Antonio Huachaca para niños
Datos para niños José Antonio Navala Huachaca |
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![]() Jefe Supremo de la Confederación Perú-Boliviana (Control territorial sobre el Estado de Iquicha) |
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marzo de 1839-noviembre de 1839 | ||
Predecesor | Andrés de Santa Cruz | |
Sucesor | Tadeo Choque | |
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![]() Juez de Paz y Gobernador del distrito de Carhuaucran (Incorporación de Iquicha a la Confederación Perú-Boliviana en 1836) |
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1836-1839 | ||
Designado por | Andrés de Santa Cruz (Protector de la Confederación Perú-Boliviana) |
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Predecesor | El mismo (como Supremo Protector de Iquicha) | |
Sucesor | Cargo disuelto | |
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![]() Supremo Protector del Estado de Iquicha |
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1822-1836 | ||
Monarca | Fernando VII | |
Predecesor | cargo creado | |
Sucesor | El mismo (como Gobernador de Carhuaucran) | |
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Información personal | ||
Nacimiento | San José de Iquicha, Perú | |
Fallecimiento | 1848 Apurímac, Perú |
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Nacionalidad | Peruana | |
Lengua materna | Quechua | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar y Político | |
Años activo | desde 1814 | |
Lealtad | ![]() ![]() ![]() |
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Rango militar | General de brigada | |
Conflictos |
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Antonio Huachaca o Guachaca fue un campesino y líder indígena de etnia quechua en Perú. Nació en San José de Secce, en la región de Huamanga. Al principio, luchó para mantener el gobierno del rey de España, llegando a ser General de Brigada en el Ejército Real del Perú. Más tarde, se unió a la Confederación Perú-Boliviana y fue nombrado "Juez de Paz y Gobernador del distrito de Carhuaucran".
Es muy conocido por liderar una importante rebelión de campesinos indígenas en San José de Iquicha, en Huanta. Esta rebelión fue contra los líderes que buscaban la independencia de Perú, y Huachaca la hizo en nombre del rey Fernando VII de España entre 1825 y 1828. Contó con el apoyo de comerciantes, sacerdotes, indígenas y mestizos. Su comunidad era llamada San José de Santillana por los españoles, pero en quechua se conocía como Iquicha.
Huachaca y sus seguidores lograron tomar la ciudad de Huanta. Desde allí, organizaron su propio gobierno, nombrando a sus representantes y recaudando fondos para la causa del rey. Este grupo llegó a organizar a la gente para arreglar puentes y caminos, y también establecía reglas de comportamiento para quienes vivían bajo su control.
Después de la derrota en la primera Guerra de Iquicha, Huachaca cambió su nombre a José Antonio Navala Huachaca. Se dice que lo hizo en honor al mariscal Antonio José de Sucre y que "Navala" hacía referencia a la Marina de Guerra del Perú.
Contenido
¿Quién fue Antonio Huachaca?
Antonio Huachaca nació en San José de Iquicha a finales del siglo XVIII. No se sabe la fecha exacta. Los habitantes de Iquicha eran conocidos por ser buenos guerreros y siempre apoyaron al gobierno español. Huachaca era un arriero (persona que transporta mercancías con animales) que no sabía leer ni escribir, pero tenía mucha influencia entre los campesinos de su comunidad. Sus viajes y relaciones familiares le permitieron conectar con agricultores y habitantes de los pueblos cercanos.
Apareció por primera vez como líder en 1813. En ese momento, dirigió a los campesinos indígenas que no estaban de acuerdo con las autoridades de Huamanga. Protestaban porque no se detenían los abusos de los cobradores de impuestos. La Constitución de Cádiz había eliminado el impuesto indígena y el trabajo no pagado en obras públicas (conocido como minka). Los indígenas de Iquicha apoyaban tanto al rey como a las reformas liberales, ya que ambas les traían beneficios. Sin embargo, cuando estalló una rebelión en Cuzco, Huachaca y su gente decidieron apoyar a los representantes del rey. Esto muestra que sus acciones eran más una respuesta a problemas específicos que a una ideología política.
Comenzó su carrera militar luchando contra los independentistas de Cuzco, movilizando a su gente contra los hermanos Angulo en 1814 y 1815. Huachaca actuó como jefe de guerrillas y, por sus acciones, recibió el grado de "general de brigada en el Ejército Real del Perú" de parte de José de la Serna. Los iquichanos defendieron con éxito Huanta el 1 de octubre de 1814. Gracias a su experiencia militar, Huachaca se convirtió en un jinete experto y un estratega hábil. Como recompensa por su lealtad, el rey ordenó que la comunidad de Iquicha tuviera su propio escudo.
Otros movimientos de guerrillas
El levantamiento de Huachaca en Huamanga no fue el único. A medida que los ejércitos que buscaban la independencia avanzaban, surgían grupos de guerrilleros que apoyaban a un bando u otro. Muchos grupos independentistas lograron rodear Lima mientras José de San Martín ocupaba otras ciudades.
Estas guerrillas contaban con mucho apoyo de la gente. Por ejemplo, cuando el grupo de Santiago Castro atacó el cuartel de Vilca en 1822, la gente de la ciudad los recibió con alegría. Los primeros grupos de guerrilleros habían aparecido cuando San Martín desembarcó en 1820.
Un líder patriota importante fue Cayetano Quirós, quien dirigió una guerrilla de 200 hombres en Ica. También actuó en otras zonas para ayudar a las fuerzas independentistas. Fue derrotado y falleció en mayo de 1822.
En 1826, el patriota José de la Riva-Agüero reclutó a 3000 guerrilleros en varias regiones, mientras Andrés de Santa Cruz reunió a 2000 más.
Los principales lugares de enfrentamiento entre estos grupos fueron las regiones de Huamanga, Huancavelica e Ica. Durante 1823, muchos pueblos de la Sierra central peruana organizaron unidades de guerrilleros. Estos grupos actuaban como informantes y refuerzos para el Ejército Real. La resistencia al rey en el centro y sur de Perú terminó con la derrota del virrey De La Serna en la Batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. Después de un corto tiempo de paz, comenzó el levantamiento de Huachaca.
La rebelión de San José de Santillana
Antonio Huachaca estuvo acompañado por otros líderes indígenas, y también por el francés Nicolás Soregui, un comerciante y exoficial del Ejército español. Se estima que las fuerzas rebeldes sumaban entre 2000 y 3000 personas.
Aunque la mayoría de los rebeldes estaban armados con hondas y lanzas, algunos tenían fusiles y unidades a caballo. Lograron cercar y tomar la ciudad de Huanta nuevamente. La mayoría de los rebeldes venían del distrito de Iquicha. Los líderes no eran caciques (jefes tradicionales), sino comerciantes o arrieros. También hubo participación de españoles y mestizos, quienes ayudaron en la organización y la difusión de ideas.
Las rebeliones en Iquicha a finales de los años 1820 fueron causadas por la influencia de religiosos y militares que apoyaban al rey, y por problemas económicos debido a un impuesto a la coca. También defendían sus tierras, que estaban amenazadas por grandes propietarios, y su identidad tradicional. Además, en 1825, Simón Bolívar impuso un cobro de 50 000 pesos a los habitantes de Huanta por haber apoyado al rey, lo que aumentó el descontento. En esa época, la población de Huamanga era de unas 110 000 personas, en su mayoría indígenas. Para ellos, el rey era visto como un enviado de Dios y defensor de sus costumbres.
La primera parte de la rebelión ocurrió entre marzo y diciembre de 1825, cuando los indígenas de Iquicha se movilizaron, pero fueron controlados por el ejército. La paz duró poco. En enero de 1826, hubo otra movilización para protestar contra el cobro del impuesto a la coca. La región de Ayacucho, especialmente Huanta, dependía mucho del comercio de coca, que les daba una buena situación económica.
En junio de 1826, los rebeldes, liderados por Huachaca y Soregui, tomaron el pueblo de Huanta. Intentaron tomar Huamanga (actual Ayacucho), pero fueron derrotados. En julio de 1826, el general Andrés de Santa Cruz viajó a Ayacucho para combatir a los rebeldes. Después de estos hechos, hubo una campaña muy dura contra los rebeldes. Se castigó severamente a quienes no pagaban impuestos, y hubo tratos muy duros hacia los prisioneros.
La tercera parte de la rebelión comenzó el 12 de noviembre de 1827, cuando los rebeldes de Iquicha volvieron a tomar Huanta. Los iquichanos estaban dirigidos por Huachaca y otros comandantes, incluyendo a Nicolás Soregui, Francisco Garay, Francisco Lanche, Tadeo Chocce, Prudencio Huachaca (hermano de Antonio) y el sacerdote Mariano Meneses. Su plan era tomar Huanta, liberar Huamanga y Huancavelica, y "restaurar el Reino", eliminando a los republicanos.
Mantuvieron la ciudad bajo su control por dos semanas. Huachaca fue nombrado "Gran Jefe de la División Restauradora de la Ley". Luego, con la Cruz de Borgoña (símbolo de España) y al grito de "¡Viva el Rey!", los iquichanos atacaron Ayacucho nuevamente, pero fueron derrotados por la defensa del prefecto Domingo Tristán y Moscoso el 29 y 30 de noviembre. Esta derrota marcó el fin del movimiento. En diciembre, perdieron Huanta otra vez. Para junio de 1828, todos los líderes, excepto Huachaca, fueron capturados. En diciembre de ese año, Soregui y otros tres líderes fueron condenados a muerte, aunque dos años después, sus sentencias fueron anuladas y Soregui fue exiliado por diez años.
Después de la caída de Huanta, comenzó una fase de guerra de guerrillas, conocida como "de los castillos de Iquicha", porque las montañas andinas sirvieron como fortalezas para la resistencia. El coronel Vidal organizó una campaña para reprimir a los rebeldes.
Un evento importante de esta etapa fue el combate de Uchuraccay el 25 de agosto de 1828. Allí, el comandante Gabriel Quintanilla se enfrentó a los iquichanos, que solo tenían lanzas y hondas. En este combate, Prudencio Huachaca y otros líderes fallecieron. Cientos de iquichanos murieron, y Huachaca tuvo que huir a los montes. Los vencedores, al no poder capturar a Huachaca, tomaron prisioneras a su esposa y a sus dos hijos. El sometimiento de los iquichanos se caracterizó por muchos enfrentamientos violentos.
Poco después, ocurrió el último combate contra las fuerzas del gobierno en Cano. Después de siete meses de duros enfrentamientos, los republicanos lograron controlar a las fuerzas indígenas. Se capturó a Sorequi, Garay, Ramos, y a los sacerdotes Pacheco y Meneses, pero Huachaca logró escapar.
Guerras civiles en Perú
Huachaca vivió escondido, pero mantuvo su espíritu de lucha. En 1830, fue visto cerca de Huanta, nuevamente con una actitud desafiante. Se ofreció una recompensa por su captura. Los habitantes de Iquicha siguieron apoyando a diferentes líderes en las guerras civiles. En 1834, apoyaron al presidente Luis José de Orbegoso y Moncada contra Agustín Gamarra.
Las diferencias entre los grupos políticos eran complejas. Las luchas de esa época se basaban en el enfrentamiento entre los conservadores (que querían un gobierno central fuerte) y los liberales (que buscaban más autonomía para las regiones).
El 3 de enero de 1834, hubo un cambio de gobierno repentino contra el gobierno liberal, y Pedro Pablo Bermúdez Ascarza fue proclamado "Jefe Supremo del Perú". Pero hubo protestas en Lima, lo que obligó a los nuevos líderes a dejar la capital. Orbegoso regresó victorioso a Lima.
Gamarra se mantuvo fuerte en el interior del país, con el apoyo de varias regiones y la mayoría de los oficiales del ejército. Orbegoso contaba con el apoyo de la gente común y de generales populares como Guillermo Miller y Mariano Necochea. Los generales de Orbegoso buscaron aliarse con los habitantes de Huanta, tratándolos con respeto. Muchos hombres de la ciudad que no habían participado en la rebelión de 1825-1828 se unieron a este movimiento.
En alianza con Orbegoso, los líderes de Huanta armaron a 4000 indígenas bajo el mando de Juan José Urbina. Urbina logró unir a los grupos de las montañas y a los líderes de la región, haciendo que olvidaran sus diferencias por un tiempo. Huachaca, Tadeo Choque y Mariano Méndez lo nombraron "Comandante General del Ejército". El general Domingo Tristán, quien antes había reprimido a los iquichanos, ahora les pedía ayuda para luchar contra Gamarra y Bermúdez.
De inmediato, comenzaron las operaciones de guerrillas contra las fuerzas de Gamarra que ocupaban Huamanga y Huanta. Las derrotas de Gamarra fueron importantes, y en mayo, la guerra civil terminó con la victoria de Orbegoso después de la batalla de Huaylacucho el 17 de abril. Durante el conflicto, el ejército de Urbina actuó fuera de Huanta, en Huamanga y Huancavelica. A finales de año, Orbegoso, ya presidente, visitó Huanta. Quiso reunirse con Huachaca, pero le informaron que se había ido. Orbegoso lamentó no verlo y se comprometió a educar a uno de los hijos de Huachaca para asegurar su lealtad.
Apoyo a la Confederación Perú-Boliviana
Hubo una pausa en los conflictos entre 1828 y 1838. Durante este tiempo, los iquichanos se unieron a la idea de la Confederación Perú-Boliviana, viéndola como una continuación del antiguo imperio. Por eso, Huachaca participó en las guerras de la Confederación entre 1836 y 1839. En 1838, Huachaca se convirtió en Juez de Paz y Gobernador del distrito de Carhuaucran, y "Jefe Supremo de la República de Iquicha".
Pero cuando la Confederación Perú-Boliviana fue derrotada por el Ejército Restaurador del Perú, en marzo de 1839, el general Huachaca y los indígenas iquichanos se levantaron nuevamente en armas. El "Ejército Católico" de Huachaca sitió Huanta, que estaba ocupada por un batallón chileno.
Ante esta situación, el prefecto de Ayacucho, coronel Lopera, envió refuerzos. Estos rompieron el asedio y comenzaron una expedición en las montañas contra los indígenas.
En junio de 1839, en el combate de Campamento-Oroco, el general Huachaca sorprendió a los "expedicionarios" y los obligó a una retirada desastrosa. Para vengarse, el grupo republicano causó muchas muertes, sin distinguir entre ancianos, niños o mujeres. Se habla de unas 2000 personas fallecidas.
En este contexto, el prefecto Lopera propuso un acuerdo con las fuerzas de Iquicha para negociar una salida al conflicto. Así, se firmó el Tratado de Yanallay el 15 de noviembre de 1839, entre el prefecto y el líder iquichano Tadeo Choque. De esta manera, la "Guerra de Iquicha" terminó con un tratado de paz, no con una rendición. El documento incluía un mensaje de Huachaca que decía:
«Ustedes son mas bien los usurpadores de Religión, Corona y Suelo Patrio...¿Qué se ha obtenido de vosotros durante...vuestro poder? La tiranía, el desconsuelo y la ruina en un Reino que fue tan generoso. ¿Qué habitante, sea rico o pobre, no se queja hoy? ¿En qué recae la responsabilidad de los crímenes? Nosotros no cargamos semejante tiranía».Antonio Huachaca.
Huachaca prefirió internarse en las selvas del Apurímac antes que aceptar la derrota de su apoyo al rey. Allí vivió escondido hasta su fallecimiento en 1848, siendo enterrado en la iglesia de su pueblo.
Galería de imágenes
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Antonio Huachaca y la rebelion de Iquicha.jpg
Antonio Huachaca y la rebelión de Iquicha.