Batalla de los Arapiles para niños
Datos para niños Batalla de los Arapiles |
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Parte de guerra de la Independencia española | ||||
![]() Grabado de la batalla
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Fecha | 22 de julio de 1812 | |||
Lugar | Arapiles, España | |||
Coordenadas | 40°53′21″N 5°37′29″O / 40.889166666667, -5.6247222222222 | |||
Resultado | Victoria decisiva aliada | |||
Beligerantes | ||||
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La Batalla de los Arapiles fue un enfrentamiento muy importante durante la Guerra de la Independencia española. Ocurrió el 22 de julio de 1812, cerca de unas colinas llamadas Arapil Chico y Arapil Grande, al sur de Salamanca, España. Fue una de las batallas con más soldados en España durante el siglo XIX.
En esta batalla, el ejército formado por soldados de Gran Bretaña, Portugal y España, liderado por el general Arthur Wellesley, conocido como el duque de Wellington, logró una gran victoria. Derrotaron a las tropas francesas, que estaban al mando del mariscal Auguste Marmont. Los aliados tuvieron alrededor de 5220 bajas (soldados que murieron, resultaron heridos o desaparecieron). El ejército francés, por su parte, perdió unos 12 500 hombres, incluyendo a los prisioneros.
Contenido
La Campaña de 1812: Estrategias y Movimientos
¿Qué planes tenían los ejércitos en 1812?
Después de asegurar la frontera, el duque de Wellington supo que Napoleón estaba llevando tropas de España a Rusia para una gran invasión. Por eso, Wellington planeó un ataque importante para 1812. La idea era que los grupos de guerrillas y el ejército español mantuvieran ocupados a los franceses en el sur y en la costa norte de España. Mientras tanto, los británicos avanzarían por el centro.
El objetivo de Wellington era enfrentarse al mariscal Auguste Marmont, quien había reemplazado a otro general francés. Si lograban vencer a Marmont, podrían avanzar por el valle del Duero, aislar Madrid y tomar la capital desde el norte.
Los movimientos previos a la batalla
Marmont había destruido edificios en Salamanca para construir fuertes. Cuando los británicos comenzaron a marchar hacia Salamanca el 13 de junio, Marmont decidió irse de la ciudad. Quería unirse a otra división de 10 000 hombres que venía de Asturias. Dejó una pequeña guarnición (un grupo de soldados) en Salamanca, esperando que resistieran.
Wellington llegó a Salamanca el 17 de junio y empezó a atacar los fuertes franceses. Marmont, al ver que Wellington no lo seguía, se acercó de nuevo a la ciudad. Esto obligó a los británicos a salir al campo abierto. Durante cuatro días, hubo pequeñas escaramuzas entre los soldados de ambos bandos.
El 21 de julio, los ejércitos se encontraron. Los británicos tenían una ligera ventaja en una colina baja y eran unos 8000 hombres más. Marmont no atacó cuesta arriba, y Wellington no quiso perder su posición ventajosa. Al día siguiente, se separaron. Ese mismo día, los fuertes de Salamanca cayeron.
Wellington se preparó para avanzar, mientras Marmont se retiraba rápidamente hacia el norte, a Valladolid. Quería refugiarse detrás del río Duero y esperar allí a los refuerzos de Asturias. Una vez que llegaron los refuerzos el 7 de julio, Marmont tuvo más soldados y decidió tomar la iniciativa.
La estrategia de Marmont y la persecución
Marmont intentó engañar a los británicos. El 16 de julio, fingió que iba a cruzar el río Duero por Toro. Cuando los británicos se prepararon para enfrentarlo, Marmont se retiró y cruzó el río rápidamente por Tordesillas, sorprendiéndolos.
Sin embargo, los soldados británicos y portugueses eran muy experimentados. Antes de que Marmont pudiera atacar, ya estaban marchando hacia el sur para evitar ser rodeados. Durante tres días, ambos ejércitos intentaron rodearse mutuamente. Sus unidades ligeras tuvieron algunos contactos, y por la noche acampaban uno frente al otro.
El 20 de julio, la situación se convirtió en una marcha paralela hacia el sur. Las columnas de soldados llegaron a estar a solo 500 metros de distancia. Ninguno de los comandantes se atrevió a atacar, viendo la disciplina del otro ejército. Al llegar a Cantalpino, los ejércitos se separaron. Wellington se retiró hacia Salamanca, y Marmont intentó cruzar el Tormes en Huerta para aislar la ciudad o atacar a los británicos por el flanco.
El 21 de julio, Wellington decidió no cruzar Salamanca. En cambio, cruzó el Tormes en Santa Marta y tomó posiciones al sur de la ciudad. Al anochecer, el ejército acampó cerca de Carbajosa de la Sagrada. Los franceses, mientras tanto, cruzaron el río más arriba para seguir intentando rodear a los aliados.
La Batalla de los Arapiles: El Día del Combate
El inicio del enfrentamiento
La noche anterior a la batalla, hubo una gran tormenta. Al amanecer, Wellington supo que Marmont se estaba moviendo rápidamente hacia el oeste. Inmediatamente, ordenó a sus unidades avanzar para cubrir una zona baja que formaba un ángulo recto con unas colinas. El ejército se organizó en dos líneas de defensa. También ordenó que más tropas y caballería cruzaran el Tormes y se dirigieran a Aldeatejada, para proteger una posible retirada.
Una brigada británica ocupó una colina aislada llamada Arapil Grande, expulsando a algunos franceses que estaban a punto de llegar a la cima. El plan era tomar también el Arapil Chico, pero los franceses ya lo tenían bien defendido.
La lucha se movió hacia el pueblo de Los Arapiles. Allí, las brigadas ligeras británicas chocaron con los soldados franceses. A medida que avanzaba la mañana, los franceses aparecieron en una meseta y comenzaron a disparar con sus cañones a las divisiones inglesas.
El error francés y el ataque de Wellington
Hacia el mediodía, los franceses avanzaron rápidamente por la cima de la meseta hacia el oeste. Dos de sus divisiones se separaron demasiado, dejando grandes huecos entre ellas. El mariscal Marmont había perdido un poco el control de sus tropas. Creía que Wellington se estaba retirando y confundió el polvo de la caballería aliada con la retaguardia de todo el ejército.
Wellington, al darse cuenta del error francés, actuó rápidamente. Hacia las dos de la tarde, cabalgó hasta Aldeatejada y ordenó a una de sus divisiones atacar a la división francesa más alejada, "hasta barrerla". La caballería cubriría su flanco para evitar que la caballería francesa interviniera.
Luego, Wellington ordenó a su caballería pesada cargar contra otra división francesa. Después, le dijo a otro general que, una vez que la primera división francesa fuera derrotada, atacara a la siguiente. Finalmente, se colocó en una pequeña colina para observar la batalla.
El desenlace de la batalla
Desde su posición, Wellington vio cómo sus órdenes se cumplían. La primera división francesa fue derrotada, y la caballería aliada venció a la caballería francesa. La segunda división francesa también fue atacada y se dispersó. En poco tiempo, dos divisiones francesas habían sido completamente desorganizadas.
Marmont había sido herido poco antes, y otro general francés, Claussel, tomó el mando. Intentó organizar la defensa, pero el ataque aliado continuó. Aunque un ataque inicial aliado falló, Wellington contraatacó con sus divisiones de reserva. Además, las divisiones que ya habían ganado sus primeros combates llegaron por el flanco.
Después de una lucha intensa, todo el ejército francés se dispersó. Una división francesa que no había combatido aún, protegió la retirada hasta que la noche puso fin a la batalla. Los franceses cruzaron el Tormes de nuevo en la oscuridad. Al día siguiente, Wellington entró triunfalmente en Salamanca. Había derrotado a un ejército francés completo.
Consecuencias de la Batalla de los Arapiles
El avance aliado y la recuperación francesa
Después de esta importante victoria, Wellington avanzó por el valle del Duero y tomó Madrid el 12 de agosto. La gente de Madrid lo recibió como un libertador. Sin embargo, cuando Wellington se dirigió al norte en otoño, su avance fue detenido por la guarnición francesa en Burgos. Los franceses resistieron el asedio y varios ataques a la ciudad.
Wellington, amenazado por los refuerzos franceses que llegaban, tuvo que abandonar el asedio y retirarse hacia sus bases en la frontera de Portugal. Esta retirada fue muy difícil. Los franceses recuperaron la capital española el 2 de noviembre.
Un punto de inflexión en la guerra
Aunque la campaña no fue completamente decisiva en ese momento, la Batalla de los Arapiles marcó un antes y un después en la Guerra de la Independencia española. Sumada a la gran derrota francesa en Rusia, esta victoria extendió por Europa la idea de que los días de gloria de Napoleón podrían estar llegando a su fin.
El 24 de agosto, el general francés Jean de Dieu Soult ordenó terminar el sitio de Cádiz por miedo a que su ejército quedara aislado. Tres días después, fue derrotado en la batalla del Puente de Triana. Esto permitió a las tropas aliadas tomar definitivamente Sevilla y Málaga el 27 de agosto, Córdoba el 4 de septiembre, y Granada y Jaén el 17 de septiembre.
Véase también
En inglés: Battle of Salamanca Facts for Kids