Carlos de la Cerda para niños

Carlos de la Cerda, también conocido como Carlos de España (nacido alrededor de 1326 y fallecido el 8 de enero de 1354), fue una figura importante en la Francia de su tiempo. Fue señor de Lunel, un alto oficial militar llamado condestable de Francia bajo el rey Juan II el Bueno, y conde de Angulema desde 1350 hasta su muerte. También fue gobernador de Picardía y Artois.
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Biografía de Carlos de la Cerda
Carlos de España era hijo de Alfonso de la Cerda «el de España» y nieto de Alfonso de la Cerda, conocido como el Desheredado. Su abuelo había perdido sus derechos al trono de Castilla y buscó refugio en Francia en 1303. Allí, el rey Carlos IV el Hermoso le dio la baronía de Lunel.
La educación de Carlos estuvo a cargo de Miles de Noyers, un consejero importante del rey Felipe VI de Francia. Carlos estudió junto a quien más tarde sería el rey Juan II de Francia. Se dice que Carlos era "la persona del mundo que el rey más quería".
Ascenso al poder y favores reales
Cuando Juan II subió al trono en 1350, Carlos se convirtió en su persona de confianza. El 23 de diciembre de 1350, el rey le entregó el condado de Angulema y otros castillos. Estas tierras habían sido asignadas antes a Felipe de Navarra y Juana II de Navarra. Este acto mostró el deseo del rey Juan II de favorecer a Carlos de la Cerda.
En enero de 1351, Carlos de España fue nombrado condestable de Francia, un puesto militar muy importante. Reemplazó a Raúl II de Brienne, quien había sido ejecutado en secreto por orden del rey Juan II en noviembre de 1350, por razones que no se hicieron públicas. Como condestable, Carlos participó en varias batallas durante la guerra de los Cien Años. En 1352, se casó con Margarita de Blois, hija de Carlos de Blois, pero no tuvieron hijos.
A finales de 1353, Carlos de la Cerda insultó públicamente al rey Carlos II de Navarra (quien no estaba presente) y a su hermano Felipe de Navarra, delante del rey Juan II. Ante esta ofensa, Felipe de Navarra casi atacó al condestable. Al irse Felipe, Carlos de la Cerda gritó: "¡Que se cuide bien de los hijos de Navarra!".
El 8 de enero de 1354, Carlos de la Cerda se encontraba en una posada en L'Aigle (Baja Normandía). Carlos II de Navarra y su hermano Felipe se enteraron de su presencia y de que tenía poca seguridad. Los hermanos, junto con unos treinta hombres, se dirigieron al lugar. Algunos de ellos entraron en la habitación donde Carlos de la Cerda fue asesinado. Le dieron muchos golpes de espada.
El cronista García de Eugui describió el suceso en su Crónica d'Espayña, mencionando que Carlos de España había dicho palabras ofensivas sobre el rey de Navarra. Por ello, los caballeros navarros lo encontraron y lo mataron. Esto causó muchos problemas al rey de Francia, quien tomó las tierras del rey de Navarra en Normandía y Francia.
Contexto histórico
La guerra de los Cien Años tuvo una pausa después de la peste negra en 1349. Al principio, Inglaterra había tenido grandes victorias. Eduardo III había ganado batallas importantes y sitiado Calais. El poder de los reyes Valois de Francia estaba en duda. Eduardo III y Carlos II de Navarra reclamaban el trono francés, ya que ambos eran descendientes de Felipe el Hermoso por línea femenina. Juan el Bueno se coronó rey rápidamente el 26 de septiembre de 1350, después de la muerte de Felipe VI.
El asesinato de Carlos de España ocurrió durante las negociaciones de paz entre Francia e Inglaterra para terminar la guerra de los Cien Años y la Guerra de Sucesión Bretona. Carlos de la Cerda era una persona de confianza del rey Juan II en estas negociaciones.
Carlos II de Navarra, hijo de Juana II de Navarra, había renunciado al trono de Francia en 1328, pero reclamaba sus derechos. Logró reunir a muchos nobles descontentos con los primeros reyes Valois. Contaba con el apoyo de la Universidad de París y de comerciantes del noroeste de Francia.
En noviembre de 1350, Juan el Bueno había ejecutado en secreto al condestable Raúl II de Brienne. Las razones no se hicieron públicas, pero se cree que fue acusado de traición. Raúl de Brienne tenía tierras en Francia, Inglaterra e Irlanda, y podría haber negociado su liberación de Inglaterra a cambio de reconocer a Eduardo III como rey de Francia. Esta ejecución rápida y secreta generó muchos rumores y el apoyo de los nobles normandos y del noroeste se volcó hacia Carlos II de Navarra.
El grupo de Carlos de la Cerda
Carlos de la Cerda contaba con el apoyo de las familias Borbones y Artois, además de su cercanía al rey Juan II. En 1352, se casó con Margarita de Blois, hija de Carlos de Blois, quien era el candidato del rey de Francia para el ducado de Bretaña. Esto le dio el apoyo de nobles bretones como Bertrand du Guesclin. También tenía el respaldo de su propia familia y de importantes militares. Carlos de la Cerda atrajo a su lado a miembros de familias que antes apoyaban a los Evreux-Navarra para contrarrestar la influencia del grupo de Navarra.
La fuerte rivalidad
Con el apoyo del rey Juan II, quien le dio misiones militares y diplomáticas, Carlos de España acumuló muchos honores. En diciembre de 1350, recibió el condado de Angulema, a pesar de que Carlos de Navarra lo reclamaba. Poco después, fue nombrado condestable de Francia.
Juan el Bueno intentó reconciliarse con Carlos de Navarra, nombrándolo teniente en Languedoc. Carlos de Navarra cumplió bien sus funciones, pero no logró tomar una ciudad. En 1352, Juan II le dio a su hija Juana en matrimonio con una gran dote. Sin embargo, los acuerdos sobre las tierras no se cumplieron, y el condado de Angulema siguió en manos de Carlos de la Cerda.
Carlos de Navarra fue mantenido lejos del consejo real, mientras Carlos de España construía una red de partidarios leales al rey. Esto lo convirtió en el enemigo principal del grupo de Navarra. En la primavera de 1353, Felipe de Navarra y el condestable tuvieron una discusión en los aposentos del rey. La Cerda acusó a Felipe de Navarra de ser un falsificador y mentiroso. Felipe respondió mostrando su daga de forma amenazante. El rey Juan II logró calmarlos, mientras el condestable se marchaba lanzando insultos y prometiendo venganza.
Negociaciones de paz y el momento de actuar
Bajo la presión del papa Inocencio VI, Inglaterra, Francia y Bretaña negociaban la paz. El conflicto en Bretaña estaba en un punto muerto. Carlos de Blois, el candidato de Francia para el ducado, estaba prisionero en Londres y negociaba su libertad. Eduardo III logró un acuerdo en 1353 que le daría dinero y una alianza con Bretaña. Carlos de la Cerda, al estar casado con la hija de Carlos de Blois, participó activamente en estas negociaciones.
A Carlos II de Navarra se le mantuvo alejado de estas conversaciones. Una paz entre Francia e Inglaterra no le convenía, ya que sin la amenaza de una alianza con Inglaterra, no tendría posibilidades de mantener sus reclamos sobre el trono de Francia. A principios de 1354, cuando Carlos de España partió hacia Normandía, el rey Juan II aprobó el matrimonio que sellaría la paz. Para Carlos de Navarra, era el momento de actuar: detener a Carlos de la Cerda podría ayudarle a influir en las negociaciones y evitar el tratado.
Preparación del asesinato
Felipe de Navarra se había retirado a sus tierras en Normandía y seguía de cerca los movimientos de Carlos de España. Así supo, en enero de 1354, que el condestable estaba en Normandía para reunirse con su tía y que pasaría la noche en la villa de L'Aigle. Esta era una oportunidad para vengarse. Felipe avisó a su hermano Carlos II de Navarra, quien decidió arrestar al condestable. Carlos de la Cerda, que solía viajar con pocos guardias, se alojaba en la posada "La Truie-qui-File" en L'Aigle.
Carlos II de Navarra encargó a Godofredo de Harcourt que reuniera un grupo de hombres y se dirigió a L'Aigle con una pequeña tropa, acompañado por Felipe, quien lideraría el ataque.
El asesinato
El 8 de enero de 1354, al anochecer, los hombres de Carlos de Navarra rodearon la posada "La Truie-qui-File" en L'Aigle. Carlos II de Navarra se mantuvo a una distancia prudente. El condestable estaba en su habitación con algunos de sus hombres. Alarmado por la llegada de la tropa, se asomó a la ventana y se dio cuenta de la trampa. Era demasiado tarde: uno de sus sirvientes ya había abierto la puerta. El condestable intentó esconderse bajo la cama, pero Felipe de Navarra y sus hombres lo obligaron a salir. Atrapado e insultado, el condestable suplicó perdón de rodillas. Carlos II de Navarra, impaciente y manteniéndose alejado, envió un mensajero para saber qué pasaba. Felipe de Navarra entendió mal el mensaje y atacó a Carlos de la Cerda con su espada, dándole muerte. Se contaron hasta ochenta golpes de espada en su cuerpo.
La responsabilidad del acto
Carlos de Navarra, que solo quería capturar al condestable y no matarlo, asumió la responsabilidad para proteger a su impulsivo hermano. A diferencia de Juan el Bueno, quien se mostró muy afectado por la noticia, Carlos de Navarra actuó como líder de su grupo y justificó la muerte como una cuestión de honor.
Consecuencias del asesinato
Carlos de Navarra recibió el apoyo de los caballeros normandos, quienes se unieron a él y prepararon sus castillos. Envió a su hombre de confianza a Brujas para conseguir dinero y reclutar un ejército. En julio de 1354, la cancillería de Navarra pidió ayuda militar a Eduardo III de Inglaterra, al Príncipe Negro, a la reina Felipa de Henao y a Juan de Gante, I duque de Lancaster.
Aliado con los ingleses, Carlos de Navarra pudo obligar a Juan II el Bueno a aceptar el asesinato de su persona de confianza. El 22 de febrero de 1354, por el Tratado de Mantes, el rey de Francia tuvo que hacer concesiones para evitar que la guerra de los Cien Años se reanudara. Por este tratado, Carlos II de Navarra renunció a algunas tierras que el rey francés no le había entregado, y a cambio recibió el condado de Beaumont-le-Roger y otros castillos y vizcondados en Normandía. También pudo recibir el homenaje de los caballeros normandos que lo habían apoyado y celebrar reuniones anuales para impartir justicia sin que las apelaciones fueran al parlamento de París. En resumen, recibió casi todos los derechos de un duque de Normandía sin tener el título.
Por otro lado, el asesinato de Carlos de España afectó los acuerdos de paz entre Francia e Inglaterra, dejando sin resolver la guerra de los Cien Años y la guerra de sucesión de Bretaña. Carlos II de Navarra se encontraba en una posición de poder como nunca antes. Como muestra de buena voluntad, solo tenía que presentarse en París para pedir perdón al rey. Luis, el segundo hijo de Juan el Bueno, fue entregado como rehén para garantizar la seguridad del rey navarro. Carlos II de Navarra se presentó el 4 de marzo de 1354 en el palacio de la Cité, donde pidió perdón sin mostrar arrepentimiento ni reconocer culpa alguna.
Véase también
En inglés: Charles de la Cerda Facts for Kids