Al-Yazira al-Jadra para niños
Al-Ŷazira al-Jadra (en árabe, الجزيرة الخضراء, que significa 'la isla verde') fue una ciudad importante en al-Ándalus, que es el nombre que se le daba a la parte de la península ibérica gobernada por los musulmanes. Esta antigua ciudad corresponde a la actual Algeciras.
Al-Ŷazira al-Jadra fue fundada en el año 711 y existió hasta que fue destruida en 1379. Después de eso, quedó en ruinas y con muy pocos habitantes hasta el año 1704. A las personas que vivían allí se les llamaba al-yazirí (que significa 'el de la isla' o 'isleño') o al-jadrawí (que significa 'el de La Verde'). Ambos nombres eran muy usados por los artistas de la época.
La ciudad se construyó sobre los restos de una antigua ciudad romana llamada Iulia Traducta. Las tropas de Tarik llegaron a la península en el año 711. Después de desembarcar en Gibraltar y tomar Carteia, llegaron a una pequeña isla al oeste de la Bahía de Algeciras. Allí establecieron una base temporal.
Pronto tuvieron que dejar la isla para enfrentarse a las tropas visigodas del Rey Rodrigo. En la isla se quedó un pequeño grupo de soldados y la favorita de Tarik, Umm Hakim, quien dio nombre al lugar: Yazirat Umm Hakim, o 'la isla de Umm Hakim'.
Después de la Batalla de Guadalete, las tropas árabes siguieron conquistando la península. La pequeña base de la isla se trasladó a la costa, donde se fundó una verdadera ciudad llamada Al-Ŷazira al-Jadra, 'la isla verde' o 'la península verde'. No se sabe si este nombre se refería a la isla de Umm Hakim o a la pequeña península que se formaba en tierra junto al Río de la Miel.
Los textos antiguos en castellano se referían a esta ciudad con varios nombres, como Alxezira, Algezira Taladra, Gezira y Las Algeciras. Este último nombre, en plural, fue el más usado en los últimos años de la ciudad, porque en esa época había dos zonas amuralladas diferentes.
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¿Cómo se identifican las zonas de la ciudad?
En sus últimos años, Al-Ŷazira al-Jadra tenía dos zonas o 'villas' separadas por el río de la Miel. Los escritos de la época, como la Crónica de Alfonso XI, las llamaban Villa Vieja o Al-Medina y Villa Nueva o Al-Binya. Aunque las crónicas describen bien las villas, no dicen en qué lado del río estaba cada una. Por eso, hoy en día hay diferentes opiniones sobre su ubicación.
Existen dos ideas principales sobre dónde estaban estas villas en relación con las actuales Villa Vieja y Villa Nueva.
La teoría clásica de las villas
La teoría más antigua, que se ha mantenido desde que la ciudad fue refundada, dice que la Villa Vieja estaba en la zona sur. Historiadores como Jorge Próspero de Verboom, Emilio Santacana y Mensayas y Cristóbal Delgado Gómez apoyan esta idea. Ellos creen que el nombre 'Villa Vieja', que surgió en el siglo XVIII para la colina frente a la Isla Verde, es el mismo que el de las fuentes antiguas. Según esta teoría, la zona sur fue la primera en ser ocupada en el año 711, y la zona norte fue construida en 1285 por los Benimerines.
La propuesta alternativa de los historiadores modernos
Una idea más reciente, defendida por historiadores como Rafael Jiménez-Camino, dice que la Villa Vieja es la zona norte. Ellos se basan en la descripción del asedio a la ciudad en 1344 por Alfonso Onceno. En esa descripción, la Torre de los Adalides, que está al norte de la ciudad, y otros puntos conocidos, se mencionan como más 'cercanos' a la Villa Vieja, lo que indicaría que esta estaba al norte.
También mencionan que se han encontrado casas y construcciones anteriores al siglo XIII en la zona norte, un lugar que, según la teoría tradicional, no debería haber estado poblado tan temprano. La teoría clásica explica estos restos como parte de un barrio fuera de las murallas. Aunque se necesitan más excavaciones, los escritos antiguos nos permiten describir bastante bien las dos zonas de la ciudad.
Villa Vieja o Medina: El primer asentamiento
Esta primera ciudad, llamada Medina, fue construida en el año 711. En ella se edificaron rápidamente una mezquita y un alcázar (un tipo de fortaleza). Junto al río estaba el puerto, que sirvió como punto de llegada para las tropas que cruzaban de África a Europa.
Al principio, se cree que la Villa Vieja pudo estar rodeada por parte de una muralla romana o bizantina. Sin embargo, si existió, tuvo que ser reconstruida entre los años 852 y 886 para protegerse de ataques de los vikingos. Por ejemplo, en el año 859, los vikingos llegaron con 62 barcos, asaltaron la ciudad y destruyeron la mezquita. La muralla de la Villa Vieja tenía torres a lo largo de todo su perímetro. Se sabe que en la Villa Vieja había al menos dos mezquitas (la Mezquita Aljama y la Mezquita de las Banderas), un alcázar fortificado y unas atarazanas (lugares para construir y reparar barcos).
Villa Nueva o Al-Binya: La nueva fortaleza
En el año 1279, el rey de Castilla Alfonso X atacó la Medina desde una colina cercana, al otro lado del río de la Miel. La ciudad resistió bien los ataques, pero el rey meriní (de la dinastía de los Benimerines) se dio cuenta de que desde ese lugar se podía causar mucho daño a la ciudad. Por eso, decidió construir allí una nueva ciudad fortificada. En este nuevo lugar, también podría construir su residencia, ya que hasta entonces tenía que quedarse en la casa del gobernador cuando cruzaba el Estrecho. Los escritos hablan de torres altas y puertas, una alcazaba (fortaleza) y zonas de cuarteles para los ejércitos que llegaban a la península ibérica para la Guerra Santa.
Restos arqueológicos de la antigua ciudad
Como ya se mencionó, hoy en día es difícil saber con certeza qué restos corresponden a cada una de las antiguas villas. Sin embargo, las excavaciones arqueológicas en la ciudad han descubierto varios edificios y estructuras muy interesantes.
Restos arqueológicos en la zona sur
Los restos islámicos en esta zona son pocos, porque no se han hecho muchas obras que permitan excavaciones. La mayoría de los hallazgos corresponden al periodo romano. Por ejemplo, se encontraron fábricas de salazones en la calle San Nicolás, donde, curiosamente, no había capas de la época medieval. Otras excavaciones en la zona han descubierto un cementerio romano-bizantino. Esto podría indicar que la zona estuvo poco poblada o que tenía grandes espacios sin construir, muy diferente de una 'medina' habitada durante casi ochocientos años.
A pesar de esto, en la zona sur aún se pueden ver la mayoría de las estructuras medievales que se han conservado. Por ejemplo, parte de las torres de la muralla en la zona llamada huerta del Carmen. Estas torres tienen un centro de cal y canto rodeado de piedras, y están separadas por 25 metros. La altura actual de las torres es de unos dos metros en el mejor de los casos, y su estado de conservación es bastante malo, mostrando solo el centro después de haber perdido su revestimiento. En el mismo lugar, también se puede ver parte de la barbacana (una defensa exterior de la muralla), aunque se necesitan más excavaciones para saber su extensión y estado.
Dentro del Hotel Reina Cristina, en el centro de la Villa, se encuentran los restos de lo que los expertos han identificado como la Mezquita aljama. Tenía al menos tres naves, de las cuales solo se ve la central. Los muros se han conservado por tramos y alcanzan unos dos metros de altura. Se pueden identificar puertas y parte de un arco de herradura. Junto a ella, está el pozo del patio de las abluciones (donde se lavaban antes de rezar), aunque ha sido muy modificado con los años.
Junto al río se encuentra el Patio del Coral. Para acceder a esta zona desde la Avenida Villanueva, hay dos rampas seguidas que salvan el desnivel. Estas rampas y las estructuras de muros pegadas a ellas se consideran parte de una de las puertas que daban acceso al río desde la Villa de la zona sur. Cerca de allí estaba el puerto medieval del estuario del río.
Hasta principios del siglo XX, existía una torre Albarrana (una torre separada de la muralla principal) llamada Torre del Espolón. Esta torre se unía a las torres antes descritas y se adentraba unos metros en el mar. Su función era impedir la entrada por la playa a la zona amurallada. Fue destruida por una explosión a finales del siglo XVIII, ya que se usaba como almacén de pólvora.
Restos arqueológicos de la zona norte
Esta zona de la ciudad ha tenido más excavaciones en los últimos años porque es el sector que más ha crecido. En 1997, se encontraron partes de las murallas en la prolongación de la Avenida Blas Infante. De este lugar se conservan unos 150 metros de muralla, cuatro torres, una barbacana, un foso y parte de una puerta monumental llamada Puerta de Gibraltar o Puerta del Fonsario. Estos restos están siendo preparados para convertirse en el Parque Arqueológico de las murallas meriníes. En la misma zona, apareció un cementerio islámico de gran tamaño.
La construcción de estas murallas muestra un gran avance en las técnicas de construcción medievales. Se ha demostrado la presencia de canteros (personas que trabajan la piedra) castellanos por las numerosas marcas que dejaron en las piedras de las torres. Además, la excelente calidad de estas piedras, las del foso y las de la puerta de Gibraltar, han hecho que el sistema defensivo de la ciudad sea considerado uno de los más avanzados del siglo XIII.
Al igual que con la Avenida Blas Infante, el resto de las murallas de la antigua ciudad parecen estar bajo otras avenidas de la ciudad. Se ha identificado que el trazado del foso continúa por el resto de la Avenida Blas Infante, Teniente Farmacéutico Miranda y Carretera de Málaga, hasta detenerse junto al río a la altura de la Capilla de la Alameda. Estas calles utilizaron el foso, que estaba lleno de sedimentos, como base, mientras que las casas cercanas reutilizaron la muralla para su construcción, como se vio en las excavaciones de El Secano en 2003.
También en 1997, durante unas obras en el centro de la ciudad, aparecieron partes de unos baños, específicamente las estructuras para conducir el agua y parte de una noria hidráulica en la Calle Rocha. Estos restos fueron trasladados parcialmente al Parque María Cristina, donde se pueden ver hoy. En la misma calle donde aparecieron estos baños, se ha identificado un edificio grande con muros anchos cuya función no se conoce, pero que parece estar relacionado con los baños, quizás como parte de ellos o un edificio anexo. Estos restos se encontraron en el solar contiguo a los baños y detrás de la Iglesia de La Palma, donde aún se pueden observar.
A medida que se han realizado excavaciones en la ciudad durante los primeros años del siglo XXI, han aparecido muchas construcciones de diferentes épocas, la mayoría de ellas viviendas. Por ejemplo, las excavaciones de 2006 en la calle Emilio Castelar (llamada Calle Panadería) descubrieron una gran zona de edificios de los siglos XII y XIII con elementos arquitectónicos interesantes, como pinturas murales o azulejos, que ayudarán a fechar el lugar con más precisión. Este conjunto de viviendas se extiende por calles cercanas, como se observó en las excavaciones de la Calle Juan Morrison en 2005. Otras excavaciones en zonas más alejadas de la Villa Nueva, como la Calle Munición, Calle Baluarte o Buen Aire, han dado resultados similares a los expertos. En 2007, las excavaciones en la Acera de La Marina, junto al antiguo estuario del río, sacaron a la luz parte de las atarazanas califales, donde ocurrió el desembarco almorávide de 1086. Estas atarazanas fueron identificadas por la técnica de construcción del inicio de una torre encontrada en el lugar.
Según los mapas del siglo XVIII, especialmente los hechos por Jorge Próspero de Verboom, en la zona norte llamada Cerro de Matagorda, donde hoy se encuentra el barrio de San Isidro, había restos de un castillo y una mezquita que se había convertido en capilla. Se sabe que en esa época este castillo ya estaba en ruinas, por lo que no pasó mucho tiempo hasta que las nuevas construcciones de la ciudad, que estaba renaciendo, lo hicieron desaparecer por completo. Aun así, algunos investigadores creen que la forma del edificio podría estar 'fosilizada' en el trazado actual de las calles, ya que es común construir reutilizando muros antiguos y la 'ley de conservación del plano' indica que el diseño de las ciudades antiguas a menudo se mantiene en las modernas. Así, se plantea la posibilidad de que la actual Plaza de San Isidro corresponda con el Arenal o el patio de armas de la fortaleza, y que varias casas de la zona aún conserven muros del castillo en su interior.
Más información
- Historia de Algeciras.
- Reino de Algeciras
- Recinto del Cerro de la Horca