Eris (mitología) para niños
En la mitología griega Eris o Éride (en griego antiguo Ἔρις) es la diosa y personificación de la «Discordia», como a menudo se traduce en los textos en español y que de paso también es su nombre en latín. Dependiendo del contexto el vocablo «ἔρις» también puede ser traducido como «disputa», «envidia», «celos», «conflicto» o «rivalidad».
En cuanto a su ascendencia, Hesíodo alega que Nix (la Noche) dio a luz, sin acostarse con nadie, a la astuta Eris, y que esta fue la última en nacer de entre todos sus hermanos. Higino, autor latino, y claramente basándose en el anterior, dice que Discordia nació de la unión entre la Noche y el Erebo. Homero la refiere simplemente como hermana de Ares y entonces sería implícitamente hija de Zeus y Hera, pues estos son los padres de Ares en el mismo poema.
Mitología griega
En los Trabajos y días, Hesíodo distingue dos diosas diferentes llamadas Eris:
Así que, después de todo, no había un único tipo de Discordia, sino que en toda la tierra había dos. Respecto a una, el hombre podría elogiarla cuando llegase a conocerla, pero la otra es censurable, y son de naturaleza completamente diferente
Pues una fomenta la guerra y batalla malvadas, siendo cruel: ningún hombre la ama; pero por fuerza, debido a la voluntad de los inmortales dioses, los hombres pagan a la severa Discordia su deuda de honor.
Pero la otra es la hermana mayor de la oscura Noche (Nix), y el hijo de Crono que se sienta en alto y mora en el éter, extendidas sus raíces en la tierra: y es mucho más amable con los hombres. Incluso logra que los perezosos trabajen duro; pues un hombre se vuelve ansioso por trabajar cuando tiene en cuenta a su vecino, un rico que se apresura por arar y plantar y poner su casa en orden, y el vecino compite con su vecino en apresurarse tras la riqueza. Esta Discordia es sana para los hombres. Y el alfarero se enfada con el alfarero, y el artesano con el artesano, y el mendigo envidia al mendigo, y el trovador al trovador.
En la Teogonía, Hesíodo habla menos amablemente de Eris, hija de la Noche, al engendrar otras personificaciones:
Por su parte, Eris (Discordia) parió al doloroso Ponos (Trabajo), a Lete (Olvido) y a Limos (Hambre) y al lloroso Algos (Dolor), también a las Hisminas (Disputas), las Macas (Batallas), las Fonos (Matanzas), las Androctasias (Masacres), los Neikea (Odios), las Pseudologos (Mentiras), las Anfilogías (Ambigüedades), a Disnomia (el Desorden) y a Ate (la Ruina y la Insensatez), todos ellos compañeros inseparables, y a Horcos (Juramento), el que más problemas causa a los hombres de la tierra cada vez que alguno perjura voluntariamente.
La otra Eris es presumiblemente la que aparece en la Ilíada de Homero como hermana de Ares y por tanto hija de Zeus y/o Hera (no se especifica el nombre de los padres). Esta diosa es referida por otros autores con el nombre de Enío para diferenciarla de Eris:
Discordia, insaciable en sus furores, hermana y compañera del homicida Ares, la cual al principio aparece pequeña y luego crece hasta tocar con la cabeza el cielo mientras anda sobre la tierra. Entonces la Discordia, penetrando por la muchedumbre, arrojó en medio de ella el combate funesto para todos y acreció el afán de los guerreros.
La manzana de la discordia
La leyenda más famosa protagonizada por Eris cuenta cómo inició la guerra de Troya. Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis (que luego serían padres de Aquiles). Solo la diosa Eris no fue invitada debido a su naturaleza problemática.
Así que Eris (en un fragmento de la Cipria, como parte de un plan urdido por Zeus y Temis) apareció en la fiesta con la manzana de la discordia, una manzana dorada con la palabra kallisti (τῇ καλλίστῃ, «para la más hermosa o bella») inscrita, que arrojó entre las diosas provocando que Afrodita, Hera y Atenea la reclamasen para sí, iniciándose una riña. Zeus, para no tener que elegir entre las diosas, puesto que una es su esposa y otra su hija, encargó ser juez a Paris. Entonces Hermes le transmitió al desventurado Paris, príncipe de Troya, que tendría que elegir a la más hermosa (ver Juicio de Paris). Siendo como era la moralidad mitológica griega, cada una de las tres diosas intentó sobornarle para que la eligiera: Hera le ofreció poder político y tierras, Atenea le prometió sabiduría y destreza militar, y Afrodita lo tentó con la mujer más hermosa de la tierra, Helena, esposa de Menelao de Esparta. Siendo Paris un joven apasionado, y aunque no se sabe cuánto tiempo meditó sobre la cuestión, terminó por conceder la manzana a Afrodita, raptando luego a Helena y provocando así la Guerra de Troya.
Véase también
En inglés: Eris (mythology) Facts for Kids