de Bohemia | |||
Consecuencias | Derrota de los radicales, el Emperador Segismundo asume el título de Rey de Bohemia | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Las Guerras Husitas fueron una serie de conflictos militares que ocurrieron en Bohemia (actual República Checa) entre 1419 y 1434. Estos enfrentamientos tuvieron lugar entre los seguidores de Jan Hus y las fuerzas de la Iglesia y el Sacro Imperio Romano Germánico. Fueron importantes porque, por primera vez en Europa, las armas de fuego portátiles como cañones de mano y arcabuces tuvieron un gran impacto en las batallas.
Contenido
¿Qué causó las Guerras Husitas?
Las Guerras Husitas tuvieron varias causas importantes, incluyendo tensiones sociales, diferencias culturales y un fuerte deseo de reformar la Iglesia.
Tensiones sociales y culturales en Bohemia
A finales del siglo XIV, la región de Bohemia tenía una mezcla de poblaciones. Muchos colonos alemanes habían ayudado a fundar ciudades importantes y a menudo ocupaban los puestos más altos. Esto significaba que la clase alta en ciudades como Kutná Hora y Jihlava era principalmente alemana.
Al principio, esta situación fue aceptada, pero con el tiempo, la población checa empezó a desarrollar un fuerte sentido de identidad propia. Su idioma se convirtió en un símbolo de unión y los diferenciaba de los alemanes. La literatura y los textos religiosos comenzaron a traducirse al checo, lo que fortaleció esta nueva conciencia nacional.
Cuando el número de colonos alemanes dejó de crecer, la proporción de checos en las ciudades aumentó. Esto llevó a conflictos, ya que los checos de clases más bajas se sentían frustrados con los extranjeros que ocupaban cargos importantes. Incluso la nobleza checa, que estaba mejorando su educación, empezó a competir por puestos en la Iglesia. El rey checo Wenceslao apoyó este sentimiento nacional y en 1408, el consejo de la ciudad de Praga pasó a tener más miembros checos.
El deseo de reformar la Iglesia y la influencia de Jan Hus
Al mismo tiempo que crecía el sentimiento nacional, surgió un movimiento para reformar la Iglesia. En el siglo XIV, la Iglesia había perdido parte de su credibilidad. Había preocupación por la acumulación de riquezas por parte de algunos líderes religiosos y por el Papado de Aviñón (cuando el Papa estuvo en Francia) y el Cisma de Occidente (cuando hubo varios Papas al mismo tiempo).
En este ambiente de crisis, los escritos del filósofo inglés Juan Wiclef llegaron a la Universidad de Praga. Wiclef creía que la Biblia debía ser la base de todo y criticaba el poder y la riqueza de la Iglesia. Él decía que la Iglesia no debía tener tantas posesiones materiales. También cuestionaba algunas prácticas religiosas, como la idea de que el pan y el vino se transformaban literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo durante la comunión, algo que Jan Hus no compartía del todo.
A principios del siglo XIV, Jan Hus conoció estos escritos. Él no solo los leyó, sino que también los comentó y desarrolló algunas de sus ideas. Hus se convirtió en una figura central para el movimiento de reforma en Bohemia, uniendo las ideas de Wiclef con el deseo de cambio en la Iglesia y el creciente sentimiento nacional checo.
El Concilio de Constanza y la condena de Jan Hus
Para resolver los problemas de la Iglesia, el emperador Segismundo convocó el concilio de Constanza en 1414. Jan Hus esperaba ir a este concilio para defender sus ideas y demostrar su inocencia.
Hus llegó a Constanza el 3 de noviembre de 1414. Aunque el emperador le había prometido un salvoconducto (un permiso para viajar seguro), Hus fue arrestado el 28 de noviembre y encarcelado. El emperador Segismundo, aunque molesto por la detención, no hizo nada para ayudar a Hus. Segismundo también quería ser rey de Bohemia, por lo que le interesaba mantener una buena relación con la Iglesia.
El 4 de mayo de 1415, el Concilio condenó las ideas de Wiclef. Días después, entre el 5 y el 8 de junio de 1415, Hus fue interrogado. El Concilio le pidió que se retractara de sus enseñanzas, pero él se negó. Finalmente, el 6 de julio de 1415, Jan Hus fue condenado por herejía y entregado a las autoridades civiles. El emperador lo acusó de traición y lo condenó a morir. La sentencia se ejecutó ese mismo día.
El inicio de las Guerras Husitas
La ejecución de Jan Hus en Constanza el 6 de julio de 1415 provocó una gran indignación en Bohemia. Caballeros y nobles checos enviaron una fuerte protesta al Concilio. El emperador Segismundo respondió amenazando con eliminar a todos los seguidores de Hus, lo que enfureció aún más al pueblo y desató revueltas en Bohemia.
Los husitas se dividieron en dos grupos principales:
- Utraquistas: Eran más moderados y adoptaron el utraquismo, que significaba que todos los creyentes debían recibir la comunión con pan y vino. Su símbolo era el cáliz.
- Taboritas: Eran más radicales y querían vivir solo según las leyes de la Biblia, sin reconocer ninguna otra autoridad. Su centro estaba en la ciudad de Tábor.
La primera defenestración de Praga y los primeros combates (1419)
El 30 de julio de 1419, la tensión estalló en la primera defenestración de Praga. Los husitas entraron en el Ayuntamiento y arrojaron a varios concejales por la ventana. Cuando el rey Wenceslao se enteró, sufrió un ataque y murió poco después, el 16 de agosto de 1419.
Los husitas no quisieron reconocer a su hermano Segismundo como rey, ya que lo consideraban responsable de la muerte de Hus. En los días siguientes a la muerte de Wenceslao, los husitas tomaron y destruyeron iglesias y conventos en Praga.
En noviembre de 1419, hubo combates entre husitas radicales y mercenarios en Praga. Se llegó a un acuerdo de paz temporal. Los husitas radicales, liderados por Jan Žižka, se fueron de Praga a Pilsen, que se convirtió en un centro de su movimiento. En diciembre de 1419, los husitas lograron su primera victoria militar cerca de Pilsen contra las tropas católicas.
Las Cruzadas contra los Husitas
El Papa Martín V declaró una cruzada contra los husitas checos el 1 de marzo de 1420.
Primera Cruzada (1420)
A finales de marzo de 1420, las tropas católicas atacaron a los husitas en la batalla de Sudoměř. Allí, 400 taboritas liderados por Žižka resistieron a unos 2000 jinetes católicos. En esta batalla, los husitas comenzaron a usar su famosa táctica defensiva con vagones de guerra (Wagenburg), que eran carros fortificados. Esta victoria aumentó la fama de Žižka.
En junio de 1420, el emperador Segismundo llegó con un gran ejército y sitió el Hradčany, el castillo de Praga. Sin embargo, los husitas de Žižka lograron una victoria clave en la batalla de Vitkov el 14 de julio de 1420, impidiendo que Segismundo tomara toda la ciudad.
El 15 de septiembre de 1420, comenzó el asedio de Vysehrad. La artillería husita fue muy efectiva, y los sitiados lograron una victoria importante, causando muchas bajas a la caballería húngara y alemana. Después de esto, Žižka impuso un gobierno estricto en Praga, lo que llevó a la expulsión de muchos alemanes de Bohemia.
Segunda y Tercera Cruzadas (1421, 1422)
La segunda cruzada en 1421 también fracasó. Aunque Federico I de Sajonia obtuvo una victoria en la batalla de Most, no cambió el control husita de la región. En octubre, un ejército cruzado tuvo que retirarse rápidamente del asedio de Zatec al escuchar que los husitas se acercaban.
La tercera cruzada terminó en enero de 1422 con derrotas para las tropas católicas en las batallas de Kutná Hora y Havlickuv Brod.
Conflictos internos entre husitas (1423-1424)
Las acciones de los taboritas más radicales causaron enojo entre los utraquistas, que se separaron y eligieron al príncipe lituano Zygmunt Korybut como su rey. Korybut contaba con el apoyo del rey polaco Vladislao II Jagellón.
En la primavera de 1423, surgieron grandes diferencias entre los distintos grupos husitas. En la batalla de Hořice, los taboritas radicales de Žižka vencieron a los utraquistas de Praga. Aunque hubo un pacto temporal, las negociaciones de los utraquistas con el emperador Segismundo fracasaron, y el conflicto interno entre los husitas volvió a estallar.
Después de la muerte de Jan Žižka el 11 de octubre de 1424, debido a una enfermedad, Procopio el Calvo tomó el liderazgo de los husitas.
Incursiones husitas (a partir de 1425)
A partir de 1425, los husitas comenzaron a realizar expediciones fuera de Bohemia, buscando recursos y debilitar a sus enemigos. Llegaron a Silesia y Baja Austria, saqueando conventos y poblaciones.
En 1426, los husitas amenazaron la región de Meissen (Sajonia) y sitiaron Ustí nad Labem. El 16 de junio de 1426, en la batalla de Ustí, los husitas, usando sus carros de guerra, lograron una gran victoria contra un ejército realista mucho más grande. Al día siguiente, saquearon e incendiaron Ustí.
Cuarta Cruzada (1427)
El Papa Martín V organizó otra cruzada, liderada por el cardenal Enrique de Beaufort. Un gran ejército católico, con miles de arqueros ingleses, se dirigió a Bohemia. Sin embargo, sufrieron una derrota decisiva en la batalla de Tachov el 4 de agosto de 1427.
A partir de 1428, Procopio el Calvo continuó atacando las fortalezas católicas, devastando regiones de Baja Austria y Silesia. En los años siguientes, los husitas realizaron incursiones en Lusacia, Brandeburgo y Alta Franconia, llegando incluso a Eslovaquia occidental en 1431.
Quinta Cruzada (1431)
En 1431, se decidió continuar la lucha contra los husitas. La quinta cruzada, dirigida por el cardenal Giuliano Cesarini, terminó el 14 de agosto de 1431 con una derrota desastrosa en la batalla de Domažlice. Esta derrota llevó al emperador a buscar la paz a través de negociaciones.
Durante los dos años siguientes, los husitas continuaron sus incursiones. Las tropas imperiales no lograban victorias decisivas, lo que llevó a negociaciones entre 1431 y 1433.
Acuerdos y el fin de las guerras
El nuevo Papa Eugenio IV y el emperador Segismundo buscaron una reforma de la Iglesia. En octubre de 1433, una delegación bohemia fue a Basilea para negociar. Estas negociaciones llevaron a los acuerdos llamados Compactata de Praga el 30 de noviembre de 1433.
Como parte de estos acuerdos, los utraquistas (el grupo moderado de los husitas) se unieron de nuevo a la Iglesia y se aliaron con las tropas imperiales contra los taboritas radicales. Los taboritas fueron derrotados decisivamente en la batalla de Lipany el 30 de mayo de 1434. Esta batalla fue muy dura y marcó el fin de los taboritas como una fuerza importante.
La batalla de Brüx, el 23 de septiembre de 1434, se considera la última de las Guerras Husitas, donde los husitas, aliados con los polacos, fueron derrotados por el emperador Segismundo y sus aliados.
Finalmente, en el verano de 1434, comenzaron las negociaciones en Brno. Los husitas aceptaron los acuerdos de Basilea y reconocieron a Segismundo como rey de Bohemia. Segismundo hizo una entrada triunfal en Praga el 23 de agosto de 1436.
Las Guerras Husitas tuvieron un gran impacto en Bohemia. La baja nobleza obtuvo beneficios políticos y económicos, pero la región perdió su destacada posición en Europa durante varias generaciones.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Hussite Wars Facts for Kids