Benedicto XV para niños
Datos para niños Benedicto XV |
||
---|---|---|
![]() Fotografiado por Nicola Perscheid, 1915
|
||
|
||
![]() Papa de la Iglesia católica |
||
3 de septiembre de 1914-22 de enero de 1922 (7 años y 141 días) |
||
Predecesor | Pío X | |
Sucesor | Pío XI | |
Información religiosa | ||
Ordenación sacerdotal | 21 de diciembre de 1878 por Raffaele Monaco La Valletta |
|
Ordenación episcopal | 22 de diciembre de 1907 por Pío X |
|
Proclamación cardenalicia | 25 de mayo de 1914 por Pío X |
|
Información personal | ||
Nombre | Giacomo Paolo Giovanni Battista della Chiesa | |
Nacimiento | 21 de noviembre de 1854 Génova, Reino de Piamonte-Cerdeña |
|
Fallecimiento | 22 de enero de 1922 Roma, Reino de Italia |
|
Alma mater | Academia Pontificia Eclesiástica Pontificia Universidad Gregoriana Universidad de Génova |
|
Obras notables | Ad beatissimi apostolorum Quod iam diu Pacem, Dei munus pulcherrimum Spiritus Paraclitus |
|
|
||
Firma | ![]() |
|
![]() In te, Domine, speravi; non confundar in æternum
(‘En Ti, Señor, he confiado; no me vea confundido para siempre’) |
||
Benedicto XV, cuyo nombre de nacimiento era Giacomo della Chiesa, fue el 258.º papa de la Iglesia católica. Nació en Génova el 21 de noviembre de 1854 y falleció en Roma el 22 de enero de 1922. Fue Papa desde el 3 de septiembre de 1914 hasta su muerte.
Su tiempo como Papa estuvo marcado principalmente por la Primera Guerra Mundial y todo lo que vino después. Esta guerra tuvo grandes efectos en la política, la sociedad y la vida de las personas.
Cuando fue elegido Papa en 1914, tenía 59 años. La Primera Guerra Mundial acababa de empezar, y él la llamó "el suicidio de la Europa civilizada". La guerra y sus consecuencias fueron lo más importante durante su papado. Desde el principio, declaró que la Santa Sede (el gobierno de la Iglesia católica) sería neutral. Intentó mediar para lograr la paz en 1916 y 1917, pero sus propuestas no fueron aceptadas por las partes en conflicto. El Papa siempre se opuso a las ideas que causaban división entre las personas, como el nacionalismo extremo o el materialismo.
Como sus intentos diplomáticos no funcionaron, Benedicto XV se dedicó a ayudar a las personas afectadas por la guerra. Organizó ayuda para los prisioneros de guerra, el intercambio de soldados heridos y la entrega de alimentos a quienes los necesitaban en Europa. Después de la guerra, las relaciones con países como Francia e Italia mejoraron.
En 1917, Benedicto XV publicó el Código de Derecho Canónico, un conjunto de leyes para la Iglesia. Este nuevo código ayudó a organizar y mejorar la vida religiosa en toda la Iglesia. También se preocupó mucho por las misiones católicas en el mundo, que habían sufrido mucho por la guerra. Por eso, se le conoce como "el Papa de las Misiones".
Una de sus últimas preocupaciones fue la situación de la Iglesia católica en la Unión Soviética y la gran escasez de alimentos que hubo después de la revolución. Benedicto XV era muy devoto de la Virgen María y autorizó la celebración de la fiesta de María, Mediadora de todas las Gracias. Fue el primer Papa en nombrar a la Virgen de los Remedios como Patrona de la ciudad española de Chiclana de la Frontera en 1916.
Falleció el 22 de enero de 1922, después de siete años como Papa. Fue enterrado en las grutas vaticanas. Gracias a su habilidad para la diplomacia y su apertura a los cambios de su tiempo, se ganó el respeto de muchos.
Contenido
Su Vida Antes de Ser Papa
Giacomo della Chiesa nació en Pegli, cerca de Génova. Era el tercer hijo de una familia noble. Al principio, su padre no quería que fuera sacerdote y le insistió en que estudiara Derecho. Giacomo obtuvo su doctorado en Derecho el 2 de agosto de 1875, a los 21 años. Estudió en la Universidad de Génova.
Después de terminar sus estudios universitarios, su padre le dio permiso para seguir su vocación sacerdotal, aunque con algunas condiciones. Una de ellas fue que estudiara teología en Roma, para que no terminara como un sacerdote de pueblo.
Della Chiesa ingresó al Almo Colegio Capranica en Roma y fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1878. Desde ese año hasta 1883, estudió en la Academia Pontificia Eclesiástica, una escuela para diplomáticos de la Iglesia. Allí, el cardenal Mariano Rampolla se fijó en él y lo contrató como su secretario en 1882. Della Chiesa acompañó a Rampolla en importantes misiones diplomáticas, como la resolución de una disputa entre Prusia y España por unas islas, y la organización de ayuda durante una epidemia. En 1901, llegó a ser secretario de comunicaciones importantes en la Secretaría de Estado del Vaticano. También fue profesor de diplomacia.
La madre de Giacomo, Giovanna, no estaba muy contenta con el progreso de la carrera de su hijo, pero el cardenal Rampolla le dijo: "Señora, su hijo da pocos pasos, pero estos son gigantescos".
Después de la muerte del Papa León XIII en 1903, Giacomo della Chiesa mantuvo su puesto en la Secretaría de Estado bajo el nuevo Papa, Pío X.
Arzobispo de Bolonia

La relación de della Chiesa con el cardenal Rampolla hizo que su situación en la Secretaría de Estado fuera un poco incómoda durante el papado de Pío X. El 15 de abril de 1907, se anunció que della Chiesa sería el nuevo arzobispo de Bolonia.
El 18 de diciembre de 1907, recibió su consagración como obispo de manos del propio Papa Pío X. El 23 de febrero de 1908, della Chiesa tomó posesión de su nueva diócesis, que era muy grande y tenía muchos sacerdotes e institutos religiosos.
Como obispo, visitó todas las parroquias, incluso las más pequeñas en las montañas, a las que solo podía llegar a caballo. Della Chiesa creía que predicar era la tarea más importante de un obispo. Siempre insistió en que las iglesias estuvieran limpias y bien cuidadas, y en ahorrar dinero para ayudar a los pobres. Se construyeron o restauraron muchas iglesias bajo su dirección. También reformó la educación en el seminario, añadiendo más cursos de ciencias y estudios clásicos.
La muerte de su amigo y mentor, el cardenal Rampolla, en diciembre de 1913, fue un gran golpe para della Chiesa.
Cardenal
Era costumbre que el arzobispo de Bolonia fuera nombrado cardenal pronto. Sin embargo, Pío X tardó siete años en darle este cargo a della Chiesa. Algunos creen que Pío X no quería tener "dos Rampollas" (en referencia a la influencia del cardenal Rampolla) en su grupo de cardenales.
Finalmente, el 25 de mayo de 1914, della Chiesa fue nombrado cardenal. Cuando intentó regresar a Bolonia después de la ceremonia en Roma, hubo un levantamiento en el centro de Italia. Este movimiento, que se oponía a la monarquía y a la Iglesia, incluyó una huelga general, saqueos y destrucción de iglesias. En Bolonia, los ciudadanos y la Iglesia católica lograron oponerse con éxito a este movimiento.
Cuando la Primera Guerra Mundial se acercaba, había muchas discusiones sobre la posición de Italia. Della Chiesa, como arzobispo, dio un discurso al estallar la guerra, destacando la importancia de la neutralidad, la promoción de la paz y la compasión por los que sufrían.
Papado
Su Elección como Papa

Después de la muerte de Pío X, los cardenales se reunieron a finales de agosto de 1914 para elegir al nuevo Papa. La guerra era el tema principal, así que los cardenales buscaron a alguien con mucha experiencia en diplomacia. El 3 de septiembre de 1914, Giacomo della Chiesa fue elegido Papa, a pesar de haber sido cardenal solo por tres meses. Eligió el nombre de Benedicto XV en honor a Benedicto XIV, que también era de Bolonia.
En ese momento, todavía había un desacuerdo entre el Vaticano y el gobierno italiano sobre el estatus de Roma (la Cuestión Romana). Por eso, Benedicto XV, al igual que los Papas anteriores, no apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro para dar su primera bendición. Fue coronado en la Capilla Sixtina el 6 de septiembre de 1914.
La Primera Guerra Mundial: Buscando la Paz
La Primera Guerra Mundial fue un evento que cambió Europa. El Papa Benedicto XV siempre buscó una paz justa y duradera para detener el aumento de los nacionalismos. Él creía que los problemas sociales venían de olvidar los principios cristianos, lo que llevaba a la falta de amor entre las personas, la falta de respeto a la autoridad y la injusticia.
Antes de la guerra, el Vaticano había intentado evitar las alianzas que se estaban formando y mejorar sus relaciones con Francia. Cuando la guerra estalló, el Vaticano no tenía mucha influencia internacional. Sin embargo, durante el conflicto, el prestigio del Papa creció.
Esfuerzos por la Paz
La guerra y sus consecuencias fueron el centro de atención de Benedicto XV. Él siempre defendió la paz. El Papa creía que la guerra no era buena, sino que era la negación del entendimiento entre las naciones. Después de declarar la neutralidad del Vaticano, intentó mediar por la paz en 1916 y 1917. Ambas partes rechazaron sus propuestas.
En 1914, su llamado a una tregua de Navidad fue ignorado. En su primera encíclica (carta importante), hizo una petición sincera para que terminaran las hostilidades.
En 1915, Benedicto XV intentó que Italia se mantuviera neutral, apoyándose en políticos católicos y liberales. El Papa consideraba las muertes en el frente de batalla como una tragedia personal.
Las relaciones del Vaticano con Gran Bretaña eran buenas, pero no con Prusia ni con la Alemania imperial. En Alemania, algunos pensaban que el Papa no era realmente neutral y que apoyaba a los países aliados. Sin embargo, el secretario de Estado del Papa, Pietro Gasparri, aclaró en marzo de 1916 que el Vaticano era completamente imparcial.
Benedicto XV hizo muchos intentos para negociar la paz, pero estas peticiones lo hicieron impopular en algunos países, incluso católicos, porque muchos querían una victoria total.
El 1 de agosto de 1917, Benedicto XV hizo un llamado general por la paz, invitando a las naciones a negociar con el Vaticano. Propuso un plan de paz de siete puntos, que incluía:
- Reemplazar la fuerza de las armas por la fuerza del derecho.
- Reducir los armamentos.
- Establecer un sistema de arbitraje internacional obligatorio.
- Garantizar la libertad en el mar.
- Renunciar a las compensaciones de guerra.
- Evacuar los territorios ocupados.
- Examinar las reclamaciones de los países.
Las propuestas también incluían temas políticos y territoriales. Gran Bretaña reaccionó favorablemente, pero el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, rechazó el plan. Otros países también tuvieron reacciones variadas. El Papa creía que su propuesta podría haber logrado algo entre Alemania y Austria.
Benedicto XV también pidió que se prohibiera el servicio militar obligatorio. Algunas de sus ideas fueron incluidas más tarde en los "Catorce Puntos" de Wilson, una propuesta de paz de enero de 1918. El Papa intentó establecer una relación con el presidente Wilson, pero Wilson desconfiaba de Benedicto XV.

Aunque sus esfuerzos diplomáticos no tuvieron éxito inmediato, se considera que aumentaron el prestigio del Papa. Sus acciones sirvieron de ejemplo para los esfuerzos de paz de Papas posteriores, como Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial.
Ayuda Humanitaria
Desde el comienzo de la guerra, en noviembre de 1914, Benedicto XV negoció con las partes en conflicto para intercambiar prisioneros heridos y personas que no podían seguir luchando. Gracias a su intervención, decenas de miles de prisioneros fueron intercambiados. También propuso el intercambio de civiles en zonas ocupadas, lo que ayudó a 20.000 personas en un solo mes. En 1916, logró un acuerdo para que 29.000 prisioneros con enfermedades pulmonares fueran enviados a Suiza.
En 1915, consiguió un acuerdo para que los prisioneros de guerra no tuvieran que trabajar los domingos y días festivos. Muchos prisioneros se salvaron de la pena de muerte gracias a su intervención. El Papa fundó la Opera dei Prigionieri para ayudar a distribuir información sobre los prisioneros. Al final de la guerra, se procesaron unas 600.000 cartas y se ayudó a miles de personas a regresar a sus hogares.
Durante y después de la guerra, Benedicto XV se preocupó mucho por los niños, e incluso publicó una encíclica sobre ellos. En 1916, pidió ayuda para alimentar a los niños hambrientos en Bélgica. Su ayuda se extendió a Lituania, Polonia, Líbano, Montenegro, Siria y Rusia. El Papa estaba horrorizado por los ataques aéreos y protestó varias veces sin éxito.
En 1915, el Imperio Otomano llevó a cabo una campaña contra las minorías cristianas armenias, que causó un gran sufrimiento. El Vaticano intentó que Alemania y Austria-Hungría protestaran contra su aliado turco. El Papa envió una carta personal al sultán, pero no tuvo éxito, y casi un millón de armenios murieron por la persecución o el hambre.
Después de la Guerra
El Papa describió la guerra como una "masacre inútil", lo que le ganó el rechazo de algunos gobiernos, pero el apoyo de la gente.
A pesar de sus esfuerzos, el Vaticano fue excluido de la Conferencia de Paz de París (1919). Aún así, Benedicto XV escribió una encíclica pidiendo la reconciliación internacional, su Pacem, Dei Munus Pulcherrimum, y logró enviar un observador a la conferencia.
Después de la guerra, Benedicto XV se centró en ayudar a superar el hambre y la pobreza en Europa. También buscó establecer relaciones con los muchos nuevos países que surgieron después de la desaparición de los grandes imperios.
El Vaticano consideró que las condiciones económicas impuestas a Alemania en el Tratado de Versalles eran demasiado duras y que podrían causar problemas futuros. El cardenal Gasparri, secretario de Estado, advirtió que estas condiciones podrían llevar a otra guerra. El Vaticano también tenía reservas sobre la creación de pequeños estados, creyendo que no serían económicamente viables.
Benedicto XV rechazó la Sociedad de Naciones porque no estaba basada en valores cristianos. Para él, no bastaba con una "sociedad" de pueblos, sino que era necesaria la "fraternidad" entre ellos. También condenó el nacionalismo extremo y pidió la "unificación europea" en su encíclica Pacem Dei Munus de 1920.
El Papa estaba preocupado por la revolución en Rusia, especialmente por las políticas antirreligiosas del gobierno de Lenin y la gran escasez de alimentos. Benedicto XV hizo grandes esfuerzos para ayudar a las víctimas del hambre en Rusia.
Diplomacia del Papa
Después de la guerra, Benedicto XV se dedicó a adaptar la administración de la Iglesia al nuevo sistema internacional. El papado se enfrentó a la aparición de muchos nuevos estados como Polonia, Lituania, Estonia, Yugoslavia, Checoslovaquia y Finlandia. También tuvo que lidiar con la pobreza en Alemania, Francia, Italia y Austria. Para enfrentar estos desafíos, Benedicto XV inició una gran campaña diplomática para asegurar los derechos de los fieles en todos los países.
Uno de sus grandes logros fue establecer la presencia de un representante británico en el Vaticano, algo que no ocurría desde el siglo XVII. También restableció relaciones diplomáticas con Portugal.
Italia
Las relaciones con Italia mejoraron mucho durante el papado de Benedicto XV. Se permitió a los católicos participar en las elecciones nacionales, lo que llevó a la creación del Partido Popular Italiano (1919), liderado por Luigi Sturzo.
Los políticos que se oponían a la Iglesia fueron reemplazados por personas más neutrales o incluso simpatizantes. El rey de Italia también mostró señales de querer mejorar las relaciones. Las condiciones de trabajo para los empleados del Vaticano mejoraron, y tanto el Vaticano como Italia expresaron su deseo de resolver la Cuestión Romana.
Benedicto XV apoyó firmemente la búsqueda de una solución. Aunque muchos católicos se oponían a dar el derecho al voto a las mujeres, el Papa estaba a favor, creyendo que la mayoría de las mujeres votarían por ideas conservadoras y apoyarían las posiciones católicas tradicionales.
Francia

Benedicto XV intentó mejorar las relaciones con el gobierno de Francia. Canonizó a la heroína medieval francesa Juana de Arco en 1920.
En las misiones en otros continentes, el Papa enfatizó la necesidad de formar sacerdotes locales para que pudieran reemplazar a los misioneros europeos. También fundó el Pontificio Instituto Oriental y el Colegio Copto en el Vaticano.
En 1921, Francia restableció las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Rusia, Lituania y Estonia
Las relaciones con Rusia cambiaron drásticamente después de su movimiento revolucionario. Además, los países bálticos obtuvieron su independencia después de la Primera Guerra Mundial. Estonia fue el primer nuevo estado en buscar relaciones con el Vaticano, que las aceptó favorablemente en 1919. En 1920, se firmó un acuerdo que garantizaba la libertad de la Iglesia católica, la creación de diócesis, la libertad del clero del servicio militar y la protección de los derechos de la Iglesia.
En el caso de Lituania, las relaciones fueron más complicadas debido a la ocupación polaca de la ciudad de Vilna. Las relaciones diplomáticas completas se lograron más tarde, durante el papado de Pío XI.
Polonia

En octubre de 1918, el Papa Benedicto felicitó a los polacos por su independencia. En una carta pública, recordó su lealtad y los esfuerzos del Vaticano para ayudarlos, expresando su esperanza de que Polonia volviera a ser una nación cristiana respetable. En marzo de 1919, nombró diez nuevos obispos y, poco después, a Achille Ratti como representante del Papa en Varsovia. Benedicto advirtió repetidamente a las autoridades polacas que no persiguieran a los lituanos y rutenos.
Durante los conflictos en Varsovia, el Papa pidió al mundo que rezara por Polonia. El representante Ratti fue el único diplomático extranjero que permaneció en la capital polaca. El 11 de junio de 1921, escribió a los obispos polacos, advirtiéndoles contra el mal uso político del poder espiritual y defendiendo la coexistencia pacífica con los países vecinos.
La Iglesia bajo Benedicto XV
Teología
Siguiendo a Pío X, Benedicto XV se opuso a ciertas ideas filosóficas modernas en su encíclica Ad Beatissimi Apostolorum. Sin embargo, mantuvo la calma frente a los excesos de la campaña contra estas ideas dentro de la Iglesia.
Reforma del Código Canónico
En 1917, Benedicto XV publicó el primer Código de Derecho Canónico, un trabajo que había comenzado bajo el Papa Pío X. Este código, que entró en vigor en 1918, fue la primera vez que las leyes de la Iglesia se actualizaban y presentaban de forma clara. Su objetivo era renovar la vida religiosa y dar claridad legal. Además, Benedicto fundó la Congregación para las Iglesias Orientales el 1 de mayo de 1917, preocupado por los católicos de Oriente.
Misiones Católicas
El 30 de noviembre de 1919, Benedicto XV hizo un llamado a los católicos de todo el mundo para que apoyaran las misiones católicas a través de su carta Maximum Illud. Afirmó que se debía respetar las culturas locales y no imponer el pensamiento cultural europeo. El Papa destacó que el trabajo misionero es espiritual y debe hacerse de forma desinteresada.
Subrayó la necesidad de una preparación adecuada para trabajar en culturas extranjeras y la importancia de aprender idiomas. Pidió una lucha continua por la santidad personal y elogió el trabajo de las mujeres religiosas en las misiones. La carta concluye diciendo que la misión no es solo para los misioneros, sino para todos los católicos, quienes deben participar a través de la oración, el apoyo a las vocaciones y la ayuda económica.
Devoción a María
Benedicto XV escribió varias cartas a los peregrinos de santuarios marianos. Nombró a María como Patrona de Baviera y permitió la celebración de la Fiesta de Santa María de Guadalupe en México. También autorizó la Fiesta de María, Mediadora de todas las Gracias.
Durante la Primera Guerra Mundial, Benedicto puso al mundo bajo la protección de María y añadió la invocación "María, Reina de la paz" a las letanías lauretanas. Promovió la veneración a María en el mundo.
A través de su encíclica Bonum sane del 25 de julio de 1920, Benedicto promovió la devoción a San José, explicando que a través de él se llega a María, y a través de María a Jesucristo.
Escritos Importantes
Encíclicas

Las encíclicas son cartas importantes que el Papa envía a los obispos y fieles de todo el mundo.
Ad beatissimi apostolorum
Esta fue la primera encíclica de Benedicto XV, publicada el 1 de noviembre de 1914, al inicio de la Primera Guerra Mundial. El Papa describió a las naciones en guerra como las más grandes y ricas, que se esforzaban por destruirse mutuamente con armas terribles. Dijo que no había límite a la destrucción y la masacre, y que la tierra se llenaba de sangre y cuerpos de heridos y muertos.
Ante esta masacre sin sentido, el Papa pidió "paz en la tierra a los hombres de buena voluntad", insistiendo en buscar otras formas de resolver los conflictos.
El Papa afirmó que el origen del mal era el descuido de los principios cristianos, especialmente la falta de amor y compasión. Recordó el mensaje de Jesús: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros".
Humani generis redemptionem
Publicada el 15 de junio de 1917, esta encíclica trata sobre la falta de efectividad de la predicación cristiana. Según Benedicto XV, aunque había muchos predicadores, la moral pública y privada mostraba una indiferencia hacia lo espiritual y un alejamiento de la virtud cristiana. El Papa atribuyó parte de la culpa a los predicadores, diciendo que los apóstoles no tuvieron un tiempo mejor para predicar.
La encíclica explica que la predicación es el deber principal de los obispos. El Papa pidió que los sacerdotes que no fueran capaces de predicar o confesar fueran retirados de sus puestos. El mensaje principal es que los sacerdotes deben concentrarse en la Palabra de Dios para el beneficio de las almas.
Quod iam diu
Esta encíclica, publicada el 1 de diciembre de 1918, pidió a todos los católicos del mundo que rezaran por una paz duradera después de la Primera Guerra Mundial.
El Papa señaló que la verdadera paz aún no había llegado, pero que el armisticio había detenido la masacre. Dijo que era obligación de todos los católicos "invocar la ayuda divina por todos los que participan en la conferencia de paz". El Papa concluyó que la oración era esencial, ya que los delegados que se reunirían para definir la paz necesitaban mucho apoyo.
Su petición de una "paz cristiana" y "verdadera paz basada en los principios cristianos de la justicia" fue seguida por su mensaje de Navidad. Pidió evitar las represalias y condenar la guerra. Según el Papa, la paz solo era posible a través de la hermandad y la solidaridad que nacen de una "reforma cristiana" del ser humano.
Otros Escritos
Benedicto XV también publicó otros tipos de documentos importantes:
- Breves: Documentos papales sobre temas específicos, como indulgencias o normas para institutos bíblicos.
- Exhortaciones apostólicas: Mensajes para animar a los fieles, como su llamado a la paz en el aniversario de la Primera Guerra Mundial.
- Cartas apostólicas: Cartas sobre temas importantes, como Maximum Illud sobre las misiones católicas.
- Bulas: Documentos papales formales, como la que promulgó el Código de Derecho Canónico.
- Motu proprios: Documentos emitidos por iniciativa propia del Papa, sobre temas como la fusión de congregaciones o la creación de institutos culturales.
Su Personalidad y Apariencia

Benedicto XV era delgado y de poca altura, por lo que a veces lo llamaban Il Piccolito o "El Pequeño hombre". Tenía el pelo negro, dientes prominentes y una nariz grande.
Era conocido por su gran generosidad. Respondía a todas las peticiones de ayuda de las familias necesitadas de Roma con dinero de su propio bolsillo. Cuando no tenía suficiente dinero, pedía a las familias que no mencionaran sus problemas económicos para no sentirse culpable. De hecho, gastó casi todos los ingresos del Vaticano para ayudar a los afectados por la Primera Guerra Mundial. A su muerte, las arcas papales tenían muy poco dinero.
Benedicto XV fue un innovador cuidadoso. Pensaba mucho en todas las consecuencias antes de tomar una decisión. No se aferraba al pasado, diciendo: "Vivamos en el presente y no en la historia". Su relación con los líderes italianos era positiva, buscando evitar conflictos y apoyar a la familia real de Italia. Sin embargo, también protestó contra la intervención del Estado en los asuntos internos de la Iglesia.
No se consideraba un escritor de libros educativos o de devoción; sus encíclicas eran más bien prácticas. Se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial, lo que fue cuestionado por las partes en conflicto, y aún hoy se debate.
Muerte y Legado
Benedicto XV gozaba de buena salud. A principios de enero de 1922, después de decir misa, esperó a su conductor bajo la lluvia fría y enfermó de gripe, que se convirtió en una enfermedad pulmonar. Falleció el 22 de enero de 1922, a los 67 años. Sus últimas palabras fueron: "Ofrecemos nuestra vida para la paz en el mundo". Su cuerpo descansa en las grutas vaticanas.
Aunque quizás sea uno de los Papas menos recordados del siglo XX, sus valientes esfuerzos por terminar la Primera Guerra Mundial son muy importantes. En 2005, el Papa Benedicto XVI reconoció la importancia de su predecesor al adoptar el mismo nombre papal. Benedicto XV fue único en su enfoque humano en una época de grandes conflictos. Su valor se refleja en un homenaje grabado en una estatua que los turcos, un pueblo no católico, erigieron en su honor en Estambul: "El gran Papa de la tragedia mundial... el benefactor de todas las personas, independiente de su nacionalidad o religión". Este monumento se encuentra en el patio de la Catedral del Espíritu Santo.
Cómo lo Vieron Otros Papas
Pío XII
El Papa Pío XII mostró un gran respeto por Benedicto XV, quien lo consagró como obispo en mayo de 1917. Pío XII dijo que, durante su corto papado, Benedicto XV fue un verdadero hombre de Dios que trabajó por la paz, ayudando a prisioneros de guerra y a muchos otros necesitados en tiempos difíciles. También lo valoró como un Papa que promovió la devoción a la Virgen de Lourdes y por la publicación del Código de Derecho Canónico, en el que él mismo había participado.
Benedicto XVI
Cuando el cardenal Joseph Ratzinger fue elegido Papa en 2005, eligió el nombre de Benedicto. Explicó su elección en su primera audiencia general el 27 de abril, rindiendo homenaje a della Chiesa: "Lleno de sentimientos de admiración y agradecimiento, deseo explicar por qué he elegido el nombre Benedicto. Primero, me recuerda al Papa Benedicto XV, aquel valiente profeta de la paz, que guió a la Iglesia a través de turbulentos tiempos de guerra. En sus pasos he colocado mi ministerio para servir a la reconciliación y armonía entre los pueblos".
Véase también
En inglés: Pope Benedict XV Facts for Kids
- Encíclicas de Benedicto XV