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Batalla de Huarina para niños

Enciclopedia para niños

La Batalla de Huarina fue un enfrentamiento importante que ocurrió el 20 de octubre de 1547. En esta batalla se enfrentaron las fuerzas de Gonzalo Pizarro, que estaban en rebelión, contra las tropas leales a la Corona española, dirigidas por Diego Centeno. El combate tuvo lugar en la llanura de Huarina, cerca del Lago Titicaca, en lo que hoy es Bolivia.

Esta batalla fue una de las más intensas durante la Gran Rebelión de Encomenderos, un conflicto donde los colonos españoles se levantaron contra las nuevas leyes del rey. Los rebeldes, liderados por Gonzalo Pizarro, lograron la victoria gracias a la habilidad de sus soldados con los arcabuces (un tipo de arma de fuego antigua), dirigidos por Francisco de Carvajal. A pesar de esta victoria, el grupo de Gonzalo Pizarro fue finalmente derrotado al año siguiente en la Batalla de Jaquijahuana.

Datos para niños
Batalla de Huarina
Parte de Gran Rebelión de Encomenderos
Batalla de Huarina.jpg
Grabado de las “Décadas” de Antonio de Herrera y Tordesillas.
Fecha 20 de octubre de 1547
Lugar Llanura de Huarina, cerca del Lago Titicaca, actual Bolivia
Resultado Victoria gonzalista.
Beligerantes
Cruz de Borgoña Realistas Escudo de Francisco Pizarro.svg Gonzalistas
Comandantes
Diego Centeno
Diego López de Zúñiga 
Luis de Ribera 
Gonzalo Pizarro
Francisco de Carvajal
Fuerzas en combate
1225 hombres
(200 arcabuceros)
1000 hombres (aprox.)
(487 arcabuceros)
Bajas
~450 muertos ~100 muertos

¿Por qué ocurrió la Batalla de Huarina?

Las Leyes Nuevas y la rebelión de los encomenderos

En 1542, el rey Carlos I de España creó el Virreinato del Perú. Nombró a Blasco Núñez Vela como el primer virrey. El virrey llegó al Perú con la misión de aplicar unas nuevas leyes. Estas leyes buscaban limitar el poder de los "encomenderos". Los encomenderos eran colonos españoles a quienes se les había dado el derecho de cobrar tributos y usar el trabajo de los pueblos indígenas. Las nuevas leyes querían evitar que estas "encomiendas" pasaran de padres a hijos para siempre.

Esta decisión causó una gran rebelión entre los encomenderos. Ellos eligieron a Gonzalo Pizarro, un rico encomendero de Charcas (actual Sucre, en Bolivia), como su líder y jefe de su ejército.

El virrey y Gonzalo Pizarro

En Lima, la capital, el virrey fue capturado y enviado de regreso a España. Los rebeldes nombraron a Gonzalo Pizarro como gobernador del Perú. Sin embargo, el virrey logró escapar en Túmbes. Desde allí, se dirigió a Quito, donde formó un nuevo ejército y avanzó hacia el sur. Las fuerzas del virrey y de Pizarro se encontraron en la Batalla de Iñaquito el 18 de enero de 1546. En esa batalla, el virrey fue capturado y perdió la vida en el mismo lugar.

La lealtad de Diego Centeno

Mientras tanto, en el sur del Perú, el capitán Diego Centeno se mantuvo leal a la Corona española. Él se levantó en armas contra Gonzalo Pizarro en Charcas. Centeno reunió un grupo de hombres y tomó la ciudad de Arequipa. Luego, intentó recuperar Cuzco, que estaba en manos de los seguidores de Gonzalo Pizarro.

Centeno no pudo tomar Cuzco y tuvo que huir, perseguido por los soldados de Pizarro. Regresó al Alto Perú (actual Bolivia) y abrió un nuevo frente de guerra. Gonzalo Pizarro, al ver el peligro, envió a su fiel comandante Francisco de Carvajal para perseguir a Centeno. Carvajal persiguió a Centeno sin descanso. Centeno tuvo que dispersar a sus hombres y se escondió en una cueva cerca de Arequipa durante más de un año.

La llegada de Pedro de la Gasca

Cuando el rey de España se enteró de estos graves problemas, envió a Pedro de la Gasca al Perú. La Gasca tenía la misión de traer la paz. Llegó en 1547 y llamó a todos los que eran leales al rey. Prometió perdonar a quienes se habían rebelado si regresaban al lado del rey. También anunció que las Leyes Nuevas serían suspendidas. Esto hizo que muchos soldados abandonaran a Gonzalo Pizarro.

Las fuerzas leales al rey comenzaron a crecer bajo el mando de La Gasca. Un primer éxito fue la rendición de la flota de Gonzalo Pizarro.

En ese momento, Centeno decidió reaparecer. Salió de su escondite y reunió 48 hombres en Arequipa. Con ellos, marchó hacia Cuzco y logró capturar la antigua capital inca el 10 de junio de 1547. Esto puso a los rebeldes de Gonzalo Pizarro entre dos frentes, lo que hizo que muchos de sus soldados desertaran. Pronto, Centeno reunió un ejército de unos 1000 soldados y se dirigió a la zona del Lago Titicaca.

¿Cómo se prepararon los ejércitos?

Movimientos antes de la batalla

Gonzalo Pizarro, al ver que sus soldados lo abandonaban, decidió dejar Lima y marchar al sur. Pero en el camino, siguió perdiendo gente. En Arequipa se le unieron Francisco de Carvajal y Juan de Acosta. Su ejército se había reducido a menos de 500 hombres. Pizarro pensó en ir a Charcas para reorganizar sus fuerzas. Sin embargo, se enteró de que Centeno, con casi mil hombres, le bloqueaba el paso en el Desaguadero. Entonces, Pizarro se preparó para el combate.

A mediados de octubre, ambos ejércitos se vieron. Pizarro, al parecer temiendo la superioridad numérica de Centeno, intentó negociar. Pidió a Centeno que le permitiera pasar libremente. Pero Centeno le pidió que se rindiera, prometiendo que hablaría con La Gasca para que lo perdonaran. No hubo acuerdo, y ambos líderes prepararon a sus tropas para la batalla.

La noche del 19 de octubre de 1547, los rebeldes intentaron un ataque sorpresa. Enviaron a Juan de Acosta con 20 hombres al campamento de Centeno para capturarlo. Pero unos guardias dieron la alarma, y Acosta y sus hombres tuvieron que retirarse.

Las fuerzas en combate

El ejército realista

Los realistas, leales al rey, tenían 1225 hombres. De ellos, 460 eran jinetes, 540 eran piqueros (soldados con lanzas largas) y 200 eran arcabuceros. También tenían 25 ballesteros.

Su líder, Centeno, estaba enfermo con fiebre y tuvo que observar la batalla desde lejos, llevado en una litera. Nombró a Diego López de Zúñiga como capitán general. La infantería estaba dirigida por Rodrigo de Pantoja, Juan de Vargas, Francisco Negral y Francisco Retamoso.

Los piqueros se colocaron en el centro, protegidos por dos grupos de arcabuceros a los lados. La caballería estaba en los flancos. Las fuerzas indígenas aliadas no participaron directamente en el combate.

El ejército rebelde

Las fuerzas de Gonzalo Pizarro eran menos de 1000 hombres. Casi la mitad eran arcabuceros, muy bien entrenados y dirigidos por Francisco de Carvajal. Cada arcabucero llevaba dos o tres arcabuces cargados para disparar rápidamente sin perder tiempo recargando. Esta habilidad con los arcabuces sería clave para la victoria de los rebeldes.

La caballería rebelde, con solo 85 jinetes, se ubicó a la derecha de su formación. Gonzalo Pizarro, Juan de Acosta y Diego Vásquez de Cepeda la comandaban. Los piqueros se colocaron a la izquierda, bajo las órdenes de Hernando de Bachicao.

Ambos ejércitos estaban separados por unos seiscientos pasos en la llanura de Huarina, listos para combatir el 20 de octubre de 1547.

¿Cómo se desarrolló la Batalla de Huarina?

Archivo:Historia de la conquista del Perú, 1851 427038 (3970909685)
Grabado que representa a Diego Centeno enfermo y en litera, asistiendo a la Batalla de Huarina.

Carvajal tomó la iniciativa. Ordenó a Acosta que avanzara con treinta arcabuceros para provocar al enemigo. Los realistas respondieron con un grupo de arcabuceros. Los rebeldes dispararon sobre los realistas, que aún estaban lejos. La infantería de Centeno avanzó con sus picas listas. Cuando los realistas estuvieron cerca, Carvajal ordenó una segunda descarga de arcabuces. Esto dejó fuera de combate a cien realistas, entre muertos y heridos. Como los arcabuceros de Carvajal tenían armas de repuesto, hicieron otra descarga casi de inmediato. Esta fue aún más devastadora para los realistas, causando muchas bajas entre los piqueros. La infantería realista comenzó a dispersarse después de sufrir más de doscientas pérdidas.

La caballería rebelde, sin embargo, no tuvo el mismo éxito. Un grupo de caballería realista atacó al escuadrón de Gonzalo Pizarro y lo desorganizó. Solo quedaron unos doce rebeldes a caballo. El propio Gonzalo Pizarro perdió su caballo y pensó que había sido derrotado. Los realistas comenzaron a gritar victoria, pero la batalla aún no terminaba.

El otro grupo de jinetes realistas atacó el flanco izquierdo de Carvajal, donde estaban mezclados arcabuceros y piqueros. Estos soldados rebeldes resistieron el ataque con valentía. Los piqueros lograron contener la embestida realista, mientras que los arcabuceros disparaban a los jinetes realistas. Al ver que no podían romper las líneas rebeldes, los jinetes realistas rodearon la formación y se unieron al otro grupo de caballería realista, que había derrotado a la caballería rebelde.

Juntos, los dos grupos de caballería realista intentaron un nuevo ataque contra la infantería de Carvajal. Pero Carvajal hizo una maniobra inteligente: ordenó a sus hombres que giraran rápidamente. Así, su retaguardia se convirtió en el frente, y los piqueros se opusieron al ataque enemigo. Mientras tanto, los arcabuceros disparaban a los jinetes realistas, que finalmente huyeron en desorden. Con la fuerza principal de los realistas debilitada, los rebeldes dominaron la situación y lograron la victoria.

Archivo:Historia de la conquista del Perú, 1851 "Pedro de Candía". (3971678512)
Grabado que representa a un arcabucero del siglo XVI. Los arcabuceros del ejército de Gonzalo Pizarro fueron clave en la Batalla de Huarina.

Lo que al principio parecía una victoria realista, se convirtió en un triunfo total para los rebeldes, gracias sobre todo a los hábiles arcabuceros de Carvajal. Centeno, que observó el desastre desde lejos, cambió su litera por un caballo y escapó. Los rebeldes de Gonzalo Pizarro, cuya caballería había sido desorganizada, no pudieron perseguir a los vencidos.

En total, murieron unos 450 hombres. De ellos, 350 eran del bando realista. Entre las víctimas realistas estaban el comandante Luis de Ribera y los capitanes Retamoso, Diego López de Zúñiga, Negral y Pantoja. Del lado rebelde, perdieron la vida el capitán Pedro Fuentes, un hermano de Cepeda y el asistente de Gonzalo Pizarro.

Se cuenta que Carvajal recorrió el campo de batalla con hombres que llevaban palos y machetes, con los que acabaron con los realistas heridos. También se dice que Gonzalo Pizarro, aún sorprendido por cómo una derrota inminente se había convertido en una victoria brillante, no dejaba de exclamar: "¡Jesús, qué victoria!, ¡Jesús, qué victoria!".

Después del triunfo, los rebeldes saquearon el campamento realista hasta bien entrada la noche. Se apoderaron de oro, plata y ganado, entre otras riquezas.

¿Qué pasó después de la Batalla de Huarina?

La victoria de Huarina cambió la situación por un tiempo. El bando realista sufrió un golpe muy duro, mientras que el de Pizarro se hizo más fuerte. Muchos pensaron que Gonzalo era invencible en el campo de batalla, especialmente porque tenía a Carvajal a su lado, considerado el mejor estratega militar del Perú. Por un momento, las filas de Gonzalo Pizarro aumentaron rápidamente.

Pero esto no detuvo a Pedro de la Gasca. Cuando se enteró del desastre de Huarina en Jauja, continuó su avance hacia el sur, rumbo a Cuzco. Su ejército ya tenía 700 arcabuceros, 500 piqueros y 400 jinetes, superando así a las fuerzas rebeldes. El encuentro final entre ambos ejércitos ocurrió en la pampa de Anta, cerca de Cuzco. Allí se libró la Batalla de Jaquijahuana el 9 de abril de 1548. Más que una batalla, fue una desbandada de las tropas de Gonzalo Pizarro, que se pasaron al lado realista.

Gonzalo Pizarro fue capturado, al igual que su comandante Carvajal. Ambos perdieron la vida al amanecer siguiente, en el mismo campo de batalla. Así terminó la llamada Gran Rebelión de los Encomenderos.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Battle of Huarina Facts for Kids

  • Guerra civil entre los conquistadores del Perú
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Batalla de Huarina para Niños. Enciclopedia Kiddle.