Ruinas de la Capilla de los Benavides (Baeza) para niños
Datos para niños Ruinas de San Francisco de Baeza |
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![]() Retablo pétreo en el lado del evangelio de la Capilla de los Benavides
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Localización | ||
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Provincia | ![]() |
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Localidad | Baeza | |
Datos generales | ||
Categoría | Monumento | |
Código | RI-51-0000652 | |
Declaración | 3 de junio de 1931 | |
Estilo | Renacimiento | |
Las ruinas de la Capilla de los Benavides en la ciudad de Baeza son los restos de la capilla principal de la iglesia del convento de los monjes de San Francisco. Esta capilla fue fundada en 1538. Se construyó como un lugar especial para la familia Benavides.
El famoso arquitecto Andrés de Vandelvira diseñó su estructura. Se cree que Esteban Jamete fue el autor de sus esculturas. La capilla sufrió daños a principios del siglo XIX por un terremoto y fuertes tormentas. Después, fue saqueada por las tropas de Napoleón.
Más tarde, la capilla y el resto del convento fueron vendidos. Esto ocurrió durante un proceso histórico en España donde muchas propiedades de la iglesia pasaron a manos privadas. El lugar fue ocupado por casas y tiendas hasta los años setenta del siglo XX, cuando se recuperó el terreno.
Su aspecto actual se debe a las obras de restauración de 1988. Según el experto Molina Hipólito, lo que se ve hoy nos da una idea de la que fue la obra más importante de Andrés de Vandelvira. Es considerada un ejemplo clave del estilo Renacimiento en Andalucía.
La Capilla de los Benavides forma parte del conjunto monumental renacentista de Baeza. Este conjunto, junto con el de Úbeda, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.
La fundación de la capilla se realizó en 1538. Fue un acuerdo entre D. Diego Valencia de Benavides y su esposa, doña Leonor de Guzmán y Mendoza. D. Diego era el segundo hijo de los fundadores del palacio de Jabalquinto. Su esposa era hija del tercer duque de Medina Sidonia.
Con esta fundación, se inició la construcción de un tercer convento franciscano en la ciudad. Los monjes franciscanos ya habían tenido otros dos lugares antes en Baeza.
Desde el punto de vista social, la familia Benavides quería que esta capilla fuera tan importante como la Sacra Capilla del Salvador en Úbeda. Esa capilla estaba siendo construida por Francisco de los Cobos para su propia familia. Para el arquitecto Andrés de Vandelvira, este proyecto en Baeza fue una gran oportunidad. Pudo expresar su talento libremente, sin tener que seguir diseños previos de otros arquitectos, como le había pasado en la capilla de Úbeda.
La gran bóveda cruzada que cubría la capilla ya no existe. El experto Fernando Chueca Goitia decía que esta bóveda era lo mejor de la obra de Vandelvira. Hoy solo se conservan el lado del evangelio y las capillas de abajo que sostenían el altar mayor.
En 1988, durante las obras de restauración, se añadieron pilares de cemento y un entablamento (parte superior de una columna). Estos elementos sirven para sostener los arcos de acero que vemos hoy. Estos arcos nos ayudan a imaginar lo grandiosa que fue esta construcción. Alonso de Vandelvira la describió como "la mejor capilla particular y más bien ordenada y adornada que hay en nuestra España".
José Molina Hipólito describe las partes que aún se mantienen en pie: El retablo lateral, hecho de piedra, está rodeado por columnas muy altas. Tiene hornacinas (huecos en la pared) donde solo queda una imagen. Está cerrado por un gran arco con casetones (adornos cuadrados o poligonales) en su parte interior. Este arco se apoya en pilastras (columnas planas adosadas a la pared).
En la parte de abajo, hay tres nichos entre columnas. Sobre los nichos laterales, que son más bajos, hay dos relieves muy bonitos. Estos relieves muestran la Adoración de los Reyes Magos y la Adoración de los pastores. Más arriba, hay un gran escudo con dos guerreros romanos que lo sostienen. Encima de todo, hay una ventana triple.
De la pared del altar mayor solo queda la parte de abajo. Esta parte está formada por tres capillas con bóvedas decoradas con casetones y cabezas. Sobre estas capillas se encontraba el altar mayor.
Debido a su estado actual, no se puede afirmar con total seguridad, pero la bóveda de horno del nicho central parece tener un relieve de la Resurrección de Cristo. Esto tiene sentido, ya que la capilla era un lugar de enterramiento.
Lamentablemente, el deterioro de las ruinas ha aumentado. Las obras de 1988 no lograron protegerlas lo suficiente. Por eso, Juan Cruz Cruz ha dicho: "Es una pena la poca conciencia histórica y estética que se ha tenido al 'restaurar' la iglesia de San Francisco: concretamente la magnífica capilla de los Benavides ha quedado doblemente expuesta a los elementos del clima y a la erosión inevitable de una piedra que se daña a cada momento."