robot de la enciclopedia para niños

Primera guerra remensa para niños

Enciclopedia para niños

La Primera Guerra Remensa fue un conflicto importante que ocurrió en Cataluña entre los años 1462 y 1472. Fue una rebelión campesina donde los remensas, que eran agricultores, lucharon para liberarse de las condiciones difíciles que les imponían sus señores feudales.

Esta guerra coincidió con la Guerra Civil Catalana, un conflicto más grande. Los remensas, liderados por Francesc de Verntallat, apoyaron al rey Juan II de Aragón en su lucha contra las instituciones de Cataluña que se habían rebelado contra él.

La guerra terminó con la victoria del rey y sus aliados remensas. Sin embargo, el problema de los remensas no se resolvió por completo en ese momento. Esto llevó a que, años después, en 1484, estallara la Segunda Guerra Remensa bajo el reinado del hijo de Juan II, Fernando II de Aragón.

Algunos historiadores creen que este conflicto de los remensas fue una de las razones principales de la guerra civil en Cataluña.

Datos para niños
Primera guerra remensa
Parte de guerras remensas
Fecha 1462–1472
Lugar Principado de Cataluña
Casus belli El intento de los señores de volver a imponer los malos usos
Resultado Victoria de la Monarquía (Juan II de Aragón) aliada con los remensas
Beligerantes
Diputación del General de Cataluña
Consejo del Principado
Estandarte de la Corona de Aragon.svg Juan II de Aragón
Sindicato remensa
Comandantes
Juan de Beaumont
Juan II de Lorena
Pedro de Portugal
Hugo Rogelio III de Pallars Sobirá
Francesc de Verntallat
Alfonso de Aragón
Primera guerra remensa segunda guerra remensa

¿Qué llevó a la Primera Guerra Remensa?

Desde finales del siglo XIV, los reyes de Aragón empezaron a interesarse por la situación de los remensas. Estos campesinos vivían bajo un sistema de servidumbre, lo que significaba que estaban atados a la tierra de sus señores y debían pagarles por casi todo.

La situación de los remensas

Los remensas se quejaban de los "malos usos", que eran pagos y condiciones muy injustas. Por ejemplo, tenían que pagar para casarse, para heredar bienes o si morían sin hijos. La reina María de Luna, esposa del rey Martín I el Humano, describió esta situación como "servidumbre no debida de cristiano a cristiano" y una "mancha para la patria". Ella incluso pidió al Papa que ayudara a terminar con estas prácticas, pero no se logró.

El apoyo de la monarquía

El rey Alfonso el Magnánimo continuó apoyando a los remensas. En 1448, permitió que formaran un "Gran Sindicato Remensa". Este sindicato les permitía reunirse, elegir representantes y recaudar dinero para pagar al rey a cambio de su libertad. Esta fue una decisión muy importante porque, por primera vez, la Corona reconocía legalmente las demandas de los campesinos.

Los señores feudales, por supuesto, no estaban contentos con esto. Intentaron impedir las reuniones de los remensas y se opusieron a la iniciativa del rey. Las instituciones catalanas, como la Diputación del General de Cataluña (también conocida como Generalidad), que estaban controladas por los señores, también se opusieron.

En 1455, el rey Alfonso el Magnánimo ordenó que se suspendieran temporalmente los "malos usos". Esto significaba que los remensas no tenían que pagar esas cargas por un tiempo, aunque el problema principal no se resolvió.

Archivo:Alfonsino oro
Ducado de oro de Alfonso el Magnánimo, una moneda de la época.

El papel de Juan II de Aragón

Juan II de Aragón, hermano de Alfonso, siguió apoyando a los remensas incluso cuando tuvo problemas con las instituciones catalanas. En 1461, su esposa, la reina Juana Enríquez, que era la lugarteniente (representante) del rey en Cataluña, ordenó a los señores que respetaran la suspensión de los "malos usos". Al mismo tiempo, pidió a los remensas que pagaran otras rentas que sí debían, ya que algunos se negaban a hacerlo.

El inicio del conflicto

La rebelión de los campesinos remensas comenzó en febrero de 1462. Los señores, aprovechando un momento de debilidad del rey, intentaron volver a cobrar los "malos usos" que habían sido suspendidos. Esto provocó la ira de los campesinos.

Primeros levantamientos

Los remensas formaron grupos armados. En marzo de 1462, atacaron Castellfollit de la Roca y se dirigieron a Besalú para liberar a sus líderes que habían sido arrestados. Decían que actuaban "por el señor rey", mostrando su lealtad a la Corona.

La reina Juana Enríquez intentó calmar la situación, pidiendo a los señores que no tomaran represalias y a los remensas que pagaran lo que sí debían. Sin embargo, la nobleza y las instituciones catalanas exigieron que se anulara la suspensión de los "malos usos" y que se castigara a los remensas rebeldes.

La alianza con el rey

Las tensiones entre la reina y las instituciones catalanas aumentaron. La reina Juana, temiendo por la seguridad de su hijo, el príncipe Fernando el Católico, se trasladó a Gerona. Las instituciones catalanas, por su parte, decidieron formar un ejército para acabar con la rebelión remensa y defender los derechos de los señores.

Ante esta situación, la reina Juana se alió con los remensas. Francesc de Verntallat se convirtió en el capitán de su ejército, que pasó a ser parte del ejército real. Este ejército remensa se organizó de una forma peculiar: de cada tres campesinos, uno tomaba las armas y los otros dos aportaban dinero para mantenerlo. Por eso se les conoció como "la armada de tres hogares por hombre". Su lema era "Monarquía, paz, justicia y concordia".

Archivo:Castellfollit de la Roca sobre la cinglera
Castellfollit de la Roca, un lugar importante al inicio de la rebelión remensa.

Batallas y control territorial

El ejército de la Diputación del General, liderado por el Conde de Pallars, marchó hacia Gerona para someter a los remensas y también para apoderarse de la reina y el príncipe. Verntallat intentó detenerlos cerca de Hostalrich, pero fue derrotado. Sin embargo, otro grupo de remensas defendió la ciudadela de la Força Vella en Gerona, donde se refugiaron la reina y el príncipe. Finalmente, un ejército francés liberó a la reina y al príncipe del asedio.

En 1463, los remensas tomaron el Castillo de Hostoles, que se convirtió en un centro clave de su revuelta. Durante toda la guerra, los remensas controlaron una zona montañosa entre los Pirineos de Gerona y el macizo del Montseny. Desde allí, atacaban las posiciones de la Generalidad. Esta zona era un bastión muy fuerte para el rey Juan II.

Archivo:Codex Manesse 396r Kol von Nüssen
Un caballero medieval cazando con una ballesta, arma usada por los remensas.

Hacia el final de la guerra, en 1471, las fuerzas del rey conquistaron el Ampurdán. Como recompensa por su ayuda, Olot fue entregado a Verntallat, quien inmediatamente abolió los "malos usos" y otros derechos señoriales en esa zona.

¿Qué pasó después de la guerra?

Aunque el rey Juan II ganó la guerra, el problema de los remensas no se resolvió del todo.

Recompensas y tensiones

En 1474, el rey Juan II recompensó a Francesc de Verntallat con el título de vizconde de Hostoles. Verntallat también recibió tierras que habían pertenecido a señores rebeldes. Años más tarde, el rey Fernando el Católico (hijo de Juan II) concedió privilegios a treinta remensas que habían defendido Gerona. Sin embargo, esto no significaba que los remensas renunciaran a su deseo de libertad total.

El rey Juan II también se aseguró de que los castillos que los remensas habían tomado en su nombre fueran devueltos a él o a sus señores. Por ejemplo, en 1473, obligó a Verntallat a entregar el Castillo de Finestres. El rey desconfiaba de que los campesinos pudieran usar estas fortalezas para sus propios fines.

El problema sin resolver

El rey Juan II no quiso resolver el problema de los "malos usos" de forma definitiva. Esto se debía a que muchos señores, tanto laicos como de la Iglesia, también habían apoyado al rey en la guerra y querían recuperar sus ingresos de los campesinos.

El rey mantuvo su postura de que los "malos usos" no debían cobrarse, pero si los remensas se negaban a pagar otras rentas que sí debían, el rey intervenía para obligarles. Esto causó más conflictos. Por ejemplo, en 1475, Verntallat animó a los remensas a no pagar nada, y el rey tuvo que intervenir para que pagaran lo que les correspondía, "exceptuando los malos usos".

La tensión social continuó. En 1475, hubo un conflicto entre el Obispado de Gerona y sus remensas. Los remensas, liderados por Verntallat, tomaron el Castillo de Corsá porque el obispado no había cumplido un acuerdo. El rey Juan II tuvo que enviar un ejército para desalojar a los remensas.

A pesar de la victoria del rey, el problema de los remensas y los "malos usos" no se solucionó por completo en esta primera guerra. Esto sentó las bases para futuros conflictos.

Archivo:La Vall d'en Bas, Province of Girona, Spain - panoramio (15)
Vista panorámica del vizcondado de Bas, donde Francesc de Verntallat recibió tierras.

Galería de imágenes

kids search engine
Primera guerra remensa para Niños. Enciclopedia Kiddle.