Antonio de Vea para niños
Antonio de Vea y Luquín fue un marino español que llegó a ser almirante y general de la Armada del Mar del Sur. Él vivía en Lima (Perú) y es recordado por haber liderado en 1675 una expedición para explorar los canales del sur de Chile. Su misión era buscar posibles asentamientos de los ingleses en esa zona.
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¿Quién fue Antonio de Vea?
Antonio de Vea nació en una familia importante en la primera mitad del siglo XVII en la villa de Milagro, en el reino de Navarra. Su padre, Antonio de Vea, fue alcalde y regidor de Milagro varias veces. Su madre se llamaba Ana de Luquín. Dos de sus hermanos también fueron militares: José, que fue capitán, y Jerónimo, que falleció en Flandes.
Antonio de Vea siguió una carrera militar y participó en varias campañas, como las de Cataluña y Portugal. Después estuvo en Flandes hasta que se firmó la paz. En 1674, ya era capitán de mar y guerra. En esa misma fecha, el virrey del Perú lo nombró jefe de una expedición para explorar el estrecho de Magallanes.
En su vida personal, se sabe que se casó con Juana Francisca de Argandoña y Alicante. Ella era hija de otro almirante, Gaspar de Argandoña y Cervantes del Águila, y hermana de Tomás Félix de Argandoña, quien fue gobernador de Tucumán.
¿Por qué se organizó la expedición?
La preocupación por los asentamientos extranjeros
En esa época, había mucha actividad de piratas en el mar Caribe. Un pirata llamado Henry Morgan atacó la ciudad de Panamá en 1670. Además, ese mismo año, se tomaron prisioneros ingleses en Valdivia de una expedición liderada por John Narborough.
En 1675, un indígena chono fue llevado a Lima por el capitán Bartolomé Gallardo. Este indígena dio información que hizo pensar al virrey del Perú y al gobernador de Chile que los ingleses se habían establecido en el estrecho de Magallanes o en tierras cercanas.
Preparativos para la exploración
Ante esta situación, el virrey don Baltasar de la Cueva Henríquez ordenó preparar tropas, conseguir armas y fabricar cañones. También pidió que se revisaran todos los barcos mercantes que pudieran usarse para la guerra. Pidió a las ciudades que hicieran donaciones voluntarias para ayudar con los gastos. Como todo esto llevaría tiempo, decidió enviar de inmediato una expedición de reconocimiento para confirmar si realmente había extranjeros en la región, como había dicho el indígena.
La expedición de Antonio de Vea al Estrecho
El virrey puso al capitán Antonio de Vea al mando de esta importante expedición. Le dio un barco llamado Nuestra Señora del Rosario y se construyeron otros dos barcos más pequeños, ideales para navegar por los canales. También se unieron a la flota ocho pilotos españoles con mucha experiencia para ayudar en la navegación. El indígena que había dado la información sobre los posibles asentamientos fue con ellos como guía.
El viaje y los desafíos
Los barcos salieron del puerto del Callao el 21 de septiembre de 1675. Siguieron la ruta del archipiélago Juan Fernández, que solo vieron de lejos, y llegaron al canal de Chacao el 13 de octubre. Mientras navegaban por el canal de Chacao, el barco de Vea chocó con una roca y sufrió un gran daño. Para evitar que se hundiera, el capitán tuvo que llevarlo a la costa para repararlo.
Con uno de los barcos más pequeños y varias piraguas, Vea zarpó hacia el sur el 30 de octubre. Durante dos meses, exploró los archipiélagos al norte del golfo de Penas, pero no encontró a los ingleses. El clima frío y lluvioso, la tierra pobre y la falta de plantas útiles para comer lo convencieron de que era imposible que se establecieran colonias allí. Pensó que todo había sido un engaño del indígena, así que decidió regresar a Perú.
Antes de volver al norte, el 13 de enero de 1676, Antonio de Vea colocó una placa de bronce en la isla San Esteban (que podría ser la actual isla Javier o la isla Wager en el golfo de Penas). En la placa, dejó constancia de que esas tierras eran propiedad de España. El 28 de enero, llegó a Chacao después de tres meses de exploraciones difíciles y sin resultados. Allí tuvo que esperar otro mes al capitán Iriarte, que seguía explorando los canales.
El viaje del capitán Pascual Iriarte
Vea había dejado al capitán Pascual Iriarte a cargo de las reparaciones del barco dañado. Como las reparaciones tardaban, Iriarte tomó otro barco en Chiloé y emprendió un viaje de reconocimiento. Llegó hasta la entrada occidental del estrecho de Magallanes.
El 17 de febrero de 1676, estando en los islotes Evangelistas, Iriarte quiso dejar una prueba de que esas tierras eran de España. Envió un bote a tierra para colocarla, y en ese bote iba su propio hijo. De repente, el tiempo empeoró mucho, y el bote y sus tripulantes se perdieron para siempre. Después de esto, Iriarte regresó al norte.
El regreso a Lima
Antonio de Vea y Pascual Iriarte se reunieron en Chacao, en el canal de Chacao, y zarparon hacia Perú el 6 de marzo. Llegaron a Valparaíso el 30 de marzo y al Callao el 19 de abril de 1676. En ambos puertos, el capitán Vea informó que la alarma sobre el poblamiento inglés era falsa.
Los gastos en Perú habían sido enormes. Se habían reclutado 8.433 hombres, y durante todo ese tiempo, en Lima, la gente había rezado y hecho procesiones para pedir protección contra los ingleses.
El virrey ordenó que las tropas se disolvieran y felicitó a los exploradores. Al indígena que había iniciado los rumores lo castigó con 200 azotes y lo envió a prisión de por vida en la isla San Lorenzo del Callao.
¿Cuál fue el legado de la expedición?
Esta exploración fue muy importante porque aclaró las dudas sobre la existencia de asentamientos ingleses cerca del estrecho de Magallanes. Esto permitió que las colonias en las costas del Pacífico vivieran un tiempo en paz y tranquilidad.
¿Cómo fue la muerte de Antonio de Vea?
No se sabe mucho sobre la causa de su muerte, pero parece que falleció a finales del siglo XVII en un puerto de Panamá. También existe la posibilidad de que haya fallecido en el Callao.
Véase también
En inglés: Antonio de Vea Facts for Kids