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Primera expedición española a las Salomón para niños

Enciclopedia para niños

La primera expedición española a las islas Salomón fue un viaje importante de Álvaro de Mendaña por el océano Pacífico. Su objetivo principal era encontrar un continente imaginario en el sur, conocido como la Terra Australis Incognita. Durante esta expedición, se descubrió el archipiélago de las islas Salomón el 1 de febrero de 1568. La expedición exploró gran parte de estas islas antes de regresar al virreinato del Perú el 11 de agosto de 1568. Llegaron a El Callao (Perú) el 22 de julio de 1569. En el viaje de vuelta, también se encontraron muchas islas en lo que hoy son Kiribati, Tuvalu y las islas Marshall.

¿Por qué se organizó esta expedición?

Los españoles en Perú escucharon de los incas una leyenda sobre unas islas al oeste llenas de oro. Inmediatamente, compararon estas islas con la Tierra de Ofir, donde se decía que estaban las minas de oro del rey Salomón. También había historias de un indígena llamado Chepo sobre otras islas.

En ese momento, el cargo de virrey del Perú estaba libre, y Lope García de Castro, presidente de la Real Audiencia de Lima, actuaba como virrey. Él encargó a su sobrino de 25 años, Álvaro de Mendaña, que dirigiera una expedición para encontrar estas tierras. Además, debían buscar la Terra Australis Incognita, una gran tierra desconocida en el sur que aparecía en los mapas de la época. Se creía que esta tierra era muy rica en recursos naturales, y la nación que la encontrara primero obtendría grandes beneficios.

Preparativos del viaje

En 1567, Mendaña se preparó para esta gran aventura. Su tío, el virrey Lope García de Castro, financió la expedición con unos 10.000 pesos. La flota se preparó en el puerto de El Callao (Perú). Estaba compuesta por dos barcos: Los Reyes, el barco principal de 200 toneladas, y Todos los Santos, el segundo barco más importante de 140 toneladas.

Se unieron 160 hombres a la expedición, incluyendo oficiales como el capitán Pedro Sarmiento de Gamboa, el piloto jefe Hernando Gallego, y el vicario Francisco de Gálvez. También había cronistas como Belmonte Bermúdez y Suárez de Figueroa, quienes escribieron sobre el viaje.

El 19 de noviembre de 1567, con todo listo, Mendaña y su tripulación zarparon.

El viaje de ida

La expedición navegó hacia el oeste, cruzando lo que llamaron el Golfo de la Concepción y el Golfo de la Candelaria (el mar entre Perú y Tuvalu).

El 10 de enero de 1568, casi dos meses después de salir de El Callao, encontraron la isla Nombre de Jesús (probablemente Nui en Tuvalu). Mendaña la describió como "pequeña y poblada por personas de piel oscura". Más tarde, llegaron a los Bajos de la Candelaria y al arrecife de Roncador, que podría ser Otong Java, un atolón con una laguna muy grande en las Salomón.

El 7 de febrero de 1568, ochenta días después de partir de El Callao, avistaron tierra. Era la isla Atoglu, a la que Mendaña llamó Santa Isabel. Esta fue la primera isla de las Salomón donde una expedición española se estableció. Los habitantes locales los recibieron de forma amistosa, e incluso tocaron música juntos. La expedición española se instaló en la Bahía de la Estrella (Estrela Bay).

Archivo:Solomon Islands - Santa Isabel
Isla de Santa Isabel

Exploración de Santa Isabel y el archipiélago

Los dos barcos de la expedición española se quedaron en la Bahía de la Estrella, al este de Santa Isabel. Los nativos fueron amigables y compartieron música con los españoles.

Los españoles permanecieron tres meses en Santa Isabel. Mendaña conoció al jefe local, Bile Banara, y aunque hablaban idiomas diferentes, lograron establecer una buena relación. En 1568, Mendaña hizo un inventario de los recursos de Santa Isabel. Descubrieron oro, al que los nativos llamaban "cereque", en forma de pepitas y polvo en las orillas de los ríos. Mendaña creyó que estaban en una tierra muy rica.

Mendaña ordenó construir un bergantín (un barco pequeño) para explorar la isla y sus alrededores. También envió al maese de campo Pedro Ortega y al capitán Sarmiento de Gamboa a explorar el interior de Santa Isabel. Ortega, con 30 soldados, estuvo ocho días en el bosque. Se encontró con el cacique Tiarabasco, lo que causó un pequeño conflicto donde un español resultó herido y falleció días después. En otra parte de la isla, Ortega tuvo un encuentro amistoso con otro cacique llamado Bene.

Por su parte, Sarmiento de Gamboa, con 16 soldados, se adentró hasta un río. Luego subió a una sierra para ver si Santa Isabel era una isla o parte de un continente, y descubrió que era una isla. A menudo, los nativos tocaban caracolas para anunciar que se preparaban para un conflicto, por lo que Sarmiento tuvo que defenderse en varias ocasiones.

Mientras tanto, en el lugar donde se habían establecido, Mendaña aprendía sobre la isla y obtenía información de Bile Banara. En una ocasión, Mendaña fue atacado por otra tribu, pero Bile Banara ayudó a repeler el ataque. Mendaña conoció muchas costumbres de la tribu, como comer "vinahu", una raíz que usaban en lugar de pan. Un detalle curioso fue cuando un cacique ofreció al almirante un trozo de carne que parecía humana. Hernando Gallego, el piloto, la enterró, y Mendaña les hizo saber que no la comerían.

La mayoría de los españoles trabajaba en la construcción del bergantín de reconocimiento, llamado Santiago, de 30 toneladas. Mendaña seguía enviando exploradores al interior de Santa Isabel. Pedro de Ortega, con 35 hombres, encontró a un cacique llamado Meta. Ortega obtuvo información de él, llevando a uno de sus hijos ante Mendaña, y así supieron que en la isla había nuez moscada y clavo. Mendaña les mostró perlas y oro, y el nativo las reconoció, diciendo que había mucha cantidad.

El bergantín estuvo listo para navegar. El piloto Hernando Gallego y Pedro de Ortega, con marineros y soldados, navegaron durante un mes por la costa de Santa Isabel hasta avistar la isla de Ramos (hoy Malaita). Mendaña se reunió varias veces con Bile en su barco. Mendaña le habló del rey de Castilla, Felipe II, y le mostró en un mapa todos los territorios que poseía su monarca. También le habló del Dios de los cristianos. Después de un mes, el bergantín regresó a Santa Isabel con buenas noticias. Gallego y Ortega Valencia habían descubierto todo un archipiélago. Encontraron una gran bahía con siete u ocho islas pequeñas (probablemente la isla San Jorge). Se dirigieron al sur de Santa Isabel y vieron dos islotes, y luego una gran isla (hoy Malaita), a la que llamaron Ramos. Navegaron por su costa y al sureste vieron otras dos islas que llamaron La Galera y Buena Vista. Más tarde, desembarcaron en la isla Flora, la más grande de las islas Floridas. Los españoles notaron que los habitantes de esa isla "se teñían el cabello de rubio, huían de las armas de fuego, tocaban caracoles y tambores para la guerra". Más al este, vieron San Germán y Guadalupe, aunque no desembarcaron. Desembarcaron un poco más al sur, en Sesarga (isla de Savo), y descubrieron un volcán en erupción, por lo que tuvieron que irse.

Después de salir de Sesarga, los exploradores de Mendaña encontraron una isla muy grande a la que llamaron Guadalcanal. Fue Ortega quien la descubrió y le puso el nombre de su pueblo natal en Sevilla. Cuando llegaron a la isla, muchas canoas y hombres nadando se acercaron al bergantín. Sin embargo, los isleños comenzaron a lanzar piedras desde tierra, y los españoles tuvieron que usar sus armas, lo que hizo que los nativos se retiraran. Ortega desembarcó y descubrió muchos recursos naturales. Se nombró un río como Ortega y otro como Gallego, donde encontraron pepitas de oro. Cuando terminaron de inspeccionar la isla, regresaron a Santa Isabel. En el camino de vuelta, encontraron la isla Varnesta, a la que llamaron San Jorge. Hernando Gallego contó noticias interesantes sobre esa isla. Su cacique se llamaba Benebonafa, y según Gallego, su puerto podía "albergar mil barcos". Los españoles intercambiaron objetos pequeños por perlas con los nativos.

El bergantín siguió navegando y descubrió más islas. Encontraron una isla importante a la que llamaron San Nicolás (probablemente Nueva Georgia). Durante el camino, descubrieron y exploraron muchos islotes. Gracias a que navegaron por la costa de Santa Isabel, pudieron medirla. Más tarde, los españoles del bergantín avistaron una gran isla, casi pegada a Nueva Guinea, a la que llamaron San Marcos (puede ser la actual Choiseul). Exploraron mucho, pero no estaban satisfechos, y Ortega ordenó una exploración por tierra. La canoa que Ortega envió a tierra, con nueve soldados, un marinero y un indígena amigo, encalló en los corales y sus ocupantes naufragaron. Estuvieron perdidos tres días hasta que el bergantín los rescató.

Los españoles del bergantín lograron regresar sanos y salvos a la Bahía de la Estrella, donde los dos barcos de Mendaña seguían anclados sin problemas.

Exploración de la isla de Guadalcanal

Archivo:Guadalcanal & Florida Island map - es
Isla de Guadalcanal

El relato de Ortega y Gallego interesó a Mendaña, quien se convenció por las maravillas que le contaron sus hombres. Tres meses después de llegar a la isla de Santa Isabel, Mendaña ordenó que los dos barcos y el bergantín zarparan. El 8 de mayo de 1568, la flota llegó a Guadalcanal, atracando en el río llamado Gallego sin ver nada extraño. Al día siguiente, 9 de mayo, Mendaña decidió tomar posesión de todas las tierras y ese día bautizó a todo el archipiélago como islas Salomón. Los nativos se acercaron con curiosidad a la ceremonia, y les pareció tan extraño que comenzaron a lanzar flechas a los españoles. Estos usaron sus armas y dispararon a los atacantes, matando a dos nativos. Después de esto, Mendaña ordenó embarcar. Al día siguiente, los españoles regresaron a tierra y vieron que los nativos habían quitado la cruz. Los sacerdotes Gálvez y Torres subieron a un monte para hacer una nueva ceremonia religiosa. Desde ese monte, los españoles pudieron ver 30 pueblos con más de 20 casas cada uno.

El 19 de mayo, Mendaña envió a tierra al alférez real Fernando Enríquez con 30 soldados, y descubrieron otro río con oro. Enríquez y Gallego se separaron del grupo principal y navegaron con el bergantín. En el río Ortega, vieron más poblados. Enríquez desembarcó, y 200 nativos salieron a su encuentro y les ofrecieron plátanos. Navegaron hasta otro río que llamaron San Bernardino. Cerca de allí, encontraron 600 nativos que los atacaron con piedras y flechas. Más tarde, en el río Santa Elena, hubo más conflictos donde los españoles tuvieron que defenderse de varios ataques, matando a un nativo e hiriendo a muchos. Después de avanzar y desembarcar, 3000 nativos ofrecieron un cerdo y muchos cocos al bergantín junto al cacique Nabalmua; esta fue la única vez que los recibieron de forma amistosa en la isla. Siguiendo hacia el sureste, Gallego volvió a encontrar Malaita (Ramos), hallando una bahía que llamó Puerto Escondido. "Había allí nativos sin ropa que blandían mazas, del tamaño de naranjas, de un metal que parecía oro", según Gallego. Gallego continuó hacia el sureste, descubriendo un gran río y el puerto de la Asunción, donde abastecieron su bergantín. Más al este, encontraron la isla a la que llamaron Atreguada (hoy Ulawa) porque la gente los recibió amablemente. Después de pasar la punta de la isla de Guadalcanal, hacia el sur, encontraron unas islas a las que llamaron Las Tres Marías. Luego encontraron las islas Santiago y San Urbán. Después de estos descubrimientos, el bergantín regresó a la zona donde estaban los dos barcos.

Archivo:Solomon Islands-Makira
Isla San Cristóbal o Makira

La situación en Guadalcanal se había vuelto difícil para los hombres de Mendaña. Un día, nueve españoles fueron atacados por los nativos mientras recogían agua. "Los cortaron en pedazos y les abrieron los cráneos", según el relato del contador naval Catoira. Un cacique de Guadalcanal se había hecho amigo de Mendaña y subía a menudo a su barco. En una ocasión, se juntaron 40.000 nativos reclamando a los españoles un muchacho que, según ellos, les habían secuestrado. Cuando se calmaron, Mendaña envió a Pedro Sarmiento de Gamboa a atacar las aldeas cercanas por lo sucedido. Mataron a 20 hombres y quemaron los pueblos donde los nativos habían puesto cocos clavados en palos como si fueran cabezas de españoles. Encontrar alimentos y agua se estaba convirtiendo en un problema grave. El 27 de mayo, una búsqueda de agua terminó con la muerte de 10 españoles, y se encontraron evidencias de que habían sido consumidos. Mendaña se dio cuenta de que los nativos eran muy hostiles, por lo que ordenó preparar los barcos para regresar a casa. Mendaña, entonces, zarpó inmediatamente hacia el océano Pacífico para volver al virreinato del Perú.

Descubrimiento de San Cristóbal

Cuando partieron, antes de entrar en mar abierto, los hombres de Mendaña descubrieron San Cristóbal (Makira) y desembarcaron en una bahía grande, que llamaron Puerto de la Visitación, para tomar posesión y recoger alimentos. Pero como sus habitantes se prepararon para el conflicto, los españoles tuvieron que irse de esa zona de la isla. Durante este tiempo, exploraron las islas cercanas a San Cristóbal. En la isla que llamaron Santiago, Sarmiento de Gamboa "preparó una batalla contra los nativos, cada uno con dos o tres lanzas, mazas, arcos y flechas, y hubo una gran matanza", según Belmonte, cronista del viaje. Los españoles lograron llevarse pan, ñames, cocos y almendras para cargar un barco.

Mendaña ordenó al bergantín navegar por la costa de la isla San Cristóbal con el piloto Hernando Gallego y el capitán Francisco Muñoz Rico, con 13 soldados y 13 marineros, para saber si San Cristóbal era una isla o un continente. Descubrieron dos islas pequeñas: Santa Catalina (Aguarí), donde pudieron recoger almendras, plátanos y algunos cerdos, y la isla Santa Ana (Itapa), donde los nativos atacaron con lanzas y flechas, y los españoles tuvieron que defenderse y terminaron quemando un poblado. El 4 de julio, los exploradores regresaron e informaron a Mendaña que era una isla. Finalmente, Mendaña se reunió con pilotos, capitanes y soldados, y decidieron regresar a Perú. Decidieron llevarse a algunos nativos de San Cristóbal al virreinato para que vieran cómo eran las personas de esa región. Se llevaron a tres nativos, y según el contador naval Catoira, esos indígenas, al recibir buen trato a bordo y ser bautizados, comenzaron a sonreír y a llevarse bien con ellos.

El viaje de vuelta

El 11 de agosto de 1568, zarparon del puerto de la Visitación en San Cristóbal. Permanecieron en las Salomón durante 6 meses y 4 días. Mendaña llevó consigo clavos de olor, nuez moscada y pepitas de oro para mostrar a la gente del virreinato que en esas tierras había oro. Los dos barcos se dirigieron al norte, y al noreste vieron señales de tierra, probablemente la isla de Nueva Guinea, pero decidieron seguir adelante y no desembarcar.

El 4 de septiembre, los pilotos se sentían perdidos y encontraron las islas Gilbert y Ellice (conocidas como Kiribati y Tuvalu), descubriendo muchas de ellas, pero sin pisar tierra. Finalmente, sopló un viento favorable hacia el norte, y los dos barcos pudieron ir más rápido. Más tarde, encontraron los Bajos de San Mateo (probablemente Namonuito en las islas Carolinas o una de las islas Marshall). Al desembarcar, encontraron en una canoa una herramienta hecha de un clavo, un gallo y una cuerda que debían pertenecer a españoles (se cree que a esas islas llegaron en 1566 los amotinados del barco San Jerónimo).

Después, más al norte, "se sufría mucho y moría gente", según Belmonte. Descubrieron la isla de ''San Francisco'' (isla Wake), "baja, redonda, de mucha arena y matorrales". Se dirigieron al norte y noreste, donde sufrieron una tormenta. Belmonte contó que "los marineros y soldados nadaban dentro del barco". Debido a esto, tuvieron que cortar el mástil principal y deshacerse de la cabina de proa del barco almirante para seguir avanzando. Esto duró hasta el 19 de octubre. Después de dos meses de navegación por el Pacífico Norte, los hombres comenzaron a tener hambre y sed por la escasez de alimentos, y algunos empezaron a sufrir escorbuto (una enfermedad por falta de vitamina C). Finalmente, los dos barcos se separaron.

El 9 de diciembre de 1568 hubo señales de tierra hasta que el 22 de enero de 1569, el barco principal Los Reyes entró en el puerto de Santiago de Colima en México. Tres días después, atracó el barco almirante Todos los Santos. Luego, los dos barcos se dirigieron al sur, navegando por toda la costa pacífica de América, haciendo escala en Realejo (Nicaragua) para hacer reparaciones. El 2 de marzo, lograron zarpar de Nicaragua y llegaron el 22 de julio de 1569 a El Callao, dando por terminada la expedición.

¿Qué resultados tuvo la expedición?

Gracias a esta expedición, el descubrimiento y la información que Mendaña dio sobre las islas Salomón fueron de gran ayuda y motivaron a muchos otros exploradores europeos. Las islas Salomón habían sido reclamadas por España gracias a Mendaña, e incluso se incluyeron en el imperio español en ese momento. Sin embargo, después de que un segundo intento de colonización fracasara, el archipiélago fue olvidado y no perteneció a ninguna nación europea hasta el siglo XIX.

También hubo un conflicto entre Sarmiento de Gamboa y Mendaña. Sarmiento se proclamó descubridor de las islas Salomón e intentó quitarle el mérito a Mendaña. En 1574, se formó una comisión de investigación, y algunos de los marinos que sobrevivieron hablaron bien de la expedición, por lo que se considera un éxito.

Además, Mendaña había demostrado que existía una Tierra Austral, afirmando que las islas Salomón eran parte de ella. Sin embargo, mucho tiempo después, James Cook demostró que la Terra Australis no existía, después de su primera expedición.

Galería de imágenes

Véase también

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Primera expedición española a las Salomón para Niños. Enciclopedia Kiddle.