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Reparaciones de la Primera Guerra Mundial para niños

Enciclopedia para niños

Las reparaciones tras la I Guerra Mundial fueron una serie de compensaciones e indemnizaciones impuestas en la Conferencia de Paz de París entre las potencias centrales y las fuerzas aliadas tras el final de la I Guerra Mundial con la derrota de estos primeros. A cada uno de los estados del eje central se les exigieron compensaciones económicas a pesar de la situación financiera de países como Austria, Hungría e Imperio Otomano tras el final del conflicto. Al ser insuficientes, las transacciones fueron canceladas. Bulgaria pagó sólo una pequeña parte de lo estipulado y las reparaciones fueron reduciéndose hasta ser canceladas. Los historiadores reconocieron que los requisitos en el caso de Alemania como "responsable" del conflicto tal como se indicó en el Tratado de Versalles no fueron revisados.

Tanto el Tratado de Versalles como los acuerdos de Londres de 1921, quedó estipulado que Alemania debía pagar 132 mil millones de marcos dorados en reparaciones por daños causados a la población civil durante el conflicto. La forma de pago era mediante bonos siendo un total de 50 mil millones de marcos, en cuanto al dinero restante tenía que ir destinado a la comunidad anglo-francesa.

Sin embargo, Alemania dejó de liquidar y en 1923 Francia ocupó el Ruhr. Este acto provocó una crisis internacional que desembocó en el Plan Dawes. Este programa permitía a Alemania pagar la deuda mediante préstamos. No obstante, en 1928 los alemanes pidieron un nuevo plan de pagos: el Plan Young, el cual establecía que la reparación alemana costaría 112 mil millones y que para 1988 Alemania habría saldado la deuda, pero en 1931 la economía colapsó y las transacciones quedaron canceladas durante un año. Entre 1919 y 1932, Alemania pagó menos de 21 mil millones de marcos.

La opinión pública alemana interpretó las reparaciones como una humillación. En cuanto al Gobierno, trabajaron para determinar la validez del Tratado de Versalles y empezaron a sopesar la posibilidad de negarse a pagar. El economista inglés John Maynard Keynes declaró que en caso de imponer la paz cartaginesa en respuesta al desafío teutón, esta podría destruir económicamente el estado alemán. Dichas argumentaciones tuvieron un impacto profundo en los demás historiadores, políticos y opinión pública en general. No obstante, el consenso de los historiadores modernos señala que las reparaciones no fueron del todo intolerables como sugirieron los alemanes o Keynes y añadieron que la capacidad alemana para pagar dependía de su voluntad como lo fue para las reparaciones de la Segunda Guerra Mundial.

Trasfondo

Archivo:A view of the ruins of Avocourt, situated just behind the American trenches before the Allied drive of September 26... - NARA - 530763
Avocourt en 1918

La I Guerra Mundial estalló en 1914 y afectó a Europa, Oriente Medio, África y Asia durante cuatro años. El 8 de enero de 1918, el Presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson propuso un plan conocido como los Catorce Puntos en el que se exigía a Alemania la retirada de cualquier territorio ocupado y la formación de la Liga de las Naciones. Durante el último trimestre de 1918, las Potencias Centrales colapsaron, en especial Alemania, cuya derrota militar en el Frente Occidental y motines en las fuerzas navales llevaron a sublevaciones que pasaron a ser conocidas como la Revolución Alemana.

La mayor parte de las contiendas tuvo lugar en territorio francés siendo de las más afectadas por daños. A la retirada alemana de 1918, la región industrializada del nordeste quedó devastada. Tras la expropiación de material y destrucción del resto, centenares de minas, puentes, infraestructuras ferroviarias y localidades enteras fueron destruidas. Por estas razones, el Primer Ministro galo Georges Clemenceau exigió en el próximo tratado que Alemania indemnizase a Francia por los daños causados. Clemenceau vio en las reparaciones una manera de debilitar al estado alemán y asegurarse así que no volvieran a amenazar la soberanía francesa. Las reparaciones también servirían para paliar el coste de las reconstrucciones en otros estados como Bélgica. Por su parte, su homólogo británico se mostró contrario a aplicar tales medidas, puesto que podrían perjudicar la economía alemana. También exigió que las reparaciones incluyera pago de pensiones para veteranos con discapacidad y para las viudas por la guerra. No obstante, Wilson se opuso a todas estas propuestas al declarar que no se deberían imponer tales sanciones a Alemania.

El 18 de enero de 1919 dio comienzo la Conferencia de Paz en París con el objetivo de establecer una paz duradera entre los Aliados y las Potencias Centrales. En él el bando vencido demandó compensaciones, sin embargo, los términos financieros de los tratados firmados durante la conferencia fueron destinados para reparar los daños punibles con indemnizaciones económicas para las familias afectadas por la guerra y la reconstrucción. El Artículo 231 del Tratado de Versalles sirvió de base legal para los siguientes artículos en los que se exigía a los alemanes a compensar al bando vencedor.

Reacción alemana

Archivo:Mass demonstration in front of the Reichstag against the Treaty of Versailles
Manifestación frente al Reichstag en contra del Tratado de Versalles

En febrero de 1919, el Ministro de Exteriores y Conde Ulrich von Brockdorff-Rantzau informó a la Asamblea Nacional de Weimar que Alemania tendría que pagar las reparaciones por las devastaciones causadas por el conflicto, sin embargo rechazó pagar los costes actuales del mismo. Tras la elaboración del borrador del Tratado de Versalles con fecha del 7 de mayo del mismo año, las delegaciones aliadas y alemana se reunieron para el tratado. En la reunión, Brockdorff-Rantzau declaró: "sabemos cuantos sentimientos encontrados acuden a nosotros, hemos oído los clamores del bando vencedor respecto a que los vencidos deben pagar y que debemos ser sancionados." Sin embargo, procedió a negar que Alemania fuese la única culpable.

Por otro lado, el Artículo 231 del tratado no estaba traducido correctamente. En vez de señalar: "... Alemania acepta la responsabilidad alemana y de sus aliados de todos los daños y pérdidas ocasionadas..." el texto en alemán rezaba: "Alemania admite que Alemania y sus aliados, como autores directos de la guerra, son responsables de todos los daños y pérdidas ...". Esto fue visto por la ciudadanía como una humillación e injusticia. A pesar del sentimiento de ultraje, el Gobierno Alemán fue consciente de que la posición en la que se encontraban no era tan favorable como habían hecho creer a su población durante la guerra. Los políticos buscaron apoyo internacional para su maquinaria de propaganda tratando de persuadir a aquellos que no leyeron los tratados de que este último implicaba a Alemania como única responsable del conflicto. En cuanto a los historiadores y escritores revisionistas trataron de convencer a la opinión internacional que Alemania no fue la única culpable.

Evolución de las reparaciones

Demandas iniciales

Archivo:Bundesarchiv Bild 183-R02190, Deutsche Reparationslieferungen
Trenes con maquinaria pesada como parte de las reparaciones

De acuerdo con lo estipulado en el Tratado de Versalles, la comisión de reparación empezaría en 1921. Esta comisión tomaría en consideración los recursos disponibles de Alemania y su capacidad de pago proveyendo al Gobierno la oportunidad de buscar la manera de hacer frente a las deudas, la cual superaba los 20 mil millones de marcos dorados en oro, navíos, comodidades, seguridad, etc,. El dinero iría destinado a pagar los costes por la ocupación de los Aliados y la compra de víveres para los alemanes. El Artículo 121 del Tratado de Neuilly-sur-Seine reconoció que "los recursos de Bulgaria no son suficientes para liquidar la reparación íntegra y que tendrían que costear 2.250 mil millones de francos dorados.

Otros tratados fueron los de Saint-Germain-en-Laye, Trianón y Sèvres. En estos se reconoció que ni Austria, Hungría ni Turquía tenían recursos suficientes para pagar, y se retrasó la entrada en vigor de dichos tratados hasta que se estableciese una comisión de reparación. Otro de los estados afectados fue Bulgaria, cuya administración tuvo que mandar millares de ganado a Grecia, Rumanía y al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos en restitución por los animales sustraídos durante la guerra, aunque no se consideró como una reparación. De igual modo despachó 50 toneladas de carbón al año en compensación por las minas destruidas. Alemania, Austria y Hungría también tuvieron que mandar materiales como madera, mena y ganado a las Fuerzas Aliadas.

En enero de 1921 los Aliados empezaron a impacientarse y los costes de las reparaciones ascendieron a 226 mil millones de marcos dorados. Los alemanes pusieron sobre la mesa 30 mil millones, y el 24 de abril el Gobierno declaró estar dispuesto a hacer frente a los 50 mil millones posteriores para la reconstrucción. También prepararon la tercera remesa a pagar en anualidades acorde con su situación financiera. En un escrito, también afirmaron su voluntad para proveer recursos a otros estados en pro de combatir la miseria y el odio generados por la guerra.

Agenda de pagos de Londres

El 5 de mayo de 1921 dio inicio en Londres el programa de pagos para no dejar en manos de Alemania la liquidación de la deuda, sino que todas las Potencias Centrales estarían incluidas en el pago de 132 mil millones de marcos dorados. Dicho programa fue presentado por los belgas, opositores a las demandas italo-francesas y británicas sobre las sanciones, argumentando que la opinión pública "no podrían tolerar".

El programa fue dividido en tres series de bonos: Los bonos "A" y "B" tenían un valor nominal total de 50 mil millones de marcos menos que la suma a la que se comprometió Alemania a saldar. El "C" cubría la figura de la reparación y su valor era "quimérico". Este último era una "táctica de regateo" para hacer creer a la opinión pública que la función principal del bono "C" era asegurar la figura de los 132 mil millones a sabiendas de que no podrían pagar.

Para saldar la deuda, Alemania tenía la opción de pagar en metálico o en especies (carbón, madera, productos químicos y farmacológicos, maquinaria agrícola y de construcción, materiales de obra, etc.). En este caso, la deuda se iría reduciéndose debido al valor en oro de tales productos. El estado alemán tuvo que costear la restauración de la Universidad de Lovaina, destruida el 25 de agosto de 1914, como parte de las sanciones impuestas a Alemania. La agenda de pagos requirió un gasto de 250 millones de dólares a pagar en veinticinco días y 500 millones anuales más un 26% del valor de las exportaciones germanas. El Gobierno alemán tuvo que extender bonos con un 5% de interés y extraer un 1% del fondo de amortización para hacer frente al pago.

Fin de las reparaciones para Austria, Bulgaria, Hungría y Turquía

Durante el tiempo transcurrido entre la firma del Tratado de Neuilly-sur-Seine y abril de 1922, Bulgaria pagó 173 millones de francos dorados y en 1923 la deuda quedó reducida a 550 millones más un plus de 25 millones por los costes de la ocupación. A partir de 1925 hasta 1929 liquidaron otros 41 millones y en 1931 su deuda fue condonada tras el Tratado de Lausana.

Austria, por su parte cayó en bancarrota tras la guerra y el colapso del Banco de Viena, por lo que no tuvo que pagar ninguna reparación a excepción de la transferencia de propiedades. Situación similar vivió Hungría, cuya economía también se vio seriamente afectada y su única forma de pago fue la entrega de carbón. Por otro lado, los turcos se vieron limitados para hacer frente a las deudas debido a las pérdidas territoriales. No obstante, se les perdonó la deuda tras la firma del Tratado en 1923.

Incumplimientos de pagos de Alemania

Archivo:Bundesarchiv Bild 102-00121, München, Turnfest, Festzug
Protestas en Múnich contra la ocupación del Ruhr.

Las remesas de carbón alemán desde el inicio de las reparaciones eran inferiores a las acordadas. En julio de 1920 se celebró la Conferencia de Spa para intentar revertir la situación. En esta cumbre se decidió que Alemania pagaría 5 marcos por cada tonelada de carbón para facilitar el transporte naval y la alimentación de los mineros. A pesar de estas medidas, Alemania continuó incumpliendo sus obligaciones. A finales de 1922 la situación alemana no mejoró y los delegados francés y belga ocuparon de manera urgente el Ruhr con el fin de que Alemania se afanara en el pago. Por otra parte, el británico fue partidario de posponer los pagos para facilitar la recuperación económica alemana. El 26 de diciembre, Alemania tampoco pudo hacer frente a la cuota maderera y los Aliados lo interpretaron como un "gesto de mala fe". A comienzos del año siguiente, el Gobierno incumplió por trigesimocuarta vez en tres años la entrega del carbón. En consecuencia perdieron el control sobre las minas de Alta Silesia, las cuales contenían un 11% de los recursos alemanes de carbón, y fueron transferidas a Polonia.

El 9 de enero de 1923 la Comisión de Reparación declaró a Alemania en situación de impago y votaron (salvo Gran Bretaña) por ocupar el Ruhr. El 11 de enero, soldados franceses y belgas acompañados por ingenieros y un contingente italiano entraron en la región germana del Ruhr.

El Primer Ministro francés Raymond Poincaré fue el más reacio a dar la orden para la invasión y solo dio un paso al frente después de que su homólogo británico propusiera más sanciones moderadas a Alemania. El mes anterior, Poincaré hizo frente a la hostilidad anglo-estadounidense-germana. La escasez de carbón estaba provocando una bajada en la producción en el sector de la siderurgia y envió una carta al embajador francés en Londres en el que criticaba el comportamiento británico:

Juzguemóslos por sí mismos. Los ingleses, cegados por su lealtad, deben tener en mente que los alemanes no acatarán los compromisos de Versalles, porque, francamente, no están de acuerdo con ello. Nosotros por el contrario, creemos que si desde Alemania, lejos de querer aplicar el tratado, han tratado de evadir sus responsabilidades, es porque hasta ahora no admiten su derrota. También tenemos en cuenta que Alemania, como nación, se reserva el derecho a aplicar lo anteriormente pactado.

La ocupación resultó ser nada rentable. Las fuerzas de ocupación obtuvieron 900 millones de marcos dorados, siendo la mayor parte destinada a fraguar los costes militares. Sin embargo, el plan principal de la ocupación no era por el incumplimiento alemán, sino para que estos reconocieran la derrota y aceptasen el Tratado de Versalles. Poincaré admitió que si los alemanes hubiesen persistido en su actitud, se hubiese sentado un precedente y estos podrían haber roto el tratado en sí.

Plan Dawes

Archivo:Bundesarchiv Bild 102-00924, Berlin, Amerikanisches Gold für die Reichsbank
Primeros envíos de oro desde Estados Unidos para el Plan Dawes

Una vez los franceses se hicieron con el Ruhr, la economía alemana quebró y tras una resistencia pasiva sufrió una hiperinflación. Por su parte, la posición diplomática francesa empezó a debilitarse bajo la presión anglo-estadounidense. En octubre de 1923, un comité formado por las delegaciones estadounidense, británica, belga, francesa, alemana e italiana bajo el mando del exdirector de la Oficina de Administración y Presupuesto: Charles G. Dawes se reunieron para tratar de equilibrar y estabilizar la economía del estado teutón.

En abril de 1924, el Plan Dawes fue aceptado y reemplazó al Programa de Pagos de Londres, y aunque los bonos "C" fueron omitidos en el borrador final, no fueron rescindidos. Las tropas francesas empezaron a retirarse del Ruhr y un banco independiente del Gobierno alemán gestionó la crisis económica del país, la cual empezaba a estabilizarse. También se reestructuraron los pagos de las reparaciones. En el primer año de establecerse el nuevo programa, Alemania pagaría 1 billón de marcos y a partir del quinto la cuantía ascendería a 2,5 mil millones. También se preparó un préstamo de 800 millones de marcos.

Plan Young

Archivo:Bundesarchiv Bild 102-08968, Eröffnung der zweiten Haager Konferenz
Inauguración de la Segunda Conferencia de La Haya como parte del Plan Young

Los alemanes aceptaron el Plan Dawes, sin embargo lo calificaron como una "medida temporal" y esperaron revisar el plan en un futuro próximo. A finales de 1927 el Agente General para de las Reparaciones urgió a realizar un programa más permanente para los pagos y los alemanes pleitearon. El Ministro de Asuntos Exteriores alemán: Gustav Stresemann por su parte pidió un plan final de reparaciones y la retirada de las tropas Aliadas de Renania. Finalmente, los franceses cedieron su postura ante su debilidad política y posición financiera y el 16 de septiembre de 1928 franceses y germanos pactaron un nuevo acuerdo.

En febrero de 1929 se formó un nuevo comité para revisar las reparaciones bajo la dirección de Owen D. Young. Conocido como "Plan Young", fue aceptado y ratificado por la Administración alemana en marzo de 1930. El plan estableció una reparación total teórica de 112 mil millones de marcos dorados con una nueva cláusula de pago que permitiría saldar la deuda en 1988. Por otra parte, la Agencia de Reparaciones se retiró y fueron reemplazados por el Banco de Pagos Internacionales, el cual fue establecido para proveer colaboración entre los bancos centrales y recibir y distribuir los pagos. Más adelante se aceptó otorgar 300 millones de dólares estadounidenses a Alemania.

Como resultado del plan, la deuda alemana empezó a reducirse a mayor ritmo de cuando estuvo vigente el Plan Dawes. Una de las condiciones para la firma del mismo fue que la alianza franco-inglesa se retirase en cuestión de meses de la región de Renania. Sin embargo, la opinión pública empezó a mostrar su malestar con el nuevo plan y en diciembre de 1929, 5,8 millones de votantes mostraron su oposición al Plan Young en un plebiscito que terminó con la llegada de Adolf Hitler al Gobierno.

Fin de las reparaciones a Alemania

En marzo de 1930 dimite el Gobierno a causa de la situación económica y es sustituido por una nueva coalición encabezada por el Canciller Heinrich Brüning. En junio del mismo año, las tropas Aliadas se retiraron de la última zona de ocupación de Mainz y la Administración de Brüning exigió ajustes en la política de reparaciones, sin embargo fueron rechazadas por William Tyrrell, entonces embajador británico en Francia. En 1931 se produjo la crisis financiera alemana y en mayo, el principal banco austriaco también quebró. En consecuencia, Brüning anunció que Alemania dejaría de pagar la deuda. Las reacciones no se hicieron esperar y se produjo una fuga de capitales en todos los bancos germanos. Hasta este punto, la política de Francia fue la de ofrecer a Alemania asistencia financiera para ayudar a estabilizar el estado. Brüning, presionado por la extrema derecha alemana y por el Presidente Paul von Hindenburg, se vio incapaz de realizar concesiones o de dar marcha atrás en sus políticas. Tampoco pudo obtener préstamos ni recursos domésticos de otros estados. A comienzos de julio declaró su intención de hacer una "revisión a fondo" del Plan Young. Ante la imposibilidad para hacer frente a las deudas, el Presidente estadounidense Herbert Hoover decidió intervenir y en junio propuso una moratoria de un año, la cual fue aceptada.

La moratoria tuvo el respaldo tanto de Alemania como de Reino Unido. Francia se mantuvo reacia en un principio, pero posteriormente dio su brazo a torcer. Sin embargo, el banco Darmstädter Bank quebró y arrastró consigo a otras entidades mientras el desempleo seguía subiendo afectando agravando la situación financiera del país. La Gran Depresión también agravó la crisis y el Banco de Pagos Internacionales urgió a todos los gobiernos internacionales a alcanzar un acuerdo sobre sus respectivas deudas. Al mismo tiempo calificó el Plan Young de "surrealista". Durante el mes de enero de 1932, Brüning declaró que buscaba la cancelación total de las reparaciones, dicha posición fue respaldada por Reino Unido e Italia, no siendo así por Francia.

Debido a las diferencias políticas entre los países respecto al tema y a las próximas elecciones alemanas y francesas, la conferencia no tuvo lugar hasta junio. Este retraso provocó la caída del Gobierno de Brüning. El 16 de junio dio comienzo la Conferencia de Lausana, sin embargo la consiguiente Conferencia Internacional para el Desarme causó debates acalorados y ni Gran Bretaña ni Francia aceptaron las cancelaciones de las deudas de la guerra. Por otro lado, los alemanes se mantuvieron contrarios a seguir pagando. Finalmente se llegaría a un acuerdo en el que el Plan Young quedaría cancelado y Alemania tendría que saldar 3 mil millones de marcos más.

Coste para Alemania

La forma de pago precisa de Alemania estaba en disputa. El Gobierno estimó que la liquidación total era de 67,8 mil millones de marcos. El programa alemán incluía otros tipos de pagos en lugar del oro o los bienes en especies. La Comisión de Reparaciones y el Banco de Pagos Internacionales afirmaron que Alemania había pagado 20.598 mil millones de marcos dorados, de los cuales: 7.595 mil millones fueron liquidados antes de la implantación del Programa de Pagos de Londres.

Por su parte, el historiador Niall Ferguson comentó que Alemania pagó no más de 19 mil millones y estimó que la deuda ascendía a un 2,4% de los ingresos nacionales germanas de entre 1919 y 1932. Stephen Schuker escribió en su estudio econométrico definitivo (1988, pp. 106-119) que "Alemania saldó 16,8 mil millones durante el periodo entero" y apuntó que la devaluación de los depósitos Aliados de papel moneda era "enorme" y que después de 1924 no le fue concedido a Alemania ningún préstamo. El capital neto transferido a Alemania ascendió a 17,75 mil millones de marcos (2,1% de su renta nacional entre 1919 a 1931). En total, Estados Unidos pagó en cuatro ocasiones parte de las reparaciones, más veces que durante la época de Alemania tras la II Guerra Mundial durante el Plan Marshall. Acorde con Gerhard Weinberg, las reparaciones fueron pagadas, las localidades reconstruidas, los huertos replantados, las minas volvieron a abrir y las pensiones se volvieron a pagar, sin embargo, la economía germana se vio resentida en detrimento del bando vencedor de la guerra.

Préstamos para gastos

Para hacer frente a los costes, Alemania aceptó varios préstamos a lo largo de los años 20. Con la llegada del Partido Nazi al poder en 1933, el programa de pagos fue cancelado, hasta 1953, cuando en tiempos de la RFA se reanudó las reparaciones. En 1990 se produjo la reunificación alemana y el estado entró en la última recta para saldar su deuda, la cual quedó saldada el 3 de octubre de 2010.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: World War I reparations Facts for Kids

  • Postguerra de la Primera Guerra Mundial
  • Reparaciones de la Segunda Guerra Mundial
  • Reparación
  • Reparaciones de guerra
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