Giovanni Anello Oliva para niños
Datos para niños Giovanni Anello Oliva |
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Información personal | ||
Nacimiento | 1572 Nápoles, Reino de Nápoles, Imperio español |
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Fallecimiento | 5 de febrero de 1642 Lima, Virreinato del Perú, Imperio español |
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Nacionalidad | Italiana | |
Religión | Catolicismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Historiador y religioso | |
Género | Crónica | |
Obras notables | Historia del reino y provincias del Perú y varones insignes en santidad de la Compañía de Jesús | |
Orden religiosa | Compañía de Jesús | |
Giovanni Anello Oliva, también conocido como Juan Anello Oliva o el padre Oliva, fue un sacerdote e historiador italiano. Nació en Nápoles en 1572 y falleció en Lima el 5 de febrero de 1642.
Perteneció a la Compañía de Jesús, una orden religiosa. Desde 1597, vivió en el Virreinato del Perú, que era parte del Imperio español. Allí escribió una importante obra histórica.
Su libro se llama Historia del reino y provincias del Perú y varones insignes en santidad de la Compañía de Jesús. Esta obra fue publicada mucho después de su muerte, primero en Francia a mediados del siglo XIX y luego en Lima en 1895. Es especial porque incluye leyendas antiguas de los pueblos prehispánicos que otros historiadores no mencionaron.
Contenido
La vida del padre Giovanni Anello Oliva
¿Dónde nació y cómo llegó a ser jesuita?
Giovanni Anello Oliva nació en Nápoles, una ciudad que en ese tiempo formaba parte del Imperio español. En 1593, cuando tenía 21 años, decidió unirse a la Compañía de Jesús en su ciudad natal. Fue recibido por Mucio Vitelleschi, quien más tarde se convertiría en el líder de la orden.
Mientras estudiaba filosofía, fue elegido para viajar al Perú. Formó parte de un grupo de doce religiosos que se dirigían a reforzar el trabajo de los jesuitas en esa región. Esta misión fue ordenada por Claudio Acquaviva, el entonces líder de la Compañía de Jesús.
Su llegada y trabajo en el Virreinato del Perú
Oliva llegó a Lima el 10 de septiembre de 1597. Allí completó sus estudios en el Colegio Máximo de San Pablo. En 1601, se convirtió en sacerdote.
Al principio, lo enviaron a la misión de Juli, cerca del Lago Titicaca, para ver si era bueno evangelizando a los pueblos indígenas. Sin embargo, parece que su talento estaba más en la enseñanza, así que se dedicó a ser profesor.
Viajes y últimos años
El padre Oliva viajó por varias ciudades importantes del virreinato. En 1621, estuvo en la antigua ciudad de San Lorenzo el Real, en lo que hoy es Bolivia. Allí firmó un documento importante sobre el traslado de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
También enseñó en colegios jesuitas en Chuquisaca (1625) y Cochabamba (1628). Además, visitó La Paz, Potosí, Oruro y Arequipa. Finalmente, en 1630, regresó a Lima, donde vivió el resto de su vida. Su último cargo conocido fue el de rector del colegio jesuita del Callao en 1636. Falleció en el Colegio Máximo de San Pablo de Lima.
La obra histórica de Giovanni Anello Oliva
¿Cuál es el título de su libro más importante?
La obra histórica más importante de Giovanni Anello Oliva se llama Historia del reino y provincias del Perú y varones insignes en santidad de la Compañía de Jesús. El manuscrito original de este libro se guarda en la biblioteca del Museo Británico en Londres.
¿Cómo surgió la idea de escribir esta historia?
Cuando Oliva llegó al Perú siendo joven, quedó muy impresionado por el país. Empezó a recopilar información sobre su pasado. Se interesó mucho por las tradiciones de los pueblos indígenas y consultó fuentes históricas directas. También le fascinaron los paisajes de la costa y la sierra.
Al principio, su idea era escribir solo sobre la historia de la Compañía de Jesús en el Perú. Quería contar cómo se estableció la orden en 1568 y el trabajo de sus miembros. Pero a medida que avanzaba, decidió que necesitaba un contexto más amplio. Así, incluyó la historia prehispánica, la conquista y la colonización española como una introducción a su obra.
¿Por qué tardó tanto en publicarse su libro?
En 1625, un líder jesuita llamado Gonzalo de Lira le pidió a Oliva que mejorara su trabajo para publicarlo. En 1630, la reunión provincial de los jesuitas en Lima dio su aprobación. Se hicieron los trámites en España para imprimir el libro.
Sin embargo, cuando consultaron al líder general de los jesuitas, Mucio Vitelleschi, él decidió que la publicación debía esperar la aprobación del Vaticano. Esta decisión fue en 1634. Por esta razón, el libro no se publicó por completo hasta más de dos siglos después.
En 1857, una parte de la obra se publicó en Francia. Luego, en 1895, los peruanos Juan Francisco Pazos Varela y Luis Varela y Orbegoso publicaron en Lima la primera parte. Esta parte es la introducción histórica y se tituló Historia del reino y provincias del Perú, de sus incas, reyes, descubrimiento y conquista por los españoles de la corona de Castilla.
¿Qué hace única a la obra de Oliva?
La historia de Oliva se basó en escritos de otros cronistas como Pedro Cieza de León, José de Acosta, Inca Garcilaso de la Vega y Antonio de Herrera y Tordesillas. Pero lo que la hace especial es que contiene varias leyendas de origen prehispánico que no aparecen en los relatos de otros historiadores.
Oliva escuchó estas leyendas de un anciano quipucamayoc (persona que leía los quipus, que eran cordones anudados para registrar información) llamado Catari, de Cochabamba. Catari decía ser el último guardián de esta antigua tradición de conservar la memoria a través de los quipus.
Leyendas prehispánicas importantes
Entre las leyendas que el padre Oliva recopiló, se encuentra una historia sobre el origen del inca Manco Cápac. Esta historia dice que su linaje comenzaría con Tumbe, el primer poblador del Perú, que venía del norte, entre Tumbes y el actual Ecuador. Esta es parte del mito de Quitumbe.
Su obra también incluye la versión de Blas Valera sobre la existencia de un primer imperio quechua que existió antes de Manco Cápac. Según esta versión, Manco Cápac no fue el fundador, sino quien restauró este imperio. Menciona a uno de los reyes de ese imperio, llamado Huyustus, cuya capital habría sido Chucara, que luego se llamó Tiahuanaco. Esta leyenda ha sido usada para apoyar la idea de que los incas tuvieron su origen en Tiahuanaco.