Ábside de San Clemente de Tahull para niños
Datos para niños Ábside de San Clemente de Tahull |
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Autor | Maestro de Tahull | |
Creación | Hacia 1133 | |
Ubicación | Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona) | |
Estilo | Románico | |
Técnica | Fresco | |
Dimensiones | 620 x 360 x 180 cm | |
El Ábside de San Clemente de Tahull es una pintura románica muy importante. Forma parte de las pinturas que decoraban la iglesia de San Clemente de Tahull en el Valle de Bohí. Este valle es famoso por tener muchas iglesias románicas, ¡es como un tesoro de arte antiguo! Hoy en día, esta obra maestra se puede ver en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona.
Esta pintura es considerada una de las obras más destacadas del arte románico en Europa. Su belleza y originalidad vienen de cómo combina ideas de diferentes libros de la Biblia, como el Apocalipsis, Isaías y Ezequiel. El artista logró representar a Cristo de una manera muy impactante, como si saliera del fondo de la pintura. Los contornos de las figuras son muy decorativos y el uso del color crea un efecto de volumen. Por su gran fuerza, esta obra del Maestro de Tahull ha inspirado a artistas modernos como Picasso.
Contenido
Historia del Ábside de San Clemente de Tahull
¿Cuándo se creó la pintura?
Una inscripción encontrada en una columna de la iglesia de San Clemente nos dice que fue consagrada el 10 de diciembre de 1123. Esto significa que la iglesia fue dedicada y abierta para el culto en esa fecha. Se cree que las pinturas murales se hicieron alrededor de ese tiempo.
Algunos expertos piensan que la creación de estas pinturas pudo estar relacionada con eventos importantes de la época, como la recuperación de territorios en la región. Se cree que las familias poderosas que controlaban el Valle de Bohí, como la familia Erill, pudieron haber encargado estas obras como agradecimiento o para celebrar estos acontecimientos.
¿Cómo se redescubrieron las pinturas?
Con el paso del tiempo, muchas pinturas románicas quedaron ocultas o se perdieron. Pero a principios del siglo XIX, la gente empezó a interesarse de nuevo por el arte antiguo. En 1907, un grupo de expertos del Instituto de Estudios Catalanes visitó la iglesia de San Clemente de Tahull para estudiar y dar a conocer estas obras.
Años después, en 1915, se supo que coleccionistas de otros países estaban interesados en comprar estas pinturas murales de los Pirineos catalanes. Esto generó preocupación por el riesgo de que las obras fueran sacadas del país. Algunos sacerdotes de la zona ya habían vendido algunas piezas a coleccionistas y museos.
El viaje de las pinturas al museo
Para proteger estas valiosas obras, la Junta de Museos de Cataluña decidió trasladar las pinturas murales de los Pirineos a un lugar seguro. Entre 1919 y 1923, se llevó a cabo una gran campaña para "arrancar" las pinturas de las paredes, incluyendo las de San Clemente de Tahull. El ábside central estaba cubierto por un retablo gótico, como se ve en una foto de 1904.
La técnica utilizada para quitar las pinturas se llama strappo. Consiste en separar la capa de pintura de la pared sin el mortero. Primero, se limpia la superficie de la pintura y se le aplican dos capas de tela de algodón con una cola especial caliente. Cuando la cola se seca, se encoge y arranca la capa de pintura.
Una vez arrancadas, las telas se enrollaron y se guardaron en cajas de madera. Las pinturas de Tahull fueron transportadas en mulas hasta un pueblo cercano, y desde allí en tren y camiones hasta Barcelona. Primero estuvieron en el Museo de Arte de Cataluña en el Parque de la Ciudadela, y luego, en 1934, se trasladaron al Palacio Nacional, que es la sede actual del Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Protección durante la guerra
Durante la guerra civil española, para proteger las obras de posibles bombardeos, las pinturas fueron trasladadas de nuevo a lugares más seguros, como Olot y otros pueblos pequeños.
En 1937, algunas de estas obras, incluyendo el ábside de San Clemente, se exhibieron en una exposición en París. Después de la guerra, en 1940, la colección regresó al Palacio Nacional, y las salas de arte románico se reabrieron en 1942.
Una copia para la iglesia original
Al principio, no se pensó en hacer una copia de las pinturas para la iglesia de San Clemente de Tahull. Pero como la iglesia se hizo muy famosa y recibía muchas visitas, en 1959 se encargó una réplica a un artista llamado Ramon Millet. Él trabajó durante dos años para crear una copia, aunque un poco más pequeña que la original.
Entre los años 2000 y 2001, se descubrieron nuevos fragmentos de pinturas murales en la iglesia, que se conservan allí mismo.
El Artista: El Maestro de Tahull
El artista que pintó el Ábside de San Clemente de Tahull es conocido como el Maestro de Tahull. En la Historia del Arte, no se sabe mucho sobre él. En la Edad Media, los artistas eran considerados artesanos que trabajaban para abades, obispos y señores, y no siempre eran tan famosos como los artistas de hoy.
Hay dos ideas principales sobre de dónde venía este maestro. Una teoría dice que era un artista extranjero, quizás de Italia, que trabajaba con ayudantes menos experimentados. Otra teoría sugiere que era un artesano local.
Es difícil saber con exactitud de dónde venían los artistas románicos, porque a menudo viajaban y trabajaban en diferentes lugares, aprendiendo y mezclando estilos. El Maestro de Tahull es un ejemplo de cómo los artistas de esa época combinaban nuevas ideas con su propia técnica y personalidad.
¿Qué representa la pintura?
La pintura mural del ábside central de la iglesia de San Clemente de Tahull es parte de un conjunto más grande que incluye también la decoración de los arcos y un ábside lateral. La fecha de 1123, que se encuentra en una inscripción en la iglesia, ayuda a saber cuándo se hicieron estas pinturas.
El arte románico, como esta pintura, no buscaba ser totalmente realista. Usaba formas simplificadas y geométricas para representar a las personas. El objetivo principal era transmitir un mensaje religioso. En el ábside, se representa la Maiestas Domini, que significa "Cristo en Majestad". Es una imagen de Dios como juez poderoso que viene a juzgar a la humanidad.
El ábside de San Clemente de Tahull tiene muchos colores y líneas negras que marcan los contornos de las figuras, dándoles un aspecto monumental. La composición se divide en varias partes:
- Parte superior: Representa el Cielo. Aquí está la figura principal de Cristo en Majestad, sentado en un trono dentro de una mandorla (una especie de óvalo de luz). Sus pies están sobre una esfera que simboliza el mundo. Con su mano derecha, bendice, y en la izquierda sostiene un libro abierto que dice "EGO SUM LUX MUNDI" (Yo soy la luz del mundo). Su rostro es alargado, con una mirada intensa, cejas arqueadas y ojos grandes. El color se aplica de forma plana, pero con dos tonos para dar volumen. Alrededor de Cristo, hay ángeles que llevan los símbolos de los evangelistas:
- San Mateo: un ángel o un hombre.
- San Marcos: un león.
- San Juan: un águila.
- San Lucas: un toro.
También hay dos figuras simétricas, un serafín y un querubín, cada uno con tres pares de alas. El fondo del ábside tiene tres franjas de colores: negro, ocre y azul.
- Parte intermedia: Aquí se ven cinco apóstoles de izquierda a derecha: probablemente Santo Tomás, San Bartolomé, San Juan Evangelista, Santiago y una figura dañada que podría ser San Felipe o la Virgen María. Están separados por columnas y capiteles pintados, y cada uno tiene una inscripción que lo identifica. Simbolizan la Iglesia Universal que da testimonio de Cristo.
- Parte inferior: Esta parte representa el mundo terrenal. No se conservan muchos restos de esta sección, pero se intuyen elementos decorativos como zig-zags, que seguramente enmarcaban figuras de animales. Debajo de esto, probablemente había cortinajes pintados, de los cuales no queda nada.
- Otras partes relacionadas con el ábside: La decoración de los dos arcos que están antes del ábside completan la representación de la divinidad:
- La mano derecha de Dios (Dextera Domini) en el arco más cercano al ábside, que representa el poder del Padre.
- El Cordero de Dios (Agnus Dei) en el segundo arco, que representa a Cristo como vencedor de la muerte.
Estas tres representaciones (Cristo en Majestad, la Mano de Dios y el Cordero de Dios) forman un camino visual hacia los fieles. La mano de Dios se muestra dentro de un círculo blanco, con dos dedos que sobresalen. El cordero tiene siete ojos, siguiendo la descripción del Apocalipsis, y está dentro de un círculo, con sus patas delanteras sobre el Libro de los siete sellos. Su cabeza tiene una aureola con una cruz.
A los lados del arco donde está la Dextera Domini, se ven las figuras de Caín y Abel. En el otro arco, hay una escena donde un perro lame las heridas de Lázaro el leproso frente a la casa del rico Epulón. Esta historia bíblica aparece en el evangelio de San Lucas.
En un ábside lateral de la iglesia, hay restos de pinturas que muestran un coro de seis ángeles, aunque solo quedan dos fragmentos. Se cree que estas pinturas fueron hechas por otro artista, quizás con menos habilidad que el Maestro de Tahull.
Estilo artístico
El estilo del Ábside de San Clemente de Tahull mezcla varias influencias:
- Bizantino: Se caracteriza por figuras solemnes y estáticas, simetría y una composición plana. Las figuras son rígidas y frontales, mostrando un carácter muy formal.
- Mozárabe: Este estilo, común en el arte románico del norte de España, aporta vitalidad y expresividad. Se ve en los rostros de las figuras, donde el artista enfatizó los ojos y los colores de la cara. Las líneas de las cejas, nariz, ojos y boca se unen para crear un efecto dinámico.
- Árabe: A diferencia del estilo bizantino, esta influencia rompe con la rigidez y busca la asimetría. Se puede observar en los arabescos y las líneas curvas que dan movimiento a la ropa y el pelo, especialmente en la figura de Cristo. Estos detalles resaltan su grandeza. La idea de romper con la frontalidad también se ve en los símbolos de los evangelistas, que tienen una ligera perspectiva.
Técnica de pintura
El Maestro de Tahull utilizó la técnica de la pintura al fresco, aunque también hizo algunos retoques cuando la pared ya estaba seca.
Para pintar al fresco, primero se preparaba la pared con varias capas de mortero, y la última capa era solo de cal. Mientras esta preparación aún estaba húmeda, se aplicaban los pigmentos (colores) mezclados con agua. La cal húmeda actuaba como un pegamento natural, haciendo que los pigmentos se adhirieran a la pared de forma permanente.
Los pigmentos que usaban los artistas solían ser de la zona. En el caso del ábside de San Clemente de Tahull, la mayoría de los pigmentos son tierras naturales y minerales locales. Destaca la aerinita, que el artista usó para conseguir los hermosos azules de la obra. Sin embargo, también se encontraron algunos pigmentos que no eran de la región, como el cinabrio (del sur de España) y la azurita (de Italia).
Simbolismo en la pintura
La pintura románica tenía un propósito educativo. Estaba hecha para comunidades pequeñas, a menudo con personas que no sabían leer. La iglesia era el centro del pueblo, y las pinturas religiosas ayudaban a difundir las historias de la Biblia de una manera que todos pudieran entender. Como dijo San Gregorio de Nisa en el siglo IV, "la pintura muda habla en el muro y hace, con ello, mucho bien". Por eso, los personajes bíblicos siempre llevaban los mismos objetos para que la gente los reconociera fácilmente, como una "Biblia gráfica".
La obra del ábside combina varias historias bíblicas (Apocalipsis, Libro de Isaías y Libro de Ezequiel) y culmina con la idea del Juicio Final. Muestra a Dios con todo su poder y gloria, listo para juzgar a la humanidad. Por eso, Dios se presenta con características que lo identifican como el ser supremo, como sus dimensiones sobrenaturales.
La representación de Cristo en Majestad en el ábside, presidiendo toda la composición, es muy común en el arte románico catalán. Cristo apoya sus pies sobre la mandorla, que simboliza el mundo, recordándonos su papel como juez y dominador de lo terrenal. Además de San Clemente de Tahull, esta imagen aparece en otras iglesias románicas. Cristo se muestra de frente, con el brazo derecho levantado en señal de bendición y un libro abierto en la mano izquierda. El protagonismo de Cristo en Majestad es típico del arte románico temprano. Las letras alfa y omega (primera y última del alfabeto griego) simbolizan el principio y el fin, y por tanto, a Dios como creador y final de todo. La inscripción "EGO SUM LUX MUNDI" (yo soy la luz del mundo) representa la luz como símbolo de la verdad y el camino hacia la "salvación".
En el cristianismo, la mano derecha de Dios (Dextera Domini) tiene varios significados: protección divina, aprobación de un poder o un testimonio. A menudo se representa en el cielo, entre nubes, con los dedos abiertos o bendiciendo. A veces, como en San Clemente de Tahull, solo se representa la mano sin un contexto más amplio.
Las figuras que simbolizan el tetramorfo (los símbolos de los evangelistas) y los ángeles que los representan están dentro de ruedas o círculos. Esta iconografía se relaciona con las visiones del profeta Ezequiel, donde los querubines que alaban a Dios aparecen entre cuatro ruedas llenas de ojos. La referencia a las ruedas en el trono de Dios también aparece en las profecías de Daniel.
La representación de la Virgen María en la época románica la mostraba como un camino para la redención de la humanidad. Se solía colocar, como en San Clemente de Tahull, entre los apóstoles como testigo de la divinidad de Cristo. María sostiene una copa, un símbolo que se relaciona con el salmo 116: "levantaré el cáliz de la salvación e invocaré el nombre de Yahvé". También se la llama el "vaso de elección" y "cáliz del mundo".
Véase también
En inglés: Apse of Sant Climent, Taüll Facts for Kids