Bismarck (1940) para niños
Datos para niños Bismarck |
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![]() El acorazado Bismarck
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Banderas | ||
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Historial | ||
Astillero | Blohm & Voss (Hamburgo) | |
Clase | Clase Bismarck | |
Tipo | Acorazado | |
Operador | Kriegsmarine | |
Autorizado | 16 de noviembre de 1935 | |
Iniciado | 1 de julio de 1936 | |
Botado | 14 de febrero de 1939 | |
Asignado | 24 de agosto de 1940 | |
Baja | 27 de mayo de 1941 | |
Destino | Hundido el 27 de mayo de 1941 en el Atlántico Norte 48°10′N 16°12′O / 48.167, -16.200 |
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Características generales | ||
Desplazamiento | • 41.700 tm estándar • 50.300 t a plena carga |
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Eslora | • 241,6 m en la línea de flotación • 251 m en total |
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Manga | 36 m | |
Puntal | 15 metros | |
Calado | • 9,3 m estándar • 9,9 m a plena carga |
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Blindaje | • Cinturón: 145-320 mm • Cubierta acorazada: 80-120 mm • Mamparo antitorpedo: 45 mm • Torretas: 130–360 mm • Barbetas: 220-340 mm • Torre de mando: 220-360 mm |
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Armamento | • 8 cañones SK 380 mm/C34 (4 × 2) • 12 cañones de 150 mm (6 × 2) • 16 cañones SK 105 mm/C33 (8 × 2) • 16 cañones SK 37 mm/C30 (8 × 2) • 12 cañones de 20 mm FlaK 30 (12 × 1) |
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Propulsión | • 12 calderas Wagner • 3 turbinas de vapor Blöhm & Voss • 3 hélices de tres palas Ø 4,70 m |
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Potencia | 150.170 CV | |
Velocidad | 30,01 nudos (55,5 km/h) durante sus pruebas | |
Autonomía | 8.870 mn (16.430 km) a 19 nudos (35km/h) | |
Tripulación | • 103 oficiales • 1962 suboficiales y marineros |
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Aeronaves | 4 hidroaviones Arado Ar 196 | |
Equipamiento aeronaves | 1 catapulta de doble final | |
Escudo del Bismarck | ||
El Bismarck fue un acorazado muy grande, el primero de su tipo, construido para la marina de guerra alemana, la Kriegsmarine, durante la Segunda Guerra Mundial. Recibió su nombre en honor a Otto von Bismarck, un importante líder alemán. Este barco fue construido en los astilleros Blohm & Voss en Hamburgo, Alemania. Su construcción comenzó en julio de 1936 y fue botado al agua en febrero de 1939. Finalmente, entró en servicio en agosto de 1940.
Junto con su barco gemelo, el Tirpitz, el Bismarck fue el acorazado más grande que Alemania construyó. También fue uno de los barcos de guerra más grandes de su tipo en Europa. El Bismarck solo estuvo en servicio por ocho meses. Participó en una única misión de ataque, llamada Rheinübung, en mayo de 1941. Su objetivo era entrar en el océano Atlántico con el crucero pesado Prinz Eugen para atacar los barcos de suministro de los Aliados entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
Sin embargo, los barcos alemanes fueron descubiertos. La marina británica envió varios buques para interceptarlos. Esto llevó a la batalla del Estrecho de Dinamarca. Allí, el Bismarck hundió el crucero de batalla HMS Hood, un barco muy importante para la marina británica. También dañó gravemente al nuevo acorazado HMS Prince of Wales, que tuvo que retirarse. El Bismarck también sufrió daños, perdiendo combustible de un tanque.
La destrucción del Hood hizo que la marina británica buscara al Bismarck sin descanso. Dos días después, mientras el Bismarck se dirigía a la Francia ocupada, fue atacado por aviones torpederos Fairey Swordfish de un portaaviones británico. Un torpedo dañó uno de los timones del Bismarck, dejándolo sin poder maniobrar. A la mañana siguiente, el Bismarck, inmovilizado, fue atacado por muchos barcos británicos. Finalmente, su tripulación lo hundió para evitar que cayera en manos enemigas, lo que resultó en una gran pérdida de vidas. Los restos del Bismarck fueron encontrados en junio de 1989 por el oceanógrafo Robert Ballard.
Contenido
El Acorazado Bismarck
El Bismarck fue construido para reemplazar a un acorazado más antiguo llamado Hannover. Su construcción comenzó el 1 de julio de 1936 en los astilleros Blohm & Voss en Hamburgo. El barco fue botado el 14 de febrero de 1939 en una gran ceremonia. Fue bautizado por Dorothee von Löwenfeld, nieta de Otto von Bismarck. Un líder alemán dio un discurso en la ceremonia.
Después de ser botado, se le hicieron más ajustes. Por ejemplo, su parte delantera original fue cambiada por una forma más redondeada, como la de otros acorazados alemanes. El Bismarck entró en servicio el 24 de agosto de 1940 para comenzar sus pruebas de mar en el mar Báltico. El capitán de navío Ernst Lindemann fue su primer y único comandante.
Un Gigante del Mar: Dimensiones y Potencia
El Bismarck era un barco enorme. Pesaba 41.700 toneladas cuando estaba vacío y podía llegar a 50.300 toneladas con toda su carga. Medía 251 metros de largo, 36 metros de ancho y tenía un calado (la parte del barco bajo el agua) de casi 10 metros. Esto lo convertía en el acorazado más grande construido por Alemania y uno de los más pesados de Europa.
El barco era impulsado por tres turbinas de vapor que le daban una potencia de 150.170 caballos de vapor. Esto le permitía alcanzar una velocidad máxima de 30 nudos (55,6 km/h) durante sus pruebas.
Tecnología y Tripulación
El Bismarck estaba equipado con tres sistemas de radar FuMO 23. Estos radares estaban ubicados en la parte delantera, trasera y en la torre de mando del barco, ayudando a detectar otros buques.
La tripulación normal del Bismarck era de 103 oficiales y 1962 marineros. Estaban divididos en doce grupos, cada uno con tareas específicas. Por ejemplo, algunos se encargaban de las armas, otros de la cocina o de las municiones. Cuando el Bismarck zarpó para su misión en el Atlántico, el número de personas a bordo aumentó a más de 2200, incluyendo personal adicional y periodistas.
Armamento y Protección
El armamento principal del Bismarck consistía en ocho cañones de 380 mm. Estos cañones disparaban proyectiles de 800 kg y estaban en cuatro torretas dobles: dos en la parte delantera (llamadas Anton y Bruno) y dos en la trasera (Cäsar y Dora).
Además, tenía doce cañones de 150 mm como armamento secundario. Para defenderse de ataques aéreos, contaba con dieciséis cañones de 105 mm, dieciséis de 37 mm y doce de 20 mm.
Su blindaje principal, que protegía el casco, tenía un grosor de hasta 320 mm. También tenía cubiertas blindadas de entre 50 y 120 mm de grosor. Las torretas de los cañones principales estaban protegidas con placas de hasta 360 mm de espesor.
Historial de Servicio del Bismarck

El 15 de septiembre de 1940, el Bismarck salió de Hamburgo para sus primeras pruebas en la bahía de Kiel. Fue escoltado por otro barco. Durante las pruebas en el golfo de Danzig, se probó a fondo su motor, velocidad y capacidad de maniobra. Se descubrió que era difícil de dirigir solo con las hélices. Los cañones principales se probaron a finales de noviembre, y el barco demostró ser muy estable al disparar. Las pruebas duraron hasta diciembre, y el 9 de ese mes, el Bismarck regresó a Hamburgo para ajustes finales.
El barco debía volver a Kiel en enero de 1941, pero un barco hundido en el canal de Kiel bloqueó el paso. El mal tiempo retrasó la limpieza del canal, por lo que el Bismarck no pudo cruzar hasta marzo. Este retraso molestó al capitán Lindemann. Mientras esperaba, el barco fue visitado por un oficial sueco, quien luego compartió detalles del Bismarck con la marina británica. Esto dio a los británicos una idea general del barco, aunque sin datos exactos.
El 6 de marzo, el Bismarck recibió la orden de ir a Kiel. Fue escoltado por aviones de caza y otros barcos. El 8 de marzo, el Bismarck encalló brevemente en el canal de Kiel, pero fue liberado en una hora. Llegó a Kiel al día siguiente, donde cargó municiones y combustible. También se le aplicó una pintura de camuflaje para protegerlo de los aviones.

El Alto Mando Naval alemán quería usar barcos grandes como el Bismarck para atacar los barcos mercantes aliados en el Atlántico. Otros barcos alemanes estaban en puertos franceses, pero no estaban listos para unirse al Bismarck. El almirante Günther Lütjens, quien dirigiría la operación, quería esperar a que más barcos estuvieran listos. Sin embargo, se decidió seguir adelante con la operación, llamada Rheinübung, solo con el Bismarck y el crucero pesado Prinz Eugen.
La Operación Rheinübung
El 5 de mayo, un líder alemán y su séquito visitaron el Bismarck y el Tirpitz en Gotenhafen. Después de la visita, el líder se reunió con Lütjens para hablar de la misión. El 16 de mayo, Lütjens informó que el Bismarck y el Prinz Eugen estaban listos. Se les ordenó zarpar la tarde del 19 de mayo. Se prepararon dieciocho barcos de suministro para apoyar a los dos buques de guerra.
El 14 de mayo, durante los últimos ejercicios, el Bismarck tuvo un problema con una de sus grúas y tuvo que regresar a Gotenhafen para reparaciones. Para el inicio de la operación, la tripulación del Bismarck había aumentado a 2.221 hombres.
La operación Rheinübung comenzó a las 02:00 del 19 de mayo. El Bismarck partió de Gotenhafen y se dirigió a los estrechos daneses. Se le unió el Prinz Eugen y fueron escoltados por tres destructores y barcos dragaminas. La fuerza aérea alemana les dio cobertura. Al mediodía del 20 de mayo, el capitán Lindemann informó a la tripulación sobre la misión.
Casi al mismo tiempo, aviones suecos avistaron la flota alemana y reportaron su posición. Una hora después, un crucero sueco también los encontró y transmitió la información. Esta noticia llegó a la marina británica, que confirmó que un ataque en el Atlántico era inminente. Aviones británicos fueron enviados para localizar la flota alemana.
El 20 de mayo por la noche, el Bismarck y el resto de la flota llegaron a las costas noruegas. Los barcos de escolta se separaron, y el Bismarck y el Prinz Eugen continuaron hacia el norte. A la mañana siguiente, los alemanes detectaron señales de radio británicas que indicaban que los buscaban. A las 07:00 del día 21, avistaron cuatro aviones no identificados. Poco después del mediodía, la flota llegó a Bergen y ancló. Allí, las tripulaciones repintaron las bandas de camuflaje del Bismarck con el color gris usado en el Atlántico.

Mientras estaban en Noruega, aviones de caza alemanes protegían al Bismarck. A pesar de esto, un piloto británico logró sobrevolar la flota y tomar fotografías desde 8.000 metros de altura. Con esta información, el almirante británico John Tovey ordenó al crucero de batalla HMS Hood, al acorazado HMS Prince of Wales y a seis destructores que reforzaran a los cruceros que ya patrullaban el estrecho de Dinamarca. El resto de la flota británica estaba en alerta máxima.
El Bismarck no repostó combustible en Noruega, ya que sus órdenes no lo requerían. Había salido con menos combustible del máximo y había gastado más en el viaje. El Prinz Eugen sí repostó. A las 19:30 del 21 de mayo, los dos barcos y sus escoltas partieron de Bergen. A medianoche, ya estaban en mar abierto, dirigiéndose al océano Ártico. Los tres destructores de escolta se separaron el 22 de mayo. Cerca del mediodía, Lütjens ordenó a sus dos barcos dirigirse al estrecho de Dinamarca para entrar en el Atlántico.
El 23 de mayo, Lütjens ordenó al Bismarck y al Prinz Eugen aumentar la velocidad a 27 nudos (50 km/h) para cruzar rápidamente el estrecho. Ambos activaron sus radares. El Bismarck navegaba unos 700 metros delante del Prinz Eugen. La niebla reducía la visibilidad. Se encontraron con hielo, lo que los obligó a reducir la velocidad. A las 19:22, los operadores de hidrófonos y radar de los barcos alemanes detectaron al crucero británico HMS Suffolk. El Prinz Eugen descifró las señales y supo que su posición había sido reportada.
El almirante Lütjens permitió al Prinz Eugen atacar, pero no pudo identificar el objetivo. El crucero británico se retiró y siguió a los barcos alemanes. A las 20:30, el crucero HMS Norfolk se unió al Suffolk. El Norfolk se acercó demasiado, y Lütjens ordenó a sus barcos atacarlo. El Bismarck disparó cinco salvas, y tres de ellas cayeron cerca del Norfolk, impactando en sus cubiertas. El crucero se escondió en la niebla, terminando el breve enfrentamiento. El impacto de los cañones de 380 mm del Bismarck desactivó sus radares, por lo que Lütjens pidió al Prinz Eugen que se adelantara para usar sus radares.
Alrededor de las 22:00, Lütjens ordenó al Bismarck girar 180 grados para intentar sorprender a los cruceros británicos que lo perseguían. Aunque el Bismarck no era visible por la lluvia, el radar del Suffolk detectó la maniobra y pudo evitarlo. Los cruceros mantuvieron su posición toda la noche, informando continuamente la ubicación de los barcos alemanes. Lütjens supuso correctamente que los barcos enemigos tenían radares.
El mal tiempo mejoró la mañana del 24 de mayo. A las 05:07, los hidrófonos del Prinz Eugen detectaron dos barcos no identificados acercándose.
Batalla del Estrecho de Dinamarca
A las 05:45, los observadores alemanes vieron humo en el horizonte, de las chimeneas del Hood y el Prince of Wales, bajo el mando del vicealmirante Lancelot Holland. Lütjens ordenó a su tripulación prepararse para el combate.
A las 05:52, la distancia se había reducido a 26.000 metros. El Hood abrió fuego primero, seguido por el Prince of Wales. El Hood apuntó al Prinz Eugen por error, pensando que era el Bismarck. El Prince of Wales sí apuntó al Bismarck. Los británicos no sabían que los barcos alemanes habían cambiado de posición. Adalbert Schneider, oficial de artillería del Bismarck, pidió permiso dos veces para devolver el fuego, pero Lütjens dudó. El capitán Lindemann intervino y exigió permiso, y Lütjens cedió, ordenando atacar a las 05:55.
Los barcos británicos avanzaban, lo que les obligaba a usar solo sus cañones delanteros. El Bismarck y el Prinz Eugen disparaban con todos sus cañones. Minutos después de abrir fuego, Holland ordenó un giro para que sus barcos pudieran usar todas sus torretas. Los dos barcos alemanes concentraron sus disparos en el Hood. Un minuto después, el Prinz Eugen lo impactó, causando un incendio que fue rápidamente extinguido. Después de tres salvas, el Bismarck disparó una salva rápida de sus ocho cañones de 380 mm. También ordenó a sus cañones de 150 mm atacar al Prince of Wales. Holland ordenó otro giro para que sus barcos navegaran paralelos a los alemanes. Lütjens ordenó al Prinz Eugen cambiar de objetivo y atacar al Prince of Wales. El Prinz Eugen impactó al acorazado británico dos veces, causando un pequeño incendio.
Lütjens ordenó entonces a su crucero quedarse detrás del Bismarck para seguir vigilando a los cruceros británicos Norfolk y Suffolk.
A las 06:00, el Hood estaba terminando su segundo giro cuando el Bismarck disparó su quinta salva. Al menos uno de los proyectiles de 380 mm impactó y penetró el blindaje delgado de la cubierta del Hood. El proyectil alcanzó el almacén de municiones y detonó 112 toneladas de explosivos. Una enorme explosión destrozó la parte trasera del crucero. La parte delantera del barco avanzó brevemente antes de que el agua lo hundiera rápidamente. El Hood desapareció en menos de tres minutos, llevándose consigo a 1419 hombres.
El Bismarck entonces comenzó a disparar al Prince of Wales. Uno de los proyectiles de su primera salva atravesó el puente del barco británico sin explotar, matando a casi todos en el centro de mando. El Prince of Wales logró impactar al Bismarck con tres proyectiles. El primero golpeó la proa sobre la línea de flotación, permitiendo que las olas entraran. El segundo impactó debajo del blindaje principal, causando daños menores. El tercero atravesó los hangares de aviones sin detonar.
A las 06:13, el comandante del Prince of Wales ordenó la retirada, ya que solo dos de sus diez cañones principales funcionaban y su barco estaba muy dañado. El Prince of Wales giró y lanzó una pantalla de humo para cubrir su retirada. Los alemanes dejaron de disparar cuando la distancia aumentó.
Aunque el capitán Lindemann quería perseguir y destruir al barco británico, Lütjens siguió las órdenes de la operación de evitar combates innecesarios. Ordenó al Bismarck y al Prinz Eugen dirigirse a las aguas abiertas del Atlántico Norte. Durante el combate, el Bismarck había disparado 93 proyectiles y había recibido tres impactos. El proyectil en la proa causó la entrada de entre 1000 y 2000 toneladas de agua, contaminando el combustible. Lütjens se negó a reducir la velocidad para reparar el agujero, que se hizo más grande. El segundo impacto causó algunas inundaciones y dañó el sistema eléctrico, pero el Bismarck tenía generadores de reserva. Las inundaciones causaron que el barco se inclinara 9 grados a babor y 3 grados hacia la proa.
La Persecución del Bismarck
Después del combate, Lütjens informó que un "crucero de batalla, probablemente el Hood, hundido" y que otro acorazado estaba dañado. A las 08:01, informó al Alto Mando Naval Alemán de los daños y de su intención de separar al Prinz Eugen para que continuara su misión, mientras el Bismarck iría al puerto francés de Saint-Nazaire para reparaciones. Poco antes de las 10:00, Lütjens ordenó al Prinz Eugen que se colocara detrás del Bismarck para evaluar la fuga de combustible. Después de confirmar "grandes corrientes de combustible a ambos lados de la estela", el Prinz Eugen volvió a su posición delantera. Una hora después, un hidroavión británico informó de la mancha de combustible a los cruceros Suffolk y Norfolk, que se habían unido al dañado Prince of Wales.
La Marina Real británica llamó a todas sus unidades para perseguir al Bismarck y al Prinz Eugen. La flota principal del almirante Tovey se dirigía a interceptarlos. El Almirantazgo británico envió más cruceros para patrullar el estrecho de Dinamarca. En total, seis acorazados y cruceros de batalla, dos portaaviones, trece cruceros y veintiún destructores fueron enviados a la persecución.
A pesar de los daños, el Bismarck aún podía navegar a 27-28 nudos (50-52 km/h), la misma velocidad que el acorazado británico King George V. Si no se le frenaba, los británicos no podrían evitar que llegara a Saint-Nazaire. El 25 de mayo, el portaaviones HMS Victorious lanzó un ataque con aviones torpederos. Los pilotos inexpertos casi atacaron a un barco británico por error. El Bismarck evitó ocho de los nueve torpedos lanzados, pero el noveno impactó en el centro del barco, causando daños menores. La explosión mató a un hombre y hirió a cinco.
La explosión del torpedo causó daños menores en el sistema eléctrico. Los cambios bruscos de velocidad y dirección para evadir los torpedos aflojaron el sellado del agujero en la proa, aumentando las inundaciones. Una caldera tuvo que ser abandonada. La pérdida de dos calderas y la inundación forzaron a reducir la velocidad a 16 nudos (30 km/h). Buzos intentaron reparar el sellado, logrando aumentar la velocidad a 20 nudos (37 km/h), la velocidad más eficiente para el viaje a Francia.
Poco después del ataque de los aviones, el Bismarck y el Prince of Wales tuvieron un breve enfrentamiento, pero ninguno acertó. Los equipos de control de daños del Bismarck continuaron su trabajo. El agua de mar que había inundado la caldera amenazaba con llegar a los motores de la turbina, lo que habría reducido la velocidad del barco. Sin embargo, el peligro pasó. El barco redujo la velocidad a 12 nudos para permitir a los buzos bombear combustible de los compartimentos delanteros a los traseros.
Los barcos británicos que perseguían al Bismarck tuvieron que navegar en zigzag para evitar posibles submarinos alemanes. Esto hizo que el Bismarck desapareciera del radar del Suffolk. A las 03:00 de la madrugada del 25 de mayo, Lütjens ordenó aumentar la velocidad al máximo (28 nudos) y girar en círculo. Esta maniobra se realizó cuando el barco alemán estaba fuera del radar británico, lo que le permitió colocarse detrás de ellos. El capitán del Suffolk asumió que el Bismarck se había dirigido al oeste y lo buscó en esa dirección.
La Marina Real británica inició una búsqueda frenética del Bismarck. Muchos barcos británicos se estaban quedando sin combustible. La Fuerza H, con el portaaviones HMS Ark Royal, estaba a un día de distancia. Sin saber que lo habían perdido, Lütjens envió mensajes de radio largos a su cuartel general en París. Estas señales fueron interceptadas por los británicos, quienes determinaron su rumbo, pero lo trazaron incorrectamente, lo que mantuvo a los barcos británicos en un curso equivocado durante siete horas. Cuando se dieron cuenta del error, el Bismarck ya había salido del área.
Los descifradores británicos lograron descifrar algunas señales alemanas, incluyendo una orden que indicaba que Lütjens se dirigía al puerto de Brest. La Resistencia Francesa ayudó a los británicos confirmando el movimiento de aviones alemanes hacia Brest para dar cobertura aérea. Tovey pudo entonces mover sus fuerzas hacia Francia para interceptar al Bismarck. Aviones de reconocimiento fueron enviados para cubrir las áreas por donde el Bismarck podría dirigirse a la costa. A las 10:10 del 26 de mayo, un avión Catalina localizó al Bismarck a unos 1280 km al noroeste de Brest. Su velocidad era lo suficientemente alta como para llegar a la protección de submarinos y aviones alemanes en menos de un día, y no había fuerzas británicas lo suficientemente cerca para detenerlo.
La única esperanza de la Marina Real británica era el Ark Royal con la Fuerza H. Otros barcos británicos tuvieron que detener la búsqueda por falta de combustible. Los aviones Swordfish del Ark Royal ya estaban buscando en el área donde el Bismarck había sido avistado. Varios torpederos también lo localizaron a unos 110 km del Ark Royal. El almirante James Somerville ordenó un ataque. En un error, los aviones atacaron accidentalmente al crucero británico HMS Sheffield, pero los torpedos no funcionaron.
Al regresar al portaaviones, los aviones Swordfish fueron rearmados con torpedos con detonadores de contacto. Quince aviones realizaron el segundo ataque, lanzado a las 19:10. A las 20:47, los torpederos comenzaron su ataque. Mientras se acercaban al Bismarck, este disparó sus cañones principales contra el Sheffield, impactándolo y causando bajas. El barco británico se retiró. Fue entonces cuando los Swordfish lanzaron su ataque. El Bismarck comenzó a girar violentamente mientras sus cañones antiaéreos intentaban derribar a los torpederos. Logró evitar casi todos los torpedos, pero dos lo impactaron. Uno golpeó el centro del barco en el lado de babor, justo debajo del blindaje principal. La explosión fue contenida por el sistema de protección, pero causó algunos daños estructurales e inundaciones menores.
El segundo torpedo impactó en la parte trasera del lado de babor, cerca del timón. Su explosión causó graves daños en el timón de babor, que quedó atascado girado 12 grados. La tripulación intentó repetidamente recuperar el control del timón. Lograron arreglar el timón de estribor, pero el de babor siguió atascado. Se sugirió usar explosivos para quitar el timón, pero Lütjens no lo permitió, temiendo dañar las hélices y dejar el barco indefenso. A las 21:15, Lütjens informó que el Bismarck no podía maniobrar.
El Hundimiento Final
Con el timón de babor atascado, el Bismarck navegaba en grandes círculos, incapaz de escapar de los barcos británicos. Aunque la escasez de combustible había reducido el número de barcos británicos, los acorazados King George V y Rodney seguían disponibles, junto con los cruceros pesados Dorsetshire y Norfolk. Lütjens informó a su cuartel general a las 21:40 del día 26: "Barco imposible de maniobrar. Lucharemos hasta el último proyectil." En la oscuridad, el Bismarck disparó brevemente contra el Sheffield, que se alejó y perdió contacto. Un grupo de cinco destructores británicos mantuvo contacto durante la noche.
Estos destructores encontraron al Bismarck a las 22:38. El Bismarck los atacó brevemente con sus cañones principales. A lo largo de la noche y la mañana, los destructores acosaron constantemente al Bismarck, iluminándolo con bengalas y disparándole docenas de torpedos, pero ninguno lo alcanzó. Entre las 05:00 y las 06:00, la tripulación del Bismarck intentó lanzar un hidroavión con el diario de guerra del acorazado y otros documentos importantes. Sin embargo, la catapulta de lanzamiento estaba dañada, por lo que la tripulación simplemente empujó el avión por la borda.
Después del amanecer del 27 de mayo, el almirante Tovey, a bordo del King George V, dirigió el ataque contra el Bismarck inmovilizado. El Rodney se acercó por el lado de babor. A las 08:43, el King George V avistó al Bismarck a unos 23.000 metros. Cuatro minutos después, el Rodney abrió fuego con sus cañones de 406 mm, seguido por el King George V con sus cañones de 356 mm. El Bismarck respondió a las 08:50 con sus cañones delanteros.
A medida que la distancia se reducía, las baterías secundarias del Bismarck también comenzaron a disparar. Los cruceros Norfolk y Dorsetshire también se acercaron y abrieron fuego. A las 09:02, un proyectil de 406 mm del Rodney impactó en la parte superior del Bismarck, matando a cientos de tripulantes y dañando gravemente las torretas delanteras. Según los supervivientes, este impacto probablemente mató a Lindemann, Lütjens y al resto del personal en el puente. La batería delantera principal quedó fuera de combate, aunque logró disparar su última salva a las 09:27. A las 09:31, las cuatro baterías principales habían sido neutralizadas.
Hacia las 10:00, los dos acorazados británicos habían disparado unos 700 proyectiles, la mayoría a muy corta distancia. El Bismarck estaba destrozado, en llamas de proa a popa. Se inclinaba 20 grados a babor y se hundía por la proa. El Rodney se acercó a 2.700 metros y continuó disparando. El Rodney lanzó dos torpedos, y uno de ellos impactó, lo que, según algunos, fue la única vez en la historia que un acorazado torpedeó a otro.
Hans Oels, primer oficial del Bismarck, ordenó a los hombres bajo cubierta abandonar el barco. También instruyó a la tripulación de la sala de máquinas para abrir los compartimentos estancos del buque y preparar cargas para hundirlo. Gerhard Junack, oficial jefe de ingeniería, ordenó colocar explosivos con mechas de nueve minutos. Oyeron las detonaciones de los explosivos mientras subían por el barco. Mientras tanto, Oels corría por el acorazado ordenando a los hombres abandonar sus puestos, pero una enorme explosión lo mató a él y a cientos de hombres.
Los cuatro barcos británicos dispararon más de 2800 proyectiles contra el Bismarck y acertaron más de 400, pero no lograron hundirlo. Hacia las 10:20, con los niveles de combustible muy bajos, Tovey ordenó al Dorsetshire acercarse y disparar torpedos. Lanzó dos torpedos al lado de estribor del Bismarck, uno de los cuales impactó. Luego giró para disparar otro torpedo al lado de babor, que también impactó. Para cuando ocurrió este ataque con torpedos, el acorazado se inclinaba claramente y su cubierta estaba parcialmente inundada. Sobre las 10:35, el Bismarck volcó hacia el lado de babor y se hundió por la popa, desapareciendo de la superficie a las 10:40. De una tripulación de unos 2200 hombres, solo 114 sobrevivieron.
Mientras el barco alemán luchaba, la marina española envió un crucero pesado, el Canarias, para ayudar. Llegó a la zona del hundimiento el 29 de mayo. Allí encontró un submarino alemán y otro barco alemán. Después de buscar, solo lograron rescatar los cuerpos de dos marineros alemanes, que fueron devueltos al mar con honores.
El Bismarck fue mencionado tres veces en el Wehrmachtbericht, el boletín diario del Alto Mando Alemán, durante la Operación Rheinübung. En 1959, Cecil Scott Forester publicó la novela Last Nine Days of the Bismarck, que fue adaptada al cine un año después en la película Sink the Bismarck!.
El Pecio del Bismarck
Descubrimiento por Robert Ballard
Los restos del Bismarck fueron descubiertos el 8 de junio de 1989 por Robert Ballard, el oceanógrafo que también encontró el Titanic. El Bismarck se encuentra casi intacto a una profundidad de unos 4791 metros, a unos 650 km al oeste de Brest, Francia. Aterrizó en la ladera de un volcán submarino apagado, y el impacto causó un deslizamiento de lodo de dos kilómetros. El acorazado se deslizó por la pendiente y se detuvo en posición normal.
La inspección de Ballard no encontró agujeros por debajo de la línea de flotación en el blindaje principal del barco. Se encontraron ocho agujeros en el casco, uno a estribor y el resto a babor, todos por encima de la línea de flotación. Grandes abolladuras sugieren que muchos proyectiles británicos rebotaron en el blindaje alemán.
Ballard notó que no había señales de las implosiones internas que ocurren cuando un barco se hunde con aire en sus compartimentos. Esto sugiere que los compartimentos del acorazado se inundaron a medida que se hundía, apoyando la teoría de que fue hundido por su propia tripulación. Ballard ha mantenido en secreto la ubicación exacta de los restos para evitar que otros saqueen objetos del acorazado.
En el descubrimiento, se encontró que toda la popa (parte trasera) del Bismarck se había separado y no estaba cerca del resto de los restos. Esto sugiere que se desprendió antes de tocar el fondo del mar, posiblemente debido a los daños del torpedo y otros impactos. Ballard estimó que el Bismarck podría haber flotado al menos un día más después de que los británicos cesaran el fuego, y podría haber sido capturado. Él concluyó que la causa directa de su hundimiento fue que su tripulación lo hundió intencionalmente, como afirmaron los supervivientes alemanes.
Expediciones Posteriores
En junio de 2001, otra expedición investigó los restos del Bismarck usando minisubmarinos. Los investigadores notaron muchos agujeros de metralla en la parte superior del barco, pero no en los lados ni debajo de la línea de flotación. No encontraron penetraciones en el blindaje principal. Los examinadores vieron varios cortes en el casco, pero explicaron que fueron causados por el impacto contra el fondo marino.
Una tercera expedición, anglo-americana, en julio de 2001, usó vehículos operados a distancia. Concluyeron que el acorazado se hundió debido a los daños del combate, habiendo recibido muchos impactos de proyectiles y torpedos. El líder de la expedición, David Mearns, afirmó que había desgarros significativos en el casco y que hundirlo intencionalmente "pudo acelerar lo inevitable, pero solo por cuestión de minutos".
En 2002, el documental Una expedición de James Cameron: el acorazado Bismarck, filmado en mayo-junio de 2002, reconstruyó los hechos del hundimiento. El documental mostró imágenes del interior del acorazado por primera vez. Sus hallazgos indicaron que no había suficiente daño bajo la línea de flotación para confirmar que los impactos de artillería y torpedos lo hubieran hundido. De hecho, se confirmó que nada había penetrado la segunda capa interior del casco.
James Cameron propuso que el Bismarck sufrió un "estallido hidráulico" al llegar al fondo. Dijo que el blindaje aguantó, pero las fuerzas internas lo abombaron y rompieron en algunas partes. Cameron descubrió que los torpedos no habían traspasado las paredes internas de protección, solo habían destruido los espacios entre la capa exterior del casco y las secciones interiores. Concluyó que los torpedos solo causaron "inundaciones sin importancia".
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Bismarck (ship) Facts for Kids